Aunque sea obvio, decir que no me pertenece Arrow ni ninguno de sus personajes :D

La historia sucede en algún momento de la relación entre Sara y Oliver.


El cuerpo humano estaba muy mal diseñado, de verdad que lo estaba.

O eso era lo único que podía pensar Felicity nada más despertarse y ser recibida por el peor dolor de cabeza que jamás hubiera podido imaginar. Iba y venía de forma intermitente mientras todo se empezaba a enfocar a su alrededor. Bien. Tiempo de chequear donde se encontraba. Con un esfuerzo hercúleo abrió un ojo para cerrarlo inmediatamente cuando un rayo de sol casi le perfora el lóbulo frontal. Arrastrando una mano hasta su cara decidió volver a intentar realizar un análisis; cortinas de su habitación – chequeado. Suelo de su habitación- chequeado. Extremidades en funcionamiento- chequeadas.

Bien, por lo menos sabía que se encontraba en su casa y con su cuerpo entero, no sana y salva debido al terrible dolor de cabeza pero menos da una piedra, pensó.

RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING RINGRING

Oh mierda. El dolor se producía intermitentemente debido a que algún iluminado estaba llamando a la puerta de su casa a las tantas de la madru... ¡MIERDA! El reloj marcaba más de las diez de la mañana ¿¡CÓMO PODÍA SER?! Felicity, en un subidón de adrenalina, se levantó de la cama sobre sus brazos, ya que había estado durmiendo boca abajo, y se quitó las sábanas enredadas en las piernas de una patada. Si recordaba correctamente el día anterior había sido jueves por lo que ese día debía ser viernes, y eso significaba que llegaba muuuuy tarde al trabajo.

RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING

Oh, a la mierda. Sin comprobar nada más de su estado Felicity salió disparada hacia la puerta para enfrentarse a quien quiera que fuera que le estaba produciendo tanto dolor de cabeza y a enseñarle una forma más útil de utilizar un dedo aparte de llamar a los timbres. Impulsada abre la puerta de sopetón para enfrentarse a un pálido y alterado Oliver

- ¿Amigo que demonios...? - se cortó en seco al reconocer a su jefe y amigo en la lucha contra el crimen - ¿Oliver? - mira alrededor de él para comprobar que no hay nadie más - ¿Qué pasa? ¿ Ha pasado algo malo, los chicos están bien?

Sin previo aviso Oliver la agarró por la cintura y le pasó un brazo por el cuello sujetándole la cabeza para hundirla en un abrazo que le pilló totalmente por sorpresa a Felicity pero que enseguida esta le correspondió casi por instinto.

- Felicity estas bien... Oh gracias a Dios que estas bien... - era tanta la gratitud y el alivio en su voz que a Felicity se le hizo un nudo en la garganta solo por el hecho de pensar que esas emociones estaban dirigidas a ella.

- Oliver estoy bien, claro que estoy bien... - dijo ella interrumpiendo las gracias murmuradas que Oliver no paraba de recitar. No podía verle la cara ya que la tenía totalmente atenazada entorno a su cuerpo en un abrazo de cuerpo entero, no es que Felicity fuera a quejarse... Pero necesitaba saber que demonios estaba pasando. - Oliver, hey Oliver esta bien, esta todo bien...

- ¡¿Todo bien?! - de un barrido Oliver ya no la estaba abrazando si no que la tenía sujeta por los brazos y su expresión era tan feroz que la hizo encogerse de hombros entre sus manos - ¿Te atreves a decir que todo esta bien... ¿Felicity te haces una maldita idea de lo que me... nos has hecho pasar?

- ¿Oliver que pasa? me estas asustando... no entiendo nada... y ¿porque me gritas?- su agarre se hizo más fuerte en sus antebrazos - Suéltame Oliver, por favor, me vas a hacer daño

En un segundo Oliver la había soltado como si hubiera entrado en combustión espontánea ahí mismo y se llevó las manos a la cara y al pelo mientras paseaba por la sala de estar de Felicity, que de repente se había vuelto realmente pequeña con la invasora presencia de Oliver, pensó Felicity. Oliver no dejaba de pasear y soltar pequeños gruñidos cada vez que la miraba. Felicity pensó seriamente en sentarse ya que no sabía cuanto podía durar esa sesión y estaba, muy a su pesar, disfrutando de los efectos de su maldito dolor de cabeza.

- Tú móvil - soltó por fin en voz baja Oliver ¿Quizás ya estaba más tranquilo?

- ¿Qué? - Felicity no sabía si lo había oído bien, ¿todo esto por un teléfono?

- ¿Dónde esta tu jodido teléfono Felicity? - Ok, aun estaba realmente enfadado - Ese al que te he llamado 23 veces y al que no me a respondido nadie

Oh.

Estaba en serios problemas, si alguien del equipo no contestaba a una llamada o no la devolvía en menos de dos horas se entendía que ese miembro estaba en problemas y necesitaba ayuda.

- Mi.. ¿mi móvil? - Oliver solo la miró fijamente con la mandíbula seriamente apretada - OH, claro mi móvil. Pues debería estar en mi bolso, como siempre - rebuscó entre los cojines del sofá - y mi bolso esta... - en la mesa, debajo de la colcha de su cama. Nada - Bueno mi bolso realmente debería estar en esta casa. Lo bueno es que eso seguro que se donde esta, la casa digo, ya que estamos en ella - revoloteó por su estancia moviendo sus objetos con la esperanza de que el móvil apareciera debajo de alguno de ellos. Sin dejar de sentir los penetrantes ojos de Oliver en su nuca - JAJA. Sería un poco raro perder una casa y es una buena pista para saber donde esta el resto de mis objetos personales...

Al sentirse extraña Felicity miró a Oliver otra vez para ver que seguía ahí, quieto, estático, impasible, sin interrumpirla y con la mandíbula realmente apretada...

Oh, Oh.

De repente Oliver bajó la mirada hacia sus piernas y la recorrió una súbita ráfaga de aire que le puso la piel de gallina y hizo que se intentara cubrir lo que le llevó a pensar que no sabía que llevaba puesto antes de salir como una loca a abrir la puerta. Miró hacia abajo; -uuffff, al menos llevaba pantaloncitos-. Y Oliver no apartaba la mirada de sus piernas, ahora el aire frío le parecía un poco menos helado, tal vez más... caliente. Sí, hacía calor en su pequeño y invadido salón.

- Vístete y vámonos - Oliver gruñó de repente y por fin apartó la mirada de sus intimidadas piernas. Felicity quiso protestar por su tono pero una mirada de él le hizo pensar que lo más sabio sería aclarar todo este lío desde la base.

Sí, allí al menos no tendría que enfrentarse sola a un aterrador y sexy...- espera ¿sexy?- Oliver. Allí por lo menos contaría con el comprensivo Diggle y Roy y Sara, seguro que en el fondo no era nada...


Malditos traidores.

Todo lo que recibió Felicity al llegar a la base por parte de Diggle y Roy fueron mini-réplicas por su "irresponsable comportamiento" y por tenerlos a todos tan preocupados. Por lo visto un delincuente juvenil como Roy había recibido muchas charlas sobre "como hacer sentir mal a la gente que te tiene aprecio" y se las sabía al dedillo. Que suerte para su dolor de cabeza. Lo peor eran los movimientos de cabeza que reflejaban la decepción de Diggle. Por lo menos Oliver parecía un poco más calmado al ver que estaban haciendo su trabajo. Dios, Felicity se moría por replicarles las incontables veces que se había dado esa situación en ellos mismos pero claro... ¿cómo te enfadas con una persona que ha estado tan preocupada por ti? Enfin...Sí, bueno, si al menos supiera que rayos pasó para estar tan desorientada...

Felicity podía recordar haber salido de su despacho la noche anterior como siempre después de dejar todas las citas organizadas para la semana siguiente y luego haber cogido su pequeño cochecito y haber llegado a la "Arrowcueva" con la intención de perseguir a unos cuantos criminales en sus preciosos ordenadores... Y luego...

- !OH! ¡SARA! - gritó interrumpiendo el discurso de Roy - Estaba con Sara anoche y...

- ¡Hey delincuente! - Una sonriente Sara bajaba a toda prisa las escaleras con una sonrisa amplia en su cara y mirando a Felicity - Muy buenos días chicos - le dio un beso en la mejilla a Oliver y enseguida se acercó a Felicity - Buenos días chica, me lo tienes que explicar todo. Detalles. - Decía mientras se sentaba y abría su café

Tarde se dio cuenta de que todos la miraban con la boca abierta

- ¿Qué pasa? - miró a Felicity - ¿Fue todo bien, verdad? Porque si te hizo algo lo mato con mis propias manos...

- Un momento... ¿qué?¿a quien? - Felicity llevó sus manos por inercia a su cabeza, muchas piezas de un solo puzzle

- ¿Sara, estuviste con ella anoche? - Oliver había bajado la voz a niveles preocupantes

- ¡Claro! - se rió. Miró a Felicity y a su cara de absoluto aturdimiento - ¿No te acuerdas cielo? - quizás no era tan divertido - Ayer salimos juntas un rato y te dejé con el chico aquel tan mono ...

Las respuestas llegaron a la vez

- !¿Qué?¡ - Oliver se había levantado de donde estaba apoyado

- Oh mierda... - Diggle se llevó la mano a la cara

Roy se movió incómodo en su sitio

- ¡Callaos todos un momento por el amor de Dios! - harta de no entender nada Felicity plantó al equipo con la mano extendida preparada para aporrear al primero que interrumpiera a Sara otra vez y se sentó frente a ella en otra silla - Sara sigue por favor, no entiendo nada de nada y, no, no lo recuerdo así que me estoy volviendo loca. Esta mañana me he despertado en mi cama y está todo borroso y...

Sara la paró poniéndole las manos en sus antebrazos

- Felicity tranquila no pasó nada malo - hizo rodar los ojos a los demás que habían soltado suspiros de alivio a la vez - Simplemente ayer acabamos el trabajo más pronto que habitualmente y decidí que necesitábamos un descanso así que te convencí para subir al club a tomar unas copas...

- ¿Me convenciste? - Felicity levantó una ceja

- Jaja, esta bien, te medio-obligué a que me acompañaras a tomar una copa - sacudió la mano Sara quitándole importancia - pero después de la tercera estabas dispuesta a pasártelo bien, que te lo mereces, así que salimos a bailar y conociste a un chico guapísimo

- Oh Dios... - Felicity estaba empezando a recordar varias cosas

- Y casualmente lo conocía de mis años de salir de discotecas y era buen chico así que cuando la cosa se empezó a poner seria entre vosotros yo desaparecí - Sonrió pícaramente - Y por lo que veo os lo pasasteis realmente bien, ¿eh?

Todos se habían quedado en absoluto silencio. Felicity habría jurado que el maldito estado, más bien que todo el puñetero continente se había quedado quieto a su alrededor. Podía imaginarse galletas rompiéndose encima de vasos de leche, gente a medio caminar y hasta perros con los ojos abiertos mirándola a través del continuo espacio tiempo.

Sin ser consciente de sus actos Felicity movió la cabeza para alcanzar con la mirada hacia donde estaba Oliver. Lo encontró mirándola con los labios abiertos y con una expresión tan en blanco que le dolió en el alma. Mili-segundos más tarde lo que sintió fue miedo al ver como transmutaba su expresión a la más pura y desatada ira que hubiera presenciado jamás.

Lo peor fue que no la miraba a ella. Si no a Sara.