Hola! como han estado, espero que muy bien, al no poder continuar con mi historia anterior eh decidio empezar con otra, espero les guste, bueno, el principe del tennis no me pertenece ni sus personajes, esta historia vino directamente de mi cabeza :)

WAS HERE

PROLOGO

Aquí estaba yo, hechado en mi cama tratando de aclarar mis ideas, preguntándome como había llegado a esta situación. Estaba realmente intrigado… una carta de amor… para mí…

Bueno... primero que nada, mi vida siempre fue algo… sin sentido… siempre fui una persona fría y seria, no es por que yo quisiera serlo realmente, simplemente me era difícil demostrar mis sentimientos por medio de palabras y gestos, al parecer, mi rostro no era muy expresivo ya que si yo llegaba a sonreír, era seguro que un niño saliera corriendo y no por que fuera feo, si no por que pareciera que quisiera matarlo, no sabia y no quería relacionarme con las demás personas y gracias a eso, comencé a sufrir de burlas y maltratos de mis compañeros de estudio y todo eso era a concecuencia de ser… el gordito Echizen.

Mi nombre es Ryoma Echizen, desde que era un niño, era considerado alguien muy… rellenito, al principio, las burlas de mis compañeros me afectaban, pero poco a poco fui dejándolas atrás, estaba cansado de tomarle importancia, así que simplemente deje de hacerlo.

A mis doce años, mis padres decidieron mudarse a Japón, no podía quedarme en EEUU solo, así que tuve que mudarme con ellos al ser aun un menor de edad, de todos modos no había nada que me atara a ese lugar ya que como se pueden dar cuenta… yo no tenia muchos amigos, siempre fui una persona burlada por mi sobrepeso, me gustaban los deportes pero simplemente no eran mi fuerte, mi padre Nangiro Echizen, era un jugador retirado del tenis, un hombre decidido y fuerte con un gran defecto, era un grandisimo pervertido obsecionado con revistas hentai, mi madre, Rinko Echizen, tambien habia jugado tenis en su juventud, pero ahora era una trabajadora de oficina muy responsable y mi hermano mayor Ryoga Echizen, bueno... el era muy parecido a mi padre pero hace algunos años habia salido de casa para practicar tenis en otro pais y no sabia nada de el desde entonces, en realidad, el es mi medio hermano, su madre se lo dejo a mi padre diciendo que era su responsabilidad y que debia cuidarlo, ella no regreso jamas y nunca supimos nada de ella. Al llegar a Japón, me di cuenta de que nuestra nueva casa era un viejo templo en donde mi padre habia vivido en su infancia, nos recibio mi prima Nanako quien viviria con nosotros debido a que le quedaba muy cerca de su universidad.

OoOoOoO

Mi primer día en la escuela fue el peor de todos los primeros días de todas las personas del mundo que inician su primer día en su nueva escuela, eso fue exagerado pero era la verdad, al menos yo lo veía así, al presentarme, pude sentir las miradas y sonrisas burlonas que todos me dedicaban, esas sonrisas eran muy conocidas para mi, lamentablemente, en Seigaku también seria nombrado como el gordito Echizen… tenia ese presentimiento, simplemente dije mi nombre y de donde venia, el profesor me indico mi asiento e inmediatamente fui a sentarme, ignorando olímpicamente las burlas, risas y susurros al verme, los odiaba por eso, pero al ser una persona que no era capaz de demostrar lo que sentía, no pude expresar mi desacuerdo.

Durante el día, no permití que nadie se acercara y no es como si ellos quisieran hacerlo, después de todo, si las miradas mataran, ellos estarían muy dentro de la tierra debido a que me había propuesto a no dejar que alguien, una mísera persona, me intimidara de nuevo.

El año paso de forma lenta ya que, todos los días sin excepción, sufría de las burlas de los demás, no le tomaba importancia e ignoraba a todos, pero de vez en cuando, sus bromas pasaban la raya de tolerancia.

OoOoOoO

Hoy, un día como cualquier otro, ignorando las burlas una vez mas, me dirigí hacia mi casillero para cambiar mis zapatos y dirigirme a casa, al abrirlo, un pequeño sobre de color rosa callo al piso de madera, curioso, recogí el sobre observando su delicado diseño, el sobre tenia mi nombre con una bonita y perfecta caligrafía, esa carta extraña, definitivamente iba dirigida a mi, pero en todo el año que llevaba en Japón, ni una sola persona me había llamado "Ryoma-kun", ni una sola había utilizado ese honorífico, siempre decian "Echizen-san", nadie se atrevía a llamarme por mi nombre.

No es como si yo no supiera el riesgo que significaba esa carta, podría ser otra de las tantas bromas que mis compañeros me tendían, no creería mucho en eso pero tenia que admitir que me interesaba el contenido.

Consiente de eso y de que era la última persona en las instalaciones, coloque la carta en uno de los libros para no arrugarla y la guarde en mi mochila.

OoOoOoO

Camine con tranquilidad a mi casa, la cual no quedaba muy lejos, no tenia muchas ganas de llegar, después de todo, solo encontraría a mi pervertido padre y a mi prima Nanako, mi madre había vuelto a EEUU a resolver unos asuntos y no regresaría dentro de algunos meses, no quería soportar los reclamos de mi padre del por que no tenia una novia o por que no jugaba tenis con el y así adelgazaba, no era que no me gustara, simplemente no tenia los ánimos debido a que el día siguiente, tendría que empezar con la abrumadora rutina de siempre, ir a la escuela y soportar insultos y burlas.

Al llegar a mi casa, me quité los zapatos y subí de manera lenta a mi habitación, no tenia ganas de nada así que simplemente me di una ducha, me cambio y me tumbe en la silla frente al escritorio para comenzar a hacer mi tarea.

Estaba a punto de terminarla cuando uno de los libros callo al suelo, hice un gesto de angustia y de frustración, me agaché para recogerlo y un sobre rosa callo de este recordándome que debía leerla.

OoOoOoO

La tomó entre sus manos tratando de decidir que hacer, podía leerla y desecharla, leerla y guardarle creyendo en su contenido o simplemente no leerla.

Tenía mucha curiosidad así que decidió por abrirla, dependiendo de su contenido, decidiría si la guardaría o si la desecharía.

Lentamente comenzó a abrir el sobre tratando de no romperlo mucho, una hoja de color beige con diseño de flores salio a su vista, la desdoblo y otra vez esa perfecta y bonita escritura le dio la bienvenida, realmente era muy bella, la letra de una joven de su edad seguramente, sospechaba que un chico no podría hacer ese tipo de letra y si quería hacerle una broma era probable que le pidiera el favor a una chica, ya que el no podría escribir así.

Suspiro resignado y comenzó a leerla…

"Querido Ryoma-kun…

Como has estado, espero que muy bien, se que te preguntaras el motivo de mi carta y lo mas seguro es que ni siquiera sepas quien soy y supongo que es lo mejor, eh intentado muchas veces acércame a ti para entablar aunque sea pequeña, una conversación, es irónico por que tu eres alguien muy serio y yo soy verdaderamente muy tímida, en verdad lamento la molestia de que tengas que leer algo que, alo mejor, no es de tu interés pero la verdad es que… me gustas muchísimo Ryoma-kun, desde el primer día en que te vi, te me hiciste una persona perfecta, no soy de tu mismo salón, sin embargo tenemos la misma edad, eh escuchado muchos comentarios de ti y sin impórtame mucho eso, eh decidido, aunque sea por medio de esta carta, declarar el enorme cariño que te tengo, se que pensaras, que chica mas tonta, ni siquiera me conoce, pero la verdad es que siempre te eh observado y se con seguridad que aunque ignores a las personas y sus burlas, en realidad eso te lastima mucho, eh vivido algo parecido y en realidad no me importa tu aspecto, me gustas tu por ser quien eres, eres una persona muy interesante y espero sepas entender que esta carta no es ninguna de las tontas bromas que te han hecho los chicos de la escuela, mis palabras son sinceras, me gustas y mucho, no lo puedo evitar… espero no ser una molestia por que no quiero serlo.

Inevitablemente tendré que dejar la carta en anónimo por que no eh tenido el valor para decirte lo que siento en persona, lo lamento mucho pero con el tiempo sabrás quien soy.

Te quiero mucho.

Atte.: SR."

Y aquí estamos, en un inicio quede estupefacto, era inevitable ya que jamás pensé que una persona podría estar interesada en mi, no tenia ni idea de quien había podido mandar esa carta ya que muy a penas conocía a mis compañeros de grupo.

Era la primera vez que alguien se me declaraba y no sabía quien podría ser SR… ¿Serian las letras de un nombre? O quizá… ¿Algún apeado? Mi cabeza estaba totalmente confundida y por más que quisiera aclarar mis dudas, aparecían nuevas.

Estuve pensando un rato pero no logre llegar a ninguna conclusión, cansado, me levanté del asiento y me recoste en la cama, supe que como ella había dicho, con el tiempo sabría quien era, solo esperaba que no fuera una cruel broma…

Continuara…

Bueno aqui esta el inicio y espero que les guste, nos leemos luego

byee!