Guilty Crown no me pertenece.


-Si tienes otra oportunidad, se más amable con las personas.

Fui asotado contra la pared del ascensor, reaccione rapidamente y traté de levantarme.

-¿De qué estás hablando?

Estiré mi mano, para alcanzar a detener la puerta del ascensor, fue inútil, la puerta se cerró y el hombre al parecer escapó.

Intenté hacer que el ascensor funcionara y se abrieran las puertas, aplasté lo botones con el puño al no encontrar salida alguna de ahí, un temblor se hizo presente y quedé atrapado bajo los escombros del lugar.

...

-Hey al parecer aquí queda alguien- Reconocí fácilmente esa voz.


Abrí mis ojos lentamente para acostumbrarme a la luz.

-¿Dónde estoy?- Pregunté al aire.

Me senté en la cama y miré a mí alrededor, al parecer estoy en un hospital. Alguien entró al cuarto.

Una chica de cabello morado, traía puestas unas peculiares orejas de felino en una diadema,se asomó por la puerta.

-Oh, al fin despiertas- Me sonrió y se adentró a la habitación.

No podía dejar de mirarla, al parecer se incómodo.

-¿Por qué me miras tanto?-

Y entonces la recordé.

-Pero si tu eres esa enana- Le comenté confundido.

-Ahora que me doy cuenta...-guardó silencio- No te recuerdo.

Se había olvidado de mi, yo no sabía su nombre, pero se había olvidado de mi.

-Solo bromeaba- Declaró y se sentó en la cama- Eres el debilucho que encontré en la escuela, pero, ¿cómo te llamas?- me sonrió nuevamente.

Fruncí el seño y le dije.

-Una persona se presenta antes- le regañe.

-Se más amable, pero, llámame Tsugumi, ¿tú nombre?- me insistió nuevamente.

-Daryl- le contesté.

-Bueno pues Darucchi, me podrías decir-

-¿Por qué me llamas así?- le interrumpí.

-Bueno...- se colocó su dedo índice en la barbilla-Entonces ¿Darl?

-No-

-¿Darlyn?-

-No-

Guardé silencio.

-¿Dary?- me miró buscando aprobación, dió un suspiro-Qué complicado eres

-¡Solo llámame Daryl!- le grité harto.

-Y de poca paciencia- agregó.

-Escucha-

Me interrumpió.

-Di mi nombre- se giró para no verme.

-¿Por qué?- le dije molesto.

-Si hablas sin dirigirte a mi, como sabre si me estás dirigiendo la palabra-

-¿Eres bipolar o qué?- inquirí.

-No- se levantó de la cama-Solo quiero que aprendas a dirigir bien la palabra, especialmente a mí- dió un giro sobre si misma y colocó una mano en su pecho- Tu salvador- sonrio.

-¿Salvador?-

-Sí, pues yo te encontré en los escombros y te traje aqui, deberías estar agradecido- dijo con argullo.

-Entonces Tsugumi-

giró su cabeza y me miró.

-¿Cuándo saldré de aqui?- pregunté.

Se colocó nuevamente el dedo índice en la barbilla y se sentó en la cama.

-Cuándo yo quiera- dijo cruzándose de brazos.

Me alteré, está enana me esta impidiendo la salida.

Me contuvé de gritarle nuevamente, de alguna manera el comentario de aquel hombre me estaba dando otra oportunidad, por el momento, intentaré ser amable con esta enana, intentando también no perder la paciencia.

-¿Entonces no piensas dejarme salir?- pregunté.

-No, si te dejaré salir, solo tengo que esperar a que te den de alta- me sonrió-Porque como tu salvador debo de protegerte-

-Se cuidarme solo- mencioné.

-Si claro, sabes cuidarte solo pero no tienes nada de fuerza, irónico- levantó ambas manos al decir lo ultimo.

-Tengo perfecto manejo en armas-

Interrumpió

-Una persona como tú- me señaló con el dedo índice -Tiene prohibido usar armas, orden del juez-

-¿Ah? ¿Por qué?-

-Es más que obvio, asesinaste a tu padre y a su novia, que otra prueba necesitas, además tienes arresto domiciliario. Por lo que necesitaras a una persona pendiente de ti, ahí entra tu salvador presente- dijo señalandose -Undertaker se disolvió, por lo que necesito un lugar donde vivir, no te preocupes se cocinar- se sintió orgullosa.

-¿Quién dijo que vivirás conmigo?-le cuestioné- Te estás auto invitando-

-No tengo de otra- tapo sus ojos bajo su flequillo- Aya-nee se irá a otra ciudad, muchos de Undertaker murieron, Shuu está ciego, no tengo muchas opciones, pero- puso la mirada en alto- Ahí entras tú, aunque no me gusta depender de otras personas-

-Esta bien-

Esta enana se está aprovechando que de intento ser amable.

Alguien entró a la habitación.

-Señor Yan- era una enfermera- Se le a dado de alta, ya puede irse-


Abrí la puerta de la antigua casa de mi padre, Tsugumi entró y se tiró en uno de los sillones de la sala empezando a rodar en el acto. Abrazó uno de los cojines y dijo:

-Tenía años sin sentirme así de libre- una sonrisa apareció nuevamente en su rostro.

-Quítate los zapatos- le reclamé.

Se sorprendió y fijó su mirada a sus pies, al parecer la emoción le había agobiado, se levantó, camino hacía la entrada dejo los zapatos en la puerta.

-Perdón Daryl, me emocioné-

Era lo último que me esperaba, esta enana disculpándose.

-Ahora que me doy cuenta tu casa es muy grande- dijo viendo los alrededores -¿Cuántos cuartos tiene?-

-No lo sé, no los he contado- le dije sin interés.

-Deben de ser muchos, dormiré en el más cercano a la escalera para no perderme tanto- comentó.

-Elige el que quieras- dije empezando a subir la escalera.

-¡Yay!- celebró.


Era de noche, estaba durmiendo plácidamente cuando Tsugumi abrió la puerta.

-Daryl...- su voz era como un susurro.

-¿Qué quieres?- dije tratando de conciliar el sueño nuevamente.

-Tengo miedo, ¿puedo dormir aquí?-

Me sonrojé ante tal pregunta, sentándome rápidamente en la cama, para mi suerte la luz estaba apagada y mi sonrojo no se distinguía.

-¿Por qué quieres dormir aquí?- Tsugumi se adentró en el cuarto.

-Es que me siento sola, extraño a Aya-nee, a Undertaker- su voz sonaba apagada -Extraño el tener que hacer algo en una computadora, soy una hacker por si no lo sabías-

Suspiré.

-Esta bien- mi amabilidad estaba matándome -Puedes dormir aquí, yo dormiré en el su-

Me interrumpió.

-¡No!-gritó -No quiero que duermas en el suelo-

-¿Y qué quieres que haga entonces?, ¿que durmamos en la misma cama?-

-Sí- se acercó rápidamente hacia mí y me abrazó.

Y así fueron todas las noches. En la misma cama