¡Hola!
Hoy he traído esta nueva adaptación :)
Disclaimer: los personajes son propiedad de Stephenie Meyer y la historia está basada en el dorama de Sensory Couple; yo sólo me encargo de su adaptación.
Como ya saben, soy un poco lenta con mis actalizaciones pero sí las hago; con esta historia será igual, espero y puedan comprender.
Para los que siguen también mi historia de Boys Over Flowers, sí la voy a continuar y no la abandonaré.
Espero la historia sea de su agrado, y los reviews son bienvenidos :)
Angela bajó del autobús y como era de costumbre le mando un mensaje a su mamá:
Mamá, acabo de bajarme del autobús.
¿Podrías empezar a calentar la comida para mí?
¡Gracias!
Recorrió el camino de costumbre y cuando llegó a la cerca de su casa se apresuró a abrirla y entrar a su casa, realmente estaba hambrienta y en lo único que podía pensar era en comida.
Sin embargo, al entrar a su casa no la recibió la clásica escena donde su mamá ya estaba poniendo la comida en la mesa y ella inmediatamente se sentaba, esta vez la escena que la esperaba era muy oscura.
La primera cosa que notó al entrar era que todas las luces estaban apagadas, excepto la de el pasillo de las escaleras que iluminaba tenuemente la planta baja, lo siguiente que notó la dejó paralizada en su lugar y dejó caer la mochila: enfrente de ella estaba una persona, de la cual sólo se alcanzaba a ver que era la silueta de un hombre, él dejo caer un cuerpo y Angela supo que se trataba de su mamá.
Su corazón empezó a latir rápidamente e inconscientemente empezó a hacer ruidos con la boca, como si estuviera ahogando. La persona se empezó a acercar a ella y por más que su mente le decía "¡corre!", su cuerpo simplemente no respondía; él llegó cerca de ella y le acarició delicadamente la mejilla con su mano.
Entonces el reloj empezó a sonar y eso despertó el cuerpo de Angela, rápidamente ella lo aventó, pero él era más fuerte y apenas se movió, sin embargo el movimiento fue suficiente para que ella le diera una patada en la pierna y abriera la puerta, él la agarró del brazo y empezaron a forcejear, ella le escupió en los ojos y aprovechó la oportunidad para salir, sin embargo no se dio cuenta de que había logrado desprender una parte de su suéter donde estaba escrito su nombre.
Angela salió corriendo.
-¡Ayuda!
Normalmente ella era muy torpe pero parecía que la adrenalina la estaba ayudando a escapar ya que no tropezó en ningún momento.
Él la siguió corriendo y en varias ocasiones estuvo a punto de atraparla, pero ella se aprovechaba de su conocimiento de la zona y lo engañaba tomando otras calles.
No todo podía terminar bien, Angela seguía corriendo y sin darse cuenta cruzó una calle en la que un auto manejaba a alta velocidad y que atropelló a la pobre víctima.
No sintió nada, por alguna razón parecía que su cuerpo seguía en shock, apenas sintió cómo su cuerpo se estrellaba con el pavimento.
En ningún momento, ni siquiera durante el golpe, había apartado la mirada del hombre que la seguía.
Esto… no puede estar pasando… mis papás…
Su mente se quedó en negro y ya no alcanzó a sentir las primeras gotas de la lluvia tocando su piel ni el ruido de las sirenas de la policía acercándose.
Por otro lado, su agresor sí escuchó las sirenas y sabía que lo mejor era huir, pero antes de eso sacó el pedazo de suéter que había arrancado y leyó su nombre:
Angela Masen
-¿Qué paso, Angela?- contestó un Edward muy preocupado.
-Mi autobús tuvo un accidente, Edward
-¿Qué?-preguntó empezando a sentir pánico- ¿Estás herida? ¿Dónde estás?
-No te preocupes, mi lesión no es tan grave; sólo un pequeño corte en la frente
-¿Y dónde estás ahora?
-Estoy esperando mi turno para subir a la ambulancia. ¡Tengo tanta hambre!
-Te llevaré algo de comer-le prometió, sabía que su hermana era muy glotona.
-¡Genial! Ya llegó la ambulancia.
-Está bien, pregúntales a qué hospital te llevarán y me avisas.
-Tranquilo, ya te dije que no es nada grave.
-Voy de salida, adiós.
No importaba lo que dijera su hermana, él siempre la cuidaría y aunque fuera un simple rasguño en la frente la mimaría mucho.
Ya había pedido permiso en su trabajo para salir antes y ahora se encontraba en camino hacia el hospital, llegó y preguntó por la camilla donde estaba su hermana, le dieron el número y rápidamente se dirigió para allá. En el camino vio que su hermana tenía suerte de haber tenido sólo un rasguño, la mayoría de la gente estaba más heridas, había mucha sangre por todos lados y gemidos de dolor.
Iba tan distraído que no se dio cuenta que había chocado con un doctor, se disculpó y cuando el doctor se marchó sin decir nada Edward notó que su bata tenía muchas manchas de sangre.
Debe de haber sido de algún paciente.
Despejó al doctor de su mente y se apresuró a llegar con Angela, cuando encontró su camilla deslizó la cortina y levantando una bolsa donde tenía comida la saludó:
-¡Angela! ¡Te traje de comer!
Estaba acostada de lado y no le había hecho caso.
-¿Estás dormida? ¿Estás bien? Puedes dormir después de comer.
Siguió sin responder y vio que su cuerpo no se movía, ni un poco.
Ve que su cuerpo no se mueve.
-Angela-le dijo poniéndose serio-, estás jugando conmigo, ¿no? ¡Angela! ¡Angela!
Le tocó el hombro y la volteó, del lado derecho de su yugular había una cortaba y la almohada y sábanas estaban manchadas de sangre.
Inmediatamente los ojos de Edward empezaron a llenarse de lágrimas.
-¡Ayúdenme!-gritó con agonía- ¡Despierta Angela! ¡Un doctor! ¡Rápido!
Más lágrimas seguían cayendo mientras abrazaba el cuerpo ya sin vida de su hermana.
Siete días después…
Charlie llegó a la escena del crimen lo más rápido que pudo.
-¿Ya los identificaste?-le preguntó a su colega que había llegado antes.
-Sí-agarró una hoja y la empezó a leer-, el nombre del hombre es Phil Masen, de 43 años; la mujer se llama Reneé Masen, de 42 años. Fueron reportados como desaparecidos hace siete días y sus rostros coinciden con las fotografías, también, hace siete días, su única hija, una chica de preparatoria llamada Angela Masen estuvo en un accidente de coche, su estado actual es en coma, la identificamos por el uniforme de su escuela y cuando quisimos contactar a sus padres ellos no contestaban el teléfono, fue cuando un policía informó su desaparición después de no localizarlos por dos días.
-El mundo es muy cruel-suspiró Charlie mientras veía los cuerpos de Phil y Reneé-… ella está en coma sin saber que sus padres están muertos.
Se agachó a inspeccionarlos mejor y en el proceso se dio cuenta de que en las muñecas derechas de ambos había cortes de líneas simétricas, una detrás de otra y en orden horizontal.
-Creo-empezó a decir con un poco de temor-… que no fue una casualidad que su hija haya tenido un accidente de coche antes de que ellos fueran secuestrados.
193 días después…
Específicamente habían solicitado que a esa paciente se le tuviera en aislamiento, parecía que era de suma importancia que nadie se enterara de su existencia.
Rutinariamente, la enfermera estaba revisándola cuando notó que empezaba a mover sus dedos, y después abrió los ojos de sopetón.
Bella POV
Poco a poco la bruma fue desapareciendo, sentí cómo movía algo de mi lado derecho y después abrí los ojos. Lo primero que vi fueron mis manos: eran pequeñas y muy blancas, se veían muy cuidadas. Algo a mi lado se movió y fijé mi atención ahí.
Había puntos de color azul bailando en el aire.
Me restregué los ojos y cuando los abrí los colores seguían ahí. Volteé a otro lado y ahora esos puntos azules se habían combinado con puntos rojos. Cerca de mi cara había más puntos de diferentes colores, empecé a espantarlos como lo haría con una mosca pero no se iban.
Volteé hacia donde estaba el aire acondicionado y de la rejilla salían puntos negros que se acercaban a atacarme, los empecé a espantar pero no se iban y el pánico se empezaba a apoderar de mí y pronto me encontraba gritando.
Los doctores llegaron rápidamente acompañados de enfermeras y otras personas, seguí gritando, alrededor de cada persona había puntos de diferentes colores.
Forcejeé cuando vi que iban a inyectarme algo pero cuatro personas eran más fuertes que una y poco a poco mi vista se volvió tan borrosa que ya no pude ver nada.
Al otro día traté de reaccionar mejor a los puntos de colores y prefería ignorarlos.
Me dieron permiso para que me bañara sola y cuando salí limpié el vapor en el espejo y me miré al espejo, no me reconocía, era como ver a una extraña.
Estaba muy sorprendida.
Después de que abriera los ojos, tres cosas extrañas me pasaron.
La primera de ellas era que había despertado después de que mi pronóstico era malo, el médico me dijo que nadie esperaba que despertara del coma, pero por un milagro, desperté 193 días después.
No le tomé mucha importancia y tome por sentado que se trataba de un milagro.
Así que me concentré en cuidarme para dejar el hospital lo más pronto posible.
Hacía pocos días que había dejado la silla de ruedas y mis pies apenas estaban retomando su fuerza natural, sin embargo tenía que sentarme mucho para no agotarme.
No me gustaba cuando tenía que sentarme en la sala de espera, la gente se me queda viendo raro y comienzan a murmurar.
Los médicos dicen que no hay una explicación de por qué mi ojo izquierdo se volvió azul. Las personas se espantan cuando ven que un ojo es azul y el otro café.
También ignoraba eso pero no resultaba muy bien, no me gustaba que me vieran como un bicho raro.
Afortunadamente, hoy me iba a casa.
Terminé de empacar mis cosas y me miré en el espejo una vez más antes de abrir la puerta.
La segunda cosa extraña es que no recuerdo nada. No sé por qué estaba en una cama de hospital por 193 días, me he esforzado por recordar pero no puedo.
¡Vamos! ¡Recuerda! ¿Por qué estuviste en coma? ¿Por qué? ¿Por qué?
La cabeza me empezó a doler y preferí dejarlo por las buenas, era como si hubiera una muralla en mi cabeza que me impidiera ir más atrás.
Suspiré y me puse el parche que normalmente ocultaba mi ojo azul, lo había pedido para no asustar a la gente. Ya en su lugar me encaminé a la puerta y la abrí.
-¡Papá! ¡Ta-da!
Di una vuelta y vi su cara de felicidad.
-¿Te gusta, Bella? ¿Te queda bien?
-Sí, me queda muy bien-dije tocando la ropa-, es realmente bonito.
-Mi hija ha superado su enfermedad y ahora irá a casa… ¡estoy muy orgulloso de ti!
Me abrazó y correspondí el abrazo.
Sin embargo no se sentía natural… aun viendo su cara no se me hace ni un poco conocida
Recuerdo que no reconocía a mí papá cuando lo vi por primera vez después de despertar del coma. Y… por alguna razón pensé que nunca antes lo había conocido.
Despejé el pensamiento de mi cabeza y me deshice del abrazo para agarrar mi maleta.
-Vámonos a casa, papá.
Hurgó sus bolsas y me dio un frasco de plástico pequeño.
-Conseguí esto del oftalmólogo.
Lo abrí y vi que adentro había un pupilente café.
Sonreí agradeciéndole y me lo coloqué en mi ojo azul.
Miré nuevamente mi reflejo y por primera vez, desde que había despertado, me sentí un poco más yo misma.
Seis meses después…
-¡Ya me voy!-grité mientras entraba corriendo a la cocina, donde estaba mi papá preparando el desayuno.
-Fíjate antes de cruzar la calle-me dijo como cada mañana-, revisa por donde caminas, no quiero que te tropieces; mira hacia arriba algunas veces para que nada te pueda caer, y recuerda voltear hacia atrás a veces para asegurarte de que nadie te siga.
Tomé un vaso de leche mientras él seguía hablando, cuando terminé lo corte con un beso en la mejilla y salí corriendo hacia la puerta, tropecé una vez y volteé a ver apenada a mi papá que se reía de mí, me levanté y salí de la casa.
En vez de dirigirme a la escuela, me dirigí a la heladería que quedaba en el camino y entré como cada mañana. Era una costumbre que había adquirido.
Fui a la vitrina donde estaban los sabores de los helados y observé los colores que emanaban de cada uno.
-Vainilla-señalé el que emanaba colores amarillo pálido-, chocolate, fresa, menta, mango, cereza, melocotón, y limón.
Suspiré de felicidad, finalmente había logrado identificar los colores de cada sabor.
La tercera cosa extraña es que puedo ver olores con los ojos, los olores que huelo con mi nariz… también son visibles para mí.
Estaba tan distraída en mi tarea que no me di cuenta que había una chica a mi lado hasta que habló:
-Disculpe-le habló al heladero-, ¿ha visto mi cartera? Es roja y pequeña.
-No la he visto.
-Estaba sentada allí-señaló una mesa cercana-, ¿está seguro?
La observé mejor y vi los olores que emanaba de ella.
Alcohol crisol en su ropa… es el olor de un hospital, y su crema de manos es de aroma de limón
Empecé a viajar mi vista por el lugar y, debajo de una gorra roja, salían los mismos olores que de la mujer.
Adentro de la gorra está el olor de alcohol crisol… ¡y también el aroma de limón!
-¿Podrías ponerte en contacto conmigo si la encuentras, por favor?-siguió hablando la mujer al heladero.
Le dio una tarjeta con su número y salió a hacer una llamada.
Miré reprobatoriamente al heladero y le señalé la gorra, el pareció sorprendido y fingió no entenderme, carraspeé y volví a señalar la gorra, él se dio cuenta de que yo sabía que el tenía la cartera y la sacó de su escondite para después salir a dársela a la mujer.
Es muy útil ver olores.
Fin Bella POV
Cuatro años después…
Edward estaba comiendo un hot-dog en una tienda de veinticuatro horas cuando sacó su celular y vio el anuncio una vez más.
Se busca por robo.
Recompensa de $4000
Memorizó la cara del hombre que estaba al lado del texto y volvió a guardar su celular.
Afuera, en un carro negro, estaban Peter y Jazz observando a Edward.
-El oficial Edward come mucho-comentó Peter-, ¿estará obligándose a comer para que no lo descubran?
-No lo sé-contestó Jazz con aburrimiento-, todavía no entiendo por qué un oficial de bajo rango es voluntario para ir de incógnito.
-Jasper-volteó a verlo y negó con la cabeza-… ¡Realmente no entiendo cómo crees que puedes ir de incógnito con un traje que parece que es para un banquete en la Casa Blanca!
-La moda se trata de autosatisfacción, Peter-se justificó-. Si te vistieras de otra manera, las chicas te verían de una diferente manera.
-No te preocupes por mí, estoy satisfecho con mi moda.
Jazz suspiró y prefirió cambiar de tema.
-Por cinco días ha estado haciendo su turno de día en la cabina de policía y de noche es voluntario para ir de incógnito, ¿cuándo duerme?
-El oficial Edward tiene claro su objetivo-sacó una hoja con la cara del delincuente y se la dio a Jasper-. Quiere conseguir un aumento capturando a ese sujeto.
-¿Estás diciendo que todo lo que busca es un poco de gloria? Creo que deberíamos de quitarlo de su puesto.
Abrió el seguro de su puerta e intentó salir, pero Peter lo detuvo.
-Déjalo, de todos modos nos hace falta personal.
-Pero de verdad no me agrada ese tipo.
Regresaron su vista a Edward y observaron cómo sacaba café hirviendo de la máquina y, sin enfriarlo un poco, se lo tomó todo de un solo trago.
Bella estaba tras bambalinas viendo el final de la obra mientras repetía los movimientos y diálogos del protagonista.
Cuando llegó a su final Bella despidió a los espectadores y después cerro las puertas, todos estaban reunidos en el escenario y ella se apresuró a incorporarse. Una vez ahí el director empezó a hablar.
-Como todos saben, esta compañía ha estado en números rojos desde hace seis meses, si nuestros espectáculos no son divertidos, la gente no vendrá. Por eso he tomado la decisión de que si en tres meses no se empieza a ver una ganancia, disolveré el grupo-todos empezaron a susurrar pero el director los callo y volvió a hablar-. Tengo un plan para incrementar las ventas, sin importar el papel que desempeñan-observó detenidamente a Bella-, todos tendrán la oportunidad de presentarse a un casting que haré por grupos a partir de dos integrantes, si no son divertidos no estarán en el escenario, sólo subirán los mejores.
A Bella le gustaba soñar con cómo sería su vida si triunfaba en el casting. Tal vez después sería una gran actriz que siempre estaría en obras cómicas, o tal vez la entrevistarían sólo los mejores del medio, o tal vez… ¡sería conductora de programas cómicos!
De repente sintió un golpe en la cabeza.
-Eso dolió, Eleazar-dijo mientras se sobaba la cabeza y recogía el trapeador que había dejado caer.
-¡Otra vez soñabas despierta!-la regañó.
-Lo siento, estoy a punto de terminar de limpiar, ¿practicamos después?
-Acerca de la audición-dijo un poco incómodo-… ya no voy a poder hacer pareja contigo.
-¿Qué?-preguntó desconcertada- ¿Ya no quieres trabajar conmigo? Pero… ¡hemos estado practicando durante dos meses!
-Tanya dijo que necesitaba mi ayuda, no podía negarme.
-¿Y qué hay de mí?-empezó a gritarle con reproche- ¡Sólo faltan diez días para la audición!
-Encontrarás a alguien más.
-¡Eso es una tontería!
-¿Qué estás haciendo Eleazar?-preguntó Tanya mientras entraba al escenario que Bella estaba limpiando- ¡Vámonos ya!
-¡Ya voy!-le dijo con una sonrisa y luego se volteó con Bella- Lo siento.
Bella simplemente dejó salir un grito de frustración.
Otra noche y como siempre Edward ya se encontraba en la tienda comiendo. Sin embargo, Edward supo que esa noche sería diferente cuando vio que una persona entraba y que se trataba del delincuente al que llevaba días esperando. Hizo como que se iba a ir y cuando cruzó las puertas las cerró por adentro y enfrentó al hombre que ahora estaba delante de él.
-¿Por qué cerraste la puerta? ¡Ábrela!
Sacó un cuchillo y Edward puso los ojos en blanco.
-Suelta eso-dijo sacando unas esposas de su chamarra.
Afuera, como siempre, estaban Jasper y Peter vigilando a Edward, pero esta vez tenían su atención en Peter que estaba hablando con su novia rusa.
Adentro, el delincuente seguía amenazando a Edward con el cuchillo.
-Supongo que no podremos hacer esto pacíficamente-murmuró mientras guardaba las esposas.
Levantó su puño para golpearlo y cuando estaba su puño a centímetros de su cara… cayó en el suelo inconsciente.
El hombre aprovechó la oportunidad para abrir las puertas y salir huyendo.
Jasper y Peter regresaron su atención a tiempo para verlo salir corriendo y se apresuraron a atraparlo, sin embargo no se fijaron en que una moto se acercaba a ellos y atropelló a Peter, mientras que a Jasper le cayó una caja metálica que estaba en la parte trasera de la moto.
La empleada de la tienda había llamado a una ambulancia para que recibiera atención médica y a lo lejos alcanzaba a escuchar las sirenas.
Harry llegó a las oficinas y fue recibido por Félix, que caminó a su lado.
-¿Ya llegó Edward?
-Sí, como usted lo solicito.
Entraron a una oficina donde estaba él para do y Harry le dio un puñetazo en la mejilla.
Lo llevó a la azotea del edificio para tener una charla privada y empezó a interrogarlo.
-¿Cuál es la razón por la que te convertiste en policía, Edward?
-No hay razón, señor.
-¿Cuál es la razón especial que te obligó a convertirte en policía?-trató otra vez.
-Quiero proteger a nuestros ciudadanos…
-¿Estás jugando conmigo?-lo cortó enojado- ¿Por qué quieres tanto ser promovido?
-Quiero unirme al Departamento de Homicidios.
-¿Quieres trabajar para mí?
-Sí, señor.
-Quieres unirte a mi departamento, pero no estás calificado, así que crees que puedes entrar capturando delincuentes. ¿Qué es lo que quieres hacer en mi departamento?
-Quiero estar en casos de asesinato.
-Escucha muy bien-se acercó a su cara y lo miró amenazadoramente-: si alguna vez interfieres con mis hombres de nuevo, voy a romperte las piernas. Si no me crees, inténtalo.
Bella estaba muy tensa mientras manejaba, sentía que en cualquier momento iba a atropellar a alguien o estrellarse con algo.
¿Por qué acepté recoger la comida?
Recordó que todavía era la chica que habían contratado para limpiar e ir por los recados.
¡Por lo menos podía haber mencionado que no sé manejar!
Suspiró resignada y rápidamente se emocionó cuando vio el restaurante a una cuadra, se estaciono lentamente pero seguro.
Llegó al restaurante y rápidamente le dieron las bolsas donde venía la comida, regresó al carro y abrió la puerta trasera donde metió la comida, la cerró y ahora entró por la puerta del conductor.
Prendió el carro y movió la palanca de velocidades y aceleró, pero el carro no avanzó.
-¿Por qué no avanza?
Movió la palanca otra vez y esta vez avanzó muy rápido y frenó de inmediato.
Pero en ese rato había pasado a golpear ligeramente una moto que se derrapo por el suelo un par de metros, y golpeo fuertemente a otra moto, que iba detrás de la primera, en la que el conductor salió volando.
Bella apagó el carro y salió rápidamente.
-¡Cielos! ¡Cielos! ¡Cielos!
Se acercó al hombre y lo ayudó a levantarse, una pequeña parte de ella se calmó al ver que no había perdido la consciencia.
-¡Lo siento mucho! ¿Estás bien?-preguntó mientras revoloteaba a su alrededor- ¿Estás herido? ¡Ah!-se cubrió la boca y señaló su cara- ¡Sangre en tu cara! ¡Creo que tu brazo está dislocado!-gritó cuando lo vio flácido- ¡Lo siento mucho! ¡Todo es mi culpa! ¡Te llevaré al hospital!-señaló al norte.
¡Todos es tu culpa Bella! ¿Por qué no pudiste ser más cuidadosa? ¡Pobre hombre!
Estaba tan preocupada que no se dio cuenta que estaba parada casi en medio de la calle, sólo sintió que él la agarró del brazo y la atrajo hacia sí, ella vio que un carro pasó rápidamente en el lugar que ella estaba parada y levantó la vista para encontrarse con unos hermosos ojos verdes que la observaban, aprecio sus perfectas facciones y su cabello color bronce… ¿cómo podía existir alguien tan perfecto?
En un segundo él la soltó y Bella cayó al suelo. Él se abrió la puerta del carro en el que iba Bella y lo prendió.
-¿Qué estás haciendo?-le preguntó mientras recuperaba la compostura- ¿Por qué te subes al coche?
Se paró rápidamente y corrió a la puerta del copiloto, apenas había puesto un pie adentro cuando él ya había arrancado, Bella gritó y metió rápidamente su otro pie y cerró la puerta.
-¿¡Qué estás haciendo?!-le preguntó asustada- ¡Ni siquiera es tu coche!
Él la ignoró y siguió manejando rápidamente siguiendo a la otra moto que Bella había llegado a golpear.
Bella no pensaba nada, sólo veía cómo la gente corría para quitarse del camino del carro, y ella no paraba de gritar mientras se cubría los ojos.
-¡Maldito imbécil! ¡Para el coche!
Él sacó una credencial de su pantalón y se la enseñó.
Policía Edward Masen.
Fue muy rápido, pero Bella sólo alcanzó a leerlo.
-… ¿policía?
-Pido tu cooperación en este arresto-le dijo, y Bella notó que no sólo era extremadamente guapo, sino que también tenía una voz hermosa-. Si pierdo a ese sospechoso te acusaré por obstrucción de la justicia y por conducir imprudentemente.
Pero…pero… ¡este ni siquiera es mi coche!
Empezó a asustarse y decidió que se pondría del lado de él, de todos modos… era parte de la policía, ¿no? ¿No significaba eso que ella estaba en el lado de los buenos?
-¿Qué estás haciendo?-le preguntó mientras señalaba la moto- ¡Más rápido! ¡Que no se escape!
Llegaron a un centro comercial y el hombre de la moto había alcanzado a entrar antes que ellos.
-Por cierto-empezó Bella mientras se bajaban de coche-, ¿por qué está siendo arrestado? ¿Fraude? ¿Robo? ¿Asalto? Quizás… ¿asesinato?-se asustó.
-Robo.
Edward entró primero y no notó que Bella se había quedado a ver qué olores salían de la moto.
…colores verdes…
-¿Qué tipo de olor es ese?
Él había recorrido rápidamente la planta baja del centro comercial y no había encontrado nada, minutos después Bella entró y lo encontró.
-Por allí-señaló a la derecha y empezó a caminar-. ¡Rápido!-lo apresuró cuando él no la siguió.
Siguió el rastro de olores que había visto en la moto y de repente se detuvo.
-El sospechoso tomó el ascensor-anunció cuando estuvieron enfrente de ellos.
Él puso en blanco los ojos, obviamente no le creía.
-Me pondré en contacto contigo buscando tu matrícula, no necesito tu ayuda-la despidió.
-¿Él robó un salón de belleza?-le preguntó y él la miró sorprendido- Es cierto, ¿no?
Bella sabía que no podía estar mal, había reconocido los olores como el que emanaban los salones de belleza.
-Lo hizo-contestó, sin saber cómo esa chica había sabido eso.
Uno de los elevadores se abrió y él empezó a caminar para tomarlo.
-No tomes ese-lo detuvo por el brazo-, debemos tomar este-señaló el del lado izquierdo.
Los dos entraron y Bella siguió el rastro de olor que se acentuaba en el botón que tenía un "4" escrito, oprimió ese y él la miró con incertidumbre.
-¿Fue al cuarto piso?
-Confía en mí, adiviné lo del salón de belleza, ¿no?
Salieron del elevador y fueron recibidos por mucha gente en el mismo uniforme deportivo, habían llegado a un gimnasio.
-¡Hay mucha gente!- se quejó Bella con frustración
-Ni siquiera vi su rostro debido a que llevaba casco. Todo el mundo usa uniforme, no voy a ser capaz de encontrarlo.
-Estoy segura de que vino al cuarto piso-aseguró ella.
-Estoy de acuerdo contigo-dijo él confiando en ella por un raro presentimiento-, yo vendría aquí si fuera el criminal. Supongo que lo hemos perdido, vámonos.
-¿Te vas a rendir?-le reprochó Bella.
-¿Cómo puedo atraparlo entre estas personas cuando ni siquiera vi su rostro?-trató de hacerla comprender- Una vez que robe la ropa de alguien y escape, él habrá ganado.
-De hecho habrá ganado una vez que se lave el cabello y las manos-dijo Bella mientras chasqueaba los dedos de alegría-, pero… si el olor de la mano dejó rastro alguno… sería dentro de los vestidores.
Edward puso los ojos en blanco y se dio la vuelta para irse, pero Bella lo detuvo del brazo y le dijo:
-Desvístete.
Después entraron al vestidor de los hombres, mientras él usaba uno de los uniformes, Bella se había puesto su ropa, su puso unos lentes negros, un cubre bocas y había escondido su cabello dentro de la capucha de la chamarra que vestía.
Se dirigieron a los lockers mientras él se seguía preguntado por qué había aceptado hacer esto con una desconocida.
Bella se detuvo mirando detenidamente.
-¿Qué crees que estás haciendo?-le murmuró él, regañándola- Vámonos, ¿de acuerdo?
Ella lo ignoró y siguió escudriñando hasta que sintió la mirada de un hombre en ella, ella lo miró un momento y después se volteó hacia el policía para que el otro hombre no notara algo raro.
Él se dio cuenta de lo que Bella trataba de hacer y trató de ayudarla cuando vio que el hombre se dirigía hacia a ellos.
-¡Tanto tiempo, amigo!-le dijo a Bella mientras le daba un golpe amistoso en el hombro- ¿Cómo has estado? ¿Todavía te gusta la ropa holgada? ¿Por qué no esperas afuera? Tomemos una copa después-el hombre pasó a su lado y Edward se acercó a Bella para susurrarle-. En serio, ¿qué estás haciendo? Vámonos…
-Espera-lo detuvo ella mientras regresaba su atención a los lockers.
Buscó una vez más y encontró el aroma.
-Es este-señaló-, este es el casillero del ladrón. Voy a esperar afuera.
Una vez hubo salido se dio cuenta de que tenía muchas llamadas perdidas de Tanya y le regresó la llamada, cuando terminó de contarle lo ocurrido Tanya se burló de ella por las historias que inventaba.
-¡Lo digo enserio!-volvió a decir Bella- ¡Estoy aquí para atrapar un ladrón con un policía!
En cuanto escucho que Tanya empezaba a gritar alejó el celular de su oreja y cuando de escuchar la voz se lo volvió a acercar.
-Está bien, voy a callarme y regresar.
Colgó y metió las manos en las bolsas de la chamarra, sintió algo raro y lo sacó: eran las esposas.
Por otro lado, el policía esperaba que Bella hubiera tenido razón y esperó al criminal en los vestidores. Vio que después de un rato un hombre abría el locker que supuestamente pertenecía al ladro.
-Disculpe-preguntó cuando se hubo acercado-, ¿acaba de visitar un salón de belleza?
-¿Qué?
-Estoy preguntando si acaba de robar un salón de belleza.
Rápidamente trató de caminar para huir pero fue detenido por el pie de Edward y al tropezar se cayó, se quitó la toalla que traía en el cabello para golpearlo en la cara y después para atacarlo y que quedara sentado en el jardín. Lo bloqueó poniendo su rodilla sobre su espalda y empezó a buscar sus esposas.
Bella entró rápidamente y se las extendió.
-¡Señor!-dijo haciendo la voz "grave"- ¡Aquí están!
Él le agradeció y le puso las esposas para después levantarse, primero él, y luego el delincuente.
-Gracias por tratar de huir, ni siquiera conocía tu rostro
El delincuente se empezó a remover en brazos de los médicos y lo hizo tan bruscamente que golpeó de paso a Bella, quien cayó al piso por la fuerza y de paso se le cayeron los lentes y la capucha.
Ella se sonrojo y levantó la vista encontrándose con un montón de hombres semidesnudos.
-¡Lo siento!-dijo con arrepentimiento cuando vio que a uno se le caía la toalla y Bella pudo verlo completamente y dio un pequeño grito- ¡Lo siento!
Salió corriendo y él la siguió junto con el delincuente arrestado, salieron del centro comercial y se encontraron con que los estaban esperando Peter y Jasper para llevarse al sospechoso.
-Su cuchillo está en el salón de belleza-les informó él mientras les entregaba a la persona.
-Lo conseguimos después de recibir la llamada-le dijo Jasper-, será una pieza importante de evidencia para verificar las huellas
-Nosotros nos encargaremos ahora-le informó Peter, cortante-, así que mantente al margen de esto.
-Puedo interrogarlo también, voy a ir con ustedes.
Trató de meterse al carro y Peter lo paró poniendo una mano en su pecho.
-Creo que deberías ir al hospital primero-dijo señalando su cabeza antes de subirse.
Bella no les había prestado atención y en cambio había ido a donde estaba el coche estacionado, no sabía si podía seguir diciéndole "coche", ya que parecía más una carcacha ahora. Cuando vio que él se quedó solo le hizo señas para que se acercara.
-Vamos al hospital-le informó.
Él volvió a conducir pero esta vez más despacio, se paró cuando llegaron al hospital y salieron del carro.
-No necesito ver a un médico…-empezó decirle mientras caminaban a la entrada.
-¡Debes hacerlo! ¡Podrías llegar conmigo más tarde con una demanda! ¡Estoy segura de que lo sabes porque eres policía!
Entró ella primera y, cuando vio que no la seguía, lo apresuró:
-¡Date prisa!
Él la obedeció y entró, después de esperar un par de minutos para que lo atendieran, salió junto con una enfermera.
-¿Qué dijo el médico?-preguntó Bella.
-Me dijo que estoy bien.
-Al médico le gustaría ver a su familiar, señorita-le dijo la enfermera.
-¿Yo?
-Sí
Bella miró con duda a él, pero simplemente se encogió de hombros cuando no recibió ninguna respuesta y entró al consultorio.
-El paciente acaba de recibir quince puntadas y su hombro estaba dislocado-le informó el médico sin dejar que Bella dijera algo antes-. La única cosa que una persona normal puede hacer en ese estado es gritar de dolor.
-Estaba muy tranquilo-le dijo Bella recordando que él no parecía tener ningún tipo de dolor.
-Debió haber estado en mucho dolor…
-Para nada.
-Como me lo esperaba, es analgesia.
-¿Qué?
-Analgesia, es la pérdida de la capacidad de sentir dolor mientras se está consciente.
-¿Hay una enfermedad así?-se preguntó Bella para sí misma- Sabía que algo estaba extraño...
-También tenemos una clínica de dolor aquí-siguió el doctor, ignorándola-, debería de ver a nuestra especialista en dolor.
-Pero… ¿por qué me dice esto a mí? Debería informarle directamente al paciente.
-El paciente no tiene ningún deseo de curarlo, así que quería hablar con su familia…
-No soy su familia-lo cortó-, así que creo que lo mejor sería que nos vayamos de una vez. ¡Gracias! ¡Adiós!
Salió del consultorio y lo encontró moviendo su hombro de un lado a otro.
-Yo me haré cargo de la factura, ¿por qué no te adelantas?-le dijo.
-Claro
Mientras ella se dirigía al mostrador, él se dirigió al estacionamiento y antes de llegar al elevador chocó con alguien.
Él se volteó para disculparse y sólo alcanzó a ver de soslayo el perfil del médico con el que había chocado y una sensación extraña se apoderó de él, era la misma sensación que había sentido hace cuatro años cuando choco con alguien antes de encontrar a su hermana…
Bella ya había terminado de pagar e iba camino al estacionamiento cuando pasó al lado del mismo doctor con el que él había chocado. El doctor la vio de frente y, cuando pasó, volteó a ver su espalda.
No es posible… es… increíble… ¿cómo es que…?
Afortunadamente Bella lo alcanzó antes de llegar al estacionamiento e iba leyendo la factura en voz alta.
-Cuota de consulta… cuota de administración de inyección…supongo que la anestesia se cobra por separado.
A lo lejos, el doctor veía cómo se iban.
Realmente no puedo creer que lo esté viendo…ella… ¿cómo…?
Él quería respuestas de parte de ella y también se sentía mal por lo que le había hecho a su coche, así que decidió que iba a invitarla a tomar un café y trataría de solucionar las cosas a la vez que investigaba sobre ella un poco más. Habían ido a una cafetería donde trabajaba una amiga de Bella: Alice.
-¿Quién es?- le preguntó su amiga señalando al chico guapo que estaba sentado.
-Un policía.
-¿Estás en problemas?-preguntó alarmada.
-Sí-contestó un poco preocupada-, golpeé su cabeza y le disloqué el hombro.
Al negó con la cabeza y se volteó para empezar a preparar el pedido de Bella.
Ella regresó a sentarse.
-Si tu herida se infecta o algo va mal con tu hombro, voy a cubrir la factura del hospital-le aseguro Bella, verdaderamente preocupada-. Una vez más, lo siento mucho. Y-dijo mientras buscaba algo en su bolsa-… esta es mi información de contacto.
Le extendió una hoja con sus datos.
Edward sacó una tarjeta de su cartera y se la entregó.
-Por favor, hazme saber cuánto es de la reparación de tu coche.
-Está bien.
-Así que-empezó él, tratando de obtener más información-, el ladrón… ¿cómo supiste que robó un salón de belleza?
-Eso-empezó a titubear pensando en una respuesta creíble-… sólo… leí sobre varios ladrones de salón de belleza por internet.
-Entonces, ¿cómo sabías que se subió al ascensor? ¿Y que se bajó en el cuarto piso? ¿Cómo sabías esas cosas?
-Fue sólo mi intuición-mintió rápidamente con una sonrisa falsa-, la gente dice que tengo una intuición muy aguda. ¡Igual que los detectives!
-¿Esa intuición te dijo que el número de casillero del ladrón era 139?-preguntó sin creérselo- ¿Sabes? No tiene mucho sentido
-Bueno… es que…siempre me gustó el número 139-salió por la vía fácil y menos creíble-, y tenía la sensación de que hoy debía de usar ese número. De todos modos, ¡atrapaste al ladrón y eso es lo que importa!
La ficha que le había entregado Alice se iluminó de azul.
-¡El café está listo!-anunció feliz de que podían dejar de hablar sobre cómo ella sabía esas cosas.
Se lo extendió y él tomó la ficha para después ir a recoger su orden.
-Cálmate Isabella Marie Swan-se murmuró a ella misma mientras ponía su cara entre sus manos-. ¿Tuve que hacer todo eso? ¿Incluyendo meterme a los vestidores de hombres?
Él llegó con dos humeantes tazas de café y después tomó asiento.
-Gracias por el café-le agradeció Bella.
.Muchas gracias por toda tu ayuda en este arresto.
-No hay de qué.
Él agarró su taza y le tomó un gran trago.
Bella trató de imitarlo y cuando le dio el primer trago dejó la taza en la mesa y se agarró la garganta mientras empezaba a sentir ardor.
-¡Está caliente!
Abrió la boca y empezó a echarse aire con la mano.
-¡Deberías de haberme dicho que estaba muy caliente!-lo regaño.
Él no le tomó importancia y simplemente se encogió de hombros.
Él siguió tomando su café como siempre y ella lo miraba con una cara entre de repulsión y asombro.
Minutos después salieron de la cafetería mientras Bella seguía echándose aire en la boca.
-Por favor mándame en texto la cantidad y tu información de transferencia bancaria una vez que arregles tu coche-le pidió Edward mientras se detenía.
-Está bien, buenas noches.
Se dieron la espalda y Bella empezó a caminar a un lado y Edward a otro.
-¡Angela Masen!-dijo una mujer que pasaba al lado de Bella mientras le tocaba el hombro, ella dio un brinco de la sorpresa-Eres Angela Masen, ¿verdad?
Edward se paró en seco.
-¿No me recuerdas?-siguió preguntando la desconocida cuando Bella no habló- ¡Soy Vanessa!
-Yo no te conozco-le dijo con una sonrisa incómoda-, creo que te equivocaste de persona
-¡Oh!-dejo con decepción- Entonces… lo siento mucho, es que eres exactamente como una ex compañera de clase
-No te preocupes por eso.
-Lo siento.
La desconocida se marchó y Bella volteó para ver cómo se iba, pero se encontró con los ojos de Edward, quien también se había volteado.
Bella lo miró sorprendida, Edward tenía los ojos llorosos, pero no salían lágrimas.
