hola mis personitas hermosas, e venido con una historia nueva, digamos que me inspire en la película de hansel y gretel cazadores de brujas, así que si, en este fic habrá mucha acción pero también mucho romance XD, abra armas como en la película así que eso significa que abra un poco de gore, no me agrada mucho pero bueno, vale la pena aquí, Eren en este fic sera una mujer así que sera un RIREN XD... bueno eso es todo, espero les guste la idea, me despido
SNK no me pertenece ni sus personajes
Witch Hunters
Prologo
Siglo XVII, 22 de Enero de 1680, Massachusetts.
Podía ver la crueldad de la escena, estaba asustada y temblaba de miedo, lo único que podía hacer era observar, oculta bajo el suelo en donde, suponía, conservaban la leña o la paja, era la primera vez que estaba en ese lugar, tanto le hubiera encantado no estar en la situación en la que estaba para poder jugar ahí... pero no era ni el momento para hacerlo, podía ver a través de las tablas, podía ver el uso de crueldad que utilizaba aquella persona para que su madre revelara lo que ese monstruo ansiaba tanto saber, podía ver como su madre era torturada vilmente sin que ella pudiera hacer algo.
Quería gritar y salir a defender a su progenitora, hacer lo posible por salvarla, pero le había prometido a su madre no hacerlo y aunque lo hiciera, lo único que lograría era que la mataran o que la secuestraran para después comerse su alma. Temblaba, podía sentir el gélido ambiente, hace apenas unas horas, cenaba amenamente junto a su madre con la luz de la chimenea, comía un delicioso pan recién horneado y una deliciosa taza de leche bronca. De un momento a otro, sintió que la temperatura bajaba y el fuego de la chimenea se apagaba dejándolas a ambas sin una luz que iluminara su camino, lo único que podían ver, era gracias a los rayos de la luna que entraban por las desgastadas ventanas de vidrio grueso cubiertas apenas con cortinas de un rojo aterciopelado. Ambas se estremecieron y su madre supo lo que pasaría, había estado esperando para ese momento pero no sabría cómo enfrentarlo. Sin esperárselo, sintió como su madre se ponía de pie apresurada y la tomaba firmemente del brazo.
-Eren, debes prometerme que pase lo que pase, no saldrás, ni hablaras- decía mientras quitaba rápidamente una gruesa piel de oso que ocultaba una puerta que la pequeña jamás había visto, abrió jalando la chapa de hierro con todas sus fuerzas puesto que la compuerta era realmente pesada; con cuidado, tomo a la pequeña de los hombros y la miro a los ojos. -Escúchame Eren, sin importar lo que suceda, tienes que prometerme que sobrevivirás a todo, lucharas con valentía aunque yo no este contigo... es por eso por lo que debes prometerme que no saldrás de aquí hasta que sea el momento... hasta que estés a salvo, ¿Entiendes? - Decía la joven madre mientras levantaba a la pequeña y la metía en el pequeño sótano.
-Mamá, ¿Qué ocurre? - sus hermosos ojos la miraron con preocupación y miedo, no entendía lo que le ocurría a su madre.
-No puedo explicarte ahora... lo entenderás pronto pero debes prometerme lo que te dije hace un momento- dijo con seriedad, algo que impresiono a la niña quien sin vacilar contesto.
-Esta bien mamá, lo prometo... ¿Pero me dirás que ocurre? - Sentía una opresión en el pecho, apenas tenía ocho años pero algo le decía que esa noche de luna llena, marcaría su vida para siempre.
-Si mi pequeña, lo prometo, ahora shuuu- hizo una señal poniendo su dedo indice frente a sus labios para silenciar a la pequeña y lentamente cerro la puerta de madera dejando a la niña completamente sola y a oscuras. Sintió los pasos de su madre sobre ella sintiendo el pánico invadirla en el pecho, algo iba mal, lo presentía, su pecho comenzó a agitarse en anticipación.
Un estruendo la hizo saltar en su lugar, pudo reconocer, que la puerta de entrada de la choza, había sido destruida y luego dos pares de pasos, fuertes y concisos se escucharon sobre ella, con miedo, se acercó a un agujero del piso para poder ver que ocurría, lo que vio la dejo completamente pálida.
Dos mujeres, ambas de cabellos largos y negros, entraban a su choza como si fuera su casa, tenían caras muy diabólicas y expresiones frías e indiferentes.
Sus ojos buscaron a su madre pero por mas que lo intentaba, no lograba dar con ella, salio de sus pensamientos cuando una de esas mujeres hablo.
-Dime Carla, ¿Qué creías al ocultarlo? - dijo la mujer de estatura más alta caminando hacia la mesa del comedor en donde, suponía, estaba su madre, la mujer era muy alta, casi 1.90, sus cabellos largos y negros, caían onduladamente por sus hombros hasta la cintura, llevaba un vestido hasta los tobillos azul oscuro con toques dorados de magas largas y un escote en V, sus manos eran delgadas y huesudas, con dedos largos y uñas aun más largas y rotas, muy maltratadas, sus rasgos eran grotescos y desagradables, su nariz era puntiaguda y grande, sus labios eran gruesos y de un color negro, sus dientes eran amarillentos y pútridos, su piel era blanca y parecía quebrarse como la tierra seca, como una pared a la que se le caía la pintura por la humedad... lo que mas le provoco miedo de la mujer, eran sus ojos, sus iris eran de un impactante rojo y las escleróticas eran de un color negro brillozo, eran escalofriantes y fríos, su piel se erizó y su respiración se agitó.
¿Qué querían y como conocían a su madre?
-No se dé que estás hablando y les ordeno que salgan de mi casa de inmediato- escucho la voz de su madre y por el tono que había usado, sabía que estaba muy molesta.
-Jajajajaja, no te hagas la idiota Carla, sabemos perfectamente que lo tienes ¡¿Donde esta?!- de improvisto, saco un objeto de entre sus ropas y un rayo azul salio disparado hacia el cuerpo de su madre, un grito aterrado salio de los labios de su progenitora.
-Morrison, no hagas nada estúpido, debe decirnos en donde esta- la otra mujer captó su atención, era más baja, incluso más que su madre, sus manos eran parecidas a la mujer de nombre "Morrison", su voz era chillona, su nariz era más pequeña pero igual de puntiaguda, sus labios iban pintados de un rojo sangre, igual al color de su largo vestido de cuello V de mangas largas y sueltas,su cabello iba atado en una media cola pero era igual de largo que la otra mujer, sus iris eran verde manzana y, al igual que Morrison, sus escleróticas eran negras.
-¡Cállate! ¡No me digas lo que tengo que hacer! - entonces pudo observar el objeto que tenía en sus manos, era una especia de bara, era de unos 20 cm, afilada y de un color café oscuro, entonces supo lo que esas mujeres eran por las historias que su madre le contaba las noches en que no quería dormir por seguir jugando.
-¡Cállate tu estúpida! - las dos mujeres comenzaron a discutir hasta que mi madre las interrumpió, un grito y un rayo de color amarillo apareció en el ambiente, alterándolo todo.
-¡Maldita! - Morrison volvió a utilizar la bara sacando otro rayo azul dejando inmóvil a Carla. -¡¿Ves lo que haces Morgana?! ¡Esta estúpida nos tiene que decir en donde esta SÍ o SÍ! - el grito de su madre comienzo a alterarla. Tenía miedo, mucho mido, eso mismo era lo que la tenía completamente paralizada.
-¡¿Podrías callarte ya?! ¡¿Comienza a interrogarla?!- su mirada captó como se movían, sintiendo los pasos sobre ella cada vez más cerca, su respiración se detuvo y su pecho se oprimió con fuerza.
Su mirada captó a su madre, estaba parada frente a las dos mujeres pero sus ojos se abrieron con sorpresa al ver que sus pies no tocaban el piso y su cuerpo parecía inmóvil.
-¡En dónde esta! - grito la mujer de nombre Morgana.
-Ya les dije que no sé y si lo supiera, jamás se los diría- el rayo que sostenía a su madre se intensificó causando que su cuerpo se retorciera y gritos provenientes de su garganta se escucharan, sangre comenzó a brotar de su boca.
-¡En dónde esta! - Volvió a repetir molesta, comenzaban a perder la paciencia y eso no traería nada bueno, podía ver las torturas que empleaban en su madre, lagrimas comenzaron a caer de sus ojos mientras veía como el cuerpo ahora magullado de su madre caía al frío piso, escuchó claramente el caer de su cuerpo como si fuera un costal de papas.
-Jamas se los diré... mátenme si así lo desean, pero nunca les daré lo que quieren- dijo con rabia Carla.
-Morrison, ella no nos dirá dónde esta... - Sonrío con burla levantándola con su propia barita, la sangre impregnaba las ropas, su nariz y labios sangraban demasiado, sabía que moriría pero lo único que la hacia sentirse preocupada, es que esas malditas mujeres no encontraran a su quería hija.
-Matémosla entonces- los ojos de la pequeña se abrieron con pánico, eso no podía ser cierto, no sabía que hacer, su padre había desaparecido y ahora su madre seria asesinada, no podía salir, no había salida, lagrimas aun más gruesas salieron de sus hermosos ojos captando la aterradora escena, su madre había sido atravesada por un rayo, un agujero se había hecho paso en su pecho manchando el piso y la pared de la casa.
Las dos mujeres, satisfechas por el asesinato pero furiosas por no haber conseguido su objetivo, comenzaron a reír con frialdad y burla mientras destruían lo que había a su paso: paredes, cuadros, trastes, muebles, etc.
Se colocó en un rincón hecha un ovillo mientras sentía como poco a poco su hogar era arruinado... destruido... ya no tenía nada... ni familia, ni hogar... todo se había ido a la mierda.
Llorando por el miedo, se desmayó, su cuerpo había cedido ante el estrés, lo único que recordó antes de que sus ojos se cerraran, era el cuerpo de su madre cayendo, cayendo lento en el vacío hacia una oscuridad infinita.
Se desmayó sin saber que ocurriría fuera de su escondite... un tiempo después, las mujeres salieron de ahí perdiéndose en la especidad del bosque que rodeaba la casa.
OoOoOoO
Sus parpados pesaban, su cuerpo se estremecía por el frío pero no había nada que pudiera hacer y tampoco le importaba mucho; poco a poco, comenzó a abrir los ojos, capto el techo de madera... o más bien el piso porque aun seguía bajo su casa. Recordó lo que había vivido la noche pasada pero sus ojos ya habían derramado demasiadas lagrimas, esos hermosos ojos que ahora estaban opacos y marchitos, no podían seguir llorando.
Arrastrándose hacia la puerta, la empujo con todas sus fuerzas, no le importo el ruido que ésta había hecho al caer en el piso sacudiendo el polvo, se puso de pie observando todo a su alrededor, su casa había sido destruida, aun había techo pero con agujeros grandes y pequeños, había polvo por todos lados, manchas de sabe que cosa, muebles rotos, libros y otros objetos regados por el piso y... el cuerpo inerte de su madre.
Camino hacia ella lentamente, estaba blanca y fría, solo manchas de sangre seca y heridas marcaban esa perfecta y suave piel, entonces comenzó a llorar de nuevo, con impotencia e ira, se sentía culpable por no poder hacer nada... ni por salvarla ni por traerla de regreso.
-Mama... perdóname... - susurro tomando la fría mano de su progenitora mientras que con la otra, acariciaba el pómulo de su difunta madre, sabía que ya no podía hacer nada, era tarde, lo había perdido todo... y grito, grito hasta que su garganta se secó y no pudo hablar más, pataleo y golpeo, se tiró al suelo comenzando a llenar su interior de odio puro.
Camino hacia el cobertizo que quedaba justo atrás de su casa sacando una pala, tenía apenas ocho años y su fuerza era deplorable, pero sabía lo que tenía que hacer.
Con esfuerzo pero con mucha decisión, comenzó a cavar, comenzaba a hacerse tarde así que decidió apresurarse.
termino de hacer el agujero con ampollas y heridas en las manos pero eso poco le importo, se dirijo hacia los restos de su casa, había ido por agua limpia anteriormente, así que comenzó a limpiar la sangre reseca y la suciedad de la piel de su madre, la cambio por una ropa limpia y la envolvió con suaves mantas de lino, había tomado unas pequeñas florecillas peinando a Carla con ellas formando una corona de hermosas flores blancas y luego, con mucho trabajo, la arrastro hacia el agujero que había hecho, intento meterla con cuidado pero fallo en el intento cayendo ella también.
Triste al saber que seria la ultima vez que la vería, se puso de pie, la acomodo bien y salio del agujero lanzando más flores haciendo una oración en su honor
-Perdóname mamá... no pude hacer nada... siempre estarás conmigo, me vengaré, protegeré eso que esas bestias buscaban y acabaré con todas esas pestes, lo juro- comenzó a aventar la tierra, era la medianoche cuando termino de enterrarla colocando piedras grandes como una lapita y poniendo una cruz de madera con el nombre de su mama.
Sabía que debía volver al pequeño sótano, no por miedo, una pequeña niña sola e indefensa era tentador para cualquiera, si no, por los monstruos que se disfrazaban de mujeres inocentes e indefensas, ahora sabía que los cuantos de su madre eran reales y debía cumplir su promesa... sobreviviría... lo haría por ella y por su madre.
OoOoOoO
A la mañana siguiente, tomo todo lo que le quedaba de ropa y provisiones, emprendería un largo camino y debía ser fuerte, en un morral que le había cosido su madre, hecho con un costal que anteriormente envolvía harina, metió ropa, alimentos, objetos de higiene, una pequeña arma que había encontrado de su progenitor que no sabia utilizar pero que aprendería con el tiempo y una llave que el mismo le había dado diciéndole que jamás se la quitara...
Salio de las ruinas de su hogar con una mirada fría y fiera para enfrentarse a su temor y cumplir su venganza.
OoOoOoO
Siglo XVII, 15 de marzo de 1692, Massachusetts.
"Los colonos puritanos de la colonia de la Bahía de Massachusetts lucharon en una tierra nueva. Los puritanos tenían una fe en Dios y un temor firme del diablo. Cuando tenían problemas, muchas veces sospechaban del diablo".
Viví un infierno, pero ahora estoy aquí, enfrentando a eso que me causo temor, vengándome por lo que me arrebataron, acabo con la peste... no cualquiera.
Magia, encantamientos, pociones, asesinatos, pestes, monstruos, hombres lobo... cualquiera diría que eso son solo leyendas, historias para causar miedo a la gente... pensé lo mismo ya hace mucho tiempo y lo perdí todo por esa razón...
Mi nombre es Eren Jaeger, viví 12 años de mi vida entrenándome para lo que soy... soy cazadora... no de animales si es lo que piensas, solo me queda preguntar algo...
Y tu... ¿Crees en las brujas?
Continara...
Eso es todo por hoy... nos leemos luego y espero sus reviews, si les gusto o no y así... eso me daría luz verde para continuar :)
nos leemos luego
byee!
