Disclaimer: Nada me pertenece, salvo trama.
Pareja: Hermione & Severus
Rated: M
Advertencia: Lemmon en futuros capítulos.
Había bebido de más, y eso no se ajustaba a ella para nada.
Jamás se había dejado llevar por sus emociones, y ahora, además de amanecer con una resaca tremenda, no se acordaba de lo que había hecho la noche anterior.
Solo era consciente de haber ido a tomar algo a Cabeza de Puerco, haberse encontrado con Hagrid y Snape, y más nada.
No podía creer que el primer día de clases como Profesora de Transformaciones hubiese salido así. Bueno, más bien noche. Sí, la primer noche de Hermione Granger como Profesora había sido un asco.
Era increíble el saber que había bebido de más por culpa de los alumnos de Séptimo Curso de Slytherin. Vale, ella era sólo dos años mayor, pero debería de haber controlado la situación; después de todo, para algo Minerva se había gastado el verano enseñándole.
Oyó golpes en la puerta de su habitación, que por suerte no se comunicaba para nada con su salón de clases, y fue a ver de quién se trataba.
Al abrir la puerta se encontró con un hombre de piel cetrina, vestido totalmente de negro. Levantó la vista para fijarse en su cara, y entornó los ojos... Esa expresión no presagiaba nada bueno.
-Granger ¿Me va a dejar pasar o me va a tener parado en la puerta todo el día?- Aún sin creer lo arrogante que podía ser ese hombre lo dejó entrar.
-Sí, pase-
-Esto es para usted. No se preocupe no tiene que pagarme nada- Le dijo mientras sacaba una botella de vidrio de su túnica con algo verde adentro.
Ni bien la chica la tomó, se dio media vuelta y se fue de la habitación, dejando la puerta abierta.
La castaña quedó totalmente pasmada, mirando el lugar por donde el profesor se había ido.
Bajó la vista hacia la poción que descansaba en su mano y se asombró.
Severus Snape le había dado una poción para la resaca.
Edit 2018: Estoy reeditando el fic, corrigiendo errores y demás, pronto actualización
