Reforma

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Kirishima podía asegurar que los métodos de estudio de Bakugo eran infalibles, por algo era el número uno… y por algo él había pasado los exámenes escritos la primera vez. Pero a veces no se necesita algo tan intenso.

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—Recuerden que la próxima semana es de evaluación, no olviden estudiar —arrastraba las palabras Aizawa-sensei, mirando al grupo con los ojos casi cerrados. —Se pueden retirar.

Entre el usual ruido de personas moviéndose y objetos guardándose en mochilas y bolsos, el pobre hombre pasó desapercibido al salir de la habitación arrastrando los pies. En los pupitres quedaban alguno que otro estudiante que temblaba ante la idea de tener que presentar exámenes pronto y se deprimía con los pronósticos que suponían mentalmente. Ashido miraba su libreta en completo silencio, recordando que fallaba estrepitosamente en la materia de historia, y Kaminari y Kirishima se despeinaban desesperados al recordar que eso de las leyes no se les daba muy bien que digamos.

—¿Qué voy a hacer? —se quejó Kaminari, escurriéndose en su asiento y con gesto de sufrimiento. —… voy a morir.

—Midnight-sensei y Aizawa-sensei terminarán conmigo en los cursos de verano —murmuró Ashido con voz temblorosa.

Kirishima palideció ante la idea y sus manos se crisparon aún más sobre sus cabellos.

—¡Yaomomo! ¡Ayúdame de nuevo a estudiar! —estalló de pronto la muchacha, casi con lágrimas resbalando por sus mejillas.

La aludida, que salía del salón en esos momentos, se giró de inmediato con las mejillas sonrojadas y una diminuta sonrisa en los labios; halagada, intentó levantar a Ashido del suelo, que se arrodillaba frente a ella y tenía los puños apretados a la altura de su rostro, sin dejar de apretar sus gestos.

—¡C-Claro que sí! —respondió, emocionada por volver a ayudar a sus compañeros con sus estudios.

—¿Me ayudarías a mí también? —preguntó Kaminari, recobrando un poco las ganas de vivir.

—¡Por supuesto! —el sonrojo en sus mejillas se volvía cada vez más notorio.

Kirishima miró por el rabillo del ojo a Bakugo, que caminaba desinteresado hacia el pasillo, y luego de recordar la manera en que el muchacho lo había hecho estudiar durante las últimas evaluaciones, sonrió de manera estúpida y se acercó casi de manera tímida hacia el grupo de estudiantes que comenzaba a crecer alrededor de Yaoyorozu.

—¿Hay espacio para uno más?

—¡Claro que sí, ahora disponemos de una sala común!

Sonrió, un poco amedrentado por la efusividad de Yaoyorozu, y endureció su costado al ver que Sero se acercaba a él sonriente y con la intensión de darle un duro codazo en las costillas.

—¿No estudiarás con Bakugo ahora?

—Nah…

Era su mejor amigo, no lo tomaran a mal, y recibir golpes en la cabeza no había supuesto un problema gracias a su endurecimiento… hasta que habían pasado ya seis horas y Bakugo no se cansaba de golpearlo repetidamente con el primer libro que encontrara su mano al perder la paciencia. No creía que fuera un mal método, pues se había aprendido el número edición y hasta la última reforma del Código de comportamiento y el Reglamento de registro y seguimiento de dones, pero de vez en cuando uno necesitaba sistemas de estudio más… relajados, y las evaluaciones mensuales podían ser un buen ejemplo.


Jeló…

Si ya lo habían leído antes... bienvenidos a mi cuenta original, aun están a tiempo dE CORRER. Es broma. Me inventé los textos y sino, seguramente lo leí en el manga y lo olvidé, lol xD Espero les guste, si ya lo habían leído, se pueden quejar en la sección de comentarios y saludarme si gustan c:

Martes, 04 de septiembre de 2018