Después de ti.
Hola! Estoy aquí con un fic nuevo. Espero sea de su agrado! Es un drama, muchas preguntas, cosas inconclusas como la vida humana. Comenten por favor!
:D
Oh! La letra que puse es de "Youtopia" Si gusten, escúchenla.
Shaman King no me pertenece y ésta historia no está hecha con fines lucrativos. Sin embargo, la historia es de mi autoría, así que está PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL SIN MI PERMISO.
I can feel you… In the rising tide…
Can you feel me by the fire side?
-Lo siento, pero no creo que esto esté funcionando más… Tú sabes lo que siento… No he dejado de hacerlo, pero no puedo… En serio ya no… Duele demasiado…
-¿Así, sin más? ¿No más intentos? Si pudieras tan sólo perdonarme…
-No Yoh, ya no puedo. ¡Ya no puedo! Ya estoy cansada, de llorar, de discutir, de tener que disculparte cada vez que me haces daño… Necesito, además, dejar de depender de ti. Tengo que crecer, salir adelante por mi misma. Quiero ver cómo puedo seguir adelante sin ti.
-¿Tiempo? ¿Quieres tiempo?
-No… No sé… No quiero que me estés esperando, no sé qué haré después…
El muchacho, con la cabeza caída, derrotado y lleno de dolor, se levantó y caminó hacia la salida del parque. Ella lo miró, rota, impresionada de haber podido decirle adiós al muchacho que amaba con locura desde la primera vez que lo vio.
Él empezó a caminar más rápido, las lágrimas enrojecían sus ojos, sus manos temblaban. ¡¿Por qué diablos le pasaban estas cosas?! Pensaba que su mundo se derrumbaba, su alegría se quedaba pasos detrás. ¿Cómo ser feliz si la única persona que necesitaba decía que ya no quería estar con él?
Una rabia le quemó el pecho, sus piernas despertaron y se fue de ahí corriendo, tan rápido como podía, a donde fuera.
-¡YOH!
¡Su voz! ¡Si tan sólo fuera para decirle que era una broma! Pero él sabe muy bien que no es eso, que ella no lo llama para volver a estar juntos. ¿Para qué detenerse? Ya le ha visto llorar muchas veces, lo ha conocido completamente, con sus debilidades y sus miedos, cosas que nunca le diría a nadie más, cosas que sólo ella sabe y sabrá, no es eso a lo que le tiene pavor. No puede detenerse porque no podría dejarla ir. ¿Y si es eso lo que verdaderamente quiere? No mentía con respecto a las heridas, él bien sabe que le ha hecho daño. Pero, ella también a él, ¿o se le olvida?
From the moonlight
Through the cherry trees
Open the roof and take in the view
Cause you're my sweetest dream
Come true…
En días lluviosos como hoy él siempre le cantaba esa canción. A ella no le gustaba ese tipo de música, pero la letra era bonita, y en sus labios, era perfecta. Tenía una voz dulce, pues de niño solía cantar en el coro, como ella. Sólo que ella había seguido cantando y él lo hacía de vez en cuando, para ella solamente.
Anna suspiró. Las cosas no salían como lo había planeado. Se sentía mal, una mala persona. Se querían, sí, como pocos lo hacían. Y no es como si hubiera olvidado las cosas de un día para otro, oh, no. Después de dos años, las cosas cambian.
Habían comenzado a tocar facetas muy distintas de su relación. Y si algo no le podía hacer a ella, era mentirle. ¡Vaya! Si ella hubiera podido advertirle lo habría hecho. Pero no, ni Anna sabía cuánto daño y cuántas heridas y rencores dejaban en ella las mentiras y las humillaciones. ¿Cómo soportarlo?
Al principio de su relación se lo había tragado todito. Las burlas de sus amigas, la poca cordialidad de sus amigos. Que si era fea, que si estaba tonta, que si su personalidad era un asco. Y ahí estuvo, aguantando las cosas porque sabía desde un principio que lo que sentía por él no volvería a sentirlo por nadie más.
Curioso, ¿no? Las personas que más amamos son las que nos destrozan por completo.
Colour the dusk, deep navy blue
And try to be brave,
Cause I'll be right beside you
There's a world so high…
¡Buenos días! Las clases vuelven.
Anna entró al salón, los audífonos sonando con la canción que él le había regalado, con ESA canción. Saludó a Horo y a Ren, que comenzaban a discutir por alguna estupidez otra vez. Se sentó en medio de ellos, como le gustaba últimamente. Se sentía protegida, a salvo en medio de esos dos idiotas que nunca le preguntaban como estaba pero que de manera discreta la cuidaban.
En un cambio de clases, Tao salió y Horo la miró interrogante. Anna le sonrió.
-¿Qué harás hoy? ¿Tienes algo planeado?
-No, nada.
-Vamos por un café, ¿quieres?
Horo- Horo se había vuelto su amigo hace poco, y Anna sentía cariño por él. Era listo, agradable, tenía ojos bonitos.
-Sí, me agradaría.
Esa tarde estuvo con él, platicando, riéndose, llorando a ratos. Cuando se le salían las lágrimas él ponía una mano sobre la suya y hacía que su sonrisa volviera. Ella le preguntó toda la parafernalia de muchachos. Que si le gustaba alguna chica, que cuál era su color favorito, que qué pensaba sobre los libros. Él le secaba las lágrimas y le respondía casi todo lo que a la rubia se le venía a la mente. Luego, jugaron. Él le decía un color (veo veo algo de color…) y ella decía todas las cosas que tenían ese color hasta adivinar qué objeto era.
Anna no recordaba cuándo había sido la última vez que había reído hasta que le doliera el estómago, y al recordar las razones, nuevamente se puso mal.
Se despidió después de un rato, y volvió a casa con la mente llena. ¿Qué haría ahora? No le gustaba sentirse sola, y Horo ahora la rescataba de ese terrible sentimiento. ¿Sería capaz de empezar algo con él? No. Era aún muy pronto.
Hold out your hands
And you can go anywhere
So reach for the stars
Cause I'll be waiting up there
And you can finally fly
Cause you'll be lighter than air
Si… A veces sentía que podía volar cuando estaba entre sus brazos. Era una hermosa canción de amor que escuchaba todos los días… ¿Dónde volver a encontrarla?
Habían pasado días… La herida seguía ahí, lloraba a menudo. Horokeu había comenzado a rescatarla poco a poco de su abismo, la escuchaba, como un buen amigo hace siempre, la cuidaba, hablaban diario por mensajes, se contaban de todo.
Diecisiete días después, Anna escuchó que Yoh tenía una relación. Marcó su número, su voz sonaba distorsionada de lo furiosa que se sentía. "¡Que bueno que me estás extrañando, eh!" "Anna, yo… Decidí comenzar otra vez."
Por un lado tenía ganas de llorar, de gritar, de quemarlo todo. ¿¡Por qué la olvidaba tan pronto!? Y por otro lado… Entendía sus motivos.
"Así que tienes novia ya, ¿eh? ¡Bien, te felicito, estás con una puta! ¡Una puta de mierda! ¡Te detesto!"
Eso fue lo que pudo gritarle por teléfono antes de aventar el aparato. Después, exhausta por la rabia, se puso a llorar.
Comenten! Saludos :DD
