¡Lectores! Ya vine con un nuevo One Shot de éste par *:D Sí, ya sé que debería estar escribiendo la continuación de ¡Stripper Boy!* *xD Pero un fic pequeño de vez en cuando no hace mal a nadie ¿O sí? *:P
Odio ser tan lenta para escribir *xD desearía que con sólo imaginar todas mis historias se escribieran solas *-* Jaja pero vamos… eso le quitaría sabor a todo esto de los fics * Así que por eso, decidí escribir esto (?)*… para sacar otra idea más atascada en mi cabeza y acortar mi lista de fics en espera para ser escritos y leídos por el mundo *xD
La historia es bastante pequeña, pero me parece que está muy apegada (en algunos aspectos)* al videojuego. Cómo sea, quería salir un poco de la rutina y escribir otra de mis muchas ideas.
Espero que sea de su agrado *:D
Mss. H,O. Veela Ishikawa. ..*
*. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .[.A Clean Shot.]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .*
Capítulo 1: "Tiro Limpio"
Los tenues y dulces cantos de una delgada voz podían oírse. Un cuarto oscuro, con piso de madera y una fría cama. Sus delgados dedos sostenían aquellas tijeras; las cuáles, la ayudaban a recortar aquella imagen del periódico. Lo había seguido desde que se enteró de sus planes de "sacrificio"… una bestia llamada Azazel y la conexión entre ambos. Creyó que verlo morir a manos de ese monstruo podría ser placentero; después, pensó que sería aún mejor matarlo con sus propias manos justo como había planeado desde el principio, fue entonces, que lo notó vulnerable y lo siguió… dejando aquella mansión llena de lujos e instalándose en un suburbio peor que horrible… siguiendo sus pasos.
Mañana, era el gran día… el supuesto gran día en que vería por fin la muerte de Jin Kazama; eso, hasta que lo supo.
Durante su sigilosa persecución, la chica había estado más cerca de él cómo nunca antes… había podido visualizar a la perfección todas, y cada una de sus facciones, de sus gestos. Había podido comprender la razón de su sacrifico… ver cada detalle de su frío corazón… fue entonces que; sin planearlo, se enamoró, se enamoró de aquél hombre al que desde hacía ya años, quería desaparecer de la faz de la Tierra.
Aquellas notas del periódico… "Jin Kazama: Nuevo líder del Mishima Zaibatsu", "La Tekken Force se adentra en los laboratorios Bosconovitch", "Industrias Mishima crean a NANCY-MI847J"… La ayudaban a investigar sobre él.
La joven pasó sus finos y pálidos dedos por la fotografía… cómo si de acariciar a la persona allí plasmada se tratase…
-Jin- Dijo en voz casi inaudible; cuando de pronto, un toque a su puerta la saco de sus pensamientos. Sin pensarlo, se levantó de aquella cama en la que se encontraba sentada y se dirigió a abrirla.
-¡Buenas noches Lili! Estaba haciendo unas galletas para la cena y, pensé en traerte unas cuantas- Decía de manera amable cierta señora, castaña, alta, delgada… linda en realidad, lo suficiente como para que fuese extraño verla vivir en esa zona. La mujer le extendió sus manos, las cuales sostenía una gran charola con aquellas riquísimas galletas con chispas de chocolate.
-¡Gracias señora Johnson! No se hubiera molestado- Con una sonrisa, la rubia tomó la charola.
-Sabes que no es molestia linda, simplemente me preocupo por ti- Comentaba su vecina, quién siempre iba a ver si se encontraba bien, si le hacía falta comida o si estaba enferma.
-No tiene que preocuparse de nada señora Johnson-
-Lili, sabes que puedes llamarme Marie, me haces sentir vieja. Y sabes que sí me preocupo… eres muy pequeña para vivir sola y en este lugar tan terrible-
-Tengo diecisiete, ya no soy una niña… Marie- Decía Lili incómoda pero en voz firme.
-Pero aún no eres mayor de edad Emilie… además ahora eres… como una hija para mí- Comentó con ternura la mujer, cosa que impactó a la ojiazul… ¡Siempre había querido tener una madre! Lástima que éste fuese un mal momento para ello.
-… Señora Johnson, la entiendo pero… todo está bien y, usted sabe que no estaré aquí para siempre, sólo es algo temporal- Explicaba la muchacha con delicadeza en sus palabras… no soportaría herir a su "amiga" y vecina.
-Está bien… sólo, avísame si necesitas algo ¿De acuerdo?- Decía la mujer entendiendo que, queriéndolo o no, entre Lili y ella no había ningún tipo de vínculo familiar.
-Claro que sí, gracias por su preocupación… y por las galletas- Sonrió la monegasca mientras su vecina imitaba aquél gesto. Acto seguido, la señora Johnson se dirigió a su departamento y Emilie cerró la puerta. Esas galletas olían delicioso, por lo que la joven no dudó en tomar una y saborearla a más no poder; sin embargo, mientras masticaba, no pudo evitar enfocarse nuevamente en aquella imagen recién cortada por el borde de Jin Kazama –Debo hacer algo… ese "sacrificio" no va a pasar, no si yo lo evito- Decía para sí la chica mientras se quedaba pensando.
Mientras tanto, en el enorme edificio del Mishima Zaibatsu… su líder yacía recargado en su escritorio, divisando la recia lluvia que caía en el gran ventanal. Era consciente de lo que estaba a punto de hacer, estaba casi seguro de que moriría, ¿Pero y qué importaba? ¡Era la única manera en que podría terminar con ese maldito gen del diablo! De una u otra forma, valía la pena.
-Kazama- Le llamó desde la puerta una guapa mujer rubia, sacándolo de todo pensamiento.
-¿Qué?- Respondió con frialdad y sin perder de vista aquella tormenta que se avecinaba.
-Aquí tengo los papeles de las bajas de este mes. Tal parece que la Corporación G te está arruinando- Comentaba la mujer.
-Sólo déjalos en mi escritorio y lárgate, eso a ti no te concierne Nina- Dijo el chico una vez más de manera frívola. Williams no hizo más que lo que su "jefe" le indicaba en ese mismo momento y con rabia en su rostro, salió de aquél lugar.
Jin dio media vuelta, y desde lo lejos pudo observar las gráficas que se representaban en aquellos papeles. Tal y como Nina había dicho… la Corporación G había estado haciendo de las suyas últimamente, con toda esa gente estúpida apoyando sus proyectos; sin embargo, el pelinegro tenía en mente algo más importante que la Corporación G… Enfrentarse a esa bestia, demonio, o lo que fuese, no sería sencillo… por lo que decidió encaminarse a una gran área en dónde se preparaba a la Tekken Force, ¡Era el lugar perfecto para entrenar! Amplio, solitario y con todo tipo de armas a su disposición. El joven se desabotonó la camisa para después aventarla a quién sabe dónde… ¡Era mucho más sencillo entrenar sin ella! Se acercó a una de las paredes y presionó un botón rojo; fue entonces cuando varios muñecos de madera salían desde la superficie… Una leve sonrisa de lado se apoderó del rostro de Kazama…
-¡Terminemos con esto!- Dijo el muchacho cuando, poco a poco, aquellos muñecos de madera parecían cobrar vida y comenzaban a atacarlo; más Jin era veloz, y entre esquivos y más esquivos… comenzó a atacar. Él sabía que entrenando contra muchos enemigos a la vez, lo haría desarrollar aún más su velocidad y su agilidad; la cual, a su vez, le ayudaría en su pelea contra Azazel.
La noche se encontraba en todo su esplendor, y su entrenamiento, era duro y agotador… pero después de todo, no tenía ningún otro ideal en la vida que no fuese vengar la muerte de su preciada madre y deshacerse de aquél gen que había repudiado desde que tenía uso de conciencia. El tiempo transcurría deprisa dado a su gran concentración, practicando con puños, piernas y ahora armas.
Sólo quedaba uno, por lo tanto, sería rápido y simple… Jin cerró sus manos con fuerza convirtiéndolos en puños fuertes y mortales; y así, con extrema facilidad, depositó su puño derecho sobre la cien izquierda de su "oponente", su puño izquierdo sobre la cien derecha del mismo, y finalizando con un bien dado, gancho al mentón provocando que aquél maniquí con "vida" saliera por los aires… por supuesto, Kazama buscaba más, por lo que, calculando la caída de aquél pedazo de madera humano, lo pateó con fuerza alejándolo hasta el lado opuesto y dando por terminado su entrenamiento.
El chico retrocedió unos cuantos pasos hasta pegar su espalda en la pared y resbalándose por ésta hasta quedar sentado, ¡Estaba exhausto! Y con cientos de monigotes de madera desperdigados por todo el lugar. No estaba seguro si había sido lo suficiente como para salir victorioso y con vida de aquella batalla que se le aproximaba. Cerró sus ojos color caramelo cuando la imagen de una mujer con vestido blanco se le vino a la mente… -"Mamá"- Pensó el japonés mientras fruncía el entrecejo, ¡Tenía que lograrlo, por ella!
Los primeros rayos de Sol comenzaban a hacer acto de presencia, colándose por aquella fea ventana de aquél horrible departamento en el cuál Lili yacía dormida; éstos le pegaban en el rostro haciéndola cubrirse con el cobertor que la tapaba. Resignada, lo aventó y se dignó a levantarse, se sentó sobre la cama frotándose uno de sus azulados ojos y bostezando.
-… ¡Es tarde!- Gritó la joven al percatarse en uno de los relojes pegados a la pared la hora que era. Corrió hasta la ducha e hizo uso de ésta… pensando en la mejor manera de ayudar a aquél pobre chico. Pudo sentir cómo los nervios se apoderaban de ella… ¿Y si en ves de ayudar ambos morían?, ¿Qué pasaría con su padre?, ¿Qué pasaría con el gen de los Mishima? ¡Debía dar lo mejor de sí si quería ser de ayuda para salir de allí con éxito!
Emilie tomó un taxi y se dirigió hasta las empresas Mishima; en dónde seguramente, se encontraba Jin Kazama.
Al llegar al gran edificio, la seguridad parecía estar a su máximo nivel, mientras que algunos helicópteros salían y otros llegaban al lugar. Lili trató de controlarse, respiró hondo… y con cierta confianza, se adentró en el edificio. Dentro parecía ser una total locura, parecía mucho peor que un edificio lleno de periodistas corriendo de un lado a otro con cientos de papeles, sonidos de teléfonos por doquier y gente hablando hasta por los codos…
-¿Le puedo ayudar en algo?- Le preguntó una mujer vestida de manera profesional y con un poco de extrañeza en su rostro.
-E-estoy buscando a Jin Kazama- Respondió la rubia con un leve tartamudeó.
-Lo sentimos señorita, el señor Kazama no está disponible en este momento ¿Tenía cita con él?-
-¿Cita?-
-Así es… necesita acordar una cita con él, y si para lo que viene es muy, muy, MUY importante, probablemente se la dé- Explicaba con paciencia la mujer.
-¡Créame… vengo por algo importante!-
-Lo lamento de verdad señorita… pero no puedo hacer nada-
-¡NECESITO HABLAR CON ÉL AHORA!- Gritó Rochefort provocando que todos interrumpieran sus actividades para voltearla a ver como si de una maniática se tratase.
-Ya le dije que el joven Kazama no la puede atender ¡Vuelva después si es que le concede una cita!- Respondía una vez más aquella señora, claramente perdiendo los estribos. Lili había perdido la paciencia, ¡Ella era Emilie D' Rochefort con un demonio! ¡Y a ella nadie la hacía a un lado! Con rudeza, apartó a la empleada de su lado y a paso apresurado se dirigió a los elevadores, apretando los botones con desesperación… -¡SEGURIDAD! ¡SAQUEN A ESA NIÑA DE AQUÍ!- Gritaba la mujer, sin embargo, ya era tarde… las puertas del elevador se habían cerrado, dejando a Emilie dentro oprimiendo aún el botón del piso quince una y otra vez. No estaba segura de que allí se encontrara el chico, pero le pareció lo más lógico teniendo en cuenta que era el último piso y él era el jefe.
Las puertas se abrieron, mostrando un piso mil y una veces más pacífico que el primero… incluso le sorprendió ver que la recepcionista que se supone debería estar allí no se encontraba y le apantalló aún más notar que no había ningún tipo de "guardia" por el alrededor. Con inseguridad, la muchacha salió de aquél elevador y se dirigió paso a paso a la puerta del fondo… aparentemente, una doble puerta de madera fina. Lili ni si quiera se tomó la molestia de tocar, algo en su interior le decía que era el lugar correcto; así que poco a poco, postró su mano sobre una de las perillas y dándole la vuelta, la puerta se abrió…
-¡Jin Kazama!- Habló en tono fuerte la muchacha a la vez que azotaba la puerta, no obstante, el susodicho no parecía asombrado… en realidad, ni si quiera había apartado su vista de algunos papeles sobre su escritorio -¡Te estoy hablando!- Dijo una vez más la ojiazul, indignada por ver que el joven no le prestaba la más mínima atención.
-¿Viniste otra vez a matarme Rochefort?- Cuestionó Jin con seriedad y aún con la mirada perdida en dichos papeles, ésta no era la primera vez que la chica lo amenazaba de muerte o algo así –Deberías buscarte otro método… comienzas a aburrirme- Ésta vez, Kazama levantó la mirada… esa mirada fría que irónicamente, derretía a la rubia.
-No… ésta vez no es así- Respondía Emilie tratando de controlar sus deseos indomables por ver aquellos acaramelados ojos.
-¡ARRIBA LAS MANOS!- Ordenaba una voz masculina a la vez que ponía la punta de su arma sobre la cabeza de Lili.
-Por favor… ¿Qué manera es esa de tratar a la hija mimada del señor Rochefort? El, "donador"… de sus campos petrolíferos para el Mishima Zaibatsu- Comentó con cinismo el pelinegro –Bajen sus armas y lárguense de aquí- Ordenó con fastidio, cosa a la cual no pudieron negarse aquellos cuerpos de seguridad. Jin caminó nuevamente a su asiento, e ignorando a la chica, continuó checando cada detalle de los papeles allí presentes.
-¿Por qué no los dejaste que me llevaran?- Preguntó la joven ignorando el comentario antes dicho a sus empleados.
-Supongo que es una de las ventajas de ser la hija de un padre cuyos recursos necesito- Contestó el líder del Mishima Zaibatsu de manera fría.
-Escúchame muy bien Kazama… vine a hacer las paces contigo pero tampoco voy a permitir que hables así ni de mi padre ni de su empresa- Azotaba con fuerza el escritorio del pelinegro, por lo que el muchacho postró su mirada sobre ella… amenazante.
-No me interesa hacer ningún tipo de trato contigo, no voy a ayudarte ni a ti, ni a tu padre, ni mucho menos a su empresa- Contestó el chico suponiendo cuál podría ser el motivo de su "paz".
-¿Podrías callarte y dejarme hablar?- Decía la rubia disfrazando a la perfección toda sensación que el líder del Zaibatsu le provocaba; más el susodicho parecía fastidiado –Vine a ayudarte…-
-¡Ya te dije que no necesito tu ayuda!-
-No estoy hablando de las empresas… ¡Hablo de Azazel!- Gritó Lili harta de que el joven no la dejara dar su "discurso".
-… ¿Cómo sabes de eso?- Cuestiono él con cierto asombro, incluso, dejó de lado todo lo que hacía en ese mismo momento.
-Eso no importa. Lo único que te diré es que me he prometido a mí misma matarte con mis propias manos… así que no dejaré que esa bestia lo haga Kazama- Mintió la chica, excusando su ayuda para con él. Jin simplemente le regaló un media sonrisa burlona… ¡Esa mujer era tan terca! Pero de alguna manera… fue algo que le llamó la atención.
-¿Así que eso es lo que quieres a cambio? Entonces creo aún tienes mucha más gente que aniquilar para ser la única que quiera degollarme, si no, alguien más podría ganarte ¿Sabes?- Se burló el muchacho.
-¿Crees que no soy consciente de la mucha gente que piensa igual que yo sobre ti? ¡Eres uno de los hombres más buscados!-
-Deja de hacerme perder mi tiempo- Una vez más, el japonés volvió su mirar a ciertos papeles sobre su escritorio.
-Ambos sabemos que puedes morir… por mucho poder que tengas, por mucha gente que tengas a tu disposición y ni por muchos demonios que tengas dentro de ti. ¡Esa cosa es legendaria!-
-¿Si te digo que si dejarás de molestarme… al menos por ahora?-
-Sí… sólo por ahora, ya que sabes mi objetivo-
-Bien… entonces irás-
Acto seguido, Kazama se levantó de su silla para dirigirse a la salida de su oficina mientras que Emilie simplemente lo seguía…
-Señor… el helicóptero que solicitó está listo- Dijo una empleada del lugar, cosa a la cual, el chico ni si quiera se dignó a dar gracias.
-¿Qué hace ella aquí?- Preguntaba Nina con cierto disgusto al notar quién seguía a Kazama.
-Eso a ti no te concierne… sólo eres una guardaespaldas- Contestó Lili de forma altanera y con una gran sonrisa dibujada en su rostro mientras subía al helicóptero, cosa por la cual, la mujer sentía no poder contener su ira.
-… Ella tiene razón- Por mucho que odiara decirlo, Jin sabía qué; tal cual lo había dicho Rochefort, Nina no tenía por qué meterse en ese estúpido asunto. Si la chica estaba allí, era por algo y punto.
Ambos; líder y guardaespaldas, subieron al helicóptero de la compañía en dirección a Egipto, exactamente a unas ruinas en medio del desierto. El vuelo había comenzado, y el camino sería bastante largo. Todos se mantenían en silencio, más para Emilie, aquél silencio era mucho más que incómodo… Jin y Nina parecían no sentir ningún tipo de emoción, o eso parecía debido a sus rostros serios ¿Es que acaso ninguno sentía miedo? Ya que para Lili, la situación era terrorífica y perturbadora ¡Todos podrían morir a causa del "sacrificio" de Kazama!
La muchacha trataba de dejar atrás todos y cada uno de sus pensamientos negativos, y mientras lo lograba; otra cosa más se le interponía, aquellos ojos acaramelados del japonés, su mirada fría, la manera en que fruncía el entrecejo, su cabello… ¡Mierda! Con un hombre así justo en frente suyo ¿Cómo era de suponerse que se concentraría en batalla? Sea como fuese, Emilie logró apartar sus azulados ojos del chico.
Doce largas horas transcurrieron, Lili había caído presa del sueño mientras se encontraba incómodamente sentada en uno de los asientos del helicóptero. Ciertos ojos color caramelo se postraron en ella, ¿Y cómo no hacerlo? Si la tenía justo en frente, indefensa y bastante ¿Angelical? Pero qué tontería… cómo si nunca hubiese visto a alguien dormir.
Poco a poco, el transporte aéreo bajaba a la tierra… el descendimiento del helicóptero provocó que la joven rubia abriera sus ojos lentamente dejando a la vista su color azul. Pudo divisar a la perfección las ruinas en las que; sabía, se encontraba el ya mencionado demonio.
Bajaron del transporte para dirigirse a la entrada del lugar adornado con varias columnas y una puerta enorme. Sin aparente temor, el líder del Zaibatsu abrió la rechineante puerta para encontrarse con un largo pasillo y lo que parecía… ¿Un par de personas en el fondo? ¿Qué no se suponía que el lugar estaba completamente desierto y deshabitado? Por suerte para Jin… sabía de quién se trataba, y por nada del mundo dejaría que se interpusiera en su camino. Decidido y sin importarle que ambas rubias lo seguían, Kazama se adentró por aquél pasillo para hacerle cara a su enemigo, sin embargo, Lili estaba nerviosa… no se esperaba que aquél hombre pudiese estar allí también, eso dificultaba aún más las cosas.
-… Jin- Pronunció el hombre con una sonrisa malévola.
-Kazuya- Dijo el chico de igual manera omitiendo el gesto "sonriente". Definitivamente, dicha "presentación" le había puesto a Emilie los pelos de punta, mientras que la mujer guardaespaldas se postraba cómo si nada estuviera sucediendo, a pesar de que su "linda" hermanita también se encontrara ahí, a lado de su jefe.
Sin darse cuenta, los cuatro antes mencionados se pusieron en guardia y comenzaron a desencadenar feroces ataques dejando a Rochefort perpleja.
Anna lanzaba varias patadas a una velocidad increíble, más no lo suficiente como para detener a su rubia hermana Nina, quién se defendía bloqueando aquellos ataques. Nina midió perfectamente el siguiente golpe de la castaña para convertirlo en un contraataque que la hizo caer al suelo; ¡Ése era el momento perfecto de acabarla! Sabía que vencer a su hermana nunca había sido un gran problema, pero ésta vez había sido demasiado fácil y rápido. La rubia con coleta postró su pie sobre el cuello de su hermana, lastimándola y aparentemente ahogándola, sin embargo… Anna no estaba dispuesta a perder; por lo que, con dificultad, la castaña tomó con ambas manos la pierna de Nina, y torciéndoselo, pudo hacerla caer para hacerle un tipo de sumisión.
Mientras tanto, Jin y Kazuya también peleaban sin planes de ser derrotados, haciendo aparente caso omiso de la pelea entre las hermanas Williams y la perplejidad de Emilie Rochefort. La chica estaba en shock, y sin saber a quién ayudar, optó por dar una alta patada a Anna Williams, tomándola por sorpresa y dándole justo en el blanco para que la mujer quedara inconsciente en el piso, motivo por el cuál, Nina no lucía muy agradecida; no obstante, la guardaespaldas corrió en apoyo a su líder quién parecía vérselas difíciles… ya que Kazuya parecía tener cierta ventaja en la pelea.
Nina pareció salir de la nada con una cadena de fuertes ataques que Kazuya Mishima esquivó sin problema alguno para después depositar toda su fuerza en un puñetazo directo al estómago de la mujer provocándola volar por los aires y abollar una de las grandes columnas que yacían allí, dejándola en la inconsciencia de igual manera que su hermana.
Lili quedó impactada ante la facilidad en que Kazuya había hecho tal cosa. Se armó de valor, y reuniendo toda su concentración y su fuerza, lo atacó mientras Jin parecía hacer exactamente lo mismo.
Los tres mantenían un ritmo en la pelea en el que; aparentemente ninguno lograba hacerse daño, definitivamente no había ningún tipo de sincronización entre Lili y Jin… cosa por la cual Kazuya tomó ventaja. Emilie iniciaba una de sus elegantes patadas cuando Mishima ya la estaba esquivando a la vez que depositaba un fuerte puñetazo en la cien izquierda de la muchacha dejándola mareada a la vez que sangraba. Fue entonces que Kazuya vio una gran oportunidad, tomando a Rochefort como rehén a la vez que sacaba una pistola de uno de los bolsillos de su muslo y la apuntaba a la cabeza de la joven.
-¡Se acabó!- Exclamó Kazuya de manera agitada ante la pelea.
-¿Acaso le piensas disparar?- Preguntó Jin de manera fría, cómo si no le sorprendiera.
-Yo creo que… la trajiste por algo- Dijo Mishima con una sonrisa malévola, estaba claro lo que pensaba.
-Adelante… hazlo. Como si me importara- Decía el chico mientras sus gestos realzaban sus palabras.
-¿Qué?- Gritaba sorprendida Lili mientras trataba de controlar su mareada vista ante el golpe, ¿De verdad no podía dejarla morir así o sí? Sin embargo, Kazuya sólo soltó una carcajada burlona al mismo tiempo que comenzaba a oírse cómo poco a poco oprimía el gatillo. Su corazón tomó una velocidad increíble y cerró sus ojos con fuerza ¡Jamás creyó que su vida terminaría así! En ese momento no tenía la fuerza ni la vista en buen estado como para defenderse justo como cuando la secuestraron… y Kazama, no haría nada. No obstante; Jin, a pesar de semblante frío y sin importancia, por dentro, se encontraba nervioso ¡Nunca había visto morir a alguien con un balazo en la cabeza y mucho menos tan de cerca! No estaba seguro si Kazuya lo haría o no; pero, a decir por sus acciones… lo haría.
El gatillo estaba llegando a un punto en el que la bala parecía estar ya presionada a salir con potencia. Con un movimiento extremadamente veloz, Jin soltó una patada directo al arma de su "padre", provocando que éste la soltara a la vez que la pistola caía al suelo con un disparo a ningún lugar. Fue hasta entonces que Kazuya había bajado toda guardia y Kazama, aprovechándose de ello, le soltó un gancho al hígado lo suficientemente fuerte como para dejarlo débil, más eso, era casi imposible… un gran grito proveniente de Kazuya Mishima se hizo notar a la vez que se daba lugar a su transformación en demonio para después irse volando de allí; dejando a Jin sólo observando el camino por cielo en que se iba.
-Al fin- Dijo Lili en voz casi inaudible debido a lo débil que ya se encontraba.
-¡Todo esto es culpa tuya!- Gritaba Kazama al tiempo en que se aproximaba a la chica con enfado y tomaba el arma que Kazuya había dejado para apuntarla a la rubia Rochefort.
-¡NO!- Gritó la chica con temor queriéndose alejar del pelinegro y tropezándose con una roca, haciéndola caer y dejándola indefensa en el piso.
-¡Debí dejar que Kazuya te matara!-
-No… yo sólo quise ayudar- Decía la muchacha en sollozos mientras se cubría con sus manos, como si con éstas pudiese detener la bala.
-¡No sé ni por que dejé que vinieras!-
-¡YA BASTA KAZAMA!- Gritó Lili con valor y harta de su actitud –En vez de culpar a cualquiera que se interpone en tu camino deberías de dar gracias a quienes te ayudan… ¡Eres un idiota! ¡Un idiota que no valora las cosas buenas que tiene en la vida, cómo las personas! ¿Acaso tienes idea de lo que tus pocos amigos han tenido que pasar por ayudarte?, ¿Acaso tienes idea de lo que yo hice y dejé por ayudarte en tu sacrificio?-
-¿Y acaso tú tienes idea de lo que yo he tenido que vivir?- Gritaba él de igual manera sin dejar de apuntarla con el arma ¿Qué mierda le pasaba a esa chica? ¡Nunca alguien se había atrevido a hablarle así a Jin Kazama! Al menos ninguna mujer.
-Tal vez no sé lo que se siente el llevar un demonio dentro mí pero si sé lo que es perder a una madre-
-A mí me la arrebataron-
-Y no sabes si ella va a volver… no tienes idea si está viva o no, por eso deberías de apreciar a las personas que te quieren- Dijo la muchacha tranquilizándose un poco mientras que una gruesa lágrima hacía un recorrido por su pálida mejilla.
-No sé de qué hablas-
-… Y-yo…- Comenzó Emilie a tartamudear -… Moriría por ser tu amante, así me tenga que perder en el mar. Incluso volaría por escuchar tu solemne voz y te gritaría ¡Mi amor! A través de los sangrientos huracanes de guerra que sueles hacer… ¿Dirías que sientes lo mismo por mí y te romperías para salvar mi sangre? ¡Lo dudo!-
-… Pues… dudas bien- Contestó con frialdad el joven, pero algo en su interior se había conmovido… ¿En realidad aquella rubia podía sentir todo eso por él? ¡Le parecía imposible! Y en verdad no lo creía dado a sus anteriores actos de asesinarlo.
-Lo sabía- Comentó Emilie con voz triste –No me conoces… ¿Cómo ibas a sentirlo?-
-Te conozco más de lo que crees… aún así no tengo por qué sentirlo- Decía Jin con enfado cuando dejó salir un disparo de la pistola; el cual, rosó el fino cabello rubio de la muchacha haciéndola llorar ante el sonido y la idea de haber podido morir ante dicho tiro.
-… Es increíble ver todas las maneras en que puedes perforar mi corazón… un tiro limpio que no me mató y un tiro limpio de palabras que… lastimaron- Sollozaba la ojiazul.
-¡Deja de jugar conmigo a la enamorada Rochefort!-
-Tú siempre crees que nadie te habla con la verdad. Llevo meses siguiéndote… traté de acabar con tu vida pero… investigué tanto sobre ti, miré cada gesto en tu cara y en tu alma… y, me enamoré. No busco que mueras, ya no busco venganza… por el contrario, sólo quiero que salgas vivo de esto. Prometo que después me alejaré y no sabrás más de mí… para que sepas, que te estoy diciendo la verdad- Se sinceró la muchacha ésta vez tranquilizando sus pensamientos y sus impulsos.
-Estás muy débil, mejor sería que te fueras de una vez- La trató de convencer mientras bajaba su arma y ella se acercaba aún más a él.
-Ni tú ni nadie me da órdenes Kazama… ni por mucho amor que sienta por ti- Lo afrontó la chica al mismo tiempo en que lo pasaba de largo y se dirigía al gran portón en el que seguramente se formaría Azazel.
-¡Eres muy terca!- Le dijo él con seriedad.
-¿Y tú no?- Lo volteó a ver con sus dulces ojos color azul, esos ojos a los cuales Jin sintió necesidad por observar más de cerca, por lo que acortó la distancia entre ambos, dándole espacio a un serie de sentimientos que no tenía idea que pudiesen si quiera existir en él ¿Cómo se lo decía? ¡No debía y no podía!
-N-no… haríamos un buen par- Kazama le cortó sus "ilusiones" por la paz.
-Eso no lo sabes- Se dignó a decir la joven –En fin… ya dije lo que tenía que decir, cumpliré con el trato, te ayudaré con Azazel y me desapareceré de tu vida para siempre-
-No hubo trato alguno-
-No me importa… sólo quiero que me creas- Lili se dispuso una vez más a abrir el portón… pero la masculina voz de Jin la detuvo.
-¿No me vas a preguntar?-
-¿Qué cosa?- Cuestionó la muchacha sin entender de qué demonios hablaba ¿Es que pretendía que le preguntara algo así cómo, quieres ser mi novio, para después rechazarla? ¿Qué mierda le pasaba? Una cosa era que lo amara y otra muy diferente que lo dejara jugar con ella.
-¿Cómo y qué es lo que sé de ti?-
-Ah eso… no- Dijo Lili sin más.
-¿Por qué no?-
-P-pues… no lo sé-
-¿Crees que no sabía que me seguías?- Interrogó el chico con aquella seriedad que lo caracterizaba.
-¿Y eso qu… ?- Trató de preguntar pero fue interrumpida.
-No fuiste la única que hizo investigaciones- Se atrevió Kazama a decir… ¿Qué más daba? ¡Se lo diría! Aún sin saber con certeza sobre los sentimientos de ella… estaba a punto de morir ¡De eso estaba seguro!
-¿De qué hablas?-
-Me informaron que alguien nos seguía constantemente y resultaste ser tú. Esperé un ataque tuyo como los anteriores, dispuesta a verme muerto pero… te dilataste mucho en atacar así que investigue todo sobre ti. Al igual que tú, te tuve en la mira todo éste tiempo; me identifiqué contigo sobre el gran amor que le tienes a tu padre y todo lo que has hecho hasta ahora por él… N-no, no fuiste la única que sintió algo así- Se sinceró esta vez Kazama con la mirada perdida en la nada ¡No podía mirarla a los ojos! Ni tampoco estaba seguro de que eso fuera amor. De lo que sí estaba seguro, era de que ahora se odiaba por "abrirle" su corazón de esa manera… la chica no sólo era hermosa, si no que parecía ser la única que entendía un poco lo que vivió respecto a su madre y parecía tener un corazón duro y a la vez noble.
-… ¿M-me estás diciendo que…?-
-¡Sí eso quiero decir! Ahora, no puedes entrar conmigo… como ya te dije estás débil y sólo yo puedo destruir a Azazel-
-Pero puedo ayudar-
-Creo que ya comprobamos lo efectivas que tus "ayudas" pueden ser- Dijo Jin refiriéndose a lo que había sucedido hace unos pocos momentos con Kazuya.
-Creo que ya entiendo por qué tu comentario acerca de que no haríamos buen par- Se comenzaba a resignar Rochefort, no obstante, Jin le regaló una media sonrisa… su comentario le había parecido adorable, y por eso… ahora creía exactamente lo contrario sobre dicho comentario, pero por nada del mundo se lo diría a la rubia.
-Anda… ayuda a Nina y llévala afuera a un lugar seguro con la Tekken Force-
-¡Tú sólo no resistirás!-
-Lo haré… y valdrá la pena- Jin se postró enfrente de la chica, comiéndose sus enormes ansias por besarla y experimentar aquello. ¡No podía hacerlo… no tenía idea de cómo hacerlo! Por lo que postró sus carnosos labios sobre la frente de la joven y depositó un tenue beso sobre ésta mientras los azulados ojos de Lili lo veían con ternura y esperanza, asintió con la cabeza a la vez que las lágrimas hacían acto de presencia en su bello rostro.
Ciertos quejidos rompieron el momento sin dejar que Rochefort lo pudiese abrazar o besar ella misma. Nina trataba de levantarse… por lo qué Lili, aún con su mirar triste sobre Jin se dirigió hasta ella para ayudarla a levantarse y salir de aquél fúnebre lugar. Ambas estaban por cruzar la primera puerta por la que habían entrado al gran pasillo de aquellas "ruinas" cuando Emilie volteó una vez más para observar al hombre que apenas hace unos meses había empezado a amar y al que probablemente no volvería a ver jamás. Él igualmente la miraba, sabiendo que todo nuevo sentimiento por ella estaría perdido, sabiendo que jamás iba a poder darle la razón y experimentar un nuevo estilo de vida a su lado, sabiendo que aún sin tener claro al cien por ciento todo sentir por ella… dentro de él… podía sentir que en realidad, la amaba y la seguiría amando en silencio.
¿FIN? *xD
No lo sé, ustedes díganme… aún podría agregar un capítulo más a esto, pero necesito opiniones y demás *
Espero de igual manera que este One Shot (?)* haya sido de su agrado. Yo lo disfruté n.n* traté de dejar a los personajes lo más posiblemente cerca de sus personalidades, y es que así me lo imaginé… Una Lili que no se da a torcer a la primera por muy enloquecida que la traiga un hombre y escudándose en mentiras, pero al saber que probablemente lo perdería para siempre ¡VAMOS! Lili no es de piedra *xD así que lo dice y saca a la luz todos sus sentimientos por él *-*
Y en cuanto a Jin, igualmente así me lo imagino ante una confesión de alguien que tiempo atrás lo quiso matar, creo que es obvio que desconfíe *xD por mucho que el comparta el mismo sentimiento, es su pellejo antes que nada Jaja aún así, decide confiar en ella y él también le confiesa cómo es que sabe de su madre y bla bla bla *xD ¡SI! Jin parece no tener corazón para las mujeres… pero para mí, él sigue siendo un hombre, con sentimientos y que busca alguien que pueda entender el por qué de sus acciones sin que se lo reproche.
No sé si compartan la misma idea que yo, me gustaría saber sus opiniones n.n* Como ya dije… en lo personal me gustó cómo quedó, y si desean el otro capítulo, sólo díganlo en un review n.n*
Les mando un abrazo enorme! Muchos saludos y muchísimas Bendiciones! *:D
Mss. H,O. Veela Ishikawa. ..*
*:3
