Ahora todo se desvanece
¿Habrá algo después de la muerte?
solo se que pronto lo sabré
tu alma se fue de mi mundo
y ahora iré a buscarla

La vida y la muerte, estos dos hechos de la naturaleza tan distintos entre si, son las que ponen un inicio y un fin a la existencia. Son quienes marcan un antes y un después, Desde el inicio de los tiempos estos dos hechos han marcado presencia, dando y quitando existencias.

La vida siempre ha sido como la cara blanca de la moneda, ella es quién da, otorga y empieza una nueva existencia. Sin ella nada de lo que conocemos existiría: los arboles, los pájaros, los perros, las plantas, ect, hasta nosotros mismos no estaríamos donde estamos sin ella. La vida es vista como una bendición, un milagro, muchas personas le han otorgado el poder de la vida a alguna divinidad, pero ellos no se dan cuenta que la vida nos pertenece a nosotros.

Uno puede elegir dar vida, todos podemos darla, no solo las madres al dar a luz una pequeña existencia,todos la podemos dar. Dar vida no solo es dar a luz, sino también ayudar al prójimo, salvar a un animal, brindarle apoyo a quien lo necesita; esas son diferentes formas de dar vida.

Por otro lado, la muerte es completamente todo lo contrario a la vida. La muerte es quien, arrebata, extingue y deshace toda existencia. A ella se la puede caracterizar como la cara negra de la moneda, ella siempre ha sido repudiada, cuando ella hace actos de presencia todo a su alrededor se vuelve un mar turbio de emociones negativas, Ella solo trae mucho dolor, angustia y sufrimiento, por lo tanto nadie quiere tenerla cerca. Aunque existen locos aventurares que anhelan llegar a ella.

Estos polos puestos están separados por una fina línea, la cual separa blanco de negro, vida de muerte. Esa frontera es tan fina como la que separa al amor del odio. Muchas personas caminan sobre esta línea, inclinándose para un lado más que para el otro. Las personas que se aferran a la vida caminan inclinándose hacía el lado derecho, algunos se inclinan tanto que pierden el equilibrio cayendo a la vida,a otros el destino les juega una mala pasada haciéndolos caer a la muerte. Y otros tan solo desean saltar al lado de la muerte, un claro ejemplo es la pequeña Hinata quien en estos momentos se debate sobre vivir o morir.

Pov Hinata

"Ya no lo soporto, ya no soporto los insultos de mi padre,ya no quiero ver su cara de desprecio. No quiero volver a escuchar sus gritos, no quiero volver a ver la cara de burla de Hanabi. Ya no lo soporto, quiero desaparecer, no quiero seguir viviendo, quiero ir con mi madre. Quiero volver a ver al único ser que me ha amado de verdad, quiero estar con ella y volver a sentir que le importo a alguien.

Quiero morir, no quiero vivir,ya he perdido las esperanzas, no tengo porque vivir, no tengo una razón para seguir con vida, estaría mejor muerta. No tengo ni un solo amigo en el mundo, mi familia me odia, entonces ¿Para que vivir?."

Limpie una lágrima traicionera que se escapaba de mi ojo derecho . Mire la bañera, suspire y comencé a desvestirme, tan solo me deje la ropa interior. Me metí lentamente, apoye mi cabeza contra la punta y sujete ambas manos a los lados de la bañera. Cerré los ojos, dejando caer algunas lágrimas, acto seguido me hundí.

Estuve bajo el agua apenas medio minuto puesto que nunca he tenido una buena resistencia. Sabía que ahogarme no iba a ser la mejor solución ya que es parte de la naturaleza humana tratar de sobrevivir al agua. Pasé mis manos sobre mi rostro y lo seque con ellas cuanto pude, luego de unos segundos de tan solo mirar a la nada y calmar mi agitada respiración me estiré y tomé una pequeña caja negra, la abrí y de allí saque una cuchilla.

Me senté en la bañera dejando un poco al descubierto mis piernas, acerque la cuchilla a mi pierna derecha, la presioné contra la piel y luego la deslice. Dolió, pero no tanto como las palabras de desprecio de mi padre "estorbo", "inútil", "débil", "aprende de tu hermana", "compórtate como una Hyuuga". "eres una vergüenza", la herida comenzó a sangrar y sentí como una pequeña parte de la soledad de mi interior se iba junto a mi sangre. Seguí cortando mi pierna varias veces más, cada corte era más profundo que el anterior, pase a mi otra pierna y repetí el mismo proceso que en mi pierna derecha.

Cuando acabé con mis piernas las hundí dejando que el agua hiciera arder mis heridas, se sentía bien, por primera vez en mucho tiempo me sentía viva. El agua a mi alrededor se estaba tiñendo de carmesí, suspire y retomé mi trabajo pero ahora comencé con mi brazo izquierdo.

Estaba nerviosa, sabía que los brazos no serían lo mismo que las piernas, suspiré, no era hora de acobardarse y volver atrás, ya lo había decidido, por una vez en mi vida "no voy a ser débil". Es bastante irónico pensar que no quiero ser débil puesto que estoy cometiendo el mayor acto de cobardía.

Tomé una gran bocanada de aire, luego lo solté lentamente, cuando me hallé un poco más tranquila comencé con mi brazo.

Primer corte, la sangre que emanaba era mucho más que la de mis piernas, seguí cortando mi brazo. La sangre que brotaba de mis heridas descendía por mi cuerpo hasta llegar al agua y ahí se homogeoniza formando un liquido carmesí, el olor a sangre hizo acto de presencia en todo el baño.

Mis manos me temblaban y las lágrimas no tardaron en aparecer, no lloraba por el dolor o miedo, sino por el hecho de caer en cuenta que iba a morir sola, probablemente nadie irá a mi entierro, solo va a estar el sepulturero y porque es su trabajo.

Esboce una sonrisa ladina pero llena de amargura, era un hecho, iba a morir sola, siempre he estado sola ya no me debería de preocupar por eso. Cerré mis ojos con fuerza, luego los abrí lentamente, mire a todos lados.

-"Ya no hay vuelta atrás"-. Me dije a mi misma para luego con mano temblorosa y vista nublada terminar el trabajo.

Procedí a cortar mi brazo, lo hice como pude, mi vista y pulso no me ayudaron en nada. Deje caer la cuchilla sobre los azulejos del suelo, algunos se mancharon con mi sangre , inhalé aire me sentía mareada, mi vista estaba totalmente desenfocada, el corazón me latía muy rapido pero aun así sentía que cada palpitar era más débil, se estaba acercando mi fin, el fin de mi existencia.

Cerré mis ojos, ya no oía nada, nisiquiera sentía mis latidos, era como si ya no tuviera un cuerpo, ya no sentía frío, ya no sentía nada.

.

.

.

Y ahora...¿que deparara de mi el destino?

.

.

.

¿Cumpliré mi cometido?

.

.

. ¿Viviré o moriré hoy ?

.

.

.

Notas del autor:.

He aquí el arreglo de este fic, agradezco mucho su apoyo en el otro capitulo, pero es que no me convencía del todo, lo leí una y otra vez y no me gusto, por eso preferí cambiarlo. Toda la idea es la misma lo único que cambie fue el capitulo. Espero que no se molesten por haberlo cambiado.

Los personajes son propiedad de Masashi.

Me habia olvidado D: Hina tiene 14 no 10, fue un error mio, nose como es en sus paises pero a los 14 entramos al liceo, creo que para algunos es secundaria. Gomen !

Saludos, Att: Shiro.