Indestructible Feeling

Prólogo

― Lily me voy. ― Dijo una rubia con la boca llena de pan tostado con mantequilla tomando un baso de jugo de un solo trago. Le dio un fugaz beso a la pelirroja que la miraba como quien ve un animal extraño en el Zoológico. ― Llego tarde a mi cita con el señor Greenwood. ― Logró decir en un esfuerzo sobre humano, claro está ya que se ponía la chaqueta, comía la otra mitad del pan, buscaba las llaves, celular, maletín y recogía un par de documentos que se cayeron al abrir su cartera en busca de las llaves del auto a y claro, hablaba a la vez, así a lo mujer maravilla fusionado con flash de la liga de la justicia.

"Les presento a mejor amiga número 1, Lauren Bowen. Siempre atrasada en todo, desde que la conozco ah sido así, pero se ah vuelto un poquitín más responsable, al menos va a la cita con el señor Greenwood antes se hubiera quedado durmiendo o viendo la TV, quizás esta madurando y ya era hora. Aunque de todos modos se extraña a la Lauren irresponsable y a la que todo le daba igual, quizás yo contribuí a cierta parte de su responsabilidad."

― Zorra, te falta lavar los dientes no pensaras hablarle al señor viejo-verde con los dientes ¿sucios? ― Habló una chica pelinegra con el pelo alborotado y facha de "pase una loca noche" que apareció por una de las puertas del pasillo atrás de la cocina.

"Mi mejor amiga número 2 Christina Preston, aun no entiendo como es que logra pagar la universidad, quizás tiene un negocio clandestino de venta de drogas o armas o ¡Hasta llegué a pensar en prostitución! Me inclino más por el de las drogas…"

― ¡No hay tiempo! ― Respondió Lauren ahogando el "tiempo" con el portazo que dio al cerrar la puerta.

― ¿Consideras aun la propuesta de lavado de cerebro? ― Preguntó Christina desde la cocina estilo americana, sirviendo algo de café y reprimiendo un bostezo.

― Ja já. Hasta aquí escucho los grillos ¿Te fumaste humor con Stive anoche? ― Dijo Lily sacando la vista del periódico que en su portada destacaba la muerte de dos adolescentes en circunstancias anormales, y dirigiéndola a un bulto en un sillón.

― Y tu ¿Sarcasmo? ― Agregó Christina tras un sorbo de de café y acercarse al bulto. ― Hey Stive, ― Dijo remeciendo el bulto. ― Steve…

― ¿Hum? ― Habló el bulto.

― Vamos despierta. Te tienes que ir cariño. Recuerda que tienes la entrevista en el diario. ― El chico se levanto de golpe.

"El es Stive, el amigo-penurias-felices momentos-y trances drogadictos, de Christina, un buen chico si no fuera por las drogas, últimamente se ah quedado a dormir en el sillón de nosotras, lo echaron de su departamento por no pagar la renta y no tiene a donde más ir. Le tengo un poco de lástima, hasta con Lauren hemos estado pensando en pagarles a él y Christina un tratamiento para dejar las drogas, pero ellos se rehúsan".

Tras un rato el chico salió del baño vestido y peinado muy pulcramente aunque eso no borraba las ojeras de 3 metros que tenía y su aire de drogadicto.

― ¿Creen que ahora lo consiga? ― Preguntó Stive con una amplia sonrisa.

― Claro que si Stive¡Serás el mejor repartidor de diarios que jamás haya existido en el planeta tierra! ― Le animó Christina.

― Gracias Chriiiis hermosa. ― Y le dio un abrazo al estilo oso-polar.

― ¡Mucha suerte Steve! ― Steve también dio el abrazo oso a Lily, y salió por la puerta. ― Necesita conseguir ese empleo. – Dijo Lily con voz apesadumbrada.

― ¡Lo conseguirá Lily cariño! ― Dejó la tasa de café a un lado y le apretó los pómulos de la cara a la pelirroja.

― No Chris ¡Por favor! ― Y salió corriendo dirigiéndose al baño. ― ¿Sabes? Necesitas madurar. ― Habló desde el baño.

― ¿Y convertirme en la bestia estresada que es ahora Lauren? ― Hubo silencio en el baño y la pelinegra agregó ― No gracias, paso de eso.

― Lauren no es una bestia estresada.

― ¡Claro que lo es! Esta igual que tu, ya no disfrutamos como lo hacíamos antes, a claro como puedes saberlo, si desde que tu llegaste se convirtió en la vieja estresada. ― El rumbo de esa conversación no era nada bueno…

A Lily le dolieron esas palabras y quedó callada. Christina del otro lado se dio cuenta de que había metido la pata y agregó.

― Lily, cariño, yo no quise decir eso… lo lamento en verdad. ― Hablaba muy sinceramente.

― Cállate ¿Quieres? Déjame sola. ― La voz quebradiza de Lily hizo ver a la pelinegra que la chica estaba llorando.

― Lily en verdad por favor perdóname.

― ¡Déjame sola! ― Christina no necesitó oírlo una vez más y se dirigió a su pieza, con cara de funeral.

………..………..………..………..………..

Horas más tarde de la discusión Lily decidió salir a dar un paseo a ver si despejaba la mente un poco… La pelirroja vestía unos pitillos, unos zapatos negros en punta y poco taco, y una blusa larga plateada, se veía bastante casual sin dejar el toque elegante que le daban sus finas facciones. Se puso su abrigo, pues ya era tarde y hacia frío. Tomó su cartera, echó el celular que minutos antes había utilizado para llamar a quien sería su compañía esa noche, un amigo que había conocido ase unos meses de shopping con las chicas.

Se despidió de Stive que veía la TV con un aire de ultra tumba, no había conseguido el trabajo y eso lo tenía un poco mal.

La pelirroja salió al frío invernal de la calle, tomó un taxi, había quedado de juntarse con Alan en el bar al que irían. El taxi la dejo en la entrada de este.

La chica fue a la barra donde no había señales de vida de Alan, segundos después su teléfono celular empezó a vibrar, la chica lo abrió y una voz agitada se logro escuchar.

Lily preciosa discúlpame pero no puedo ir, mi madre… ―el chico tenia la voz entrecortada. ― a mi mama le acaba de dar un paro y ahora voy rumbo a urgencias.

― ¡Oh por dios¿Quieres que vaya?

No Lily yo me encargo, en verdad muchas gracias y disfruta por mí. Angustia, era el sentimiento perfecto que se lograba deducir por la voz del interlocutor de la pelirroja.

― Esta bien, Alan besos a tu madre y ten fe, se recuperará, tu madre es fuerte.

Eso espero Lily, adiós y gracias por todo.

― ¡No eh echo nada!

Eso es lo que tú crees, adiós

― Adiós Alan.

La pelirroja suspiró, pasaría la noche sola y además preocupada por la madre de Alan.

Salió del bar, no iba a pasar la noche ahí con un monto de hombres calientes preguntándole si estaba sola. Ahora que Alan no iba a estar ahí con ella, prefería estar sola.

Afuera seguía haciendo el frió invernal de siempre, era noviembre y la ultima semana del mes, un día sábado, donde puedes disfrutar por la noche sin necesidad de preocuparse si te quedas dormida a la mañana siguiente, porque será domingo.

La chica iba tan sumergida en sus pensamientos que ni cuenta se dio que un hombre de la edad de ella iba en la dirección opuesta a la de ella, en la misma calle que ella y en las mismas circunstancias que ella, cavilando. Resultado: chocaron.

― Más cuidado. ― Dijo Lily mientras se sacudía el polvo inexistente en una calle londinense pavimentada. ¬¬

― Fíjate tú por donde caminas. ― Dijo el chico, bastante guapo y de pelo alborotado, acomodándose su bufanda.

La pelirroja levanto la mirada al mismo tiempo que el lo hacia. No podía ser… esos ojos color avellana, ese cabello revuelto, esa mirada curiosa…

― ¿Potter? ― Habló al mismo tiempo que el decía "¿Lily?"


Hola, bien… Supongo que leíste el fic, por algo estas leyendo el estúpido pero necesario comentario de autora xd, muchas gracias por leerlo y si no fuera mucha la molestia te pediría que dejaras review please, no cuesta nada, con un simple lo leí me basta y me sobra n.n , besitos a aquellas personas a las que les mande el fic y gracias por darme su opinión en verdad muy valiosa n.n.

También quiero decir a las personas que leyeron mi fic del campamento, lo dejaré de lado un poco ósea las ideas no fluyen y el argumento flaquea, así que prefiero dejarlo en pausa unos momentos.

Llevo escrito dos capítulos de este fic, y la trama más menos armada así que tiene futuro ;D.

¡Adiós! No olviden el review xd

- Leleen alias Eileen.B