Créditos finales.

-¡¿Historia?!

Un grito se escuchó desde el cubículo del coordinador de la facultad de ciencias económico-administrativas. Hacía un par de minutos una chica de cabello cobrizo había entrado a hablar con el catedrático, con respecto a una materia que le faltaba para completar los créditos necesarios para graduarse. Sin embargo, la respuesta del coordinador no fue para nada de su agrado.

-Sí, señorita Ral –dijo el catedrático- si cursa usted la materia de historia este semestre, podrá graduarse sin problemas.

-Pero, señor Smith… yo estudio comercio internacional, no está relacionado en lo más mínimo. Además, no estudio historia desde la preparatoria.

-Comprendo, señorita Ral, pero es la única alternativa que le puedo ofrecer para que concluya sus estudios este semestre –la chica se quedó pensativa y después contestó.

-Está bien… entiendo. Muchas gracias –una pequeña sonrisa apareció en su rostro- pero… las clases de historia se imparten en otra facultad ¿no es así?

-En efecto –de pronto sus ojos brillaron- pero tengo una gran amistad con el profesor que imparte esa materia y la coordinadora de la facultad de ciencias sociales, así que no tendremos problemas para que usted tome esa clase.

-Vaya, que conveniente… entonces inscríbame y comenzaré las clases…

-La próxima semana –Erwin Smith le sonrió- a las 7 de la mañana en punto. El profesor es muy puntual –ella asintió y se dispuso a salir del cubículo- oh, y señorita Ral… mucha suerte.

Petra no supo bien cómo interpretar las últimas palabras de Erwin, pero no les dio mucha importancia. Sin embargo, durante los primeros cinco minutos de la clase, supo a qué se refería su coordinador.

Un hombre de cabello negro y penetrantes ojos azules comenzó la clase a las siete en punto de la mañana, aclarando que no dejaría entrar al salón a ningún alumno que llegar después de la hora establecida en el horario.

-Mi nombre es Levi Ackerman y seré su profesor de historia durante este semestre. Soy licenciado en economía, maestro en historia y doctor en ciencias arqueológicas. Completamente capacitado para impartir la materia de historia. Mi cubículo es el 117 del edificio 3A. Pueden ir en el transcurso del día en caso de necesitar una asesoría. Es todo lo que necesitan saber de mí –caminaba frente al pizarrón de manera amenazante, a pesar de su baja estatura- y de una vez les digo, quien no tenga la menor intención de aprender historia y no quiera estar aquí, puede salirse de una vez. Esta clase es sólo para los que les interese la materia. No se preocupen, les pondré una calificación aprobatoria de 7 sobre 10. No más.

Se hizo un silencio sepulcral en el salón y los alumnos se preguntaban si estaría hablando en serio o no, pero ninguno se atrevió a salirse del salón. El profesor sonrió por la comisura de los labios, como si estuviese divirtiéndose con la incertidumbre de los chicos.

-Está bien, no tienen que decidir en este momento. Simplemente no vengan la próxima clase. Pero la oferta sólo estará en pie durante estos dos días. Para los que vengan, deben saber que no será un curso fácil. Espero lo mejor de mis alumnos, dejaré tareas todos los días, trabajos de investigación, habrá un ensayo final y tres exámenes. Tenemos seis meses para abarcar el programa y es tiempo suficiente para que veamos historia universal desde el renacimiento hasta tiempos modernos.

El profesor miró a los alumnos con detenimiento, intentando no hacerse expectativas sobre ellos, pero sabía que indudablemente, muchos de ellos optarían por obtener una calificación fácil y no asistir a clase.

-No muchas personas aprecian el valor de la historia, pero puedo decirles que si no lo hacen, estarán condenados a repetirla. Hegel decía que, "este interés objetivo, que actúa sobre nosotros, tanto por virtud del fin universal como del individuo que lo representa, es lo que hace atractiva la historia". Por supuesto, no espero que lo entiendan… -hizo una pausa- ustedes serán evaluados de la siguiente manera…

Entonces tomó un plumón y comenzó a anotar en el pizarrón, mientras los alumnos tomaban sus libretas para hacer anotaciones. Por su parte, Petra se sentía desconcertada. Nunca había tenido a un profesor así. Su actitud parecía ser prepotente y poco accesible, pero debía admitir que, a pesar de su corta edad –no podía pasar de los treinta años- parecía ser un experto en la materia.

Antes de finalizar la clase, el profesor Ackerman se sentó en la silla de su escritorio y tomó un papel.

-Antes de que se vayan, debo pasar lista de asistencia –volvió a sonreír como lo había hecho antes, y de una forma que Petra sólo pudo describir como malévola- quisiera saber cuántos desertores hay. Es posible que rompa un record con este grupo.

Y entonces comenzó a nombrar a todos los alumnos del salón y hacer anotaciones en la hoja de papel, hasta que…

-Petra Ral…

-Aquí –ella contestó con solemnidad, topándose por primera vez con los profundos ojos azules del profesor. Sus miradas se habían encontrado un par de veces durante la clase, pero él no parecía haberla visto en realidad, como si su mirada estuviese dirigida a otro lado.

-¿Tu eres la de comercio internacional? –ella asintió- vaya… será interesante tenerla en clase y conocer un punto de vista desde otra disciplina –él bajó la mirada y anotó algo en el papel- eso, si decides quedarte en la clase. No me extrañaría que alguien de ciencias económico-administrativas sea incapaz de soportar tanta presión en una clase.

Petra no supo qué decir, pero aquel hombre acababa de lanzarle un reto y ella estaba dispuesta a aceptarlo. Desde un principio no consideró la opción de abandonar la clase, pero en ese momento estuvo determinada a obtener la calificación más alta y hacer que Levi Ackerman se tragara sus palabras.

El siguiente día, Petra entró al salón de clases con una gran determinación en los ojos, exactamente a las 6:50. Se sentó en uno de los pupitres del centro del salón y esperó con impaciencia a que llegara el profesor.

Este no tardó en llegar al salón. Parecía que le gustaba estar al menos unos cinco minutos antes de la hora de clase en el salón. Al entrar, no miró a ninguno de los alumnos que estaban allí y se limitó a decir buenos días y sentarse en su escritorio. Después revisó su teléfono celular para revisar las noticias del día y exactamente a las siete de la mañana se levantó de su lugar y cerró la puerta. Esta vez sí miró a los alumnos.

-Vaya –comenzó a contarlos- ayer eran 30 y el día de hoy son 15. Parece que después de todo si he roto un record con este grupo. En los dos años que llevo dando clases en universidad, esta es la primera vez que tantos alumnos abandonan mi clase… -después dijo en voz baja, como si estuviese hablando consigo mismo- tal vez Erwin tenga razón respecto a mis métodos… -después se acercó a su escritorio, dispuesto a pasar lista, y cuando llegó al nombre de Petra la volvió a mirar como el día anterior, como si la estudiara con atención.

-Señorita Ral, me alegro de que haya decidido honrarnos con su presencia –dijo con sarcasmo y anotó algo en su hoja.

-El gusto es mío –se animó a contestar y él la miró con el rostro serio, pero sus ojos mostraban algo distinto. Como si estuviese sonriéndole.

-Ya lo veremos –continuó nombrando a los alumnos y después comenzó con la clase- ¿alguien sabe por qué la etapa del renacimiento recibe ese nombre? –hubo silencio durante un momento- con un demonio… cursaron la preparatoria ¿no es así? –todos asintieron- ¿entonces?... –los alumnos continuaron sin hablar- vaya, como dijo Tomás moro "los hombres, cuando reciben un mal, lo escriben sobre un mármol; más si se trata de un bien, lo hacen en polvo"

-Es porque… –un muchacho de cabello rubio y cola de caballo se animó a hablar- retoman algunas ideas y filosofías de la antigua Grecia y Roma.

-Muy bien, Erd –al parecer se había aprendido los nombres de los alumnos que permanecieron en la clase- se llama renacimiento porque retoma elementos antiguos, hasta el momento descartados por pensar que estaban superados. Claro que… los avances científicos de la Edad Media ni siquiera se comparan con los hechos en la antigua Grecia.

Pero hablar de renacimiento es hablar de algo mucho más allá de filosofía y ciencia. Es hablar de arte, abstracciones de pensamiento e incluso cuestiones políticas. Podríamos decir que, durante esa etapa, la humanidad sufrió una "pérdida del centro" de pronto la tierra no era el centro del universo, ni el pensamiento giraba alrededor de una idea teológica… para mañana quiero que lean los primeros cuatro capítulos de este libro. Lo pueden encontrar en la biblioteca.

Anotó el nombre del texto que debían leer y continuó con la clase. Las dos horas de clase pasaron muy rápido. Levi parecía cambiar de actitud mientras daba clase. Fue como si el antipático y engreído hombre del día anterior hubiese sido remplazado por otro completamente diferente. Uno apasionado por la historia y transmitir conocimiento.

Lo que al principio parecía ser una aburrida y estresante clase, comenzó a ser una excelente manera de comenzar el día, o al menos así lo consideró Petra, quien cada vez se interesaba más por la historia y la evolución de la humanidad. Además, esa extraña afición que tenía el profesor por citar frases de personajes históricos, le pareció bastante peculiar.

Un mes después, el profesor Ackerman pidió a los alumnos que decidieran el tema de su ensayo final.

-Para la siguiente semana, deberán entregar su tema de ensayo final. Es tema libre, siempre y cuando esté relacionado con la clase. La idea es que trabajen en él durante todo el semestre. Quiero un trabajo de calidad. Como dijo Otto Von Bismark, "lo principal es hacer historia, no escribirlo", pero en este caso, ustedes deberán escribir… y bien. No pueden hacer historia si no la conocen.

Aquel día, Petra se sintió confundida. No se sentía del todo segura para elegir un tema. Quería fue fuese original, pero nunca había escrito un ensayo como el que pediría el profesor. Pero de pronto recordó que el profesor había mencionado que daba asesorías durante el día, así que decidió ir a verlo. Sin embargo, para ello necesitaría ir con ideas claras y después de haber investigado un poco sobre lo que quería escribir, por lo que se apresuró para regresar a casa una vez que sus clases del día hubiesen terminado y comenzar con la investigación.

Al día siguiente, fue al cubículo del doctor Ackerman. Le costó un poco de trabajo llegar hasta allí, siendo una facultad desconocida para ella, tenía algunas dificultades para encontrar el edificio correcto.

El cubículo estaba en el segundo piso y Petra siguió la numeración para encontrar el indicado. Cuando estuvo cerca del 117, vio que dos muchachos iban saliendo de allí.

-Hasta luego, profesor. ¡Gracias!... –un muchacho de cabello negro cerró la puerta y miró a la chica.

-Petra, ¿verdad? –

-Hola Gunther… Oluo – la chica asintió y miró al muchacho que iba junto a él- ¿también vinieron a asesoría?

-Sí. Estábamos un poco confundidos, pero el doctor nos dio una buenas ideas para comenzar a escribir –de pronto el chico le dio un discreto golpe a su compañero y exclamó- ¡oh, doctora Zoe!... disculpen, tengo que hablar con la coordinadora –y entonces se fue corriendo, dejando a Petra y Oluo solos.

-Petra… si… si necesitas ayuda con tu ensayo, podríamos intercambiar números de teléfono y yo podría ayudarte. Tengo una gran experiencia para escribir trabajos académicos.

-¿En verdad? Po… -ella fue interrumpida por un grito que salió del cubículo.

-¿Por qué carajos hay tanto escándalo afuera de mi oficina? –el profesor se asomó y miró con severidad a los dos chicos.

-¡Doctor!.. eh, digo… profesor yo… -Petra intentó explicar.

-Disculpe, es que le comentaba a mi compañera que yo podría ayudarla con su ensayo y…

-Oluo… viniste a preguntarme cómo demonios hacer tu ensayo, es obvio que no tienes la capacidad para ayudar a Petra con el suyo. Para eso estoy yo.

-S.. sí, pero…

-¿Te vas a quedar ahí parada, Petra? Entra a mi cubículo.

-Sí, gracias –y después de sonreírle a Oluo, quien se había quedado perplejo, la chica entró.

-Toma asiento.

El profesor la siguió y después puso una mano sobre el respaldo de la silla donde ella estaba sentada, inclinándose un poco hacia ella. Eso tomó por sorpresa a Petra, quien se sonrojó mucho, pero se calmó un poco cuando vio que él sólo estaba alcanzando uno de los folders sobre su escritorio.

-Disculpa, debo ir a entregarle esto a la coordinadora. Enseguida vuelvo –y entonces salió y cerró la puerta tras él.

Petra aprovechó para calmarse un poco, pero debía admitir que aquello le había dado un vuelco al corazón. El profesor Levi tenía un bonito perfil, mismo que pudo observar de cerca hacía un momento, y qué decir de su loción… era fresca y elegante, tal como parecía ser él. Todo el cubículo olía a rastros de su loción y la nariz de Petra se deleitó con ello mientras observaba a su alrededor.

El lugar estaba impecable. Todo ordenado con meticulosidad y cálculo. Había un gran estante con muchísimos libros y en el escritorio había una computadora con un documento a medio escribir. Detrás del escritorio había una mesa con una cafetera, pero parecía como si nunca hubiese sido usada. Había también un par de anotaciones en el calendario que colgaba de la pared e incluso un par de notas auto adheribles en el monitor, pero ningún tipo de decoración u objetos personales, más que unas medallas y una foto donde aparecía él junto con el coordinador de su facultad, Erwin Smith y otra mujer desconocida.

Petra suspiró inconscientemente al pensar que ella podría ser su novia, pero de inmediato abandonó tal idea y se distrajo con el par de medallas que colgaban junto al escritorio.

Levi Ackerman… sin duda la personalidad y el hombre mismo le llamaban mucho la atención a Petra. Era increíble todo lo que sabía y la forma en la que sus ojos azules se iluminaban cuando impartía sus clases. Incluso su humor agrio le parecía a atractivo, pero no era momento de pensar en ello y la mejor forma de borrar ese pensamiento sería leer lo que decía en las medallas.

Todas eran de carreras a campo traviesa y, aunque eran de diferentes años, era de la misma "Titan trail". Petra nunca se imaginó que su profesor fuera también un atleta. Sin duda estaba lleno de sorpresas y de pronto…

-Sí, la dejé en el cajón mi escritorio, espera… -el profesor entró en el cubículo y buscó algo en su escritorio. Al parecer conversaba con alguien, a quien Petra reconoció por la foto que acababa de ver.

-Oh, parece que tienes compañía –la mujer sonrió en cuanto vio a Petra sentada.

-Te dije que no entraras, cuatro ojos. Mi oficina es sagrada...aquí está la memoria –Levi le dio el dispositivo- Petra… ¿conoces a Hanji Zoe? Es la coordinadora del a facultad de ciencias sociales.

-Oh, ¡Mucho gusto! –sonrió con amabilidad y tal vez con un poco de alivio al darse cuenta de que Hanji no podía ser su novia.

-¿Petra Ral? Vaya, por fin te conozco. Erwin me habló de ti.

-Le agradezco que me haya permitido cursar la materia.

-No hay de qué. Alguna vez estuve en la misma situación que tú y sé lo frustrante que puede ser el no cubrir los créditos requeridos. Y dime ¿cómo van las clases de historia?

-Tsch.. por supuesto que van bien, yo soy su profesor –gruñó Levi- ahora, si no te importa, estaba a punto de hablar con Petra.

-Claro, claro. Hasta luego. No se te olvide la cena con Erwin y conmigo el viernes –Hanji salió con una gran sonrisa y cuando Levi vio la puerta cerrarse, se sentó en su silla y miró a la chica frente a él.

-Puede ser bastante ruidosa… -la chica rio- supongo que estás aquí por tu ensayo.

-Así es. Yo… tengo un par de dudas con el tema y, para ser sincera, no estoy acostumbrada a escribir documentos académicos. En mi carrera nos evalúan con exámenes o proyectos y…

-Entiendo… el área de comercio internacional es más práctica que teórica. Dime, ¿qué tienes en mente?

-Estaba pensando en escribir un análisis sobre el impacto del comercio en los eventos bélicos de los siglos XVIII y XIX –en seguida los ojos del profesor parecieron brillar un poco más y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Algo muy raro en él.

-Vaya… para ser honesto, creí que escogerías algo como la evolución del comercio internacional a través de la historia o algo sobre las colonias, pero…me alegra ver que estaba equivocado –se recargó en su silla y miró hacia el monitor de su computadora por un instante mientras jugueteaba con un bolígrafo- no dejas de sorprenderme…

-Espero que eso sea algo positivo.

-Claro que lo es –la miró con detenimiento, pero lo hizo de una manera distinta. El profesor parecía tener una personalidad diferente a la que mostraba en clase. Tal vez porque estaba en su oficina y no se encontraba rodeado de alumnos, o quizás porque se sentía en confianza con Petra. Fuera cual fuera la razón, ese cambio en él hizo sonreír a la chica- es un tema ambicioso el que piensas abordar y si no tienes mucha experiencia escribiendo ensayos, puede causarte problemas –ella estuvo a punto de decir algo, pero Levi continuó- veo que tienes gran interés en la clase. Con frecuencia haces preguntas inteligentes y se nota que haces un esfuerzo extra en casa, así que te propongo algo…

-¿Sí? –Petra estaba a la expectativa.

-Estoy dispuesto a darte asesorías a lo largo de lo que resta del semestre, para que entregues un buen ensayo final.

-¿De verdad?

-…A cambio de que pases mis notas a la computadora.

-¿Sus notas?

-Sí… -abrió uno de sus cajones y sacó una libreta, junto con una pequeña caja con tarjetas bibliográficas- soy un hombre meticuloso y con costumbres demasiado arraigadas, y eso trae algunos problemas –abrió la libreta- cuando leo un libro o un artículo, anoto lo que me interesa en una ficha o en una libreta. A mano… y eso ha hecho que acumule una gran pila de papeles que necesitan ser transcritos a la computadora para tener una base de datos más ordenada.

-Entiendo… -miró la libreta. Su escritura, a pesar de estar ordenada, era difícil de leer. En pocas palabras, su letra era espantosa. Muy diferente a lo que solía escribir en el pizarrón y eso le pareció cómico a Petra. Algún defecto debía tener aquel hombre tan organizado y estricto- trato hecho –le sonrió.

-Bien – de inmediato comenzó a buscar algo en sus archivos y Petra parecía estar confundida ante su cambio de actitud -¿traes memoria usb?

-Yo… -recordó que la había dejado en su cuarto- no, no la traigo.

-Vienes a la guerra sin fusil… -abrió nuevamente su cajón y tomó una memoria- te prestaré esta. Cuídala y espero que no me la regreses con virus –la miró con severidad por un instante y después volvió la vista hacia el monitor- te daré un par de libros en PDF para que tengas suficiente información para tu ensayo. También añadiré un manual de citas APA. No quiero plagios. Cualquier idea que saques de esos libros, debe ser citada de la manera adecuada. ¿Necesitas también un manual de redacción? -preguntó de manera seca, pero Petra encontró aquella preocupación bastante cómica. Como si estuviese pensando en todo y a la vez lo hiciera de manera mecánica.

-No –rio- no lo creo…

-Tsch… la pondré, de todos modos. No quiero llevarme desilusiones cuando lea tus avances –y un momento después le dio la memoria a Petra, junto con la libreta que estaba sobre su escritorio- hoy es miércoles, puedes entregarme las transcripciones la próxima semana, en esta misma memoria. En cuanto al avance, tienes dos semanas para hacer un esquema general del ensayo.

-Me parece bien, gracias.

-Después de las once estoy aquí, en mi cubículo, hasta las cinco de la tarde. Ni un minuto más. Excepto los viernes, que salgo a las doce del día.

-Entendido. Lo veo mañana en clase –Petra se despidió y sonrió de manera amable para salir de la oficina del profesor, quien la siguió con la mirada mientras lo hacía.

Una vez que estuvo solo, Levi se recargó en la silla y se volteó para ver a través de la ventana. Cuando le dijeron que una estudiante de comercio internacional estaría en su clase de historia, esperaba a una chica completamente diferente; a alguien sin interés por la materia y quien probablemente desertaría a la primera oportunidad, pero Petra resultó ser una chica inteligente, amable y aparentemente dispuesta a tolerar su actitud y por ello fue que logró llamar su atención. Ahora esperaba con ansias su primer avance del ensayo.

Continuará…

Notas de la autora.

Este fic era originalmente un drabble hecho para la semana rivetra en tumblr, pero, siendo la nerd que soy para la historia, me emocioné escribiendo y… salió un fanfic completo y que, espero será de dos o tres capítulos. Espero les guste.

En verdad puedo imaginarme perfectamente a Levi como uno de esos profesores estrictos y que uno odia mientras dan clase, pero que resultan ser los mejores. Además, me divertí mucho buscando las frases célebres.