Disclaimer: Gravity Falls y sus personajes no me pertenece. Son propiedad de Alex Hirsch.

Advertencias: Cosas cursis/Contiene Spoilers del capítulo de la segunda temporada "The Love God".

Narrado desde el punto de vista de Robbie.


Le sonríes. Entonces ella te devuelve la sonrisa. No es una sonrisa de arrogancia o de lástima. Es una agradable y cálida sonrisa que ilumina toda la oscuridad de tu alma.

En sus ojos interpretas un "todo está bien" y quizá hasta un "lo siento" que crees jamás será pronunciado.

No necesitas que palabras salgan de sus finos labios para saber leerla. Aprendiste que cada gesto que hace dice mucho más que mil oraciones.

Por un momento olvidas que estás en el festival Woodstick. Toda tu atención se centra en Wendy.

Las notas de una guitarra bien afinada te sacan de tu ensoñación y hacen eco en tu cabeza. La reconoces al instante y tu pie comienza a golpear el suelo automáticamente. "Sweet Home Falls" suena igual de fuerte que la primera vez que la escuchaste, en aquella fiesta donde sirvieron jugo de uva mezclado con algo más, donde halaste de su peinado a tu primer amor y ella te golpeó en el rostro, haciendo que algo de tu dentadura se rompiera en pedazos.

Ella cierra los ojos, volviendo a sentir ese cosquilleo que sintió cuando te vio en un rincón bebiendo tu tercer vaso de la noche y se acercó a hablarte porque en verdad parecías una persona interesante. Justo antes del pequeño incidente que te costó un diente, pero que sin duda alguna había valido la pena.

Y comienza a cantar, con su atractiva voz que pocas veces usa para entonar una melodía. Canta y piensas que no hay sonido en este mundo que sea aunque sea mínimamente comparable con tal belleza.

Entonces tú recuerdas aquella platica que tuvieron en la fiesta, sobre vampiros, rock y el gracioso sombrero que vestía Thompson. Ese día, mientras te hablaba, te pusiste a contar sus pecas. Llegaste hasta el número once.

Piensas que sería un placer pasar toda la eternidad contando una y otra vez las pecas de Wendy mientras hablan acerca de seres sobrenaturales, música y ropa cómica.

Te vuelves a sentar en el césped, con el propósito de obtener una mejor vista de ella y su perfecto conjunto de vestuario que la hacía lucir como una seductora princesa gitana-vaquera.

La canción termina y ella se acomoda a tu lado.

—Te ves hermosa —dices mirándola a los ojos.

Wendy revolotea sus largas pestañas. Encuentras ese guiño encantador y ella lo sabe.

—Robbie, siento haberte tratado de esa forma poco sutil las últimas veces —confiesa y aquella disculpa te toma por sorpresa.

Porque tal vez siempre quiso perdonarte. Tal vez nunca dejó de quererte, aunque fuera muy en el fondo.

—Admito que sentí un poco de celos al verte con Tambry —Hace un puchero, enfadada y baja la mirada.

Tu corazón se llena de orgullo y júbilo.

—Sabes que tú eres mi chica. La única —respondes tomándola de la mano y le das un ligero apretón.

Y era cierto. Tambry era muy guapa , por supuesto. Pero los momentos que pasaste con ella habían sido con exageración mágicos. Como si hubieras estado dentro de una burbuja irreal y de repente la tronaran con una fina aguja. Ahora esos momentos se sentían superficiales. Lindos por fuera, pero vacíos por dentro.

La noche pasa. El concierto acaba y tú llevas a Wendy hasta su casa.

Se despiden con un beso en la mejilla. No necesitas nada más que un casto gesto como aquel. Tienes la certeza de que, a partir de ahora, permanecerán juntos y eso es simplemente hermoso.

Llegas a la conclusión de que así es la vida. En un instante puedes estar muriéndote en una tumba, luego resucitar bajo un hechizo de falso amor, y en un parpadeo, volver a vivir plenamente gracias a una sonrisa, unas pecas y una canción.


Gracias por leer :).

Es mi primera historia en este Fandom xD. Corta, pero de una pareja que me encanta *o*.