Disclaimer: Tsubasa Chronicles no me pertenece; todos los derechos se reservan a CLAMP.

Nota autora: ¡Qué tal! :D ¡¡He vuelto con otro fic largo!! *O* Y esta vez, es un Kuro(gane, pon, tan, como quieran xD)xFye ^-^ Y esta vez sí le hice prologo xD! Espero que les guste mucho. Quise estrenarlo hoy por el día de los enamorados :3 Bueno, hora sí, ¡a leer! ^0^

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Atrévete a amar

Prólogo

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El día era tranquilo. El Sol estaba en lo alto, el clima aceptable, los árboles daban una exquisita sombra. Todo era paz y tranquilidad…

-¡¡WAAAAAAAAAAAAAH!! –…hasta que se escuchó el grito asustado de cinco viajeros.

Todos estaban desparramados por el suelo del nuevo mundo al que habían llegado.

-¡Puu, puu, puu, puu! ¡Un nuevo mundo! –Canturreó Mokona alegremente. Sakura sonrió mientras se tomaba la cabeza con una mano y se erguía un poco en el piso, al igual que Shaoran. Y entonces, escucharon el grito del Ninja.

-¡¡Arrg!! ¡Salte de encima, mago infeliz! – Exclamó Kurogane. Todos giraron su vista hacia atrás, y vieron a un enojado Kurogane con una venita saltando en la frente, con la cara llena de tierra, y bajo de un sonriente y divertido Fye.

-Ahh, Kuro-rin, ¿insinúas a caso que peso mucho? – Exclamó simplemente el otro, sin intenciones de moverse.

-¡Sí! - Gritó enojado el moreno, aunque el Mago fuese más liviano que el aire.

-Ohh, que malo eres. – Dijo Fye haciendo pucheros.

-¡Y es KU-RO-GA-NE! –Fye rió. - ¡Ahora quítate! – El mago se cruzó de brazos, como un niño pequeño.

-Si me lo pides por favor; no antes. – Los chicos aguantaron la risa, no así Mokona, al ver la cara de rabia del moreno.

-Quítate… - Susurró entre dientes y con un creciente instinto asesino acumulándose dentro de él. Fye sonrió y se acercó a su rostro, haciéndolo sonrojar.

-Ya te lo dije: O por favor, o nada. – Y ante la divertida mirada de todos, Kurogane soltó un resignado y fastidiado:

-Por favor. – Fye rió y por fin se quitó de encima y se sentó al lado del moreno. Los otros simplemente sonrieron. Era tan divertido verlos pelear.

-¿Ves que no era tan difícil, Kuro-mi? – Dijo Fye sonriéndole inocentemente. Kurogane cerró los ojos y se sentó en el suelo con el seño fruncido, sacudiéndose las ropas y quitándose la tierra de la cara, aguantándose las ganas de torcerle el cuello.

-Oigan, ¿dónde hemos llegado? – Preguntó de pronto Shaoran. Todos lo miraron como si fuera la primera vez en que pensaban en eso. Y así lo era. Un poco confundidos, se levantaron del suelo, mirando a su alrededor.

Estaban en una especie de pradera. Había pasto por todos lados, rocas grandes y algunas de ellas con un poco de musgo. Flores de todos los colores, habidos y por haber. Y uno que otro árbol por ahí.

-¡¿A dónde nos has traído, Manju torpe?! – Fue el reclamo de Kurogane, tomando al pobre Mokona de las orejas. Odiaba ese paisaje, se le hacía muy cursi.

-¡Mokona es Mokona! – Gritó enojada la pequeña, haciendo enojar aún más a Kurogane.

-Oye… - Susurró entre dientes.

-Lo único que sé es que es un mundo muy bonito. – Exclamó Fye encantado, recogiendo una flor del suelo y colocándosela al Ninja detrás de la oreja. – Jajaja, te ves adorable. – Todos rieron y Kurogane enrojeció hasta las pestañas, tirando la flor al suelo y tomando al Mago por el cuello del abrigo. Los chicos ampliaron los ojos, y Fye simplemente sonrió. – Pero si te veías adorable… - Reclamó haciendo ojitos de cachorro.

-Imbécil… - Susurró entre dientes. Fye se cruzó de brazos.

-Nee, Kuro-papi, ¡no pelees frente a los niños! – Le reclamó para molestarlo, divertido, señalando a Sakura y Shaoran, quienes no pudieron hacer más que reír.

-¡OYE! – Comenzó con otra de sus peleas, mas Shaoran lo interrumpió.

-Oigan – Dijo –, lo mejor será buscar un lugar donde pasar la noche. Miren, ya anochece. – Señaló al horizonte el prudente chico, evitando tener peleas, aunque sí bastante divertido. Todos asintieron (Kurogane a regañadientes) y se dispusieron a caminar, buscando algún indicio de civilización.

Como siempre, a la cabeza iba Kurogane, al centro Shaoran y la Princesa Sakura, y al final, el sonriente Mago con Mokona en brazos, quien se había vuelto mucho más cercana a él, y no se separaba jamás de Fye desde lo vivido en Outo.

Caminaron durante horas, sin encontrar nada. El cansancio y la exasperación ya estaban haciendo estragos en ellos, cuando de pronto, Fye exclamó esperanzado:

-¡Miren, miren! ¡Allí hay humo! – Todos miraron en la dirección que apuntaba el Mago. Humo significaba civilización, y por lo tanto, un lugar donde dormir… y comida.

-¡Vamos! – Exclamaron todos. Corrieron con todas las fuerzas que les quedaban hacia allá, y mientras iban acercándose, pudieron ver cómo iba formándose una pequeña aldea en el horizonte.

Cuando al fin llegaron al centro de ésta, pudieron ver que se trataba de un pueblo no muy grande, pero sí muy elegante. La gente iba de aquí para allá, todos vestidos con trajes muy de gala. Las mujeres usaban vestidos largos y holgados, guantes de seda hasta los codos, y sombreros de solapa ancha. Los hombres, traje de terno y pantalones negros, camisa blanca y mocasines negros, además de un sombrero de copa alta, del mismo color. Los caminos eran de piedra y había carretas tiradas por caballos circulando en ellos. También había una pequeña plaza en el centro del poblado; hermosa y elegante. Y muy, muy a lo lejos, se veía una preciosa mansión.

-Nee~, creo que resaltamos demasiado aquí… - Exclamó el rubio, haciendo que todos se miraran a ellos mismos. Era cierto, todos estaban vestidos con ropas muy modernas, y parecía que ese mundo estaba en otro tiempo.

-Lo mejor será buscar una tienda de ropa. – Dijo Shaoran, como siempre acertado.

-Uh.- Asintieron todos, y se encaminaron a buscar. Por suerte, encontraron una rápido, y entraron en ella. La vendedora los miró extrañados por sus ropas, cosa que molestó a Kurogane, quien la asesinó con la mirada. Odiaba que le observaran de esa manera.

La dependienta del lugar tragó saliva y se acercó a Sakura y Mokona, mientras un chico se acercaba a Kurogane, Fye y Shaoran, señalándoles las respectivas zonas de mujer y hombres. Ahí toda la ropa para mujer y hombre era igual.

Al poco tiempo, ya todos estaban vestidos y listos. Shaoran había guardado la ropa que todos llevaban puesta antes en una bolsa.

Cuando se encontraron en la salida de la tienda, los rostros de todos eran diferentes.

Sakura estaba un poco sonrojada y tenía la vista gacha. Shaoran no dejaba de mirarla con cara de bobo por lo hermosa que se veía. Mokona bailaba alrededor de la Princesa exclamando lo encantadora que lucía, haciéndola sonrojar aún más. Fye sonreía, mirando enternecido la escena. Y Kurogane simplemente se cruzaba de brazos, tratando de mirar a otro lado que no fuera a... esa persona.

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Con mucha suerte, habían conseguido encontrar una posada, y Fye había pagado al dueño con el dinero que habían cambiado del otro mundo. Para su buena suerte, el dinero de allá era más valioso en este nuevo mundo, así que tenían de sobra.

Ya estaban todos en sus respectivas habitaciones, y como siempre, a Kurogane le tocaba dormir con "el fastidioso ése".

Frunció el seño mientras entraba en su futón que era como el doble del de Fye. El Ninja ya se encontraba vestido con su pijama, y lo único que quería era dormir después de aquel día tan agotador. Cerró los ojos mientras se cubría con las sábanas, y pensaba en por qué se demoraría tanto Fye en cambiarse en el baño.

Frunció el seño mientras sacudía la cabeza de lado a lado. ¿Y qué rayos hacía el pensando en ese imbécil?

-No sé ni para qué me preocupo… - Pensó mientras se arropaba más en la cama.

Comenzó a conciliar el sueño, poco a poco. Ya estaba punto de quedarse dormido, cuando…

-¡Kuro-pon~! ¡Mira, mira! – Exclamó de repente Fye, sobresaltando a Kurogane.

El Ninja se giró aún algo asustado hacia el Mago, quien se encontraba riendo y extendiendo los brazos, mostrando así el pijaba enorme que llevaba puesto.

Kurogane amplió los ojos.

-¡Oye! ¡Mago de pacotilla, ese es mi pijama! – Exclamó levantándose del futón con una venita palpitante en la frente. Fye rió.

-¡Pero es que es más cómodo! – Exclamó agitando los brazos, soltando una risita angelical y haciendo que la tela de las mangas que le sobraban se moviera, con un fondo de corazones y rosas.

Kurogane gruñó.

-¿¡Y para eso me despertaste!? – Exclamó encolerizado el Ninja.

-Owww, Kuro-mi está siendo muy malo. – Dijo Fai haciendo pucheros. Kurogane apretó los puños.

-¡Baka! – Gritó lanzándole una almohada en la cabeza, tratando de no pensar en lo tierno que se veía. Fye sólo rió y se acomodó en su futón, agarrando la almohada de Kurogane, que por cierto era la única que tenía.

-Sólo por eso… ¡no te devolveré tu almohada! – Exclamó de lo más feliz, abrazando la almohada de Kurogane y girando hacia un lado. A Kurogane ya le estaban entrando las ganas de darle una paliza al Mago ese.

-¡¡Arrg, ya pásamela!! – Exclamó Kurogane, sin moverse de su sitio, y completamente arrepentido de haberle lanzado la dichosa almohada.

Fye rió.

-¡Si lo quieres, ven a buscarlo~! – Exclamó con voz pícara, haciendo sonrojar al Ninja.

-¡Ya cállate de una vez! – Gritó enfadado, caminando hacia él. - ¡Y quítate MI pijama! – Le reclamó más molesto que antes, quitándole las sábanas de encima.

-Vaya, quién diría que fueras tan atrevido, Kuro-rín. – Exclamó divertido y con voz pícara el incorregible Mago. Kurogane enrojeció hasta las pestañas.

-¡¡N-No me refería a eso, idi-idiota!! – Exclamó de lo más nervioso, retrocediendo unos pasos y sacudiendo ambos brazos enfrente de su cara, como si tratara de defenderse de algo. Fye rió mientras se sentaba en posición india en su futón, abrazando la almohada.

-¡Kuro-hentai! – Exclamó burlonamente, haciendo enojar y sonrojar más al moreno.

-¡¡Ya cállate!! – Y así inició una cómica persecución entre ambos por tooooda la habitación.

Para hacerlo enojar más, Fye lo llamaba a cada rato con sus divertidos sobrenombres, como: Kuro-tan, Kuro-mi, Kuro-wanco, Kuro-rín, Kurowan-wan, Kuro-chan, Kuro-kuro, y el más reciente: Kuro-hentai, haciéndolo enrabiar a niveles extremos.

Hasta que en un momento dado, Fye tropezó y Kurogane, al estar a punto de atraparlo y muy cerca de él, cayó también al suelo, encima del Mago.

-Owwww… eso dolió. – Exclamó Fye riendo divertido, todo lo contrario a Kurogane.

-¡¿PUEDES FIJARTE POR DÓNDE…?! – Pero de pronto ambos se callaron al darse cuenta en la situación en la que estaban. Se miraron a ellos mismos, y luego se miraron a los ojos.

Fye se encontraba de piernas abiertas, con ambos brazos arriba de su cabeza, siendo sujetadas sus muñecas por las manos de Kurogane. Éste último, situado muy "cómodamente" entre las piernas del rubio, con la camisa del pijama un poco desabrochada, debido a que había corrido tanto.

Ambos enrojecieron hasta los pies.

-E-Etto… - Susurró simplemente Fai, con las mejillas encendidas y sin saber qué hacer ni qué decir. Sí, por primera vez en su vida no sabía qué decir.

Kurogane sacudió la cabeza, tratando de entrar en razón.

-Khe, fíjate por dónde caminas, mago torpe. – Dijo con desgano, cerrando los ojos con el seño fruncido y sentándose en posición india en el suelo. Fye suspiró aún sonrojado e imitó la acción del Ninja.

Un espeso silencio se formó entre ambos, mientras no hacían más que mirar el suelo bajo ellos, cada uno inverso en sus pensamientos. Hasta que de pronto Fye lanzó una pequeña risita. Kurogane lo miró enojado.

-¿Qué te causa tanta risa? – Fye le sonrió.

-Es que fue muy graciosa tu cara cuando me viste con tu pijama. – Le dijo con una voz demasiado inocente. A Kurogane le dio un tic en la ceja.

-Si serás… - Farfulló con rabia. Él muriéndose de vergüenza y el Mago tan feliz y campante; hay qué ver.

Fye rió y se levantó del suelo, para luego recostarse en su futón.

-¡Buenas noches, Kuro-chan! – Exclamó, abrazando la almohada de éste último. Kurogane se levantó rápidamente.

-¡¿QUÉ?! – Exclamó apretando los puños y con dos venitas saltonas en la frente. Pero luego escuchó la pausada respiración del Mago y supo que se había quedado dormido. Bufó molesto y se recostó en su futón, ahora sin almohada.

Pudo simplemente haber mandado al Mago a la mierda y haberle quitado la almohada, pero…

-No sé por qué demonios me preocupo tanto por ti… - Pensó irritado el joven Ninja, para que al final, el sueño lo venciera. Iba a ser una larga noche…

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Nota final: ¡Espero que les haya gustado mucho! ^^ Es el primer KuroFai largo que hago, y espero que les guste mucho ;D Aclaro que es sólo el prólogo, y que es más que nada para darle un comienzo a la historia xD! Creo que dentro de unos días subiré el primer cap ^^ Otra vez feliz día de los enamorados y la amistad =) Cuídense mucho y coman rico x3 x3

¡¡Bye, Bye!! nOn

Atte.

NaYaTo.