Era una desagradable y calurosa tarde, quizás la imagen del sol brillante sea agradable en los recuerdos de la infancia, pero sin duda no hoy, Frodo no era como la mayoría de los hobbits, a pesar de que se aventuraba nunca era demasiado lejos, pero le encantaba subir las rocas, eso había quedado sin duda en el pasado. Sam le hablaba a su compañero continuamente, pero este no escuchaba más que palabras sin sentido acortadas por el quemante sol y el duro piso, nada parecido al dulce y verde pasto de la comarca.
El cuello era un verdadero tormento para el joven hobbit al que este pertenecía, por la nuca el sol le quemaba, mientras que por la garganta un anillo colgaba por debajo de este, esa maligna, pero hermosa joya llamaba a su portador, quería ponérselo y un diabólico ojo se podía ver a través de el en ciertas ocasiones.
Era el fin del mundo, Frodo quería salvar a todos, pero le parecía una meta imposible, quizás debería parar y esperar a que llegaran los espectros, mientras tanto disfrutaría el anillo.
En la noche Sam lo detuvo, era hora de dormir, y lo que le parecía mejor aún, hora de cenar.
"Era una agradable noche para ser el peor día de su vida" pensó el hobbit.
Frodo espero a que Sam se durmiera, y cuando se aseguró de este hecho se fue lo más lejos posible del campamento , pero por supuesto, tampoco muy lejos pues solo 10 minutos de travesía le tomo alejarse lo que él consideraba una distancia pertinente, tomo el anillo y se lo puso, lo gozaba mucho, mientras tanto con sus 2 manos tomo su espada y la clavo en su vientre .
Empezó a desangrarse.
"La vida siempre será una agonía, cuando vivía en la comarca, estaba aburrido, cansado de la rutina, enfermo de la vida, cuando finalmente obtuve aventura, fue dolor y sufrimiento, un enorme esfuerzo que me canso más que la vida cotidiana"
El joven hobbit finalmente murió entre una dicha por usar el anillo y un sufrimiento por las heridas externas, los espectros pronto llegarían, reinaría el caos, Sam despertó triste, no sabía porque, pero muy pronto sabría la razón.
No vio a su amigo, el día de hoy al contrario de ayer tenía un aire frio.
Frodo ya no tendría que seguir viajando. Era un verdadero alivio.
FIN
