Nodriza

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Muchas personas pensaban que el rol de una nodriza no era, exactamente, algo de lo cual alguien podía enorgullecerse; la mayoría les consideraban personas más bien débiles, que cumplían un rol que exigía esfuerzo mínimo y por lo tanto esos trabajos se les daban a los fracasados. Y Natsu no había construido el mejor historial académico cuando más joven, ni había demostrado la destreza de los integrantes más fuertes del clan, así que no le quedaba más que mantenerse con un gesto afable mientras uno que otro se burlaba de ella, como si no lo hiciera con el afán de ofender, simplemente por alegrar la velada… a sus costillas.

Pero lo que muy pocas personas comprendían, era que ser una nodriza iba más allá de simples lecciones de caligrafía y cambiar pañuelos por las noches o limpiar narices en invierno.

Ser una nodriza implicaba estar alerta las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco o sesenta y seis días del año, sobre todo si se estaba a cargo de la heredera del Clan Hyuuga, la cual vivía con la constante amenaza de los enemigos que ansiaban obtener los secretos de su técnica ocular. Si bien había días en los que no dormía por cambiar paños húmedos, los hubo más en los que no podría pegar el ojo y mantenía el oído aguzado, listo para captar cualquier cambio en el viento que le indicara la presencia de un intruso. Hubo días en los que viajó y viajó sin descanso alguno, siempre montando guardia dentro de la tienda de Hanabi, aquellos días en los que se veían obligados a acampar, siempre a lado de su señorita, siempre alerta, siempre preparada para saltar en defensa de aquella niña. Hubo días en los que sus temores se materializaban y se veía forzada a enfrentarse a enemigos más poderosos, arreglándoselas por su cuenta en lo que llegaba el apoyo, para proteger a aquella pequeña que rápidamente se había convertido en algo sagrado para ella.

Ser nodriza iba más allá de jugar a la madre sustituta. Así como, llegado el momento, un shinobi o una kunoichi se arriesgaba para proteger su aldea, una nodriza se arriesgaba por su protegida y Natsu inflaba el pecho al decir que era la guardiana de Hanabi-sama.

¿Qué hay de poco honorable en ello?


¡Hola!

Espero les guste.

Sé que esto no será tomado en cuenta y morirá pronto… pero para todos aquellos que leen más allá de los mismos personajes de siempre, aquí les tengo un pequeño no sé qué, para Natsu. Ella lleva una banda, lo que significa que al menos es gennin.

Martes, 04 de septiembre de 2018