Hola! Soy Satine

Bueno este fic se me ocurrio hace mucho tiempo cuando mi maginacion era el paraiso del Eden xD

Pero lo pude rescatar, haciendo memoria

Bueno sin tanto rollo. Espero les guste

Aclaraciones! Yu - Gi - Oh! no me pertenece es obra de Kazuki Takahashi - sensei

Asi que comencemos!


¿Sabes que es antípoda? Es una palabra que se utiliza para describir el lado opuesto de algo o alguien, también lo más lejano de este…


/Antiguo Egipto/

Una pequeña tormenta al parecer evitaba que la escucharan… a pesar de todo estaba sola, en el desierto ¿Quién podría escucharla? Parecía imposible… sin duda moriría ahí.

Pero muy a pesar de las circunstancias un ladrón, se había adentrado en el desierto para huir de los guardias, sabía que nadie lo encontraría ahí más que la tormenta de arena empezaba a intensificarse de poco en poco. Entonces lo vio un destello color rojo ¿Qué podría ser? Se fue acercando y entonces lo vio, junto a una piedra que rompía el intenso viento del desierto había una canasta se acerco mas hasta llegar a ella y al ver dentro se sorprendió al ver que dentro de esa canasta estaba un bebé pero no solo eso como ladrón lo que capturo totalmente su atención fue el collar dorado que llevaba colgando este tenía una hermosa piedra color rojo.

Como quitarle un dulce a un bebe – sonrió para sus adentros el ladrón.

Pero cuando estiro su mano a punto de tocar el collar, este le produjo un corriente eléctrica que le hizo quitar su mano inmediatamente, gruño y al hacer esto el bebé abrió sus ojos, mostrando el tener unos hermosos color carmesí como la piedra que llevaba. El ladrón levanto la canasta llevándose al bebé y la joya con él.

Al parecer tendré que llevarte conmigo tal vez alguien sepa como quitarte la piedra y así podre deshacerme de ti y quedarme con ese tesoro que llevas – dijo mientras se apresuraba; el bebé solo sonrió


Han pasado ocho años desde ese incidente ya, ella corre de manera intrépida mientras cuida su preciado botín 5 manzanas, su cabello largo y negro ondea con el viento debido a su velocidad, sus ojos carmín eran únicos como joyas, debía apresurarse ya que debe repartir esa fruta con los demás niños que la esperan en el refugio de los ladrones.

- ¡Sigue corriendo tras de mí! – decía de manera burlona mientras el guardia iba detrás de ella.

- ¡Pequeña ladrona, espera a que te atrape! – gritaba

Entonces después de una intensa persecución, logro escurrirse al fin y ahora debía continuar, para llegar al refugio.

- ¡Kidara! – gritaron 3 niños un poco más pequeños que ella, mientras la recibían felices

- Si, si ya voy aquí tienen – mientras les daba la fruta

Entonces un hombre furioso, la levanto de la muñeca lastimándola.

- ¡Mocosa! ¿Robas fruta? ¡Joyas deberías traer!

- ¡Suéltame viejo! – gritaba

- ¡Maldita, me debes tu vida! ¡Si no te hubiera encontrado ese día en el desierto probablemente ya serias una con las arenas! – le gritaba, hasta que ella de una patada lo golpeo y la soltó

- ¡Yo no te debo nada! La única razón por la que estoy aquí es por esto – mientras mostraba el collar – porque ni tu ni ninguno de los de aquí fue capaz de quitármelo y si algo he de robar es comida para ayudar a estos niños, ¡nunca me volveré un ladrón vulgar como tú! – mientras se daba la vuelta y se iba

Así eran las cosas, fue acogida por un "pueblo" de ladrones quienes la tenían solo por la hermosa joya que llevaba consigo pero que por alguna razón solo ella podía tocar. Con los años aprendió a defenderse a pesar de ser una niña apenas se sabía cuidar muy bien y aunque sabía que robar era malo, no tenía otra manera de obtener comida que no fuera a base insultos y golpes.

- Al parecer te han vuelto a reñir ¿no Kidara? – le pregunto de manera burlona un niño de cabello blanco y ojos cafés, quien es el hijo del líder de los ladrones

- Si lo viste para que me preguntas Bakura, además me gustaría irme lejos de aquí tal vez vivir junto al palacio – mientras veía en dirección a este

- Jajajaja debes estar soñando tu nunca podrías estar en ese lugar, te desecharían como una basura en cuanto supieran de dónde vienes – se burlaba de manera cínica

- Debo irme, tengo que conseguir algo para la merienda – mientras se levantaba

- Deberías dejar que se mueran de hambre, eso no te corresponde – dijo algo serio

Lo que Bakura le decía era verdad con respecto al vivir ahí, seria desechada de inmediato en cuanto se enteraran que estuvo con ladrones y fue criada por ellos. Pero no era momento para eso, debía conseguir la merienda.

Llego a la ciudad cerca de palacio, llevaba una capucha pues podía ser descubierta, después de todo acababa de robar en la mañana, hasta que lo vio, una canasta mediana con 3 panes.

¡Qué suerte! – pensó pues estaban ahí y no eran vigilados

Entonces se acerco y de golpe los tomo. Salió corriendo con los panes.

- ¡Ladrona, vuelve!

De pronto el guardia que la había perseguido en la mañana la vio huir.

No creas que volverás a huir, mocosa

En ese mismo punto muy cerca, iba pasando el joven Mahad el es el guardia del faraón acompañado de Mana su pequeña aprendiz.

- ¿Ves? Hoy es un excelente día para pasear ¿no cree Mahad?

- Sí, pero recuerda que no debe ser mucho tiempo, es mas ya deberíamos volv…

Pero se vio interrumpido al ser chocado por una niña que estaba corriendo, en cuanto volteo para ver la razón por la cual corría vio un guardia tras de ella.

¿Una ladrona? – pensó

En cuanto volteo para verla irse, el guardia se detuvo junto a él y dijo:

- Te dije que no escaparías, mocosa – mientras sonreía al tiempo que sacaba una pequeña daga y la lanzaba contra ella

De pronto lo sintió, un dolor punzante en su costado que la hizo caer, al parecer por fin la habían atrapado y ni siquiera sería capaz de defenderse, se había puesto de rodillas y al tocarse donde venia el dolor, vio su mano manchada de su propia sangre y sintió un mareo, todo empezaba a oscurecerse.

- ¡¿Por qué ha hecho eso?! – reclamo muy indignado Mahad hacia el guardia, quien lo reconoció

- Disculpe joven Mahad pero esa niña siempre ha estado robando – decía algo nervioso

- ¡Un guardia no debería usar métodos tan crueles con una niña, ha de ser un poco más pequeña que yo, tan incapaz es de atrapar una niña! – reclamaba, hasta quela vio caerse, inconsciente

- Joven Mahad… - decía Mana

Corrió a verla, y presiono la herida para que evitara el seguir sangrando, el dolor la despertó un poco.

- Por favor, llévaselos sino no merendaran hoy… - dijo como un susurro antes de perder la conciencia.

Ni siquiera lo que robabas es para ti, es para otros… - pensó Mahad

Le hizo un improvisado vendaje y la cargo en su espalda.

- Vámonos Mana, debemos volver de inmediato

- Si, joven Mahad

- En cuanto a usted le comentare a su Alteza el modo tan cruel en a que se comporto – mientras miraba furioso al guardia, mientras se quedaba callado

- Joven Mahad ¿Dónde la lleva?

- Al palacio, a mis aposentos para darle los debidos cuidados

- Ya veo – sonrió


¿Que les parecio? Espero les haya gustado :)

Bueno me despido, pero antes les digo que acepto duas, comentarios, sugerencias, tomatazos, Mahads, Setos, etc xD

Cuidense y Gracias por leer :D