Los ojos lunas soltaron otro par de lágrimas, una opresión vino a su pecho cuando Shizune la enfermera que asistía su parto le puso en sus brazos al recién nacido, Hinata entreabrió sus labios sintiéndose por primera vez aliviada, el llanto enérgico la hizo acurrucar al pequeño con amor y maternalmente, algo que pensó que sería incapaz de darle, pero ahora que veía ese indicio de pelo azabache, esos rasgos regordetes pero a la misma vez finos, lo sabía... lo sabía, sollozó emocionada aferrándose más al recién nacido llenándolo de besos, sintiéndose por primera vez en un largo tiempo completa, "Dios no pudo ser tan malo, me permitió convertirme en madre con Sasuke, mi gran amor, mi gran secreto"
FLASHBACK
8 años atrás...
El pequeño cuarto del conserje de la preparatoria albergaba a un par de adolescentes de 16 años, la chica acorralada en una esquina jadeaba nerviosa, el azabache que la había atrapado con su cuerpo metió una de sus rodillas entre las piernas femeninas, escuchar otro jadeó por su acción lo hizo sonreír ladinamente.
-Sasuke kun, detente—Pidió pero su voz teñida de deseo no se dejó ver contundente.
-Hina—La voz ronca masculina en el oído femenino la hizo estremecer, él le dio la vuelta haciendo que se hincara en una montaña de ropa olvidada en una mesa pequeña que les permitió a sus sexos encontrarse a una misma altura.
-Sasuke no—Dijo nerviosa al sentir el miembro masculino entre su trasero por encima de su braga de algodón blanco, aunque ambos se encontraran vestidos la dureza de su acompañante era extrema.
-¿Por qué Hina? También lo deseas—Le dijo el chico atreviéndose a colar su mano derecha por debajo de la falda para posarla encima de la intimidad de la chica que se sonrojó en supremacía y mordió su labio inferior para evitar soltar algún sonido vergonzoso por la caricias—Estás mojada, puedo sentirlo—Le susurró, la mano izquierda que se había posado en la cadera femenina ascendió lentamente hasta llegar a uno de los pechos atrapándolo en una tierna caricia—Me vuelves loco ¿lo sabes?
La peliazul solo asintió, y él soltó una leve risilla nerviosa.
-Pe-pero...
-Espero hacer lo mismo contigo—Sasuke la interrumpió bajando a besar su cuello, ella volvió a estremecerse olvidando lo que iba a decir sin embargo el ruido de la cremallera descendiendo la volvió al presente.
-N-No—Dio un brinco inesperado, escapando del azabache que la miraba algo decepcionado—Lo siento, no estoy lista—Dijo mirando el lugar, ese no era un lugar para perder su virginidad, además no llevaba más de un mes saliendo con Uchiha Sasuke, el chico más popular del colegio, en algún momento al haber compartido varios años de estudios previos llegó a pensar que él no poseía un corazón, era tan frío y distante con sus admiradoras, que hasta llegó a darle miedo.
Sasuke después de resoplar y volver a subir su cremallera se sentó en el lugarcito donde Hinata había estado hincada anteriormente, la observó detenidamente, encontrándose a la chica más guapa para él, su largo cabello azulino llegándole a la cintura, su falda escolar azul a media pierna, las calcetas azules escolares arriba de la rodilla, la camisa un tanto desacomodada la notó nerviosa con sus manos en medio de sus pechos, temerosa por habérsele negado, no pudo evitarlo y sonrió ladinamente captando como la ojiluna fruncía el ceño sin comprenderlo.
-Mi verga está completamente dura... pero al menos ¿podrías darme algunos besos?—Hinata entreabrió sus labios sorprendida, aún le asombraba que el moreno fuera tan descarado en ocasiones, él era considerado inteligente, discreto y serio, jamás pensó que pudiera tener un vocabulario de esa magnitud, pero lo que no sabía es que con ella Sasuke se sentía liberado, se sentía él.
-Sasuke kun—Murmuró dando pasos inseguros, una vez que estuvo frente a él fue atrapada por la cintura obligándose a meterse entre las piernas masculinas.
-¿Sabes? ...—Sasuke guardó silencio perdiéndose en los ojos lunas, la amaba, hacía tiempo de eso, desde pequeños la notó, le daba curiosidad su extrema timidez y su bondad, después para su mala suerte fue la única chica que no lo acosó, él espero paciente a que ella viniera como las demás para darle una respuesta afirmativa pero jamás lo hizo, así que cuando escuchó a otros chicos en la cafetería planear acercarse a la Hyuuga, lo supo, no dejaría que nadie se la quitara... y ahora la tenía ahí, era su novia y quería absolutamente todo con ella—Quiero casarme contigo.
Vio a Hinata esbozar una sonrisa y fue evidente que creyó que soltaba esa frase para tener sexo.
-No, Hinata—Siguió hablando—Es verdad, en verdad me gustas mucho, quiero estar siempre contigo—Esta vez la peliazul lo miró aturdida y lo abrazó con fuerza, él hizo una mueca dolorosa al sentirla tan cerca de su miembro.
-Te amo Sasuke kun.
-Lo sé y yo... también.
2 años después...
-Te amo—Escuchar a Sasuke decirle eso la hizo estremecer, ¿qué estaba haciendo? Era la ceremonia de graduación y ellos estaban encerrados en los baños femeninos, olvidó ese detalle cuando las manos masculinas se colaron debajo de la blusa y el sostén atrapando sus pechos, jadeó sin poder evitarlo—Me encantan Hina.
-Sasuke kun—Soltó apenada— ¿Cuándo me dejaras hacerte mía?
-Soy tuya—Tan pronto como lo dijo se arrepintió el moreno soltó sus pechos dejándola insatisfecha, quería que mamara de ellos o siguiera tocándolos pero aún con el tiempo que llevaban juntos o cuántas veces él lo había hecho sus labios aún se cerraban incapaces de hacerle tal petición... pero en vez de eso Sasuke acarició su intimidad haciéndola respingar.
-Sabes a lo que me refiero mi amor—Dijo tras hacer a un lado sus bragas de algodón azules y acariciar su intimidad con sus dedos, de pronto Hinata soltó el aire al sentir como era invadida por uno.
-Sasuke—Gimió el nombre sin ser consciente, el nombrado se puso aún más duro.
-Vamos a hacerlo Hina, déjame poseerte, marcarte—Introdujo dos dedos.
Hinata buscó la cara de su amado y asintió.
-Pero no aquí... debemos ir a la ceremonia... por la noche ¿sí?—Su cara roja y asustada lo hizo sonreír.
-Perfecto—Acordó liberándola de sus dedos, ella no pudo evitar bufar decepcionada robándose una risa de su acompañante—Por la noche te haré venirte—Le dijo dándole un rápido beso fugaz—Saldré primero—Dijo dirigiéndose a la salida sin voltear a verla.
Mordió su labio inferior consciente de lo que había aceptado, pero quería mucho más y sabía que Sasuke lo necesitaba ya lo había hecho esperar demasiado, esa noche serían uno sólo, sonrió nerviosa y la puerta se abrió abruptamente.
-Hinata—La voz helada y furiosa la hizo saltar y palidecer, su padre estaba ahí de pie mirándola severamente, sólo lo supo... esa noche no llegaría.
-¿Qué pasó?—Ver a Sasuke frente a ella después de dos semanas, la hizo temblar—He intentado comunicarme contigo, estaba muy preocupado—Hinata apretó sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta mirando los pasillos de la universidad donde se suponía que se iba a inscribir acción que ya no se llevaría, tras ver el folder en las manos de Sasuke supo que él ya lo había hecho.
-Lo siento, me quedé sin celular.
-¿Qué tienes?—Le preguntó al notarla fría y distante, los ojos lunas lo buscaron y se humedecieron, respiró nerviosa y quizás dándose valor para hablar rompió el contacto visual.
-Lo siento Sasuke kun... pero me he dado cuenta de algo.
-Mmph—Soltó hosco sin comprenderla.
-Yo no siento nada por ti.—Ver el rostro pasmado del azabache la rompió, ahogó el nudo en la garganta y luchó para no derramar su propio llanto, Ko el hombre de seguridad de su padre la estaba vigilando y además de eso, no iba a poner en peligro los sueños de Sasuke, Hiashi, su padre era un hombre importante en Japón, era inmensamente rico, su fortuna era invaluable, Sasuke era alguien más de la clase media-baja, si su padre se lo proponía su amado no sería admitido en ninguna universidad así sus notas fueran altas, le cortaría sus alas hasta destruirlo.
-¿Bromeas?—Incrédulo y ofuscado soltó.
-No—Soltó decidida, ya había llorado mucho desde que su padre descubrió que se encerró en el cuarto del intendente con él, al minuto siguiente Hiashi ya tenía toda la información respecto a la vida de Uchiha Sasuke en la pantalla de su celular; ahora tenía que ser fuerte por él, ella lo amaba de verdad no sería una piedra en su camino— ¿No te das cuenta? Tú y yo no somos iguales... he decidido ir a otra universidad, una privada... y tú no cubres mis expectativas—Ver su cara pasmada, no le sorprendió sabía bien lo que estaba diciendo, Fugaku el padre del azabache solía compararlo con su hermano y decirle que no cubría sus expectativas.
Los ojos lunas se abrieron con supremacía cuando fue atacada por los labios del moreno, por un instante no supo que hacer casi dejándose llevar por ese beso pero Ko observaba, tenía que hacerlo, juntando todas sus fuerzas lo alejó de ella y trató de poner cara de indignada, con el dolor que sentía sabía que al menos debía verse asqueada.
-No... yo en verdad no te amo, lamento haberte hecho perder tu tiempo... pero eras lo mejorcito que había en el colegio—Dijo dándose la vuelta no pudiendo contener más sus lágrimas comenzando a alejarse del Uchiha que no podía creerlo.
4 años después.
Hinata miró con nostalgia aquellos mensajes en su Facebook, habían escaseado, volviéndose nulos en el último año, en un inicio los recibía constantemente, demostrándole el dolor de su amado, pidiéndole que volviera que le explicara, después vio la rabia incluso insultándola, quizás ebrio, porque al instante decía cuánto la amaba; algunas veces lo miró de lejos, notando a un hombre frío y más grosero que antes, sabía que no tenía derecho a expiarlo pero lo necesitaba y las cosas se habían calmado un poco en su mansión... aunque no lo demasiado, su corazón se encontraba oprimido su padre había decidido que ella tenía que casarse con el hijo de una importante familia de apellido Uzumaki, el hombre en sí no le desagradaba, era guapo pero amaba a Sasuke, pronto se casaría y ella no quería eso, quería al Uchiha, así que mandó todo al demonio verlo entrar a un bar acompañado de sus últimos amigos le dio un empujón.
Una vez dentro tembló buscando el pelo naranja de uno de ellos, así seguramente lo encontraría y lo hizo. Guardó su inseguridad y caminó lo más decidida posible, logrando su objetivo, el azabache la miró, Hinata no demostró que tambaleó cuando la mirada oscura reflejó odio y aversión, se sentó en la barra esperando que la buscara, más no lo obtuvo, al poco se dio cuenta que él abandonaba el bar, sintiéndose abatida.
"¿Qué pretendía?" Se cuestionó al poco tiempo, ahogando y enjugando las lágrimas que brotaron de sus ojos lunas, lo había dejado, lo ignoró... era obvia su respuesta.
1 año después.
Hinata, Sasuke pensó el nombre tensando la mandíbula, hace ya un año que había vuelto aparecer en su vida, y no había mes que no se la topara al menos una sola vez, pareciera que ella lo siguiera pero no podía ser verdad, aún recordaba cuando lo dejó, nunca en su vida se había sentido más miserable, nunca vio a la Hyuuga como una interesada, ella tenía todo, pero después de todo la ojiluna cuidaba sus intereses y él no tenía nada, sólo se había divertido con él... y él como estúpido le brindó su corazón, le mostró un lado cursi, la trató como una princesa.
-Mierda—Soltó frustrado, queriendo olvidar ese estúpido coctel al que tuvo que asistir, miró hacia todos lados la gente empezaba a marcharse, el lujoso salón del hotel empezaba a hacerse grande y decidió que podía ir a su casa ahora, caminó por un largo pasillo que lo llevaría al lobby, pero antes de salir escuchó una voz que lo paralizó.
-Sasuke kun—Cerró sus orbes negras y por un momento dudó en qué hacer, pero después de dibujar una sonrisa altanera se giró.
-Hyuuga Hinata—Soltó neutral, ella se estremeció al volver escucharlo nombrarla— ¿Puedo ayudarte en algo?—Cuestionó cortés no porque quisiera hacerlo, en los últimos años se había convertido en un hijo de puta pero no le demostraría que lo había desgarrado y ella después de todo era Hyuuga, la hija de Hiashi, un hombre imponente en los negocios no podía darse el lujo de ser grosero con ella.
Hinata sintió una desolación al ver que él quería irse ya, fue evidente que su presencia le incomodaba y optaba por tratarla educadamente como cualquier otra persona haría solo por ser hija de Hyuuga Hiashi.
-Y-Yo—Se odió su tartamudeó volvió, pero agradeció puesto que él la miró esta vez con intriga.
-La futura heredera de un imperio como el de tu padre, debería ser una mujer segura—Soltó sin poder evitarlo—Tienes suerte que yo no sea un hombre de negocios de otra manera dejarías muy mala impresión.
Hinata se encogió, pero esbozó una sonrisa falsa.
-Nunca he sido buena en eso.
-Mmmph—Soltó demostrándole que quería marcharse y al mismo tiempo dándole la razón.
-¿Podrías acompañarme?—Le preguntó nerviosa, él entrecerró los ojos, ella no esperó su respuesta y comenzó a caminar por un pasillo, Sasuke dudó pero la siguió sin poder evitarlo.
El ceño masculino se frunció al darse cuenta que habían llegado a una habitación.
-¿Qué hacemos aquí?
-Bien...—Dudó por un momento—Sasuke kun, quiero hacerlo contigo—Sin preámbulos lo soltó, sus mejillas se tiñeron de rojo, agachó la mirada apretando sus puños... ella debía darle su virginidad a él, solo a él... tenía que ser así, sería su última oportunidad, lo siguió durante un año y finalmente la última noche antes de su boda su ocasión se presentó.
Sasuke sonrió ladinamente, enojado, ¿qué se creía esa chiquilla caprichosa?
-¿Quieres ver que se siente hacerlo con alguien que no sea de tu clase?—Ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas y negó ofuscada, al notar la molestia en su voz—Vaya, vaya ¿entonces quieres cogerte a tu primer novio? ¿Mejoró mi aspecto físico y quieres tenerlo ahora?—Preguntó en un inicio sarcástico y luego furioso, estaba consciente que su cuerpo se había desarrollado, se había hecho adicto al ejercicio y reconocía que ella lucía mucho más hermosa que hace años.
-Yo te quiero...—Hinata soltó aquello que la quemaba, él la miró enojado, haciéndola callar.
-Quieres que te cojan duro ¿no? Seguramente los príncipes de tu clase no lo hacen de esa manera—Dijo deshaciendo el nudo de su corbata, comenzando a sacarse el saco.
Hinata jaló aire nerviosa ¿debería aclararle que sería su primera vez? ¿Calmarlo? Explicarle, era evidente lo furioso que se encontraba, sus pensamientos le llevaron más de lo esperado, los botones de su blusa costosa rodaron por la habitación, emitió un pequeño gritito por la sorpresa, él había hecho eso, le sacó de manera brusca la prenda lila de tela fina y lo mismo hizo con su sostén.
-Si quieres que te cojan de verdad, eso tendrás—Sasuke dijo, se dio cuenta que había sido buena idea desnudarse completamente mientras la Hyuga estaba absorta en sus pensamientos.
-Espera—Ignoró el comentario sacándole la falda y con ella las bragas, sonrió de malicia, ya no eran bragas de niña, ahora eran de encaje y sexys.
La tiró en la cama y se puso sobre ella, la sentía temblando y los ojos lunas implorantes, la besó... la besó como necesitaba, rudo, violento, tierno, se pudo haber terminado los labios de la chica, su lengua volvió a cada rincón de esa dulce boca y puso a su miembro buscar esa entrada, sabía que eso era un capricho, pero le importó poco, la necesitaba una sola vez, la haría suya y se olvidaría de eso igual que ella, seguiría con su odiosa vida, pero al menos la tendría una vez, la embistió profundo, brusco...
-Tranquila ¿nunca te habían metido una buena polla?—Le susurró al oído al escucharla gritar y tensarse, saliendo y volviendo a introducirse de la misma manera.
-Sasuke, no—Le pidió pero él no entendió, pegó ambas mejillas encontrándose con una lágrima, ese acto lo descolocó ¿la hizo llorar? ¿Por qué? Estaba húmeda, no era para tanto incluso se lubricó más con la primera estocada.
Miró su unió y salió de ella que se aferraba a sus bíceps cerrando sus ojos tratando de canalizar sus sentimientos y dolores, frunció su ceño al encontrar su miembro manchado de sangre y escuchar sus leves quejidos, su inusual estrechez, Hinata lo abrazó por el cuello obligándolo a perder su objetivo de vista, la chica temblaba pero se aferraba a él.
-¿Qué significa esto?—Quiso entender quedándose quieto, pero ella no le respondió así que después de un rato deshizo aquel abrazo obligándola a verlo — ¿Por qué lloras?—Verla así lo turbaba, ella siempre sería la mujer que amaba.
Ella negó avergonzada, de esa manera no soñó que sería su primera vez, le dolía demasiado, fue terrible, lo quería fuera porque le ardía, dolía, todo se nubló; pero lo necesitaba, quería esa unión, conectarse a él una sola vez.
-¿Qué es esto?—Dijo elevándose dispuesto a terminar eso, no entendía nada y estaba perdiendo la paciencia creyendo que la Hyuuga solo buscaba confundirlo, jugar nuevamente con él.
-¡No!—Hinata lo siguió abrazándolo impidiendo que abandonara su unión—Hazme tuya Sasuke kun, hazme tu mujer... ¿Ya no quieres casarte conmigo?
-No digas tonterías eso fue cosas de niños—Soltó molesto, Hinata sonrió amargamente, aceptando que era evidente, además era lo mejor, ella se casaría al día siguiente.
-Bien... pero entonces ¿podemos hacerlo una vez?—Sasuke miró a una niña, a esa niña de la cual se enamoró, sentía que algo escondía.
-No hasta que me digas a qué se debe esta mierda—Hinata sonrió y lo miró a los ojos, incluso había extrañado sus malas palabras.
-Te amo y solo quiero estar contigo aunque sea una vez—Reveló, Sasuke la miró y se perdió en esos ojos lunas y perdió su voluntad, salió lentamente y ella se quejó, entró igual de lento y la miró contraer su ceño adolorida.
-¿Eras virgen?—Preguntó aun moviéndose delicadamente, esperaba escuchar un no, lo necesitaba porque necesitaba razones lógicas y no toda esa extraña situación.
-Si, pero estoy bien.
Sasuke se levantó mirando los ojos lunas buscando mentira, pero no había nada en ellos.
-¿Por qué?—Quiso entender.
-Te amo, debías ser tú—El corazón del moreno se alocó, ahora tenían 23, él no esperó tanto por ella aun amándola ¿qué sucedía?
-¿Me amas?—Preguntó emocionado, aunque si demostrarlo, Hinata asintió no podía negarlo.
La besó, ya no podía decirle que la amaba, ya no, no porque no lo sintiera sino porque estaba lastimado, roto... lo único que pudo hacer fue penetrarla con delicadeza, hacerla suya suavemente, escuchando poco a poco como cobraban vida sus gemidos, empezando a introducir su falo en aquel lugar apretado y húmedo más enérgicamente nuevamente, haciéndola incluso gritar de placer, culminando en un fuerte orgasmo por ambas partes.
No tuvo idea de cuántas veces la hizo suya, probó todas las posiciones que pasaron por su mente, se apretó a la caderas femeninas y su miembro estaba en la vagina de la peliazul entrando y saliendo constantemente, finalmente el sueño los venció cerca de la madrugada.
Unos toques en la puerta los hizo despertar, Hinata abrió sus ojos lunas y miró a un serio Sasuke que la observaba dormir hace unos minutos, sus mejillas se colorearon al entender que la modista o la maquillista debía llamarle.
-Explícame, si me amas ¿por qué tanta mierda?
Entreabrió sus labios sin saber que decir, no debió tomar unos tragos de más, había hablado de más la noche pasada, cerró sus orbes lunas frustrada y los golpes volvieron a repetirse.
-Hinata-chan, ¡vamos mujer debemos empezar a arreglarte, hoy es el día de tu boda!
El rostro de Sasuke se contrajo, la rabia lo invadió y sin que ella pudiera reaccionar había recibido una fuerte estocada, que la hizo gritar.
-Buscabas tú noche de soltera ¿eh? Puta—Hinata soltó unas lágrimas.
-Detente, por favor—Le pidió jadeante, resintiendo esa entrega, jadeando y llorando asustada.
-¡Hinata! ¿Te encuentras bien?—La voz volvió a escucharse aunque preocupada, Sasuke jadeaba en el oído de la peliazul, dándole enérgicas estocadas y ella sollozaba soportándolas, más preocupada de los sentimientos del moreno, lo vio descomponerse nuevamente, lo supo volvió a herirlo ¿por qué no fue más fuerte? ¿Por qué durmió a su lado?
Escuchó el gemido del moreno sintiendo ese líquido que demostraba la fertilidad del Uchiha invadirla, sollozó esta vez.
-Lo siento—Dijo aun con lágrimas en los ojos—Quería saber si cometía un error al casarme—Mintió—Quería ver si sentía algo por ti—Más mentiras—Observar la sonrisa ladina, la pasmó.
-Como sea—Comenzó a vestirse—Es normal que la gente como tú utilice a las demás personas, buen matrimonio—Dijo abriendo la puerta dejando a una castaña de nombre Ten-Ten sorprendida, siendo obvio lo que había ocurrido entre ellos, pero no del todo las lágrimas amargas de la ojiluna.
FIN DEL FLASBACK
Acarició la regordeta mejilla del bebé, aún incrédula, negó al darse cuenta que erró al creer que ese bebé era de Naruto, tanto que había repudiado convertirse en madre porque no sería con Sasuke y ahora aquellos ojos negros le decían que su padre era el amor de su vida, su gran secreto... aunque muriera por contarle a Sasuke que habían sido padres era algo que no ocurriría, después de todo lo lastimó, él seguramente esta vez no la escucharía, además después de regresar de su luna de miel se enteró que se fue del país no había manera de localizarlo, de esa manera, ella seguiría siendo la esposa de Uzumaki Naruto y su bebé llevaría un apellido que no le correspondía y aunque no tuviera rasgos Uzumaki, nadie se atrevería a dudar de ella.
Y lo más importante estaba segura que Sasuke se encontraría a salvo, lejos de su padre, lejos de ella que con su amor le causaba daño, podía meterlo en problemas sólo por ser hija de Hiashi Hyuuga, ese hombre imponente que con un solo dedo podía decidir el curso de la vida de cualquier persona.
FIN
Hola nenucas! de nuevo una historia con un final no muy feliz, me inspire en una escena de la peli tengo ganas de ti (creo se llama así, la secuela de tres metros sobre el cielo), esa donde babi busca a H para comprobar si siente algo por él... saludos, nos vemos la próxima!
