Los personajes que aparecen a continuación no me pertenecen, todo es obra del señor Masashi Kishimoto. Este pequeño drama narra la historia de mi pareja favorita Shikatema, no me considero una escritora, no sé qué tan buena o mala sea, es mi primera historia y quizá la última. Espero que la disfruten tanto o un poco más que yo. Debo advertirles que recopile varios momentos reales del anime, aviso con la intención de que no lo tachen como un plagio más.

El legado del Cuarto Hokage

Capítulo 1

- Al final todo fue una pérdida de tiempo, Naruto es un idiota, ¿cómo pudo seguir creyendo las mentiras de Gai sensei?

Suspiró el joven Nara, quien caminaba perezosamente camino a casa después de la aventura que vivieron con sus amigos Naruto, Sakura, Ino y Chouji en las tierras de Honegami. Recordando todavía los inútiles y desgastantes esfuerzos empleados todo el día solo para conseguir aquel tonto pergamino que contenía el legado del Cuarto Hokage.

Nara Shikamaru era un joven lo bastante despreocupado, apenas con 12 años de edad solo era un genin, un novato en los exámenes chunin y desde luego el menos interesado en ser el ganador, después de todo no importaba quién ganará, siempre y cuando fuera alguien de Konoha.

Al cruzar la reja eléctrica que prohibía el paso al Monte Honegami, Shikamaru se percató que no tenía consigo su banda, seguramente se le cayó en aquel momento cuando fueron atacados por los ninjas de la Lluvia.

- Demonios, mi banda no está. Tendré que regresar - se dijo así mismo con su típico tono de aburrimiento.

- Te sucede algo Shikamaru? -preguntó de inmediato su amigo Chouji

- No es nada, tengo algo que hacer, nos vemos mañana.

- ¿Pero Shikamaru, estás seguro?

- Claro, solo olvide algo, dile a los demás que no se preocupen.

- Está bien, aunque yo no tengo problema en ayudarte a buscar lo que sea que se te haya extraviado.

- Gracias Chouji, pero no tardaré, adelántese sin mí.

El Nara regreso corriendo en busca de su banda, todavía no anochecía cuando Shikamaru regresó al lugar donde estaba seguro, se le pudo haber caído, la vio a lo lejos, la colocó de nuevo en su brazo izquierdo, cuando de pronto observó una luz entre los pasillos donde se encontraban un montón de pergaminos , al acercarse al estante donde provenía la luz, un sello se activó y pudo ver un pergamino de color dorado, tuvo la ligera intuición de que sin querer había encontrado el legado que había dejado el Cuarto Hokage. Tomó el pergamino en sus manos y lo abrió, dentro de el había varios símbolos escritos en una lengua antigua, suerte para él que su madre lo obligaba a estudiar escritos antiguos de clan y otros tantos libros; muy claramente el pergamino decía que solo podría ser encontrado por aquel que no tuviera interés en buscarlo. Lo que más llamó su atención fue las instituciones, el cuarto hokage había descubierto un jutsu que permitía viajar en el tiempo, tenía el presentimiento de que al haber encontrado el legado del Cuarto le ocasionaría algún tipo de problemas, cerró el pergamino y solo susurro - "Mendokusai".

Lo guardó muy bien entre sus ropas, estaba consciente de que, si ese pergamino cayera en manos equivocadas, la aldea podría verse involucrada muy seriamente. Salió de aquel lugar y retomo su camino de nueva cuenta, el cielo ya pintaban algunas estrellas, sus amigos se habían empeñado en espéralo, causando una sonrisa en el shinobi. Todos y cada uno de ellos regresaron a la aldea se veían muy animados por las rondas finales, así sabiendo que debían descansar para el gran día todos se fueron a sus hogares.

Era casi la hora de la cena, Nara Yoshino estaba más que furiosa porque su marido no había regresado a casa, podía imaginar lo que estaba haciendo era el colmo, su marido no tenía remedio. Molesta mandó al joven Nara en busca de su padre, quién sabía perfectamente que si volvía a casa sin su padre sería él quien estaría en problemas.

Conocía perfectamente a su padre, sabía que su padre era incapaz de engañar a su madre con otra mujer, no había nada en este mundo que obligará a Nara Shikaku hacer algo para molestar a su mujer, dije casi nada, sólo había una explicación el trío legendario "Ino-Shika-Chou" Shikamaru se vio obligado a llevarse a su padre de aquel bar quien se encontraba ya en estado de ebriedad. - Ay viejo no tengo tiempo de ser tú niñera! - dijo el joven Nara a su padre. Mientras Shikaku se sostenía de su hijo para mantener el equilibrio; Caminaban por las calles de Konoha rumbo al distrito Nara, Shikaku se veía muy alegre, pues no tenía idea del que su hijo estuviera en la ronda final, Shikamaru trataba de no prestarle mucha atención, su padre sí que era un dolor de cabeza cuando el alcohol lo dominaba. Ambos Nara entraron a su hogar mientras Yoshino no dejaba de regañar a su marido, Shikaku bostezaba fingiendo prestar atención, Shikamaru estaba acostumbrado a ver cómo su mamá ponía en cintura a su padre, ignorándoles se fue hasta su cuarto a preparar las cosas que usaría al día siguiente, Yoshino fue hasta el cuarto de su hijo y la conmovió mucho verlo intentando insertar hilo en una aguja - Déjame ayudarte. - le dijo su mamá - No es necesario. - Claro que no, pero yo quiero hacerlo.

No es que Yoshino sea una mujer mala, pero sabía perfectamente que los Nara debían ser tratados con mano dura. Él bien sabía que había heredado un poco del carácter de su madre, pues ambos poseían valores muy similares, como la independencia y la solidaridad pues siempre buscaba la manera de ayudar a los demás por más fastidioso que eso fuera.

Después de la tormenta viene la calma, después de los regaños de la matriarca del clan de las sombras los Nara disfrutaban de la cena que Yoshino había preparado con mucho cariño, no era necesario demostrar con palabras lo orgullosa que estaba de su hijo ya que era uno de los finalistas en el exámenes Chunin, un digno representante para el futuro del clan. El joven integrante sabía que desde su nacimiento se le encomendarían deberes que debería cumplir, sus padres se habían encargado toda su vida en mostrarle el importante equilibro entre la naturaleza y el hombre, el bien y el mal, el perfecto equilibrio de la naturaleza del Yin. Él debía tener muy en claro cuáles serían sus objetivos, pues un día el estaría a cargo de proteger al clan que tanto amor le tenía. Se retiró del lugar para irse a descansar, hasta esa noche el Nara nunca había pensado en el futuro, en su vida y en su trabajo.

¿Mientras estaba recostado, observaba el pergamino que tenía a su lado, quería haría con el? ¿Entregarlo o destruirlo? Pero una muy loca pero divertida idea cruzó por su mente ... ¿Y si solo iba por un momento, sin entrometerse en nada sucediera lo que sucediera, así sin lastimar a nadie, que de malo podría pasar? imaginaba si su vida sería tranquila, en el futuro ¿pasará todas las tardes jugando shogi? El shinobi no resistió más y se levantó de la cama, sin más tiempo que perder centró sus pensamientos en el lugar y espacio al que quería ir tal y como decía el pergamino, lanzó los sellos y sin demorarse más fue a dar un ligero viaje a su tranquila vida del futuro...