-Los tributos de este año saldrán del grupo de los vencedores.

La voz del Presidente Snow retumba en mi cabeza y mi mente lo primero que hace es pensar en ella, en Katniss. Tengo que salvarla. Mis piernas funcionan antes de mi cerebro ya que me encuentro corriendo hacia casa de Haymitch. Una vez allí abro la puerta sin dificultad. El olor a alcohol es tan fuerte que echa para atrás pero yo entro de todos modos. Me encuentro a Haymitch tumbado en el sofá bebido, como no, y casi durmiendose. Cuando me ve se espabila un poco y consigue sentarse.

-Hombre chico, has venido…

-Haymitch. –lo corto con seriedad- sálvala.

Solo puedo pensar en Katniss, una y otra vez. Ella no sale de mi cabeza, tengo que salvarla como sea.

-Chico…

-Haymitch por favor. Ayúdala a ella en vez de a mi, como el año pasado.

-¿Y si mi nombre sale en la cosecha?

-Me presentaré voluntario para ir. Tengo que protegerla Haymitch, sabes que sin ella no me merece la pena vivir. Si ella muere yo… -me cae una lágrima solo de pensarlo.

-Está bien Peeta, lo haré.

-¡Promételo!

-Lo prometo –dice poniendo las manos en alto.

-Gracias Haymitch, de verdad.