Hola!

Hoy les traigo este fic, que es algo de lo que no suelo escribir, pero mi sobrina tiene esa "frozen fever" y creo que me la ha pegado, como sea, solo espero que no me haya salido mal porque mi linda sobrina tenia ilusión de que escribiera algo así

Espero que les guste este "Helsa" fuera de lo común

Los personajes de Frozen no me pertenecen, solo la historia XD

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Hija de la Luna

La luna estaba menguando cuando ella se despidió de su amado, ambos con lagrimas en los ojos se dieron un largo beso, diciéndose así que no querían estar lejos, pero los padres de él querían que estudiara en la universidad de las Islas de Sur, ella aun no aceptaba tal decisión, pero la respetaría aunque le doliera el pecho al ver a su amado Hans abordar el vuelo que lo llevaría a casa, ella con un movimiento de manos lo despidió mientras él se giraba a verla un vez más

– ¡Elsa, te amo! – grito antes de cruzar al puerta de abordaje

– ¡Lo se, te estaré esperando! – grito también, reprimiendo las ganas de llorar

Hans era un hombre fuerte, pero ver a Elsa llorar le partía el alma, serian los 4 años mas difíciles de su vida, y claro el sabia perfectamente que sus padres lo apoyarían en este trago tan amargo, pero algo era cierto, podía estar en le infierno pero si Elsa estaba allí, ese seria su hogar, pues la amaba con locura

Elsa sorbió su nariz por enésima vez y se dio la vuelta para encontrarse con su hermana y sus padres, ella los abrazó fuerte mientras descargaba todo su pesar

– No te preocupes hermana, él regresara – dijo Anna para tranquilizarla

– Hija, nosotros te apoyamos – dijeron sus padres acariciando su cabeza de forma cariñosa

– Vamos, ya no quiero estar aquí – dijo Elsa limpiando las lagrimas de su rostro

Después de esa despedida, la vida continuo su curso, ambos se extrañaban pero eran concientes de que no podían estar tristes todo ese tiempo, así que afrontaron la situación de la mejor manera, con una sonrisa en rostro y siendo los chicos joviales de siempre, se hacían video llamadas todos los días y estuvieron así el primer año, luego su necesidad de verse se incremento, haciendo que en las vacaciones del segundo año, ella viajara al Sur para dar rienda suelta a todo el amor que se reprimieron todo ese tiempo

– Ya falta poco, no desesperes mi reina – dijo Hans mientras le acariciaba la mejilla

– Si, solo otros dos años sin verte, sin tenerte – dijo Elsa con un nudo en la garganta

– Te prometo que estaré pendiente de ti todo este tiempo – dijo para luego besarla dulcemente en los labios

Esas dos semanas de vacaciones se hicieron tan cortas que el día en que Elsa debía regresar a casa le entrego lo único que le hacia falta entregarle a Hans, el tenia su vida en sus manos al igual que ella tenia la de él, y bajo una noche estrellada con luna llena dos amantes se demostraron con caricias y besos lo mucho que se necesitaban, lo mucho que se amaban

Al tercer año de universidad todo cambio para Elsa, su popularidad en la universidad había aumentado considerablemente, y como no, si el chico que la celaba día y noche ya no estaba en la ciudad, varios chicos la invitaban a salir o simplemente a tener una noche de "relajación", pero ella le seguiría siendo fiel a Hans, el hombre que la hizo sentir mujer y muchas cosas mas

– Elsa, te veo distraída – dijo su hermana Anna, entrando a la biblioteca

– No he tenido noticias de Hans desde hace 2 semanas – dijo algo desanimada viendo a la ventana

– No te angusties, de seguro a estado muy ocupado – dijo Anna restándole importancia

– Eso espero – dijo viendo al fin a su hermana pelirroja que estaba inquieta

– Elsa, quiero pedirte algo – dijo con una sonrisa de oreja a oreja

– Dinero no tengo – se adelanto a decir con una media sonrisa

– No es eso, quiero pedirte que hables con nuestros padres para que acepten a Kristoff como mi novio – dijo totalmente sonrojada

– Aguarda, ¿Kristoff?, ¿novio? – dijo Elsa confundida

– Si, hace 1 mes que me lo propuso y he dicho que si, por favor hermana – le suplico mientras ponía cara de cachorro, Elsa solo sonrió

– ¿Por qué no les dices tu? – dijo alzando una ceja

– Porque tengo miedo – Elsa se llevo una mano a la cara y se reía con ganas, el hecho de que su hermana tuviera miedo era algo nuevo, siempre fue bastante fuerte, más que ella

– Animo, tú puedes pequeña – dijo abrazándola

La pelirroja la abrazo de vuelta, pero no paso ni 5 segundos cuando alguien se acerco por detrás, haciendo que se soltaran asustadas

– Elsa Arendelle, no te había reconocido con esa ropa y ese peinado tan diferente – dijo un chico peliblanco que la veía de pies a cabeza, y la desvestía literalmente con la mirada

– Gracias, creo – dijo Elsa totalmente ajena a la mirada lujuriosa que le daba el peliblanco, mientras ella misma veía su vestuario, no era nada fuera de lo común, solo unos vaqueros negros ajustados y una blusa holgada color verde, que le recordaba el color de ojos de Hans y respecto a su peinado, solo era una trenza de lado con unos mechones libres al frente

– ¿Qué quieres Frost? – inquirió Anna, mientras lo veía de mala gana

– Nada que te interese niña, solo quiero invitar a Elsa a un helado, nada fuera de lo común – dijo viéndola directamente a los ojos, mirada cielo de él contra mirada zafiro de ella

– Claro, me hará bien distraerme un poco – dijo levantándose del escritorio y tomando la mano de Jack

– Nos vemos Anna – dijo comenzando a caminar con él

Caminaron hasta la heladería de la universidad mientras todas las miradas se posaban en los dos albinos, sin duda harían buena pareja, pero a ella le encantaban los morenos, Jack sabia eso hasta la saciedad, pero esperaba que ella cambiara de opinión algún día

– ¿Qué has sabido de tu príncipe sureño? – dijo Jack sentándose en una mesa alejada del bullicio, mientras ella lo seguía de cerca

– No mucho, no he tenido información de el desde hace 2 semanas – dijo volviendo a estar desanimada

– Lo siento, no debí preguntarte algo tan personal – dijo bajando la mirada, Elsa sonrió

– No te preocupes, estoy bien, pienso que esto ya no es justo para ninguno de los dos, me gustaría que él retomara su vida – Jack dio un suspiro, Elsa era tan gentil que la hacia desearla cada vez mas

– Elsa, a mi me gustaría que lo intentáramos, quiero que estemos juntos, quiero que seas mi novia – dijo Jack tomándole la mano

– Yo... no lo sé Jack, recuerda que lo intentamos una vez, antes de que Hans apareciera, pero somos tan iguales, no creo que esto funcione – dijo bajando la mirada

– Entonces, una noche – dijo Jack sonriendo de medio lado

Elsa se sorprendió ante esa sola mención, había pasado 1 año desde que estuvo con Hans, y era humana, también tenía necesidades y el derecho a una noche de diversión, ¿pero que estaba pensado?, Hans era su novio y le tenía que ser fiel, pero algo estaba mal en ella, porque el solo pensar en una noche junto al chico mas guapo de su curso no le desagradaba en lo mas mínimo, al contrario la estaba poniendo a tono, en ese momento sonó el móvil de ella haciendo que volviera a la realidad

– Disculpa, debo atender – dijo sacando el móvil de su bolsillo derecho – Diga

– Elsa, debes venir a casa ahora – se escucho del otro lado de la bocina

– ¿Papá?, ¿Qué pasa? – dijo ella preocupada

– Mañana es cuarto creciente, debes venir ahora – dijo su padre con tono preocupado

– No creo que pueda hacerlo, mañana tengo un examen muy importante – dijo Elsa llevándose una mano a la cara, notablemente estresada

– Eso no importa, sabes que no puedes estar fuera en cuarto creciente – dijo su padre con seriedad

– Lo siento, ahora mismo estoy ocupada, hablamos luego – dijo colgando abruptamente

– ¿Problemas? – pregunto Jack mientras volvía a comer su helado

– Si un poco, debo irme Jack, hablamos luego – dijo ella poniéndose de pie

– Elsa, solo piensa en mi propuesta, ¿si? – dijo Jack robándole un beso

Ella se asombro un poco pero siguió su camino, al entrar a su edificio abrió su correo para encontrase con uno de su madre, al leerlo corroboró que era urgente que ella estuviera en su casa antes del anochecer, pero no lo haría, desde que tenia memoria siempre en cuarto creciente la llevaban con una anciana que le decía palabras en latín y la ponía a dormir inmediatamente, pero por una vez en su existencia quería saber porque no podía estar despierta

Al día siguiente despertó con una extraña sensación en el cuerpo, sentía ganas de tener a otra piel contra la suya, piel morena para ser exactos, le resto importancia y se dirigió a la ducha, el día trascurrió normal, a excepción de esa sensación tan fuerte hacia los chicos morenos, a la hora del almuerzo se encontró con Jack, el cual la veía extraña

– ¿Qué sucede Elsa? – dijo al verla inquieta

– Na-nada, no me he sentido bien, solo eso – Jack se sorprendió un poco, vio fijamente a sus ojos zafiros y de dio cuenta que estaban mas oscuros de lo normal, era posible que...

– ¿Qué haces aquí Jack? – pregunto para olvidar las sensaciones de su cuerpo

– Venia por tu respuesta – dijo Jack un tanto nervioso, si su presentimiento era verdadero tenia que proteger a Elsa como fuera

– Yo... – sin saber porque lo hizo lo abrazo para besarlo ferozmente

Jack cerro los ojos un poco preocupado, era igual a él en esos días, solo que él ya lo había controlado, pero ella no sabia como, aún

– Elsa, al terminar las clases te estaré esperando fuera de tu salón, ¿de acuerdo? – dijo Jack tomándola de los hombros, Elsa asintió y se fue a su salón

El atardecer se acercaba amenazante y Jack estaba desesperado, Elsa tenia que estar en un lugar cerrado si es que no quería que ella perdiera el control, como él lo hizo una vez

Los minutos pasaron y todos comenzaron a salir, Elsa venia con la respiración agitada y lo supo, ya se acercaba su perdida de conciencia, la tomo fuerte de la mano y la llevo hasta el edificio de ésta, Elsa veía todo nublado y un calor intenso se apoderaba de su vientre, sentía que la mano de Jack le quemaba y sin saber porque, deseo que todo su cuerpo se fuera quemando ante su tacto

Elsa saco la llave de su bolsa y se la dio a Jack, que abrió rápidamente y la acomodo en el sofá mientras tomaba sus manos y hablaba entre dientes, Elsa lo vio confundida y en un ataque de lucidez vio por la ventana, la luna estaba en creciente y su cuerpo quería estar con el, con Hans

– Hans – gimió mientas Jack se asustaba un poco

– Elsa escúchame, debo decirte algo importante – decía Jack pero ella estaba en otra dimensión, en una donde estaba con el amor de su vida

– Elsa, tenias razón al decir que somos iguales, solo reacciona por un momento – el estaba al borde de la desesperación y ella parecía no notarlo

Elsa lo vio fijo a los ojos y sin importar si era Hans o no, se abalanzo sobre Jack besándolo con desesperación, mientras el decía unas palabras en latín contra sus labios y tocándole la frente ella reaccionó, pero al encontrarse sobre el peliblanco solo pudo sonrojarse violentamente mientras se sentaba de nuevo en el sofá

-¿Qué paso y que haces en mi apartamento? – pregunto Elsa con cierta molestia

-Te lo explicare – dijo Jack sentándose de nuevo frente a ella

-Más te vale tener una buena explicación, Jack Frost – dijo ella con el ceño fruncido

Jack suspiro un poco, esa seria una noche bastante larga