Los personajes de esta historia pertenecen a Stephenie Meyer, lo único que me pertenece es la trama y mi hambre.


Nadie sabe cuánto puede durar un segundo de sufrir.

-Graham Greene

Edward POV.

11:30 a.m. Observo a través de la oscuridad del sucio callejón a la gente de la plaza; celebran su fiesta ajenos a mi peligrosa presencia, sus pensamientos inundan mi mente.

11:34 a.m. Veo a una rata que huye de mí y se esconde en el basurero.

11:40 a.m. Me permito cerrar los ojos durante un momento.

Para los de mi especie, el tiempo no significa nada, diez minutos nos son iguales a diez años. Después de unas décadas dejamos de tener noción del tiempo, y comenzamos a creer que llevar la cuenta de éste es algo banal y superfluo.

Podemos quedarnos sentados y ver cómo avanza la humanidad en apenas un suspiro. Llegamos a ser muy pacientes.

No tenemos problemas con eso, somos malditamente eternos.

Pero en estos momentos desearía que el tiempo pasara un poco más rápido.

Durante toda mi vid…Durante toda mi existencia creí firmemente que el ser eterno era un castigo más que conlleva convertirse en vampiro; un monstruo letalmente hermoso sin alma, en un ser despiadado con sed de muerte.

No importa cuánto lo nieguen los demás, somos monstruos, animales.

Mi familia y los Denali se empeñaban siempre en parecer humanos, hacían cualquier cosa que los acercará más a la vida, intentos muy estúpidos: estamos muertos, no hay sangre que recorra nuestras venas, nuestro corazón está detenido y jamás volverá a latir, la sangre de cualquier otro ser viviente se ha vuelto nuestra fuente de alimento.

Yo fui un completo hipócrita. Los juzgue tantas veces por sus acciones y sus pensamientos sobre ser humanos, pensé en ellos como seres de mentes débiles, cuando yo anhelaba exactamente lo mismo; poder volver a sentir las cosas como un humano, sentir frío y calor, tener la capacidad de dormir y soñar, de tomar tanto hasta emborracharme y olvidar, de envejecer con los años, y poder morir sin esfuerzo alguno. Sí, yo les envidiaba tantas cosas a los humanos, cosas que ni ellos mismos pueden llegar a apreciar, como el simple hecho de tener un corazón latente.

Nunca culpe a Carlisle por convertirme en lo que soy, él sólo cumplía la última voluntad de mi madre biológica.

Pase casi cien años viendo el mundo de manera plana y monótona, aún más después de mis años de rebeldía. Yo me comportaba malhumorado y melancólico, haciendo gran contraste con los demás miembros de mi familia, era la oveja negra.

Todo los días eran completamente iguales, ir a la escuela —o más bien: el purgatorio—, intentar mezclarse, no crear sospechas de nuestra condición, volver a tomar materias que hemos visto ciento de veces y sabemos a la perfección, por mi parte soportar los pensamientos estúpidos de todos los que me rodean y finalmente regresar a casa.

No se le podía llamar ¨vida¨ a eso.

Todo cambió un día, el diecinueve de enero del 2005 para ser exactos, cuando me tope con una chica nueva de ojos marrones profundos, cabello liso y largo que desprendía un olor a fresas, pálida, frágil, torpe, con una mente silenciosa y con un aroma tan delicioso que fue capaz de despertar al monstruo que habita en mí.

Isabella Swan cambio mi manera de ver el mundo, derrumbó en segundos los muros que había tardado décadas en forjar. Llegó a mí como un ángel de salvación, como una señal de que la felicidad es posible incluso para un monstruo. Bella era mi mundo, mi amor, mi felicidad, mi todo. Estar con ella me era suficiente, no necesitaba nada más que ver sus ojos llenos de amor; la emoción me invadía cada vez que ella ensanchaba una sonrisa, la amaba a ella y a su torpeza, y besarla… era simplemente la mejor sensación que he tenido durante toda mi existencia.

Oh, pero yo arruine todo.

Me crié en una época llena de ética y moralidades, en donde la mentalidad victoriana estaba en la cima. Mis padres biológicos y yo seguíamos los estándares idealistas que dictaba la sociedad en aquel entonces, ser puristas y asistir a la iglesia cada domingo. Conserve mi comportamiento sofisticado y anticuado, con las mismas ideas acerca del amor que se preservaban a inicios del siglo xx, en donde éste era sencillo, se cortejaba a la amada durante unos meses, tal vez habían dos o tres besos, el hombre pedía su mano a su padre y después se celebraba la boda, la mujer se quedaba en casa con los hijos que pudieron conceder mientras el hombre trabajaba, y al final envejecían felices juntos.

Nunca había deseado más que eso: un amor sencillo y duradero.

Pero Bella no sólo desató un monstruo lleno de sed, sino también uno lleno de deseos carnales, y parecía ser consciente de ello. Ella me llevaba al límite, los besos de un momento a otro dejaban de ser dulces y delicados y pasaban a ser apasionados y desenfrenados. En ocasiones llegaba demasiado lejos y me encontraba con mis manos ya debajo de su blusa y ella con las suyas tocando mi pecho, cuando me separaba para calmarme lograba ver la desilusión en sus ojos. Si tan sólo supiera que la deseaba de la misma manera que ella a mí, pero yo sabía que si continuamos podía lastimarla, y se lo dije tantas veces; pero ella no comprendía la gravedad de la situación, no comprendía que tan sólo y sin proponermelo podría derrumbar un edificio con sólo un pequeño golpe.

Después que pasó lo de James comencé a pensar que, conmigo, Bella nunca iba a estar segura, pero fui tan egoísta que sólo pensé en que no quería dejarla, que no importaba nada y la quería siempre a mi lado.

Claro, no sabía que unos meses más tarde Jasper la atacaría, y se vería amenazada por mi familia en unos segundos. Allí de verdad comprendí que Bella no podía permanecer en mí mundo, que debía de estar con los humanos ya que sino corría peligro.

Y como un idiota, tome una decisión estúpida, la abandone haciéndole creer que no me convenía, que no era suficiente para mí y que la olvidaría con otras distracciones, ¡oh!, ¡qué vil y despiadada mentira!

Todo el tiempo quise desmentirme, decirle que en realidad la amaba demasiado, quería pedirle perdón y acogerla en mis brazos, acariciar su cabello y besar sus labios, pero no me lo permití. También esperaba a que ella se diera cuenta de mi actuación, pero creo que un corazón roto hace que los ojos pierdan la capacidad para ver con claridad.

Hice que toda mi familia y yo nos fuésemos de Foks, no permití que se despidieran de Bella, ¨Una ruptura limpia¨ pensé en ese momento.

Nos fuimos a Nueva York a un lugar llamado Ithaca, en donde Carlisle comenzó a enseñar por las noches a tiempo parcial en la Universidad de Cornell.

Estar en casa era horrible, todos se lamentaban haber dejado a Bella, intentaba ignorar sus pensamientos ya que muchas veces me decían que lo que hice no fue correcto y querían que regresáramos. ¿Por qué no hice lo que me pedían?

Me fui de allí, no lo soportaba más. Recordé a Victoria, y en que seguía suelta por ahí, y comencé a buscar su rastro, lo encontré después de un tiempo, lo seguí y me guió hasta América del Sur, en donde la perdí.

Me comunicaba muy de vez en cuando con mi familia, y casi nunca decía algo.

Sé que el disgusto de Alice era enorme, le había prohibido espiar a Bella o comunicarse de alguna manera con ella.

Me quede en una de nuestras casas en Río, Brasil, y allí estuve durante meses hundiéndome cada vez más en mi miseria. No me movía más que para cazar después de largos periodos de tiempo. Cuando llegó el trece de septiembre, recuerdo haber musitado ¨Feliz cumpleaños Bella¨, después cante su nana todo el día.

Desperté de mi letargo un día de abril, cuando Alice llamó una y otra vez hasta que respondí. Me dijo que Bella estaba en peligro, Victoria iba tras ella.

Corrí lo más rápido que pude, logré llegar a Forks en menos de un día y me reuní con mi familia allí, pero era demasiado tarde encontramos el rastro de Bella al borde de un acantilado junto con sangre, hallamos la cenizas de Victoria y el débil y casi inexistente rastro de cinco vampiros más, no nos llevó a ningún lado, los olores se mezclaban con el bosque y la lluvia, cualquier intento por encontrarla fue nulo. Ella ya no estaba con nosotros. Tenía que aceptarlo: estaba muerta.

Tuvimos que salir de allí ya que nos encontrábamos en el territorio Quileute. Todos estábamos destrozados, fuimos al pueblo para saber qué sucedió, lei las mentes indicadas y supe que ese día era la boda de Bella con Mike, pero hubo un accidente en donde él salió herido y Bella se fue, nadie sabía de su paradero, habían enviado escuadrones para buscarla, pero estos regresaron con las manos vacías.

Nos fuimos del pueblo, incapaces de decirles a todos que no la encontrarán, y fuimos a Alaska con el clan Denali.

Si antes la situación era mala, ahora era peor, veía la imagen de Bella en cada pensamiento, experimentaba la culpa de Jasper, la tristeza de Esme, la impotencia de Alice, el enojo de Emmett, el arrepentimiento de Rosalie y el agotamiento de Carlisle. Yo me encerré en mi propio mundo, en donde sólo existíamos Bella y yo detenidos en el tiempo en nuestro claro, cantaba una y otra vez su nana.

Soporte los primeros dos años, era fácil fingir no estar allí, después decidí irme nuevamente.

Ronde por el mundo durante tres años más, vi tantos lugares, tantas cultures, hice muchas cosas para poder olvidar mi dolor. Me convertí en alguien egoísta y arrogante.

En ocasiones creía verla, escuchar su dulce voz llamándome, oler su exquisito aroma, me entregaba a esas sensaciones, pero en el fondo sabía que no era real.

Muchas veces pensé en volver a mi antigua dieta de sangre humana, en dejar salir a mi monstruo, pero entonces recordaba a Carlisle y su bondad, no quería deshonrarlo de aquella manera.

Llego un momento en el que me harte de todo, odiaba el simple hecho de estar ¨vivo¨, quería morir y acabar con mi sufrimiento.

Vulturis.

La idea me llego tan pronto como el nombre, allí estaba mi solución, convencería a los Volturi para que me mataran.

Me hallaba en Mónaco, Francia, por lo que el viaje a Volterra fue muy corto. Cuide de mis decisiones, impidiendo así que Alice tuviera un futuro concreto.

Nunca había visto a Aro en persona, así que cuando lo conocí no fue una sorpresa que fuese exactamente como se retrata en las pinturas del estudio de Carlisle.

Actuó cordial y amable conmigo, yo leía su mente, para él yo era una pieza fascinante que deseaba para su colección. Leyó mis pensamientos a través del tacto y supo al instante toda mi historia. Aro era el tipo de personas que sólo buscan más y más poder, no descansan hasta que se aseguran que son indestructibles, así que cuando vio mi deseo por la muerte se negó rotundamente. La imagen de Bella que había visto en mi mente rondaba en su cabeza y ahí repetía una y otra vez su nombre, parecía extasiado y emocionada, sabia de algo que yo desconocía, yo lo ignore y salí de allí para encontrar mi plan B.

11:56 a.m. Abro los ojos. Me levanté del sucio suelo y desabroche los botones de mi camisa para después dejarla en el suelo, me encamine a la boca del callejón por donde se puede ver la gran plaza en todo su esplendor, rebosante de gente que festeja el día de San Marcos. Me quede parado justo en la línea de las sombras que me protegen del sol.

11:59 a.m. Empieza el plan B.


Hello, people.

Quiero decirles que esto es mi historia que había subido el año pasado y que no había actualizados desde entonces.

La verdad es que la abandone ya que sentía que no tenía mucha trama, la escribí cuando tenia trece años (ahora tengo casi quince), no es que no fuera buena o que tuviera muchas faltas de ortografía, es sólo que no me gustó cómo desarrolle la historia. Así que preferí borrarla y reescribirla para volverla a subir ya mejorada, y aquí está, espero les guste, (quien quiera que seas)

Empezaré con el punto de vista de Edward, creo que así habrá más misterio, tratare de ponerle más personalidad a los personajes: aquí podemos ver a un Edward un poco más salvaje pero con los mismos problemas existenciales de siempre.

¿Pueden adivinar qué le pasará a Edward? yo creo que sí.

Espero que me dejen reviews, me pase toda un noche entera escribiendo.