N/A: Un pequeño drabble GerIta, muy cursi. Y bueno, tal vez sientan pena por Ita-chan al principio. :3

Disclaimer: Los personajes de Hetalia pertenecen a Hidekaz Himaruya-sama. Si fueran míos, Lud y Feli estarían casados y tendrían 9.123.456 hijos(?). 8'D


Feliciano suspiró cansadamente mientras arrastraba dos mochilas, la suya y la de su hermano, por el pasillo del instituto. El pobre italiano debía llevar las cosas de su hermano porque Antonio, su cuñado, se lo había pedido, así podría escaparse a gusto con el gemelo mayor. Esperaba que los directivos no descubrieran que su hermano y el español se habían salteado las últimas clases.

—Vee~, al menos espero que se la estén pasado bien—llegó a su casillero y se recostó en él.

Se podría decir que no había tenido un buen día.

Primero: el profesor de gimnasia lo había regañado porque era el que tenía la peor condición física de la clase.

—Pero si el alumno estadunidense es más lento...

Segundo: la profesora de matemáticas lo había puesto en vergüenza al gritarle su baja calificación frente a sus compañeros.

—Vee, e-eso fu-fue cruel.

Tercero: su hermano se comió toda la pasta que preparó para ambos y tenía mucha hambre.

Fratello me odia, vee.

Cuarto: tuvo que quedarse castigado porque sin querer se quedó dormido en la clase de historia.

— ¡Pero si mi compañero griego se queda dormido en todas las clases y jamás lo castigan, vee!

Quinto: ahora tendría que estar cenando con su novio, pero al parecer ya se había ido.

— ¿Por qué se fue sin mí?

Resignado a su mal día, se giró y abrió su casillero e inmediatamente un dulce olor salió de este, junto con una pequeña nota que se apresuró a leer.

"Feliciano: Me tuve que ir a casa porque mi hermano no se sentía bien, muchos golpes de su amiga húngara lo dejaron algo tonto y necesitaba que asistiera a su 'grandiosa persona', lo siento. Sé que íbamos a ir a cenar juntos por nuestro aniversario, te lo compensaré.

Le quité unos chocolates al chico suizo para ti.

Te quiere, Ludwig."

Sonrió. Guardó la nota en su bolsillo y tomó los chocolates para comerlos mientras cerraba su casillero y se encaminaba con las mochilas a la salida del colegio.

No había sido un día perfecto, ni siquiera pudo despedirse de su querido novio alemán, pero estaba feliz. Los detalles que Ludwig tenía con él de vez en cuando, eran hermosos. Él siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, como fuera, siempre estaba ahí.

—Me alegro de tenerlo a mi lado. ¡Siempre hace todo menos pesado! No me importaría pasar mil días como este; mientras él me ame seré feliz. ¡Vee, vee~!

Y corrió tratando de alcanzar el autobús, pero fue en vano. Pobre italiano, tendría que caminar hasta su casa.


No quedó como quería, pero lo escribí como a las 4 de la mañana, no tengo idea de lo que estaba pensando en ese momento... Espero que les haya gustado, aunque quedó muy corto. Ahahahaha :D

¡Ayuden a Feliciano a mejor su día; regálenme un review y le daré pasta a nuestro italiano! ¡Vee~!