Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la historia sí.
Personajes: ItachixHinata, Sasuke
Summary: UA/ Según aquel clan, ella no era libre de empezar una nueva vida y conocer al hombre de sus sueños. Ella debía casarse con el hermano de su difunto...y darle los hijos que no pudo tener el finado.
Advertencias: violencia, posible OoC, muerte de personajes, ...etc, etc
Amar a alguien es decirle: tú no morirás jamás.
Gabriel Marcel
Levirato
Estaba rendida de tanto llorar. Las lágrimas descendían por sus grandes ojos blancos, como escapando de los oscuros pensamientos que albergaba su cabeza.
La familia Hyuga siempre había sido la más rica de Konoha. Dueños de casi todos los almacenes comerciales, poseían un importantísimo feudo. Sin embargo, todas sus riquezas palidecían ante el millonario imperio Uchiha, los cuales eran los empresarios más importante de Hong Kong.
Con apenas 17 años, Hyuga Hinata, viajó a Tokio, a estudiar su carrera de literatura. Allí fue dónde se enamoró de Uchiha Sasuke, un joven de 18 años de edad, moreno y altivo.
Al cabo de unos pocos meses Sasuke e Hinata se casaron, en una gran boda, custodiada por policías y llena de gente desconocida. Los mismos familiares de Hinata se quejaron por no poder conocer a los Uchihas, los cuales no fueron a la boda. Ante esto, Hinata se disculpó como pudo. Ella misma estaba desconcertada pero el amor que sentía por Sasuke la había cegado por completo.
Hinata tenía sus propio dilema puesto que no sabía quién era realmente Sasuke ni de dónde procedía. Sabía que tenía dinero, que las mujeres se le pegaban como moscas a un pastel, que tenía las mejores calificacines en derecho penal. Fuera de todo eso, Sasuke era un misterio para su novia y en el fondo, a ella le agradaba que fuese un misterio. Le añadía un toque de romanticismo a la vida mustia y provinciana que ella siempre había llevado. Pronto la chica se daría cuenta de su error.
No hubo noche de bodas, pues Sasuke la dejó sola toda la noche. Ella consumió el tiempo al teléfono, hablando con su amiga Ino. Mientras Hinata sollozaba con el auricular en la mano, su amiga le prometió que no diría a nadie lo que Hinata le confiase. Así que la Hyuga le contó que su marido no estaba en casa, omitiendo a propósito que apenas conocía al hombre con el que se había casado.
Hinata no sabía que Ino seguía enamorada de Sasuke. Tampoco sabía que el amor de Ino hacia Sasuke se había redoblado a causa de los celos que sentía por casarse con Hinata. La Hyuga pecaba siempre de inocente.
Al día siguiente de su boda, Hinata no acudió al trabajo. Fue amenazada con despido y tuvo que aumentar sus horas laborales para contentar a su jefe, Uzumaki Naruto. Por fin, la Hyuga volvió a ver a su marido meses después.
Una noche de tormenta, llamaron a la puerta y ella bajó a abrir con rapidez, esperando con el alma en puño que fuese su marido. Ante ella apareció un hombre joven, alto, moreno, de ojos negros que cargaba con otro tipo a duras penas.
- Hola - saludó el hombre desconocido mientras entraba en el recibidor.
Hinata quiso detenerlo pero el hombre se adelantó antes de que la Hyuga hablara.
- Le traigo a su marido - dijo el hombre depositando su carga en el sofá y mirándola con ojos enigmáticos.
- Ari-arigato - agradeció la Hyuga. Todavía tenía un problema serio de timidez, el cual se había agravado debido a la conducta de su esposo con ella.
El hombre se dirigió a la puerta, dispuesto a marcharse. Era alto y atlético, y tenía un sombrío parecido con su marido. Hinata quería preguntarle.
- Go-gomen - musitó Hinata con un hilo de voz - no sé cómo se llama usted.
- Soy Uchiha Itachi - dijo él, parándose de espaldas. - Por favor, no le diga a Sasuke que he estado aquí.
El hombre no se volvió hacia ella sino que salió por la puerta y se perdió en la oscuridad.
Un relámpago iluminó el cuerpo que yacía en el sofá. Sasuke se movió y dejó a la vista un disparo. Su sangre se derramaba por uno de sus costados, empapando el tercipelo del sofá. Hinata ahogó un grito y se desmayó en el recibidor.
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Espero que les haya gustado
