DISCLAIMER: Mai HiME no me pertenece, mucho menos el método de comunicación a distancia conocido como 'Carta'.
Supongo que tengo que aprovechar este espacio para comunicarme con los interesados en el fic, especialmente porque hace un tiempo que no escribo para este fandom. Supongo que algunos, de esos como yo, que duramos años participando de una forma u otra en un fandom, me conoceran, así que lo primero que aclararé que no es una re-escritura de mi primer fanfiction, ni se parece de ninguna forma a este, digamos que solo me estoy plagiando el título.
En segundo lugar, y para quienes no me conocen, que debe ser la mayoría, espero que me den una oportunidad, aunque la sinceridad me obliga a decir que soy una escritora horrible, suelo ser muy puntual (ir al punto) y hacer capítulos muy cortos, además a veces me demoro una eternidad en publicar, aunque espero que no sea el caso con este fic.
Por último, no falta decir que esto no es más que producto de mi imaginación y que de ninguna forma está basado en hechos reales.
Así que los dejo con la lectura.
LA CARTA [ALTERN UNIVERSE]
Prólogo - Febrero 14
Muero de cansancio. Realmente es bueno volver a casa temprano, al menos una vez para variar. Escasamente serán las tres y media o cuatro de la tarde, y ya podría fundirme con la cama hasta mañana.
Lo necesito, realmente, descansar en mi casa, en mi cama, dejar de tostarme la piel debajo del sol de la selva. A veces odio ese pueblito perdido de la mano de dios, donde gasto dos semanas de mi vida cada mes, especialmente porque la pobreza azota el lugar pese a la gran cantidad de dinero que se produce.
Dinero, esa era la única razón que me lleva allí, construir para la industria petrolera es demasiada tentación para dejarla ir sin más. Mis manos están manchadas con la sangre de la tierra, es cierto, mi yo de apenas un par de años atrás estaría tan avergonzada, y sin embargo, aquí estoy, la ética y las ilusiones universitarias se esfumaron, si al menos solo se hubieran desvanecido esas, pero no, se han ido todas mis ilusiones. Volviendo a mi trabajo, lo que hacemos permite la posterior puesta en servicio de los pozos, pues sin electricidad el sistema de bombeo no serviría para nada; y si no lo hago yo, ya vendrá alguien más hacerlo, y prefiero que sea mi bolsillo el que se queda con la paga.
Suelto las llaves sobre la mesa después de cerrar la puerta. Tengo que liberar mis pies de estas botas, son demasiado pesadas con la cantidad de barro que acumulan en las suelas, ya luego las limpiaré.
Abro la puerta de mi habitación y entonces la banda sonora de fondo se va cuando mi iPod se cae de mis manos llevándose con él los auriculares. Los gemidos de mi novia la reemplazan martillando mis oídos, y tengo que admitir que parecía muy complacida con aquel hombre, hasta hace un segundo, al menos. Ella voltea y él desaparece, ni siquiera tengo claro como lo logra.
―Me gustaría descansar si no te importa ―le digo. Ella aún parece no saber qué hacer.
―Yo te puedo explicar… ―balbucea, caminando alrededor de la habitación.
―No tengo ningún interés en ello ―respondo mientras quito las sábanas de la cama―. Por favor, vístete y vete. Mañana te haré llegar tus cosas en perfecto estado a la dirección que me indiques.
―Eres de lo peor ―medio grita mientras rebusca su ropa. Una genuina carcajada sale de mí, hallando demasiado gracioso su cinismo―. ¿Te crees un gran partido, no? La última Coca-Cola del desierto porque eres guapa y ganas dinero, ¿pero sabes qué? Eres la peor novia que jamás tuve ―la observo apenas pestañando, esperando que continúe con su ataque verbal―. Siempre estás trabajando, en ese pueblucho de mala muerte, o de siete a siete en tu oficina. Eso sin contar los fines de semana, que viajas a estudiar o te vas muy a la madrugada al susodicho pueblo. ¡Es que apenas nos vemos a pesar que vine a vivir contigo! ―no digo nada, ella tiene razón, conscientemente evito dedicarle tiempo―. Y ni hablar de nuestra inexistente vida sexual, porque además de todo eres frígida ―termina, esperando herirme.
―Que mi mente no esté contigo cuando nos acostamos no me hace una frígida ―le suelto con naturalidad. Su gesto se descompone enormemente para mi placer.
―¿Piensas en otra cuando estás conmigo? ―cuestiona, completamente pálida. Yo sacudo la cabeza negativamente.
―Simplemente no pienso ―confieso, aunque aquello parece dolerle aún más.
―¡Estúpida! ―apenas termina de vestirse, sale como alma que lleva el diablo de la habitación. Decido acompañarla hasta la puerta ―Ella no te ama, y nunca, escúchame, ¡nunca volverá contigo!
―Lo sé ―respondo con tranquilidad―. Que tengas un buen día ―ella me mira con odio y cierra dando un portazo.
Vuelvo a la habitación, pongo un nuevo juego de sábanas después de darle la vuelta al colchón y caigo rendida.
[+]
No puedo negar que estoy encantada con mi regalo, este pequeño de alguna manera representa mi vida actual, y me agrada, la estabilidad en la que he entrado de un tiempo para acá, todo es tan tranquilo que casi parece una mentira.
―¿Entonces te gusta? ―me pregunta. Yo le sonrió tontamente.
―Claro, ¿a quién podría no gustarle este animalito? ―le digo con ojos brillantes. Ella simplemente besa mi mejilla.
―Pues me alegra mucho ―me dice. Y seguimos sentadas en el parque, pero las muestras de cariño deben ser contenidas, porque la gente nos miraría mal, porque los rumores correrían hasta nuestras familias y sería el fin del mundo, porque cualquiera nos puede ver ―. ¿Nos vemos en la noche? ―dice levantándose de la silla y yo solo logro asentir. La felicidad apenas dura un instante, y cuando ella se va todo se desvanece.
Camino a mi casa solo pienso en las cosas buenas, las que necesitan arreglos, bueno, en un futuro las vamos a solucionar, como vivir juntas, por ejemplo. Después de todo, es difícil mantener una relación tan fría.
Cuando llego, automáticamente peco, cometo el más grande de los errores, abro el blog de mi ex, otra vez. ¿Por qué? ¿Por qué sigo haciéndolo después de tanto tiempo? He estado tratando de controlarlo, tratando de no recordarla más, pero la costumbre es más fuerte que yo. Y allí no hay nada de lo que busco, excepto las declaraciones de un corazón roto, frases de amor no correspondido que solo logran hacerme sentir culpable.
No sé porque lo hago. Pero entonces mi novia me llama y todo se calma.
Espero que les haya interesado y si es así, no duden en hacermelo saber. No suelo aceptar sugerencias sobre la trama, pero estaré agradecida por su entusiasmo. Si encuentran algún error ortográfico o gramatical, no duden en decirlo, una de las razones por las que mantengo este hobbie, es porque he aprendido a escribir mejor.
Muchas gracias.
Saludos.
