Hola a todas: Este es mi primer fic, cabe hacer mencion que solo lo hago con fines de entretenimiento, y que los personajes que aparecen no me pertenecen. Espero que les guste la historia, siempre estuve en desacuerdo que dos rebeldes se dieran por vencidos tan facilmente y que nadie hiciera nada por ayudarlos...

Acostumbrándose a sobrevivir al dolor

Tres meses después del fatídico día en que Terry y Candy, se despidieron; dejando su corazón a un lado, con sueños rotos, ilusiones desvanecidas y un devastador sufrimiento, fueron las circunstancias que orillaron a Terry, a refugiarse en el alcohol para tratar de acallar esos llamados del corazón.

Su vida se había convertido en una constante y petulante rutina, por la mañana tomar café cargado para tratar de mitigar la resaca, tratar de comer algo y partir al hospital en busca de su novia, para cumplir con su palabara y honor de caballero ingles; por la noche asistia al teatro, donde su desempeño se veía claramente disminuido y deteriorado. Terry, ya no tenia mas esa chispa en los ojos, esa pasión desbordante que acaparaba al publico entero, hasta su arrogancia paso a ser historia, lentamente este ser tan magnifico había pasado a no ser nada.

Los críticos se preguntaban ¿Qué fue lo que destruyo a este prometedor actor?, nadie lo sabia, todos especulaban, pero la realidad es que ese hombre se había quedado undido en su estúpida depresión.

Eleonor, lo visitaba a diario tratando de hacerlo entrar en razón, pero el se negaba, no se dignaba a siquiera abrir la puerta, ella estaba devastada; no hay nada peor que ver a su único hijo en lenta agonia.

*** Mientras tanto en Lake Wood***

Stear, Archi, Annie y Pati, estaban muy preocupados por Candy, ya que desde que había llegado inconciente de Brodway, y había vuelto a su trabajo, se le observaba melancolica y triste, además había perdido peso, pero siempre que la trataban de ayudar trando de hablar con ella, siempre les decía lo mismo, "chicos no pasa nada estoy muy bien" y trataba de sonrreir, pero estaba de sobra decir que el nombre de Terry, no podía ser siquiera pronunciado, nadie sabia que era lo que había pasado, cuestión que por supuesto tenia muy molesto a Archi.

Esto no puede continuar asi, viajare inmediatamente a Nueva York, y le romperé la cara a ese estúpido arrogante; estaba a punto de perdonarle todo y tratar de hacer las pases con él por el cariño que le tengo a Candy, pero esto ha sido demasiado comentaba Archi, mientras golpeaba con su mano la mesa, haciendo saltar el juego de te.

Tranquilo hermano, los periódicos comentan muchas cosas, pero relamente no podemos creerles del todo, ya que asi son los chismes de la farandula.

Cierto comentaba Pati, yo creo que primero tenmos que apoyar a Candy, y no dejarla sola, si en este momento no desea hablar del tema debemos de respetar su decisión.

Annie, no estaba de acuerdo del todo, conocía mejor que nadie a Candy, y sabia que si Candy, no quería hablar de lo sucedido es porque realmente la estaba pasando mal, esa era su técnica, nunca dejar que nadie la viera triste, sacando fuerzas de flaquesa tratando de sonreir, pero por dentro se derrumbaba poco a poco.

Desafortunadamente Albert, siendo una persona mas experimentada en la vida había desaparecido justo cuando Candy, mas lo necesitaba.

Asi, pues Candy, regresaba a su departamento despues de cubrir dos turnos en la clínica feliz del Dr. Martin, tener la mente ocupada en cosas productivas la hacia evitar recordar a un hombre comprometido y que ella creía feliz. Ademas por las noches llegaba tan cansada que solo era necesario tomar un baño e irse a la cama para no pensar mas.

Esa noche, Candy, tuvo nuevamente ese sueño, lo veía llorar, justo como en la noche que lo conoció, ya no soñaba con esa mirada sínica ni con sus deslumbrantes sonrisas, ahora todo era gris; despertaba llevándose la mano al pecho y lo único que la consolaba era decirse: Vamos Candy, es tu subconciente de nuevo jugándote una mala pasada, el está bien, el debe estar bien, es lo mejor, es lo correcto y trataba de conciliar el sueño.

Candy, había podido pasar en esa agonia, toda su vida, si no ese por un acontecimiento que marcaria su existencia…