Un fic corto (espero) sobre los chicos de Vocaloid pero especialmente dedicado a mi amada Lily, ¡Dios! como la amo... en fin, ¿la trama? no existe, estoy improvisando pero... espero que todo resulte bien, ah por cierto, la pareja oficial de la historia son Luka y Miku-chan, es solo que... no me las imagino con nadie más, ellas son... almas gemelas, no existe nadie más en el mundo ni en todos los mundos, universos, ni galaxias que las complementen como ellas lo hacen mutuamente... (suspiro) en fin, comencemos.

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen... pero con gustito me robaba a Lily-chan... si bien... todos pertenecen a sus respectivos autores y empresas.


Cap. I

"Presentando a la Princesa"

La mansión de los vocaloids estaba animada esa tarde, la llegada de una nueva compañera se había anunciado. Era simplemente fascinante que alguien se uniera al grupo y la pequeña Rin estaba más que dispuesta a mostrarle a su nueva "hermanita" cada rincón de la casa-estudio. Tal era su entrega por ayudarla a adaptarse lo más pronto posible, que se encargó con la ayuda forzada de su gemelo, de organizar una pequeña fiesta. La sala de la casa estaba alegremente adornada con globos y serpentinas, un pastel 'mil hojas' de dos pisos completamente de chocolate y con el nombre "Lily" grabado en él con crema blanca estaba sobre una mesa al centro del lugar.

-Estoy tan emocionada, hace tiempo que nadie nuevo llegaba. Me pregunto cómo será Lily-chan. Ya quiero que llegue. Tengo tantas cosas que enseñarle, seguro que se sentirá sola y no sabrá cómo reaccionar pero, yo me haré cargo de ella a partir de hoy.

-No creo que seas quien para guiar a nadie Rin.

-¡Cállate Len! Yo seré su hermana mayor, eso es suficiente.

-¿Qué pasa? Por qué discuten ahora.

A los rubios se unió un joven alto de cabello violeta que sostenía en sus manos una pequeña cajita envuelta en un plateado y adornado papel y rodeada por un moño morado que dejaba caer dos ligeras tiras rizadas como parte de su extensión.

-Ah, Gaku-nii. ¿Lo sabías?, hoy llega Lily-chan.

-Sí, ya lo sabía. Incluso me levante temprano, para terminar con los pendientes del día. ¿Está todo listo?

-Sí. Un enorme pastel espera por ella, no debe tardar en llegar, me pregunto dónde están todos.

-Ahora que lo dices, yo vi a Kaito en la nevería de enfrente.

-Y yo vi a Luka-chan con Miku-chan y Meiko, la estaban arrastrando hacía algún lugar fuera de la mansión- Dijo Gakupo, seguido de un suspiro- las envidio, yo también quisiera estar cerca de Luka-chan.

-Oye Gap, si tanto te gusta Luka-nee, por qué no la invitas a ¿Salir?-preguntó el rubio

-Por qué seguro lo muele a golpes antes de poder siquiera acercarse a ella.

A la escena se unía una vez más otro compañero solo un poco más bajo que Gap, era Kaito, el peli azul del grupo quien como cada día, había salido a buscar su paleta de hielo, esta vez de vainilla y que sostenía justo ahora con la mano derecha.

-Es cierto, Luka-onee jamás deja que nadie la toque. Incluso Miku-chan tiene miedo de acercársele mucho-Comentó la pequeña Kagamine.

-Sí, pero Miku-chan no se acerca a ella porque los nervios no la dejan-Afirmó su gemelo.

-¿Nervios?-El chico de la paleta no entendió aquella frase-¿De qué hablas?

Todos miraron al peli azul con sorpresa evidente en sus rostros.

-Kaito-Nii, ¿será posible que no te hayas dado cuenta?- cuestionó la rubia.

-¿De qué?-La chica suspiró resignada, tal distracción era digna del chico después de todo-Nii, Miku-chan está enamorada de Luka-onee.

Aquellas palabras fueron lumbre en la deliciosa paleta de Kaito, que obedeciendo a la lógica reacción a tal sensación, la dejó caer mientras el mismo buscaba algo en donde colocar su notablemente afectada humanidad. Que Miku estuviera enamorada de la peli rosa no era sorpresa para nadie pero, esta chico tenía una bien consolidada fama de distraído y daba la casualidad de que ni siquiera se imaginaba que tal cosa podría estar pasando bajo el mismo techo que compartía con las chicas.

-No es cierto.

-Lo es, por eso es que a ti ni siquiera te mira Nii – Dijo la pequeña, quien tomo asiento también por primera vez en un rato- Desde que Luka-nee llegó, a Miku-chan se le ve más sonriente, más alegre y porque no, más bonita si es que eso puede ser – prosiguió – Aunque Luka-nee no le hace caso – finalizó.

-¡¿Cómo?! ¿Por qué? Miku-chan es hermosa, como puede rechazarla.

El joven se levantó una vez más al saber que la oji azul no era correspondida por aquella a la que amaba.

-Bueno, ya sabes cómo es Luka-nee.

-Pero – Intervino el gemelo – Yo creo que Luka-nee siente lo mismo por Miku-chan.

-¿Por qué lo dices? – Cuestionó Kaito.

-Ya sabes. Aunque nuestra querida Miku no siempre se anima a acercarse a ella, cuando lo hace, Luka-nee deja que haga con ella lo que quiera, y todos sabemos, que eso no pasa con cualquiera. Solo hay que ver a Gaku, apenas se acerca a ella y sale volando por la ventana, víctima de los golpes tremendos que le acomoda – El chico sonrió en tono burlesco.

-¿Entonces ya no tengo oportunidad de estar con mi querida Miku-chan?

-Jamás la tuviste – sentenció sin compasión Len.

Kaito se derrumbó completamente en el sillón más largo de la sala, luego se encogió y se recostó en él mientras abrazaba fuertemente una almohada. La paleta que antes tirara y que acababa de levantar fue olvidada en un vaso desechable que casualmente estaba sobre la mesa frente a él. Los gemelos tan solo se miraron, el peli azul había perseguido el sueño de conquistar a la Diva desde que la conoció pero, los chicos sabían que eso sería muy difícil de lograr. Tan solo vieron que lo difícil se volvía imposible cuando Luka llegó, cuando Miku la vio por vez primera. Si el amor a primera vista existía, entonces la joven había cedido ante él porque, aquel día, la fría oji azul se convertiría en la persona más importante para ella, la única a la que querría a su lado como algo más que una compañera de trabajo, la única de la que anhelaba conquistar su amor…

De pronto, algo más era notado, el ambiente, algo en él lucía gélido. La sensación era abrumadora, Rin se aferró al brazo de su hermano intentando encontrar al igual que él con la mirada, la causa de tal frío.

-¡Gaku-nii! – gritaron ambos al mismo tiempo

-¿Qué tienes?

-Len, olvidaste que él estaba aquí y te pusiste a exponer los sentimientos de Luka-onee por Miku-chan.

-Ah, Gaku, perdóname, me deje llevar, es solo que…

En un rincón del lugar, el peli morado, se encontraba en cuclillas rodeando con los brazos sus piernas, totalmente ido de la realidad y con un aura tremendamente helada rodeándole. Las palabras del gemelo hacían eco en su interior y es que ese chico al igual que Miku, anhelaba profundamente el amor de la peli rosa, solo que a diferencia de ella como bien mencionaba Len, sus intentos de acercársele siempre eran fallidos. Al final, esa chica era una reina imposible de conquistar. Tener su amor siempre sería un sueño irrealizable pero, igual era doloroso saber que la mascota del grupo si tenía posibilidad.

-Creo que es mejor dejarlo solo.

-SÍ. Igual a Kaito-Nii.

Una vez de acuerdo, los rubios se alejaron un poco de aquella penosa escena y mientras esperaban a la nueva, se sirvieron un poco de leche fría. El silencio cubrió el espacio y ellos tan solo se limitaron a tomar el líquido. Algunos minutos pasaron hasta que Rin habló.

-Yo creo que debería secuestrarla y soltarla hasta que admita que también la quiere.

-¿De qué hablas?

-Miku-chan. Nada logrará esperando, así que solo debe secuestrarla.

La recién comenzada conversación de los gemelos se vio interrumpida por la llegada de Miku y Meiko.

-Hola chicos. Cómo va todo por aquí.

-Chicas, por fin llegan, ya no tarda en llegar Lily-chan. Tenemos que darle una cálida bienvenida, eh, ¿Dónde está Luka-onee?

-Ah, ella dijo que volvería a su cuarto, que vendría hasta que Lily-chan esté aquí, ya saben que no le gusta esperar.

-Sí, ya veo.

-Pero de verdad estás emocionada ¿no es así? Rin-chan.

-Así es Meiko-nee, ya no puedo esperar más a que entre por esa puerta mi nueva hermanita.

-Hermanita ¿eh? Bien, veremos cómo se da todo a partir de ahora. La verdad es que te quedó muy bonito todo Rin-chan, te has esforzado mucho ¿verdad? – Meiko se acercó a la joven gemela para acariciar su cabeza en muestra de afecto.

-Meiko-nee, yo también me he esforzado – Dijo Len intentando llamar la atención de la castaña.

-Cierto Len, te has portado como todo un caballero ayudando a Rin-chan.

Rin tan solo se limitó a mirar con molestia a su hermano, cierto era que le había ayudado pero, también lo era que en todo el proceso no había parado de quejarse, sin embargo optó por no hablar más, la emoción la tenía completamente dominada y no quería arruinar el momento que estaba a punto de acontecer.

-Lily-chan está tardando mucho.

-Te equivocas pequeña Rin, quedan 5 minutos para las 4, no te desesperes, ella debe estar por llegar. Mejor preparémonos todos. ¡Kaito! ¡Gakupo! No sé qué les pasa y sinceramente no me interesa saberlo pero, se levantan ahora mismo y vienen para acá.

Los aludidos atendieron el llamado y aunque un poco idos aún, se acercaron a los demás. Todos los miraron pero no prestaron demasiada atención, las recién llegadas no se interesaron en investigar que tenían, los conocían bien y daban por hecho que lo que fuera que los hubiera puesto así, ya se les pasaría. La peli aqua iba a tomar asiento pero la mirada de Kaito la hizo girar a mirarlo una vez más, casi podía ver el borde de sus párpados albergando futuras lágrimas, su aspecto tampoco era el mejor, jamás había sido precisamente atractivo a sus ojos pero, justo en ese momento definitivamente no era él mismo y algo dentro de ella la hacía sentir una involuntaria culpa.

-Pero qué…

La oportunidad de esta vez sí informarse sobre la situación se vio perdida ante la llegada de alguien más, todos sin excepción se giraron hacía la puerta que se giraba a espaldas de una hermosa joven rubia. La hora había llegado y ante los chicos estaba ella, la protagonista de la fiesta y nueva compañera de los vocaloids, de cabello elegantemente largo, alta, delgada de piel delicadamente blanca, ojos celestes y de una personalidad y belleza arrolladoras. Su atuendo la hacía lucir adorable, un saco negro cubría la piel que exponía la ombliguera blanca que llevaba puesta, el invierno casi llegaba y el clima era frío a pesar de no ser tan tarde aún, su cuello era cubierto por una larga bufanda blanca que dejaba caer su extenso largo por la espalda de la chica, una mini falda negra y mallas negras de licra arriba de las rodillas complementaban su atuendo, botas negras largas calzaban sus pies. Su cabello lo sostenía una delgada diadema negra con una azulada flor a la derecha, la hacían lucir realmente joven y adorable pese a su altura. Nadie sabía quién era pero, podían adivinarlo, Lily, la nueva integrante del grupo.

-¡Kya! Es ella, llegó por fin.

Rin se apresuró a llegar hasta la alta rubia, quería abrazarla, mostrarle su afecto, integrarla al grupo… pero nada logró. Apenas estuvo a medio metro de ella, la chica la evitó caminando hacia los demás pero sin la más mínima intención de acercarse a ninguno. Llegó hasta el pastel y lo miró fijamente, sonrió con altivez al ver su nombre y tomando un cuchillo y un plato transparente que se encontraban junto al postre, partió una rebanada y se la sirvió, luego tomó una cuchara y comenzó a comerlo ante la mirada sorprendida de los demás.

-Así que ustedes son mis sempai.

Meiko que había ido en busca de Rin, animándola luego de lo sucedido fue quien habló.

-Nosotros nos consideramos hermanos, a partir de ahora eres para nosotros nuestra pequeña hermana.

-Jaja, pequeña hermana dices – rió burlesca Lily.

-Así es, una muy traviesa por lo que veo.

-Sí, soy muy traviesa jaja.

-Ah, yo soy Rin, yo seré tu hermana mayor y…

-Jaja, hermana mayor dices – carcajeó esta vez la rubia – Imposible, con el tamaño que tienes no puedes considerarte mi hermana mayor, de hecho, nadie aquí puede.

La actitud altanera de Lily alertó a los demás, la verdad es que no se habían puesto a pensar en la posibilidad de que la nueva los rechazaría.

-Rin-chan se esforzó mucho en hacerte esta fiesta y en comprar el pastel que felizmente estas comiendo, deberías ser más agradecida Lily-chan.

La mirada de la aludida se enfocó en aquella que le hablaba esta vez.

-Y tú. ¿Quién eres?

Miku la miró con determinación, si algo no toleraba era que alguno de sus compañeros fuera dañado en la forma que fuera, ni siquiera por ellos mismos.

-Miku. Hatsune Miku.

Lily por primera vez desde que llegaba se mostró interesada en alguien, su mirada mostraba sorpresa y diversión.

-Valla, valla, así que tú eres Miku, me preguntaba cómo sería la más famosa de los vocaloids. Ni siquiera me pasó por la cabeza el imaginarte, temía idealizarte, aunque supongo que estas bien… solo eso.

Miku tan solo guardó la compostura, la recién llegada estaba resultando todo un reto pero, que más daba, al final solo era una niña y… un nuevo miembro de la familia, bien podría tolerarla.

-En realidad no me importa mucho cumplir con tus expectativas pero si me gustaría que fueras más amable con los aquí presentes, llegas, tomas sin más el pastel que si bien está aquí para celebrarte a ti, hubiera sido ideal que te presentaras primero.

-Ese pastel decía mi nombre así que asumí que era mío, siendo ese el caso no veo porque no puedo comerlo.

-La pequeña Rin se esforzó mucho para organizarte una pequeña fiesta de bienvenida, antes que nada, deberías agradecerle – Intervino Meiko.

Los presentes tan solo se limitaron a mirar, el ambiente se había puesto tenso, ninguno juzgaba la personalidad de la pequeña princesa pero, Rin comenzaba a deprimirse, intervenir podría tal vez arreglar algo pero, de ser lo contrario la fiesta se vendría abajo sin más.

-¿Agradecer? ¿Por qué? Jamás le pedí que lo hiciera. Además, cosas como estas son muy infantiles, de ninguna manera quiero participar.

La pequeña ignoró a todos y buscó asiento en uno de los sillones al lado, felizmente ensartó el cubierto en el pastel y lo comió sin preocuparse de nada. Todos la miraron tensos y Rin tan solo se aferró al brazo de Meiko. Gak y Kaito se acercaron a ella tocando cada uno de sus hombros como muestra de apoyo. La oji azul se decidió a encarar a la chica pero Len se le adelanto, si algo no iba a tolerar era que se burlaran de su preciada hermana.

-¡Tú! ¿Quién te has creído para burlarte de mi hermana? ¡Te levantas ahora mismo y te disculpas con ella!

La escena se veía completamente modificada ante tal imposición, nadie podía juzgar al chico por reaccionar así pero, tampoco era esa la idea de "fiesta" que se habían imaginado

-¿Quién te has creído TU para hablarme así?

-Yo soy el hermano de Rin y no te voy a…

La cosa pintaba mal pero, el rubio se vio forzado a callar ante el sonido de la puerta de la entrada abriéndose. Solemnes y elegantes pasos alertaron a los chicos de la llegada de su último miembro.

-Hay no, lo que me faltaba, una molestia más. No me digan, es la que falta de ustedes ¿no?

-¡De Luka-chan no hablas así! – Reclamó Miku.

-¿Luka-chan? No me digas que también es una mocosa – Se burló Lily de espaldas a la entrada.

-No creo ser una mocosa… En ningún aspecto.

Una voz fría pero hermosa, congelaron a la chica, su respiración se cortó por un momento, una extraña emoción la recorrió y fue inevitable desear encontrarse con la mirada de la dueña de semejante voz. Luego de abandonar el plato que sostenía donde antes se sentara, se giró lentamente hacía su objetivo mientras sostenía su pecho como si temiera por su músculo cardiaco que latía agitado y sin compasión. Una sola frase había logrado descolocarla completamente, aunque el mérito en sí no era de la frase o las palabras… sino de la voz.

Luego de un tan eternos segundos, al fin se vio de frente ante la mirada de una chica más alta aún que ella, de una larga y hermosa cabellera rosada y de unos preciosísimos ojos azules que tan solo la miraban sin emoción aparente. Tal aura, tal personalidad, tal actitud y tal aspecto eran… perfectos, sensuales, delirantes y tremendamente atrayentes…

-Asumo que tú eres la nueva.

-A-así es… - Lily intentó formar alguna palabra pero los nervios y la emoción la estaban rebasando – Soy… Lily.

-¿Lily? – Dijo la peli rosa con sorpresa apenas perceptible en su reacción.

-Sí. Significa gran belleza. Se puede traducir como Lirio, que dependiendo del color, puede adoptar nuevos significados. Cuando es amarillo, como mi cabello, significa tierna amistad – Al terminar de decir esto, tomo las manos de Luka entre las de ella – Cuando es azul… como mis pupilas, significa belleza caprichosa – continuo mirándola directamente a los ojos y perdiéndose en ellos – pero cuando es blanco como mi piel, significa… - Antes de continuar hablando, la joven se impulsó hacía Megurine-chan alcanzando el borde izquierdo de sus labios y besándolos corta pero intensamente.

Los presentes no daban crédito a lo que acababan de presenciar, Luka era intocable para todos sin excepción y esa niña simplemente iba y la besaba sin remordimientos. Una penetrante mirada azul amenazaba con fulminarla, pero ida en su propia emoción, era imposible que lo notara.

-Significa… - prosiguió al retirarse pero aún sin soltar sus manos - No me olvides – Esta vez y sin perder el ritmo, se aferró a los brazos de la inmutable señorita Luka – A partir de hoy y hasta el fin de los tiempos, estaré a tu cuidado… Luka onee-chan…


No se que opinar, aún estoy hilando el destino de mis personajes, bueno, mis No Personajes. La verdad es que estaba perdiendo el rumbo de mi otra historia así que mejor me distraje con otra cosa... no quiero arruinar la trama. Aún tengo que terminar un dibujo para entregar en unas horas y... solo estoy leyendo manga, será mejor que esfuerce un poco más... comienzo a temer por mi futuro...