Nuestra Historia de Amor
Cuando nos conocimos
Por Lianss

Disclaimer: Harry Potter no me pertenece, sino a J.K. Rowling


Era una noche tormentosa de una calurosa noche de verano en Londres. La capital de Inglaterra siempre tenía sus luces prendidas, las cuales brillaban como mil luciérnagas en el más místico bosque. Little Suber estaba ubicado lejos del gran centro de Londinense. Sus habitantes eran muy discretos, era el perfecto suburbio de Londres: el césped bien podado, impecables ventanas, etc. Algo típico en ellos era la costumbre: todos estaban ya levantados a las 7:00 AM y profundamente dormidos a las 10:00 PM. Los Evans eran el ejemplo perfecto.

Sin embargo, eran las 3:00 AM y una Evans seguía despierta. Lilian Evans, para ser más exactos. La muchacha simplemente no podía dormir¿cómo dormir después de lo sucedido?. Osea, en sus once años de vida nunca se lo habría imaginado. Bueno, todos en algún momento creen en las hadas, las brujas, la magia, el conejo de pascua, Bugs Bunny, el monstruo de la esquina, etc. ¡Pero otra cosa es tener documentos que prueben su existencia! (me refiero a la magia, no al monstruo de la esquina). Se tomó un minuto para respirar profundamente y miró a su alrededor. Lily compartía la habitación con su hermana menor: Petunia. Petunia era una niña encantadora y gracias a ella Lily no tenía que mover un solo dedo para la limpieza.

Al pensar en su hermana, Lily solo pudo torcer una sonrisa: Petunia no había reaccionado maravillosamente ante los hechos de aquella tarde. Pensándolo bien, su reacción fue muy justificante…

----------FLASH BACK----------

Vacaciones, bonita palabra. Los Evans se encontraban disfrutando de sus vacaciones de verano esa tarde de Julio. Ellos eran la familia perfecta, por tanto, una de las más respetadas del vecindario. El señor Eduard Evans era un hombre alto, con bigote prominente y anteojos. El señor Evans trabajaba en una firma de abogados muy importante en Londres: abogaban a celebridades y gente de alcurnia. Experta en lavar, cocinar, coser, en fin todas las tareas de la casa, esa era Angela Evans. O también señora Evans, pero prefería que la llamasen mamá. Angela Evans era alta de cabello cobrizo y largo hasta la cintura. Los señores Evans tenían dos hijas y, como dice el dicho: "de tal palo tal astilla", las pequeñas Evans también eran perfectas. La primogénita era Lily Evans: una muchacha de espesa melena roja que caía hasta los hombros y dos impresionantes ojos verdes con forma de almendras. Esta niña era muy lista e inteligente, excelente combinación según sus padres. La segunda niña nació bajo el nombre de Petunia. La pequeña Petunia era rubia, alta y tenía un cuello muy largo, quizás demasiado. "Pezuñita", como la llamaba su madre, tenía una heroína: Lily. Quería ser como su hermana mayor. Sin embargo, Petunia era un poco maníaca con respecto a la limpieza y la normalidad. De hecho, "normalmente" era su palabra favorita. Le encantaba todo lo que era normal y predecible: tal y como Dios manda.

-Yo voy-dijo Petunia al escuchar que el cartero dejaba las cartas. Normalmente, Petunia las recogía los viernes-toma papi-ya había regresado con las cartas.

Como de costumbre Eduard Evans miraba las cartas mientras decía "impuestos", "impuestos", "propaganda", "impuestos", "tía Margaret", "impuestos". La monotonía de su vida lo aburría, hasta que…

-Lily tienes una carta-dijo sorprendido dándole la carta
-¡Wow! Lily tiene novio-exclamó encantada Petunia
-No es cierto-negó Lily mirando la cartra como si hubiese una bomba adentro.
-Vamos cariño, ábrela-animó su madre
-De acuerdo-se resignó Lily. Observó el sobre amarillento que rezaba con tinta verde esmeralda "Srta. L. Evans, el comedor, Little Suber, Londres". Al parecer la persona que lo envió había calculado el momento preciso en el que ella recibiría la carta. Notó que todos la miraban impacientes, obviamente querían saber quién era el novio. Así que leyó en voz alta:

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

-¡Qué pésima broma!-pensó Lily, y siguió:

Director Albus Dumbledore
(orden de Merlín primera clase, gran hechicero, jefe de magos, jefe supremo de la confederación internacional de magos)

Querida señorita Evans:

Tenemos el placer de informarle que dispone de un puesto en el Colegio Hogwarts de magia y hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de Setiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de Julio.

Muy Cordialmente,
Minerva McGonagall
Directora Adjunta

-Corrección, esto no es una pésima broma¡es una broma completamente tonta!-dijo Lily

Todos la miraban con la boca abierta. Seguro ellos también creían que era una broma… ¿verdad?

-¡Eres una bruja!-exclamó alegre el señor Evans corriendo a abrazarla
-Hija esto es increíble-agregó su madre también abrazándola

Ok…Rebobinemos. ¿Merlín¿Hechicero¿Confederación de magos¿Colegio de magia¿Bruja?. Demasiada información. ¡Esto es una broma! Osea¿y si alguien enviaba una carta invitándola al Colegio de Drogas y Alcoholes dirigida por un tal Vodkadore que tiene la orden del whisky primera clase, es un gran alcohólico, y jefe supremo de la confederación internacional de drogadictos también lo creerían?. Esto seguramente era una broma adelantada del día de los inocentes por parte de sus padres. Bueno, les seguirá la corriente.

-¿Ustedes creen que esto es verdad?-preguntó Lily poniendo una expresión digna de un golden globe. Pero sus padres ya estaban leyendo la otra hoja.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

UNIFORME
Los alumnos de primer año necesitarán:
-3 túnicas sencillas de trabajo (negras)
-un sombrero puntiagudo (negro)
-una capa de invierno (negra con broches plateados)
-un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)

LIBROS
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
-Comienzos de la magia-P.C.Abbot
-Cómo derrotar la oscuridad-D.Dickens
-Mil y un pociones-F.Tolkien
-Encantamientos N°1-C.S.Lewis
-Plantas y hierbas del mundo-Antony H.
-Aprendiendo a Volar-J.K.Rowling
-Transformaciones N°1-Amanda Roggers

RESTO DEL EQUIPO
-1 varita
-1 caldero (de peltre, medida 2)
-1 telescopio
-1 balanza de latón

Los alumnos también pueden tener una lechuza, un gato o un sapo.

SE LES RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS RPOPIAS.

Lily solo abría y cerraba la boca. Miró a todos lados pensando en qué decir y…

-¡Petunia!-gritó. Por fin se había dado cuenta de que su hermana no decía ni pío. Bueno, era lógica teniendo en cuenta que estaba desmayada. Al parecer sus padres no le dijeron nada acerca de la broma…

----------FLASH BACK----------

-Lily querida, despierta
-¿Qué hora es?
-Son las nueve. Vístete rápido, tenemos que ir a comprar tus útiles.-terminó su madre con una gran sonrisa y salió de la habitación.

Lily se levantó. Petunia ya no estaba allí…



Lily bajó las escaleras y se sentó en el comedor a tomar su desayuno.

-Buenos días-saludó
-Buenos días-saludaron sus padres. Petunia estaba callada y no levantaba la vista.
-Come rápido hija, tenemos que ir a comprar tus útiles.

¡Wow! Sus padres si que eran persistentes. Bueno, ella no perdería.

-¿Cómo están seguros de que es cierto? Además¿Dónde podríamos comprar una varita mágica?
-Había una pequeña nota junto a la carta. Toma.

Lily leyó la nota:

"Para comprar los útiles debe ir al Caldero Chorreante, ubicado en Londres, entre la librería central y la tienda de música Phantom"

-Iremos y comprobaremos si es verdad.

¿Comprobar si es verdad¡Pero es una broma!

-Petunia querida¿vendrás con nosotros?
-…¿Ah, no, no, yo ehhh… iré a la casa de Betty.

Petunia se comportaba extraño. Tal vez demasiado…



El centro de Londres era enorme. Habían personas por doquier. Unos caminaban apresuradamente y otros (seguramente turistas) se tomaban su tiempo para admirar la gran ciudad.

-No lo entiendo-decía el señor Evans-Aquí está la librería central-señaló a la izquierda-y aquí está la tienda de música Phantom-señaló a la derecha.
-Ya decía yo-dijo Lily-Mírenlo con lógica. ¿Cómo iba a existir la ma…

Nada la había preparado para aquello. Era increíble. Justo entre la librería y la tienda de música, como si hubiese salido de la nada, había un bar diminuto y de aspecto mugriento.

-¿Qué pasa querida¿ves algo?
-A.a.allí-señaló justo el punto entre la librería y la tienda-Es..es..el caldero chorreante
-Mmmm… interesante-susurró su padre-Al parecer sólo los magos pueden verlo.

¡Por favor! Seguramente era una especie de ilusión. Esto es sin duda obra de sus padres.

-¿Y ahora como entramos?
-Yo preguntaré-dijo Lily resignada.

El Caldero Chorreante, para ser un lugar famoso, estaba muy oscuro y desartado. No había nadie, excepto un cantinero viejo completamente calvo.

-¿Puedo ayudarle en algo, jovencita?
-Estoy buscando a Tom-dijo Lily. Ese hombre, obviamente, era amigo de su padre y estaba ayudando con la broma.
-Estás hablando con él.
-Pues señor-rió un poco-ayer me enviaron una carta de un tal colegio Hogwarts de magia y para comprar todo debía comunicarme con usted-bueno, seguramente aquí terminaría la broma.

-Bueno síguame
-¿Ehhh! Este… mis padres están afuera.
-¿Y por qué no entran?

¡Por que son cojos¡Dios mío!

-No pueden.
-Ahhh… son muggles.
-¿Mu qué?
-Muggles. Así llamamos a las personas sin magia. Un simple hechizo y podrán entrar-dijo saliendo de la cantina.

¡Wow! Hasta se inventaron nuevas palabras.

-Buenos tardes señores-saludó Tom
-Buenos tardes-saludaron los señores Evans entre contentos e impresionados: un señor acababa de salir de la nada.
-No se preocupen. Entrarán en un segundo-Tom miró a los dos lados y, después de verificar que no hubiera nadie cerca, sacó su varita (ante esto los Evans dijeron "ohhh") y tocó a los Evans en la cabeza. De inmediato desaparecieron y aparecieron dentro del bar al lado de su hija.

¡Hasta usaron efectos especiales!

-Ahora síganme-ordenó Tom

Atravesaron todo el bar hasta una pared vieja de ladrillos. Tom tocó uno con su varita. De pronto, la pared se estremeció. El ladrillo que había tocado se retorció y en el medio apareció un pequeño agujero, este se hizo cada vez más grande. Un segundo después, estaban contemplando un pasaje abovedado lo bastante grande para entrar.

Ok… sus padres, al parecer, se habían esforzado mucho para esta broma y estaban utilizando muchos efectos visuales.

-Bienvenidos-dijo Tom-al Callejón Diagón.

Todos los Evans, sin excepción, quedaron pasmados. ¡Era increíble!. Habían millones de tiendas en ese pasaje. Todo estaba decorado al estilo medieval. Miles de padres y niños paseaban por allí, señalando todas las tiendas.

-Allí al fondo-señaló Tom-está Gringotts, el banco de los magos. Allí pueden cambiar su dinero.
-Muchas Gracias Señor-dijeron juntos los Evans y siguieron su camino.

Esto era genial. Sus padres de verdad creían que ella creía esa broma. Caminaron derecho hasta el edificio. Este era blanco como la nieve y se alzaba sobre las pequeñas tiendas (las cuales los señores Evans observaban emocionados). Delante de las puertas de bronce pulido con un uniforme carmesí y dorado, había un…

-¿Eso es un duende!
-Shhh, Lily querida. No seas mal educada.

¡Dios mío¿Cuánto habrán gastado sus padres en esa broma?. Subieron los escalones de piedra blanca y se encontraron otras puertas dobles enormes, esta vez de plata, con unas palabras grabadas:

Entra, desconocido, pero ten cuidad
con lo que le espera al pecado de la codicia,
porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,
deberán pagar en cambio mucho más,
así que si buscas por debajo de nuestro suelo
un tesoro que nunca fue tuyo,
ladrón, te hemos advertido, ten cuidado
de encontrar aquí algo más que un tesoro.

Sin duda los duendes no eran muy amigables. Al entrar, encontraron un amplio vestíbulo de mármol. Un centenar de duendes estaban sentados detrás de un largo mostrador.

-Buenos tardes-dijo su padre emocionado a un duende que estaba libre-quiero cambiar dinero.
-De acuerdo señor. ¿Cuánto quiere cambiar?-preguntó el duende con una mirada muy penetrante.
-Ehhh… 500 euros-dijo entregándole el dinero
-Bien, esperen un momento-el duende desapareció y apareció al instante con una bolsa grande y un pedazo pequeño de pergamino.-Los de oro son galeones-explicó el duende entregándole la bolsa y el pedazo de pergamino- 17 sickles de plata hacen un galeón y 29 knuts de bronce equivalen a un sickle. Todo está apuntado aquí señor.
-Gracias.

Todo esto era muy raro, pensaba Lily mientras salían de Gringotts. Tal vez todo esto era verdad, no, esto no podía ser verdad.

-Vamos a comprar tu varita-dijo su padre

Entraron a una tienda estrecha y de mal aspecto. Al parecer, sus padres decidieron entrar sólo porque sobre la puerta, en letras doradas, se leía Olivander: fabricantes de excelentes varitas desde el 382 a.C. .

-Buenas Tardes-saludó un anciano. Sus ojos, grandes y pálidos, brillaban como lunas en la penumbra del local.
-Buenos tardes. Estamos buscando una varita para nuestra hija, Lily

El señor Olivander la miró atentamente y sacó una cinta métrica con la que empezó a medirla. Aquello era muy raro porque, pensó Lily, parecía que la cinta medía por sí misma. Obviamente, eso era imposible.

-Esto ya está-dijo y, Lily no lo vio porque en ese momento parpadeó, la cinta se enrolló por sí sola-Tengo la varita perfecta para ti. Prueba esta. Veintiséis centímetros, elástica, de sauce. Perfecta para encantamientos. Cógela y agítala.

Lily, al cogerla, sintió un súbito calor entre los dedos. Levantó la varita sobre su cabeza, la hizo bajar por el aire polvoriento, y una corriente de chispas rojas y doradas estalló en la punta como fuegos artificiales, arrojando manchas de luz que bailaban en las paredes.

-¡Oh bravo! Muy bien-exclamaron sus padres. Ellos se merecían el oscar por su actuación.

Sus padres pagaron siete galeones de oro y salieron. De inmediato, se dirigieron a comprar las túnicas. Sus padres estaban emocionados y, al ver una tienda de escobas, dejaron a su hija para que se pruebe la túnica.

Madame Malkin era la dueña de esta tienda. Era sonriente y regordeta.

-¿De Hogwarts querida?
-Ehhh… sí.
-Tengo muchos por aquí. Sígueme.

Madame Malkin la guió al fondo de la tienda. Pasaron a muchos niños y niñas, algunos asombrados y otros aburridos. Entre ellos había un niño bien parecido con cabello negro que caía en sus ojos con elegancia. Seguramente una empresa de bromas estaba detrás de esto y muchos padres se suscribieron para jugarles una broma a sus hijos. Era lógico.

Habían llegado al fondo y allí había un niño delgado y alto con cabello azabache desordenado y ojos color avellana. El niño estaba parado en un banquito y una señora le estaba probando una túnica. Lily también se subió a un banquito y Madame Malkin le pasó por la cabeza una túnica y comenzó a marcarle el largo apropiado.

-Hola-saludó el muchacho-¿también Hogwarts?
-Sí-dijo Lily. Que niño más ingenuo: se tragó enterita la broma.
-¡Genial¿ya sabes en que casa estarás?
-¿Ehhh?
-Yo seré de Gryffindor-afirmó hinchando el pecho
-Ohhh-dijo Lily, seguramente ese niño era parte de la broma
-Por cierto, me llamo Potter. James Potter
-Evans. Lily Evans
-Bonito nombre Lily-dijo sonriendo
-Gracias-¡imposible¡Ella nunca se había sonrojado antes!
-Mis padres me están comprando una nueva escoba ahora mismo.
-¿Escoba?
-Claro. Una escoba voladora-dijo, como si fuese lo más normal del mundo.
-¡Suficiente!-gritó y bajó del banquito dejando a Madame Malkin bastante enojada.- ¡Esto es una broma! Obviamente, tú debes ser un muchacho que contrataron para que vayas por ahí hablando de escobas voladoras.
-¿De qué hablas?-preguntó James sorprendido. Él definitivamente se merecía el oscar.
-¡Que los magos no existen¡No existe la magia!-gritó. Para entonces todos en la tienda la miraban. El muchacho bien parecido la miraba divertido y James con cierta preocupación.

Lily hubiera continuado pero por la ventana vio como un hombre aparecía de la nada y a otro niño que estaba FLOTANDO sobre una escoba. ¡Así que todo era cierto¡Todo! Y ella estaba ahí, roja como un tomate con todos mirándola. Lo demás no lo recordó ya que al darse cuenta de la realidad se desmayó.



CONTINUARÁ…



Gracias por leer el fic. De verdad me esforcé mucho por terminar este primer capítulo. Espero que les haya agradado y me dejen reviews. Si no les gustó de todos modos dejen reviews.

Lianss