¡Doy comienzo oficialmente al nuevo fic que sigue la continuación de mi anterior historia de Dragon Ball! ¡Disfrutenla!
Regreso de la Princesa Saiyayin Kagome: Saga Dos
Descargo de responsabilidad:No soy propietaria de los personajes de Dragon Ball z! De ninguna de sus respectivas temporadas.
Resumen: Volvemos a vivir aventuras con Kagome chan y nuestros personajes favoritos de dragon ball, esta vez ¡viajemos juntos alrededor de las sagas más emblemáticas de sus películas!
Pareja: Kaname/Diecisiete
Estalla el Gran Duelo
Capitulo I: ¿Un nuevo planeta Vegita?
Ahora todos estaban reunidos en un día de campo para pasar el rato y descansar un poco… lastima que Kakaroto no pudo venir al ser arrastrado a una entrevista de colegió por la madre del presente niño Gohan.
Aunque no tenía ninguna lastima a el… al menos no tenía que soportar escuchar el horrible canto de Krilin… así ahuyentarían a cualquier bestia salvaje sin ningún problema.
- ¿De verdad creen que Krilin canta bien? – pregunto Trunks con un rostro incrédulo mientras escuchaba los elogios dados por el Maestro Roshi y los padres de Bulma.
Kagome rodó sus ojos, - ¿Qué esperabas? Los primeros son muy amables… y aquel anciano borracho no distinguiría entre escuchar cantar a una sirena y un dinosaurio rex – dio una leve risa en su broma.
Tanto Trunks como Gohan, Picoro y Vegeta no pudieron evitar sonreír al imaginarse aquella comparación… si que tenía imaginación.
Fue un segundo después que Bulma se paro de su asiento - ¡Ahora que cante Kagome chan! – grito, haciendo a la niña dar un paso atrás del susto… - ¡Trunks también quiere escucharla! ¿verdad bebe? – hablo a su hijo que rió en delicia.
Todos comenzaron a alentarla, la niña comenzó a temblar… con un bufido molesto subió a plataforma de madera – Quítate si no quieres salir dañado – amenazo entre dientes. Krilin sabiamente un segundo después estaba fuera de allí de un salto.
Vegeta como todos los demás giraron su atención allí, el coloco una mueca maliciosa… sería divertido ver a su hermana cantando avergonzada… aunque sabía que tenía una bonita voz.
De hecho Bulma pasaba muchas veces el video que había sacado de ella (nunca parecía cansarse de hacerlo) a lo que luego de enojarse al recordarlo… termino por tomar gusto por la canción ¡demonios! Incluso podría recitar de memoria la letra entera.
Kagome suspiro levemente al ver que Bulma encendía un nuevo karaoke en el pequeño equipo… la música comenzaba a sonar (ya que onee san había escrito muchas canciones para que su cuñada las cantara y pudiera gravarla)
Kagome comenzó a abrir la boca cuando algo improvisto ocurrió, ella cambio su rostro a uno serio y bajo de aquel sitió situándose al lado de su hermano mayor, una extraña nave con forma esférica bajaba hasta quedar en tierra, sus compuertas se abrieron.
Un gran número de extrañas personas bajaron de allí vestidos extrañamente y con cascos, - Señor Vegeta, Señora Kagome – exclamaron al unísono a ambos príncipes que mantenían su rostro fresco a pesar de la confusión.
De entre medio de ellos se acercaba un extraño hombre, con una cicatriz en su ojo derecho… un saiyayin – Los buscamos en todas partes majestades… - dijo llegando a ellos y arrodillándose.
Vegeta sonrió extrañamente, mientras Kagome solo reforzó a si misma su rostro frió, - Su altezas mi nombre es Paragas… - comenzó la cuenta regresiva.
- Tal y como escucharon, venimos por sus majestades para crear un nuevo planeta Vegita – aquí los dos quedaron sorprendidos.
- ¿Han creado… un nuevo planeta? – fue la primera vez que Kagome dio a conocer su voz, su tono era confuso y lejano.
Este saiyayin levanto su vista a ellos – ¿No le gustarían mostrar una vez más los poderes tan sorprendentes que tienen los saiyayin a todo el universo? – se paro extendiendo sus manos mientras hablaba – con sus manos majestuosas crearan un nuevo reino donde nada más exista la raza más poderosa – exagero sus gestos como palabras, los demás victorearon sus versos.
Tanto Kagome como Vegeta quedaron un segundo en silencio, ella solo giro su rostro con desagrado mientras el giro bruscamente dispuesto a marcharse, pero este tipo no se dejaría vencer tan fácilmente.
- El único capaz de vencer al súper saiyayin legendario es usted príncipe Vegeta… le pido que lo piense nuevamente – declaro con confianza que aceptaría.
Kagome estrecho sus ojos, ella calculaba intensamente cada palabra y escena en este acto…sacando con rapidez sus conclusiones.
Como aquel infeliz esperaba llamo la atención de su hermano a la perspectiva de una pelea, - El súper saiyayin legendario… ¿Quién será? – le escucho susurrar quedando ella también confundida.
Entonces ese saiyayin explico los destrozos que el súper saiyayin legendario provocaba y como también peligraba su nuevo planeta Vegita, obviamente ya se sabía cual sería la respuesta de Vegeta y aunque Trunks trato de hacerlo comprender era imposible.
Kagome también asintió con la curiosidad en sus venas - ¡Kagome! ¡no lo escuches son mentiras! – trataba el muchacho de detenerla.
Ella paro y observo a Paragas y a Trunks – Yo tampoco confió en este tipo… pero quiero conocer por mí misma a ese saiyayin si es tan poderoso… si quieres quédate, puedes escuchar a Krilin cantar – sonrió fríamente.
Luego con la frente en alto miro fríamente aquella sonrisa del saiyayin quien al verla salio de su camino con una reverencia para que subiera a bordo.
Trunks como Gohan también lo hicieron por culpa del maestro Roshi, - ¡Vegeta espérame! ¡aun no escucho a Kagome cantar! – recogió el radio karaoke y arrastrando a todos quedaron dentro.
Trunks en el último minuto logro abordarlo prometiendo a una preocupada Bulma que traería de regreso y con bien a su padre y a Kagome. A lo que ella solo le deseo bien pero aun muy confundidas sobre sus intenciones.
Por fin la nave fue llegando a un planeta desconocido, Kagome lo observaba curiosa… era parecido superficialmente a la tierra pero estaba casi completamente destruido… ¿acaso era obra de aquel súper guerrero?
Kagome no prestaba casi atención a las palabrerías que ese hombre hablaba mientras iban de hacía un sitio en unos coches, este lugar era muy aburrido.
Al llegar a una especie de palacio mal formado a su parecer, fueron recibidos por gritos "¡Viva el rey Vegeta y la reina Kagome!" con los que aquel saiyayin había dicho eran súbditos reunidos de distintos lugares del universo dispuestos a servirles.
- ¡Valla! Así que ¿estos seres decidieron servirnos por su misma voluntad? – inquiría con su voz seria a lo que su hermano observaba de reojo la conversación.
- Así es Kagome sama… están a su plena disposición como su servidor – sonrió retorcidamente y un poco forzado.
- Entonces ¿si quiero jugar y matarlos no les importara? – aquí muchos tragaban duro y giraban su atención a Pagaras. Incluso Vegeta observo extrañado la extraña broma de su hermana.
Este miro entre Vegeta y Kagome con una gota fría de sudor en su frente, no tenía que ser imprudente… fue entonces que un joven llamo la atención de todos.
Kagome observaba al joven frente ella… sin duda un saiyayin, de largos cabellos negros que traía un extraño collar en su cuello y frente, pero ella vio sus ojos estaban apagados, como muertos.
- Este es mi hijo… estará a sus servicios cuando gusten, majestades – declaro despectivamente a lo que Kagome estrecho sus ojos en malestar, no le gustaba como rebajaba a su hijo, de su sangre, ante ellos… que al fin de cuentas eran como desconocidos.
- Majestades mi nombre es Broly – su voz era tranquila y serena, a ella le recordaba vagamente al androide Dieciséis en esta cualidad, el también dijo que se trataba de un saiyayin.
Sin una palabra más, aquel hombre informo que ahora les daría una pequeña vista sobre el castillo "magnifico" y sus habitaciones "magnificas", la muchacha internamente bostezaba en la aburrición. Pero sus ojos giraron curiosos.
Vio que el muchacho Broly iba detrás de ellos en un perfil bajo, por lo que lentamente retrocedió la velocidad hasta dar con él.
El saiyayin la observo de reojo para luego girar su vista al frente – Hola… - llamo ella con una ola llamando su atención – mi nombre es Kagome, ¿Cuál es el tuyo? – ella lucho en esconder la diversión en sus ojos negros.
El pelinegro la observaba con un pequeño brillo de curiosidad y confusión que encendió sus ojos negros – Creo que ya me presente su majestad, mi nombre es Broly – volvió a mencionar con tranquilidad, ella movió negativamente su cabeza haciendo más grande su confusión ¿había hecho algo mal?
- En primer lugar, te presentaste formalmente… pero no lo hicimos dándonos personalmente nuestros nombres… y en segundo no me llames "su majestad" ni "sama" me desagradan, solo dime Kagome – respondió con una leve sonrisa que hizo al muchacho brillar levemente sus ojos en diversión, el asintió.
- Oye… ¿no te aburres de esto? – cuestiono dando una mirada a el padre de este que hablaba solo estupideces, el pareció dudar en responder – te conviene contestarme la verdad, puedo oler la mentira – estrecho sus ojos en él.
- Hai, su- Kagome – corrigió rápidamente, siempre usando su tono gentil y controlado.
Ella entonces asintió – Bueno, entonces nos iremos – dio una sonrisa cómplice en el, que hizo dar un pequeño brinco en su pecho.
Ella retomo su lugar delante, al parecer ni siquiera se había dado cuenta de su pequeña ausencia como solo quería llenar la mente de su hermano de tonterías.
- Paragas… - lo llamo parando su caminata y la de su hermano que la observaban – quiero ir en un paseo y conocer este planeta, y planeo llevarme a Broly conmigo – su voz nunca dejo de sonar fría e insensible. Esto sorprendió levemente a Broly, el cambio que había sufrido… parecía una persona distinta.
Esto no parecía entrar en los planes de este saiyayin – Pero su alteza, una figura de su altura no… - trato de convencerla.
- No te atrevas a cuestionarme… ¿o es que mentías al decirme que estaban a mi completa disposición? – gruño en el a lo que Vegeta miro estrecho a aquel sujeto – hermano… no estaría mal si tomara un paseo ¿verdad? – guío su atención a el.
- Haz lo que quieras – respondió indiferente, en termino Vegeta, "no, puedes hacer lo que gustes".
- ¿Vez?... es mejor que aprendas que nadie me controla saiyayin – gruño en el con una sonrisa de superioridad al ver la rabia en las profundidades de sus ojos.
- Broly, vamos – dijo con una sonrisa ganadora pasando por su lado, este asintió de inmediato dando una mirada de reojo a su padre que estrechaba sus ojos en furia hacía la niña.
Kagome volaba por los alrededores de aquel planeta… pero solo encontraba desolación a su paso… ¿este basurero sería el nuevo planeta Vegita?... ella no lo creía.
- Hey… - llamo la atención del muchacho - ¿conoces una pradera o algún lugar para descansar? – movió su cabeza de una manera bonita.
Este de alguna manera sintió un pequeño calor en sus mejillas – Hai – asintió a ella, unos cuantos minutos después estaban en un pequeño campo de flores.
A Kagome se le iluminaron los ojos, era como un paraíso en medio de aquel desolado desierto. Para sorpresa del pelinegro ella dio unos cuantos pasos para luego girar y tirarse de lleno en aquel sitió… los pétalos de flores volando a su alrededor a sus ojos la hacían ver como algo místico y bello.
- Ven siéntate – invito con una palmada a lo que sonrió levemente sentándose en aquel sitió, - yo en realidad siempre ame el bosque y los campos… pero ahora casi nunca tengo tiempo para estar en ellos – suspiro cerrando sus ojos y mirando el cielo.
Entonces amplio sus ojos al acordarse de algo, él la miro curioso… la muchacha saco lo que parecía un pequeño envase de jugo con una bolsita de vasos descartables.
Ella sirvió en dos vasos su contenido - ¿Te gusta el jugo de naranja? – cuestiono distraída… el dijo un si, sin saber a que realmente se refería, entonces entrego uno a cada uno.
El vio un poco desconfiado a ella tomarlo, levemente lo olio y no viendo daño en el lo probo, al instante amplio levemente sus ojos en sorpresa… era dulce y a la vez agradable.
- ¿Te gusto? – parpadeo curiosa de su opinión.
- Hai, me agrado mucho en verdad – respondió con una pequeña sonrisa, vio fascinado como ella sonrió brillante en el halago.
- Me alegro que te gustara, a decir verdad es mi jugo favorito – rió levemente, muy a gusto en aquel sitió y este muchacho a diferencia de su padre era muy agradable.
El en cambio quedo confuso ¿tanto le había importado su opinión? ¿Por qué?... – Por… porque, me tratas de esta manera… - vio la confusión en sus ojos en la repentina cuestión – como… un igual – pidió más claro observando el cielo celeste.
La muchacha comprendió – Es porque lo somos… - el la miro con shock en esto – no solo somos saiyayin, sino que también somos seres vivos… además, tratar a los demás como inferiores no es lo mió y odio aparentar algo que no soy – cerro sus ojos con una sonrisa encantadora.
- Entonces… de verdad piensas que somos iguales, tu y yo – afirmo cerrando sus ojos para que ella no viese un brillo secreto en estos.
Ella asintió sin problemas, entonces sus ojos brillaron en travesura, se lanzo contra el césped jalando del brazo al saiyayin y arrastrándolo con ella hacía abajo… aunque le costo bastante hacerlo pero rió de lo divertido.
- Ahora vamos a disfrutar un poco la tranquilidad – murmuro suavemente cerrando sus ojos, sin dar cuenta que aun permanecía su mano en su brazo.
Broly estaba con una sensación que jamás había sentido: la confusión… ¿Por qué se sentía tan bien al sentir su tacto suave y calido? ¿Qué eran estas sensaciones?
Para su disgusto dio cuenta de la hora, dentro de poco se serviría el almuerzo y tendría que llevar a Kagome a aquel sitió nuevamente.
Lentamente se sentó, vio su mano tocar su antebrazo y luego giro su vista a su rostro, demostraba tanta serenidad y también belleza natural e inocente. No pudo evitar sonreír ligeramente en ella.
- Mn… ¿paso algo? – la muchacha siguió sus pasos al sentir su movimiento, levantándose y sacando la calidez de su mano de su cuerpo. El retuvo la emoción de perdida en su rostro, dándole el aviso de la cena que tenía que estar presente.
La muchacha suspiro miserable… si fuera por ella no regresaría a aquel sitió nunca y menos si debía ver la cara a aquel tipo y sus mentiras.
Al llegar ella noto como Paragas parecía molesto con Broly por la tardanza – Su majestad, espero que mi imprudente hijo no la allá molestado mucho – su tono era venenoso, ella miro al muchacho que solo mantenía un rostro en blanco en el insulto.
Kagome le miro aburrida – Al contrario Pagaras, él alegro mi día… para que usted con su mera presencia volviera a arruinármela – declaro con una sonrisa de suficiencia.
Este mordió su lengua tragando cualquier comentario "no adecuado" que podría salir – Me alegro, sígame por favor… - su voz siempre lleno de falsedad.
La muchacha solo bufo siguiendo a aquel saiyayin pero dando una sonrisa cómplice al muchacho a su lado que brillaron sus ojos en diversión.
Pagaras dio cuenta de esto e internamente gruño… no le gustaba donde esta chiquilla guiaba sus planes.
Al llegar a la gran mesa estaba servido un gran banquete en el, a lo que Vegeta, Trunks y Gohan al menos parecían estar esperándola… mientras los demás comían como cerdos.
Iba dirigiéndose a la mesa pero dio cuenta de algo, - ¿Broly no vienes? – invito sonriente pero alguien lo interrumpió.
- El estará bien su majestad, por favor disfrute el banquete – sonrió falsamente con una reverencia corta.
Kagome estrecho molesta sus ojos en él, pero al fijar que el muchacho no decía nada asintió a él, Trunks se levanto diciendo que se sentara a su lado a lo que ella sonrió y asintió.
Llegando a él, - Hola, Trunks kun – saludo con una sonrisa que el devolvió gustoso – y ¿Qué tal con aquella molestia? – guió sus ojos a Pagaras.
El muchacho suspiro – Mi padre no quiere escucharme, se que solo dice mentiras Kagome chan – declaro comenzando a tocar sin ganas su alimento.
- Lo se, pero al menos no podrá continuar su plan con nosotros alerta… y onii san no es tonto como el espera tampoco – rió de buena gana observando a Vegeta que levantaba una ceja a su vista. El muchacho sonrió y luego dio una carcajada en acuerdo y mucho más tranquilo.
Broly observaba con su rostro en blanco a Kagome con aquel saiyayin… Trunks el hijo de Vegeta con una terrícola… no era siquiera un saiyayin puro, no era igual que la princesa Kagome como él mismo.
Apretó sus puños de furia al verla reír junto a él. No quería nada más que matarlo para alejarla de ella y volver a tenerla junto a sí solamente.
Pagaras dio cuenta de la creciente furia de su hijo y el pánico lentamente se apodero de él… ¡no podía pasar en este momento! ¡todos sus planes se arruinarían! Fue que un improvisto surgió que lo salvo.
Un borracho Roshi comenzó a gritar estupideces - ¡Kagome tiene que cantar! – comenzó repetir, Krilin y Gohan comenzaron a decirlo también con una gotita de sudor para no dejarlo solo. Vegeta comenzaba a gruñir en la molestia.
Kagome tiro una mano en su rostro - ¿Es necesario? – pidió con esperanza que Trunks pero el solo sonrió con un poco de pena.
Aceptando su pena la muchacha se puso de pie – Bien, bien – dijo entre dientes, todos silbaban o aplaudían a ella… también los guardias y sirvientes del lugar aplaudían respetuosamente sin saber que realmente pasaba, ella miro hasta su hermano sonreía de diversión. Era un idiota al aprovechar su mala fortuna ¡y divertirse a sus costillas!
Krilin se levanto de la silla y coloco en una el programador del karaoke, justo donde Bulma lo había puesto en el día de camping, sonriendo tomo asiento nuevamente.
La música comenzó nuevamente a tono y la niña acerco el micrófono del karaoke. Kagome dio otro suspiro pero se concentro en la melodía queriéndose dejar llevar por un momento en el ritmo atrayente.
A Diez Centímetros de Ti (Oreja de Bangok)
Repaso mis lecciones delante del espejo
Y me digo que a la larga lo bueno es lo correcto
Respiro lentamente, me vuelvo hacía la barra del bar donde tu estas
Y tú que te conoces el mapa de mí alma
No sabes que hay un mundo detrás de mí mirada
Sabes abrir mis puertas preguntándome si todo va bien o algo va mal
Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trocitos mi parte más sensata
Se que ni te oía convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Que importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas
De promesas por cumplir
Promesas sobre la arena
Que el mar borrará al venir
Los sentidos de Kagome cambiaron de curso de aquel lugar, ¿Por qué su mente viajaba hasta encontrarse con unos profundos y engreídos ojos celestes cielo?… ella sacudió su cabeza en completa negación, el perder la pelea contra aquel androide había afectado sus sentidos más de lo que ella quería.
Los años que pasaron, pasaron tantos siglos
Y lo que dura un beso en el tiempo se ha invertido
Ya sabes si soy idiota que ahora te tendré que volver a olvidar
No hace falta que te jure querido compañero
Que no debí quererte y sin embargo te quiero
Así que no hagas trampas, que ya sabes cual es de sobra mi debilidad
Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trocitos mi parte más sensata
Se que ni te oía convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Que importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas de promesas que:
Consiguen que me sienta tan tonta, tan extraña
Tan lejos de mí misma, tan cerca de tu alma
Me pierdo a la deriva tan solo encuentro en medio del agua
Promesas maleducadas
Si, ella había hecho la promesa de volver a pelear contra Diecisiete, y no sería la de romperla… aun cuando él no estuviera dispuesto a cumplirla… ella lo obligaría. Pensaba la princesa con una sonrisa maliciosa.
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Que importan las ciencias exactas
Si tú y yo somos así
Todos disfrutaban el hermoso canto de la muchacha, algunos incluso gritaban su nombre al verla mover el micrófono hábilmente en su mano… ¡Kagome realmente parecía una idols famosa! Ahora se entendía la obsesión de Bulma por obligarla a posar sus trajes y armar las canciones que la grabaría.
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas cargadas
De promesas por cumplir
Promesas sobre mareas
Tú nombre y el mío en la arena
Promesas bajo condena
Que el mar borrara al venir
La música término con una voz suave y lenta, donde en el último renglón la niña permitió infiltrar un tanto de melancolía. Había finalizado.
La mayoría estallo en aplausos y silbidos, Roshi gritando su nombre como los demás… aunque no tan bochornosamente. Su hermano la miraba orgulloso de la voz hermosa que su hermana poseía… era inigualable.
Kagome no pudo evitar sonreír mientras bajaba del escenario y es cuando sintió una mirada profunda en ella, girando a su dirección se encontró con la de Broly que la observaba con intensidad en su rostro libre de emociones excepto una emoción extraña en sus ojos oscuros.
Ella miro un segundo confundida para luego sonreír en su dirección y seguir su camino a su asiento al lado de Trunks.
Broly siguió su figura con la mirada sin apartarla ni un segundo… el verla cantar hizo su pecho saltar con locura, además de esa sonrisa en su rostro a su dirección… una extraña adicción se desenvolvía en su pecho… la adicción.
El nunca había querido nada en toda su vida, para él las posesiones o la ambición material eran meramente vanidades en comparación con la pelea y el poder… ¿Cómo esta extraña princesa cambio todo en un solo día de conocerla?
Solo entendía una cosa: ambicionaba tener a Kagome hime.
P/D: Vamos por abrir un nuevo fic, estoy muy feliz que puedan seguir leyendo esta historia, por favor, estén pendientes hasta el final! Que aun falta un poco (no se si eso es bueno o no) pero… ¡como sea! ¡recordemos las películas que tanto nos gustaron y siguen haciendo nuestra sangre calentar como en antaño!
Muchos besos ¡y mil gracias por su apoyo!
Kagome-hime10
