CAPITULO I
Muchas cosas en mi vida me han sorprendido y una de ellas es como el amor llega de pronto y sin avisar, yo siempre fui una de esas chicas a las cuales les molestaba los hombres infieles, siempre les reprochaba a mis amigas por ser tan condescendiente con ellos. Pero como siempre digo "uno nunca aprende por experiencias ajenas, por muy cercanas que sean".
Por dios Alice no puedo creer que James ahora quiera cantar, jajajajajajajaja…. –le decía mientras me acostaba y daba vueltas en la cama.
Si, yo también quede así como que: ¿pero a este qué?; ya le está empezando a pesar el pelo que ahora se quiere meter a cantante, Jajajajajajajaja… – Alice era una de mis dos mejor amiga, y la realidad era que la adoraba, una de las cualidades que amaba de ella era que te escuchaba cuando lo necesitabas, muy pocas veces te regañaba o reprochaba algo, siempre decía las cosas de la mejor manera, aunque torciera los ojos y levantara la ceja derecha durante todo tu todo el relato. Cuando ella reía lo hacia silenciosamente y solo se escuchaba la fuerte inhalación de aire que hacia al final.
Bueno, eso es sencillo. Cuando lo veas lo abrazas y le cortas una gran cantidad de pelo y vemos si es eso lo que le esta afectando al muchacho o son las caídas que se dio de pequeño –le dije terminando la frase en un estallido de risa de ambas.
En ese momento entro Renée al cuarto diciendo desde la puerta:
Mi vida deberías de vestirte, falta un cuarto para las siete y tenemos que estar en casa de tu tío a las 9:00 – tape la bocina del teléfono y le respondí
Si vale, ya voy – mi madre siempre era precavida y más cuando se trataba de llegar temprano algún lado, salió del cuarto y yo continúe hablando con Alice.
¿Quien era? ¿Renée? –me pregunto antes que pudiera decir algo.
Si.
Mándale saludos y besos.
No, ya salió, es mas, te dejo. Tengo que empezar arreglarme para la fiesta y ya sabes que me tardo demasiado.
Bueno, dale pues, te dejo para ver si te da tiempo, aunque yo lo dudo.
Boba. Déjame, hoy tengo que estar súper hermosa, ya sabes como es mi familia de habladora. -Rodé los ojos.
Tranquila todas las familias son así, bueno besos, quizás te llame más tarde ¿vale?
Si, por favor, ya sabes que esas reuniones familiares suelen ser aburridas.
Entonces te llamo, besos bye…
Bye.
Me incorpore rápidamente y me dirigí al baño, me desvestí y tarde como 30 minutos duchándome, al salir me envolví en la toalla y empecé a temblar debido al frio que hacia en mi habitación, no le di mucha importancia y continúe vistiéndome. Alice me había ayudado a escoger un hermoso vestido corto color crema, el cual quedaba ajustado hasta mi cintura y luego se abría en corte A, en el área del busto era en forma de corazón y tenia un tirante un poco grueso que iba alrededor de mi cuello. Al cabo de un rato ya estaba lista terminando de acomodar mi cabello con la rizadora, cuando escuche la puerta del cuarto abrirse.
Isabella Marie, sal de una buena vez de tu habitación, todos esperamos por ti, así que apúrate –en mi casa solo me llamaban por mi nombre completo cundo los hacia enojar, y la verdad es que estaba bastante acostumbrada a mi segundo nombre pues me encantaba hacer enojar a mis familiares.
Dale oso ya voy, espérame –le dije a Emmett mi hermano mayor, tome mi bolso y Salí por la puerta que este sostenía, le di un beso y este la cerro.
Te ves hermosa mi pequeña – me dijo mientras bajábamos las escaleras.
Gracias tu también –pase mi mano por su cintura y salimos de la casa.
En el porche se encontraba Renée con un vestido largo de color azul fuerte, Charlie mi padre se encontraba a su lado con un smoking negro, la blancura de Irina resaltaba con un vestido color vino, sus labios estaban pintados del mismo color y Kate tenía un vestido corto azul claro.
Ay ¿pero, quien eres tu y que hiciste con mi hermana desarreglada? –pregunto Kate boquiabierta y su comentario hizo que los demás voltearan y continuaran con los halagos.
Gracias –dije a la final un poquito sonrojada mientras escondía mi cara en el pecho de Emmett.
A las 9:20 llegamos, según mamá íbamos retrasadas. Entramos al patio trasero por un hermoso arco de flores, la casa de mi tío Marco era enorme, en este había aproximadamente unas 30 mesas rodeando una gran pista de baile. Caminamos hasta donde nuestras familias se encontraban y nos sentamos en una mesa que tenía nuestros apellidos, aunque eso fuese en vano, pues conociendo a mi familia sabia que todos se terminarían uniéndose. La decoración era sencilla pero muy linda, las telas vaporosas en tonos fucsia, morado y turquesa metálicos se veían increíblemente bien, la música iba a tono con el momento y la verdad ya me empezaba aburrir, me pare y me dirigí hasta donde se encontraba mi abuela, la cual acababa de llegar.
Bendición –dije mientras le daba un beso y la abrazaba, la realidad del asunto era que nosotros no éramos muy pegados a nuestra abuela Marie pues casi no frecuentábamos su casa y cuando lo hacíamos era por ratos y en eventos especiales.
Dios y la virgen te guarden y te protejan – respondió y tomo mi mano para detallarme bien –mi reina pero que bella que estas…
Gracias abuela tu también te ves muy bien –le dije mientras nos sentábamos en una mesa mas cercana a la pista.
Mi reina como has cambiado, estas tan hermosa, ¿hiciste dieta?
Si tengo seis meses con la dieta.
Pero mi vida pero ya no rebajes mas, así te ves muy bien.
Si, eso me dice mamá.
Buenas noches, bendición abuela – mi primo Alec llego y la saludo con un beso mientras me miraba como si no supiese si me conocía.
¿Y yo que, estoy pintada en la pared? –le dije mientras volteaba mi cara a otro lugar.
¿Bella? –pregunto incrédulo con los ojos de par en par.
Si –respondí con una gran sonrisa.
Mi Bella ¡estas hermosamente bella! –se acerco y me abrazo eufóricamente.
Jajajajajaja… gracias – le respondí mientras me reponía de su gran apretón.
¿Y dónde está Emmett? Tengo que hablar con el.- pregunto mientras giraba su cabeza en todas las direcciones tratando de localizarlo.
Esta en la mesa –gire y le indique el lugar donde se encontraba mi familia, este se dirigió al lugar indicado y saludo a mis familiares para luego sentarse a un lado de mi hermano.
Pasado unos minutos llego mi tía Elena con Jane, la esposa Alec, quien tenía a Alec Junior en sus brazos, estas reaccionaron muy parecido a mi primo pero no tan exageradas, estuvimos hablando por media hora, hasta que mi prima salió a bailar el vals, yo por mi parte aproveche mi posición y tome muchas fotos, al terminar nos sentamos y comenzamos a hablar nuevamente.
Mi teléfono comenzó a vibrar en mis manos y cuando observe, note que me estaba entrando una llamada, me pare y me dirigí a las bancas que estaban cerca de la piscina, para retirarme un poco de bullicio.
¿Aló Alice? –dije mientras me sentaba en la banca.
No la doble.
A bueno, cuando la original llegue, le dices que se comunique conmigo. –tranque mi teléfono y enseguida este volvió a repicar.
¿Aló?
Mira déjate la odiosidad, además no estoy de humor para esos chistes.
¿Y ahora que te hizo James? –rodé mis ojos mientras hacia la pregunta, era muy normal que ambos se pelearan, así que ya estaba acostumbrada a ese tono de obstinación.
Nada que anda con la odiosidad allí. Así que le dije que me llamara cuando madurara.
Jajajajajajaja…
¿Bella, podrías dejarte de reír? Anda diciendo "Por favor con Mary Alice" –no había cosa que mi amiga odiara mas que su nombre completo – Bella, imagínate mi cuello. Esta súper rojo.
Bueno Alice, contrólate antes que te rompas la yugular, de tanto rascarte – le dije mientras me paraba y empezaba a zigzaguear alrededor de la piscina.
No… Es que nada mas a ti se te ocurre decirle mi primer nombre, sabiendo como es ese muchacho de burlón.
Alice sabes que no lo hice a propósito, simplemente fue un error –mordí mi labio para evitar la risa que empezaba a invadir mi cuerpo.
Si aja, imagino como debes de estar mordiéndote los labios para evitar a risa, –si yo conocía a Alice, ella me conocía más.
Bueno pero dime algo, si por una casualidad de la vida…
¡No! Ahí vienes tú con tus casualidades, déjalo de defender.-Amenazo.
Ok, este bien, no lo defiendo pero usa la lógica. Dime, ¿si el muchacho ya maduro y esta intentando llamarte, como lo lograría si tú estás hablando conmigo? –le dije mientras me volvía a sentar en la banca cruzando la pierna y jugar con la costura de mi vestido.
No había pensado en eso. Te dejo Bella, hablamos luego. Chau, besos.
¡Hey! –grite antes que trancara.
Dime.
No empeores tu dermatitis ¿ok?
Si. Besos – y colgó rápidamente.
Tranque mi teléfono y me pare, cuando iba cruzando el arco de arboles iba entrando un muchacho, alto muy lindo por lo que pude ver, hablando por teléfono, este se detuvo para darme paso y tuve la sensación que se me quedo observando, así que como toda mujer empecé a caminar con mas ganas, hasta llegar a la mesa de mi familia.
Chicos vamos a bailar –dijo Alec dirigiéndose a mis hermanos y a mi –párense que ustedes son las que ponen el ambiente bueno.
Si vamos – dijo Irina mientras nos daba unos golpecitos en las piernas a Kate y a mí.
Ningún dudo mas, así que nos dirigimos a la pista y empezamos a bailar haciendo un circulo entre todos; mis tías, mis tíos y mis padres también se integraron a nuestro gran grupo. Había bailado tanto que mi vestido estaba totalmente mojado de sudor, la pista se había despejado y en ella solo había adolecentes, todos habíamos quedado en parejas, yo estaba bailando con Alec, quien de repente empezó hacer señas raras, gire y vi al muchacho que hablaba por teléfono bailando con Jane, en ese momento estos cambiaron de pareja y yo quede con el, este me sonrió y devolví la sonrisa.
¿Como te llamas?- me pregunto en medio de la bulla unos segundos después, la verdad no escuchaba muy bien pero respondí.
Isabella y ¿tu?
¿Que? – este se inclino acercando su oído a mi boca, no pude evitar notar lo bien que olía, esto me entorpeció, pues trastabille un poco pero volví a repetir.
Bella y ¿tu?
Edward – lanzo con una gran sonrisa. asentí un par de veces como tonta y continúe bailando, la realidad es que me tenia colgando de un hilo, pues no era lindo, era hermoso, o por lo menos eso era o que mis ojos veían en la poca luz que la pista proporcionaba.
¿Bella? –gire al sentir una mano en mi hombro, era mi Renée quien me extendía el celular en su mano, arrugue mi nariz y encogí mis hombros preguntado, mientras lo tomaba, esta hizo lo mismo y negó con la cabeza.
Gracias –le dije mientras echaba un vistazo, inmediatamente reconocí el numero así que me gire y le vi a los ojos a Edward, haciéndole seña con los dedos de que iba a la piscina, el asintió y estiro su mano dándome paso.
Fui nuevamente por el camino que había pasado hacia unas horas atrás, cuando iba a contestar este dejo de repicar, así que empecé a marcar el número pero en ese momento me devolvieron la llamada.
¿Aló?
¿Aló, Bella?
Si, ella habla, ¿dime que pasa?, ¿en que te puedo ayudar?
Upa… bueno, en muchas cosas, pero en este momento en una en especial.
James, no empieces con tus cosas o no te ayudo en nada, dime ¿como metiste la pata esta vez?
Bueno, -si Alice se desahogaba conmigo, James siempre pedía consejos para tratar de arreglar sus metidas de patas- lo que pasa es que le dije que ella si era, que no aguantaba juego, y que mi me gustaba su nombre porque me hacia acordar a su abuela, por que la señora era muy dulce –rodé los ojos y continúe escuchándole –se molesto nuevamente y me dijo que si yo no iba a superar eso.
¿Ya terminaste o te falta algo más? –le pregunte odiosamente para enojarlo mas, tape mi boca y empecé a reír.
Bueno, si vas a estar con esas, mejor no me ayudes con nada. –funciono tal y como quise, así que hora que había cumplido mi objetivo le iba aconsejar.
Bueno, lo primero es… que los días en los cuales tengo eventos sociales, no trabajo de psicóloga, pero hare una excepción contigo porque se trata de mi mejor amiga, ¿ok? –le dije mientras paseaba por el borde de la piscina.
Ok.
Lo segundo es… déjale de mencionar el tema del nombre. Así la trates de alagar, no lo hagas con ese nombre te lo pido por favor.
Y tercero… resuelvan sus problemas ustedes solos, pues aun no me e graduado de consejera matrimonial, aunque con ustedes solo me falta el titulo porque el conocimiento ya lo poseo.
Gracias Bella, no te molesto mas pues, besos… ¡Te amo cuñada!
Bye, igual. –tranque el teléfono y solté un suspiro mientras miraba al cielo, baje mi cara y gire. Me sorprendí pues me encontré con Edward sentado en la banca que estaba tras de mi.
Hombre, me asustaste –le dije mientras llevaba las manos al pecho.
Tranquila, solo te acompañaba –me dijo con una sonrisa perfecta, lo vi y no tuve más remedio que devolverle la sonrisa.
Gracias… Bueno, ¿vamos? –camine hacia el arco, pero este me detuvo del brazo, haciéndome girar hacia el.
No espérate, ven, vamos a hablar ¿quieres?–me miro fijamente a los ojos y esta vez pude detallar bien su cara. Sus labios rosados eran perfectos y resaltaban con lo blanco de su piel, su ojos Verdes eran intensos, y parecía que cada vez que pestañaba detenía el mundo con sus abundantes pestañas, su nariz era fina y recta, definitivamente era perfecto.
Si –trate se sonar lo mas tranquila posible, pero mi corazón iba a estallar, este fue bajando su mano hasta tomar la mía y entrelazar sus dedos con los míos, esto hizo que me terminara de atontar mas y mis piernas temblaran, nos sentamos y este no soltó mi mano en ningún momento.
¿Y quien era? ¿Tu novio? –pregunto alzando una ceja.
¿Acaso no escuchaste la conversación? Mejor, ¿porque no haces la pregunta que quieres hacer en realidad, sin tanto rodeo? – le dije sonriendo, el reventó en risas y me volvió a mirar nuevamente.
Ok, ok, entonces, ¿tienes novio?
La verdad no. Y ¿tu? – le pregunte dudosamente mientras mordía mi labio.
La verdad no… -negó con su cabeza y sonrió cálidamente – ¿tú que eres de Alec?
Prima.
¿Prima? ¿Hija de quien? –se veía la duda en su cara.
De Charlie ¿porque la pregunta?
Ah… es que yo conozco a casi todas las primas de Alec y no sabía que tenía más, es decir… se de Emmett porque es mi amigo pero no sabia tuyo
¿Amigo de Emmett? –un susto recorrió mi estomago cuando pronuncio su nombre, intente apartar mi mano pero este la retuvo, e inclino su cabeza dudando.
Si amigo de Emmett ¿porque te asustas?
No me asusto, ¿porque lo dices?
Quizás si hubieses visto tu cara también preguntarías.
Solo… me sorprendió. –fingí una sonrisa y continúe hablando –y ¿tu que eres de Alec?
Amigo, pero desde pequeños estudiamos juntos, así que somos hermanos.
¿Desde pequeño? ¿Y como es que no sabias de mi existencia y la de mis hermanas?
Claro que si, tus hermanas son Irina y Kate ¿verdad?
Si.
Pero no me acuerdo tuyo –entrecerró sus ojos y llevo su mano libre a su boca.
¿Edward?
Dime…
Yo si me acuerdo tuyo, tú usabas lentes y zapatos ortopédicos – reí y asentí un par de veces. Se carcajeo negando.
– ¿Y no te pudo venir un recuerdo mas bonito de mi? Si no ese, cuando era un nerd. Gracias a dios no recordaste los retenedores –dijo y pareció sonrojarse.
En realidad si los recuerdo pero no los quise colocar en la lista – dije mientras mordía mi labio para evitar la risa. Este me vio y tapo su cara y reventó la risa sin poder aguantar mas me le uní riendo.
Gracias a dios ya mejore –si que había mejorado.
Pasamos gran rato hablando, este no perdía tiempo para alagarme y aunque me apenaba, no puedo negar que me encantaba que lo hiciera, me gustaba mucho lo atento que era conmigo, pero conociendo como conocía a los hombres sabia perfectamente que yo no seria la única a la que el tratara así.
¿Qué hora es? -pregunto mientras señalaba mi teléfono.
Las 3:30… -dije al ver la hora que marcaba mi celular.
Bien…
No, nada de bien, tenemos como 2 horas aquí, mejor vámonos… -hice el intento de pararme, pero me retuvo nuevamente, saetándome mas cerca de el.
No, pero tranquila si no te han buscado es por que no te extrañan, ¿no lo crees? – sabia perfectamente que era cierto pero, me preocupaba que Emmett llegara y me encontrara en esa con el, sabiendo lo celoso que era con nosotras.
Si pero…
Además, cuando terminaste de hablar por teléfono me dijiste que hiciera la pregunta que era, o sea la que en realidad quería… -me interrumpió y se acerco mas
Si, con la verdad, pero no entiendo a que viene esto. –reaccione alejándome un poco mientras le daba una risa.
Es que te quiero preguntar algo… ¿no puedo?
Si, claro adelante. Pregunta.
Entonces… -trago notoriamente y continuo recuperando el espacio que había perdido – la pregunta correcta es…
Este se fue acercando más y más, cambiando su mirada de mis ojos a los labios, hasta quedar a escasos centímetros de mí, quede estática esperando el beso que veía venir.
¿Me das tu número? -pregunto alejándose de mi y señalando el teléfono que tenia en mis manos, suspire finalmente un poco enojada por su comportamiento, así que me pare y camine para irme mientras le respondía.
No, no le doy mi numero telefónico a extraños -camine mas pero este se vino tras de mi y me tomo del brazo haciendo girar hacia el sin dejar espacio entre los dos, este poso una mano en mi cintura y con la otra tomo mi cara y sin pensarlo mas me beso.
Era el beso que había esperando toda la noche y debo decir que la espera valió la pena, este me beso como nadie, mi cuerpo se estremecía cada vez que este mordía mis labios, mas que una mordía era una caricia, era una sincronización perfecta entre su lengua sus labios y la manera de moverlos, me tenia en un hilo, a veces sentía que me quedaba estática tratando de saborear sus beso perfectos, sus labios eran suaves, su lengua era sutil, este termino el beso y lo sello con una mordida de labios, la cual debo agregar fue mi perdición.
La verdadera pregunta era ¿que si te podía besar?- dijo esto sosteniendo mi cara con las dos manos y rosaba su nariz con la mía –pero creo que la respuesta quedo clara –lo termino diciendo mientras me daba una gran sonrisa, le correspondí de la misma manera, y cerré los ojos mientras intentaba drenar toda la emoción que había en mi pecho pues sentía que me iba a ahogar con ella.
Quizás hubiese dicho que no –me separe de el dando un paso hacia atrás para poder reponerme del beso, pero fue en vano, ya que el se acerco tomando mi cara nuevamente.
Pero, no se donde escuche que es mejor robarlos que pedirlos… -este roso nuevamente mi nariz pero esta vez, de abajo hacia arriba para terminar besando mis labios, esta vez no perdí oportunidad y fui llevando mis manos temerariamente de su torso a sus caderas, poder tener mas estabilidad ya que mis piernas perdían fuerzas, esta vez fui yo la que termino el beso llevando mis manos a su boca, y rozaba lentamente sus labios con la punta de mis dedos abrí lentamente mis ojos y por ese momento me perdí del mundo nuevamente, pero en vez de un beso en sus ojos.
