Citrus no me pertenece ...
Nuevos comienzos
Harumi caminaba a su casa después de un día agotador en la universidad, había sido temporada de exámenes y por lo tanto estaba prácticamente muerta. Sólo ansiaba con llegar, quitarse la ropa que tenía puesta, cambiarse a algo más cómodo, y por último caer rendida en el sofá para comer algo mientras miraba su programa favorito.
En su mente todo eso sonaba como un buen plan, pero por desgracia un cierto demonio rosa se atravesó en su camino.
Bueno, "atravesó" no sería la palabra correcta, por que dicho demonio no lo hizo por voluntad propia y bien Harumi pudo haber evitado ese encuentro si ella realmente lo hubiera querido.
Obviamente no lo hacia.
La joven Matsuri se encontraba sentada sola en un café local, se veía cabizbaja mientras jugaba con su celular sin prestar mucha atención a su alrededor.
"No te involucres" se dijo, ella conocía muy bien a la chica y lo último que quería era meterse en algún tipo de problema en vez de descansar cómodamente en su casa.
Por otro lado, llevaba mucho tiempo sin saber nada de ella, la universidad la tenía absorbida por completo por lo cual apenas y tenía tiempo de respirar, intuía que lo mismo le pasaría a Matsuri; ella aún se encontraba en la Academia Aihara, y por lo que había escuchado el encargado provisional mientras Mei tomaba el puesto de directora era demasiado exigente.
No había recibido mensajes de Matsuri ni invitaciones a salir por un largo tiempo y mentiría si dijera que no le preocupaba en absoluto.
Antes de llegar y saludar, decidió esperar unos minutos, no quería recibir la sorpresa de que en realidad estaba sólo esperando a alguien y hacer el ridículo delante de ella.
Por alguna razón pensar en Matsuri saliendo a un cita la ponía un poco molesta. Pero se encargaría de encontrarle una razón a ese ese sentimiento después.
Harumi se ocultó de la vista de Matsuri y esperó unos minutos.
Al ver que nada cambiaba con el paso del tiempo y que la niña seguía en la misma posición, se animó a actuar.
"Hey Matsuri" Harumi caminaba lentamente en dirección a su mesa.
"¿Taniguchi-senpai?¿Qué haces aquí?"
"Oye ¿qué clase de saludo es ese?, te vi aquí sentada desde a fuera y se me hizo un poco sospechoso ¿No estás tramando algo cierto?"
"No te consideraba como el tipo stalker Taniguchi-senpai, es cierto que cada día se aprende algo nuevo".
Harumi notó la forzada ironía en su voz, claramente pasaba algo.
"No te confundas, este lugar me queda de pasada, me dirigía a mi casa en realidad"
"Oh bueno"
Matsuri se quedó callada, Harumi un poco molesta por la clara indiferencia de la niña se invitó sola a tomar asiento en su mesa, justo en frente de ella.
Matsuri levantó una ceja interrogante.
"¿Qué? No tengo muchas ganas de ir a casa aún, y además se me acaba de antojar un té con helado"
La verdad ella no sabía por que hacía esto, sí tenía muchas ganas de ir a su casa.
"¿Por qué no has pedido nada?" le preguntó a Matsuri.
"No tengo mucha hambre" respondió.
"¿Entonces el encargado te deja holgazanear aquí nada más por que sí?"
"Más o menos, mis padres conocen al dueño de este lugar, prácticamente puedo hacer lo que sea"
"Vaya, qué conveniente"
Hubo un silencio incómodo, Harumi odiaba esto.
"Parece que no te he visto en mucho tiempo ¿Has estado ocupada?"
Si esto hubiera pasado hace un par de años a Harumi le hubiera importado un pepino lo que esta chica hiciera de su vida. Pero Harumi había cambiado, después de los problemas entre Yuzu y Mei comprendió la importancia de la confianza, de la amistad y lo más importante, a no ser sólo cómodamente un espectador, sino el también comenzar a actuar.
Matsuri había crecido en ella, si bien aún había muchas discusiones entre ellas, y la menor disfrutaba de sacarla de sus casillas, llevaban una amistosa y equilibrada relación. Por alguna razón gracias al conflicto entre Yuzu y Mei pudo descubrir en la pelirosa un aspecto más sensible y humano en ella.
Uno muy pequeño, pero existía y eso era lo importante.
"Sí, un poco, están apunto de comenzar las fechas para escoger una universidad, y aún no decido a cual o si deseo ir a alguna de todos modos"
"Eso sí es un gran problema ¿Por qué no has hablado con tus padres al respecto?"
"También han estado muy ocupados estos días"
Harumi supo que esta podría ser una razón de esta actitud tan extraña que estaba tomando su amiga.
Vaya padres que tenía. Matsuri muchas veces un dolor en el trasero y siempre se metía en muchos problemas, pero sabía la razón de tan mala actitud y era siempre gracias a ellos.
Por suerte la pelirrosa ya no estaba tan sola y ella se encargaría de demostrarlo.
"Bueno pudiste hablar con tu consejero al respecto, tal vez con Yuzu…o conmigo"
"Realmente no siento que haría caso a lo que el consejero dice, no tomaría en serio a una persona que usa un peluquín parecido a la mascota de cejotas"
Si eso parecía algo que Matsuri no haría.
"Yuzu seguramente está matándose estudiando gracias a Mei, hace unas semanas fui a vistarlas y Mei ni siquiera dejaba que despegara la vista de su libro, fue muy aburrido"
"Sí eso es cierto, Mei espera que como su novia, mantenga un buen promedio para evitarse chismes de los demás estudiantes y den un buen ejemplo, yo tampoco he salido con ella en estos días."
El mesero se acercó a su mesa unos segundos después y Harumi ordenó un té helado, mientras tanto Matsuri se encontraba pensativa de nuevo, como si estuviera analizando sus siguientes palabras.
"No pensé que te importara…"
"¿Hmm?"
"Bueno, no hemos sido precisamente muy cercanas ni hablamos sobre nuestros problemas, pensé que si te contaba por lo que pasaba lo considerarías una molestia o algo así"
"Matsuri, se que constantemente nos la pasamos sacándonos de quicio, y sueles ser una patada en el trasero, pero aun así eres mi amiga y me preocupo por ti"
Al ver que la menor aún no decía nada se dispuso a continuar.
"Ahora, no sé realmente qué es lo que tienes planeado para tu futuro pero debes hacer de tu vida lo que realmente creas que te hará feliz, siempre y cuando no se trate de algo que perjudique a alguien más".
"Si tan sólo fuera tan fácil, las pocas cosas que me hacen feliz es pasar tiempo con ustedes y jugar mentalmente con las personas, soy realmente buena en eso"
"Sí, me he dado cuenta, tal vez podrías buscar algo que se ajuste a esa habilidad tuya"
"Tiene sentido. Vaya Taniguchi-senpai, no pensé que fueras tan madura, ahora actuas como toda una mamá"
"Oh vamos ¿en serio? ¿No estuve cuidando de que no te metieras en problemas durante mucho tiempo? Y no digas ese tipo de cosas me haces sentir muy vieja"
"Jejeje pensé que lo hacías porque estabas muy interesada en mí, vaya desilución"
"Sí claro, como si eso pasara"
De repente pareció como si Matsuri recuperara sus ánimos y volviera a ser la de siempre.
"Tal vez...no sé, podría entrar a la universidad con Yuzu y contigo, supongo que a pesar de todo no nos la pasamos tan mal cuando íbamos juntas a la academia"
"Habla por ti misma, no necesito tenerte pegada a mí las 24 horas como lo hacías cuando estábamos en la academia"
"Oh vamos Taniguchi-senpai, se nota que tu vida ahora es demasiado aburrida sin mí ¿Por qué otra razón vendrías a hablar conmigo voluntariamente si no es así?"
"Ugh no necesito explicarte nada, será la última vez que trato de hacer algo amable por ti"
"¿Oh así que eso era? Bueno te dejaré en paz si me invitas un postre"
"¿Ahora sí tienes hambre? ¿O sólo lo haces para que me quede sin dinero como siempre?"
"Mmm ambas cosas"
"Vaya que no tienes verguenza, bueno supongo que no tengo otra opción de todos modos"
"Y bien Taniguchi-senpai, tenemos todo la tarde para ponernos al día ¿cómo ha ido tu vida sin la fabulosa Matsuri presente?"
Pasaron la tarde platicando, Harumi le contó sobre cómo tenía demasiado trabajo en la universidad, que había rentado un apartamento "relativamente" cerca sólo para no llegar tarde a clases y que su hermana le consiguió un empleo de fin de semana para que le ayudara a pagar un poco los gastos de su universidad.
Y cuando llegó la noche las dos chicas se dispusieron a ir a sus casas. Harumi camino junto a Matsuri hasta la estación, su casa quedaba cerca del café pero decidió acompañar a la niña de todos modos, la pelirrosa no mencionó nada al respecto.
"Realmente fue muy divertido pasar el rato contigo Taniguchi-senpai"
"No puedo creer que ordenaras doble ración de postre y precisamente uno de los mas costosos, te dije que no gano demasiado"
"No te preocupes, la próxima vez va por mi cuenta, voy a invitarte todo lo que quieras"
Harumi no pudo evitar emocionarse al escuchar que habría una próxima vez, era reconfortante saber que vería a su diablilla con más frecuencia como antes, obviamente no lo iba a exteriorizar ni ha expresarlo en voz alta.
Pero luego notó que el semblante de Matsuri se había arrugado un poco, se acaba de dar cuenta de que no respondió nada ante la última declaración de la chica.
"Claro, tienes que compensame si quieres que te ayude a estudiar para el examen de admisión a la universidad".
Matsuri sonrió con suficiencia.
"¿Y quién dice que necesito tu ayuda? Soy totalmente capaz de hacerlo por mi misma"
"Yo sé que eres muy inteligente, pasaste el examen de admisión de la academia Aihara tú sola, pero el grado de complejidad aquí es más elevado, Yuzu tuvo ayuda de Mei y yo la tuve de mi hermana. Siento que es mi deber cívico darte una mano"
"Está bien, dada tu insistencia en pasar tiempo conmigo aceptaré ¿Quién soy yo para privarte de la presencia de Matsuri-sama?"
"Oye, si vamos a hacer esto debes parar con tu bromas"
"Pero Taniguchi-senpai esta es la cereza de nuestra relación, no sería divertido si no lo hiciera"
"Como sea"
Caminaron otro rato más en silencio, en ese momento Harumi aprovechó para reflexionar algo que le estuvo inquietando toda la tarde.
Se preguntaba el porqué se habían alejado tan abruptamente, en retrospectiva era extraño porque desde que se conocieron Matsuri se le había pegado como una lapa; siempre la estaba acechando o le enviaba mensajes de texto invitándola a salir, pero de un momento a otro dejó de hacerlo, si bien debía admitir que en su momento no lo notó por presiones de la escuela, ahora se cuestionaba ¿Cuánto tiempo había pasado realmente sin recibir señales de ella?
Al principio lo relacionó con mucho trabajo en la Academia Aihara, pero no tenía mucho sentido, esas pequeñas cosas no podrían detener a Matsuri de holgazanear un rato con sus amigas, la chica era muy lista y podría sacar buenas calificaciones sin esfuerzo.
¿A caso había otra pieza en el rompecabezas que faltaba?
"Oye, Matsuri"
Al parecer también la pequeña estaba sumida en su pensamientos porque la voz de Harumi la sobresaltó un poco.
"¿Hmm?"
"¿Por qué de repente dejaste de comunicarte con nosotras? No puedes negar que ha pasado mucho tiempo desde que salimos, y no se porque presiento que si hubiera decidido pasar de largo y no hablarte hoy, aún estaría sin saber nada de ti"
Matsuri no respondió nada, Harumi se percató de todo el cambio de expresiones en su rostro pasó de una mirada incómoda a una más seria, después a una un tanto nostálgica para terminar suspirando resignada.
"No es nada serio Taniguchi-senpai, ahora no tiene mucha importancia"
Harumi no sabía si debía insistir, o esperar a tener otra oportunidad de indagar más adelante, de todos modos no tenía mucho tiempo porque había llegado a su destino.
"Ya veo"
"Hablaremos en otra ocasión. Nos vemos Taniguchi-senpai"
Harumi esperaba que así fuera, tenía la esperanza de tener más tiempo para descifrar todo ese misterio que siempre había rodeado a amiga, quería sobre todo ganar un poco de su confianza y poder ayudarla a resolver sus problemas.
Y una idea se le vino a la mente ¿Cómo podrían tener un vínculo de confianza si aún no la llamaba por su nombre después de tantos años de conocerce?
"Harumi"
Dijo la chica más alta, lo que hizo que Matsuri se volteara justo cuando ya iba directo al tren.
"Puedes decirme Harumi o Harumin, como más te plazca, no importa"
Matsuri sonrió tan brillantemente que Harumi podría haber jurado que se quedaría ciega, luego la pelirrosa negó con la cabeza y soltó una pequeña risa.
"Nos vemos luego Harumi"
Harumi llegó a su departamento unos minutos después, dejó todas sus cosas a un lado y sedejó caer en su pequeño sofá y en contra de su buen juicio no tardó en mandarle un mensaje a Matsuri.
Harumi: Este fin de semana comenzaremos a estudiar en mi departamento, te estoy enviando mi dirección ...
"Demonios ¿Que rayos estoy haciendo?" Se gritó a sí misma.
