Loonatics Unleashed no me pertenece, y esto es un pobre intento de Fic.
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Capitulo 1
Caí desparramada como una muñeca de trapo en medio de ese pequeño infierno que me comenzó a rodear. El calor de las llamas comenzó a afectarme, y mi piel se comenzó a quemar. Por primera vez y ultima, experimentaría lo que era morir comida por el fuego. El olor a humo ya no solo lo sentía en mi sensible nariz, sino también en mis pulmones. Y el humo lo sentía en mi boca, esa mezcla de polietileno quemado y otras tantas cosas. Mi cabello también comenzó a chamuscarse. Era mi fin. Nadie iría por mí. Solo soy un simple antropomorfo, una zorra insignificante de 16 años que moriría sin siquiera experimentar su primer beso, sin siquiera sentir el cariño de una familia. Nací sola, y moriría sola. El destino de uno a veces es cruel.
Escucho a alguien llorar cerca de mí… Era extraño, pensé que los Carlmicheal ya habían salido del edificio.
…Ese llanto era de un niño humano.
…Era el llanto de un bebé.
Sophie se preguntaba si había perdido la conciencia o se había dormido en medio de ese ardiente y terrible lugar. El bebé de los Carlmichael la había salvado. Noto que la cabeza le sangraba, su largo cabello azul marino era teñido disparejamente por ese liquido rojo y pegajoso. Una viga del techo de su apartamento había caído sobre su cabeza y la había dejado inconciente en ese lugar.
Y el llanto no cesaba.
-Ya voy Charlie, déjame levantarme pequeño- La zorrita se incorpora sin dejar de toser ¿Cuánto humo inhalo? Para ese momento era casi un milagro que pudiera moverse. Tal vez era ese instinto de las hembras caninas de proteger a los cachorros. Solo instinto, eso le dio fuerzas para levantarse y salvar esa pequeña existencia y la suya. El llanto estaba cerca ¿Dónde estaban los padres de Charlie? Ella lo recuerda, que se fueron a una especie de celebración y dejaron a una niñera con el pequeño.
-Charlie, aguanta ya llego- La chica zorro esquiva con dificultad ese mar de llamas. Jamás se sintió tan tranquila, no estaba sola en ese infierno, había alguien que le exigía que se moviera y salvara su vida. Para poder seguir respirando.
-Ya llegue Charlie… Mierda- La viga que cayo sobre la niñera, le cayo de lleno en su cara y aplasto su cabeza, de tal forma que podía ver como la sangre se proyecto hacia las paredes haciendo una especie de macabro mural. Sophie sintió como las nauseas la invadía, pero no era momento de desmayarse, perdió demasiado tiempo en su departamento media muerta y le quedaba poco para salir de allí con su compañero sobreviviente.
-Charlie, ven con la tía Sophie, te llevare con tus papis- para suerte de Sophie siempre había tenido el efecto de simpatizarles a los niños pequeños, el bebé se tranquilizo y tosió un poco, estaba casi tan cansado como ella. Pero le quedaba poco tiempo, y no estaban en una situación para lamentarse por esos retrasos.
Rápidamente salío al pasillo, podía ver un par de personas quemarse, pero ya no estaban vivas y otras aplastadas por el techo.
¿Que fue lo que paso? ¿De donde salio todo ese fuego y escombros?
No era el momento de preocuparse por cosas tan insignificantes. Si, el fuego y los escombros, hasta esos muertos que tal vez alguna vez les dirigió más de cinco palabras no importaban.
Había que recurrir al instinto, el viejo instinto abandonado por los humanos, pero que ella aun conservaba.
Sus sentidos lograron detectar una bocanada de aire fresco, pero estaba a muchos metros por encima del suelo, ese edificio era muy alto. Charlie siguió tosiendo acompañando el pequeño concierto de la garganta reseca de Sophie.
Salieron a una especie de balcón, se sentía la diferencia. Fresco aire, tranquilizador suministro de oxigeno para sus malheridos pulmones, pero Sophie noto que el edificio esta partido al medio… un meteorito… golpeo cerca de allí.
Charlie no podía ver el rostro de pavor de Sophie, tembló como una hoja, podía haber muerto sin darse cuenta.
-Pequeño, somos muy afortunados- La zorrita dice esto como si fuera lo más natural del mundo, en eso escucho un segundo grito gutural. Era de alguien a punto de morir. Una mujer.
Los sentidos de Sophie se activaron nuevamente: carne fresca. Si, sentía el olor a sangre y a carne de un ave de presa. Miro hacia el otro lado y vio a una joven correcaminos colgada de un barandal.
A juzgar por su lamentable posición, la chica tenía suerte de seguir con vida, había escapado por pura casualidad del derrumbe del ala oeste del edificio contiguo… era Beth, su amiga de la infancia y única amiga actual.
–No la reconocí… ¡BETH!- La correcaminos se volteo y le dirigió una mirada de reproche.
–Sophie-cam… ¿Qué mierda hacías ahí dentro?- Beth dice esto, haciendo que Sophie la mire con su cara de póquer.
-¿Y me lo preguntas? ¿Cómo llegaste a ese barandal?- Exclama la zorra. Charlie comenzó a llorar en ese momento.
–No lo sé… ese es el bebé de los Carlmichael- Beth sonríe –Eres toda una heroína Sophie-cam-
La chica zorro hace mala cara –Tenemos que salir de aquí, vamos Beth- con cuidado Sophie se acerca al final del balcón y extiende su mano izquierda sosteniendo a Charlie con su brazo derecho, por suerte para ambos era ambidiestra.
–Toma mi mano- Beth la ve acercándose a ella y extiende la suya.
–Me duele extender el brazo, maldita sea… creo que me quebré unas costillas-
Sophie logra rozar los delgados dedos de la correcaminos –Solo… un poco más Beth- Pero parecía que el barandal ya no les iba a dar ni un segundo más. Se partió al medio y cayo estrepitosamente hacia la calle llena de bomberos y oficiales de salvamento.
Y Beth...
-Mierda, como pesas- Sophie sujeta la muñeca de Beth, mientras Charlie lloraba a lágrima viva –Si, lo siento… no sabía que en algún momento me tendrías que salvar de caer por un barandal en llamas- Las dos se sonrieron adoloridas.
-Pensé que moriría- Beth levanto su otro brazo y tomo el de Sophie para asirse –Ni se te ocurra morir antes que yo… ¡VAMOS ARRIBA!- Las dos hicieron fuerza ignorando el dolor y las heridas. Beth logro subir al inestable balcón.
–Cuanto crees que soporte- Dice la correcaminos casi sin aliento –Poco y nada, tenemos que salir de aquí… ¿Dónde están las escaleras?- Sophie miro hacia el otro lado…
Pero ya se les termino el tiempo, el balcón se desquebrajo y comenzó a derrumbarse, no había escapatoria, era su eminente fin. Sophie lo lamento más por el pequeño Charlie, nunca podría contarles a sus amigos de la escuela que fue salvado por una zorra de pequeño.
Beth vio a Sophie desmayarse, y la sujeto con fuerza, a ella y al pequeño. Hasta el final estarían juntas… el destino era cruel.
Pero en ese momento sintió que alguien se acercaba, un correcaminos con un extraño traje negro y rojo, parecía volar… Y un coyote verde con una especie de moto Jet. Eso le molestaba, tener que soportar alucinaciones antes de morir le quitaba lo emocionante. Y si, ella estaba emocionada, porque no fue abandonada, ni traiciona al final. Sophie estuvo con ella en ese terrible momento y sonrió confiada. Tal vez creía que podía salvarlos a los dos. Si, su amiga era una ilusa…
Pero ya era su hora de peder la conciencia. Y nadie contaría como su amiga salvo dos vidas ese día.
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-Santo cielo, no puedo creer que haya sobrevivido a semejante golpe- Sophie escucho una voz estirada, que sonaba como uno de esos cerebritos de secundaria. No podía abrir sus ojos del todo. Pero movió su brazo derecho y no sintió a su compañero en él. Asustada despertó de golpe, tomando por sorpresa a un coyote que la miraba demasiado de cerca.
–¡Charlie! ¡¿DONDE ESTA CHARLIE?-
El joven coyote trata de tranquilizarla –Señorita ¿Se encuentra bien? Recibió un golpe en su cabeza y…- Sophie se levanto como si nada, aun sangraba pero eso no le importaba.
– ¡Y BETH! ¡Beth respóndeme!- un quejido le llamo la atención –Ya, no hagas tanto escándalo Sophie-cam- Sophie levanto sus orejas y se dirigió hacia Beth.
-¿Te estas quejando?- Sophie ve que el correcaminos y el conejo se apartan al verla caminar como si nada –Y si, es fácil… Charlie esta por allá- Sophie ve que la coneja no podía hacer tranquilizar al pequeño -Charlie- Sophie corre hacia donde estaban ignorando al coyote que le pedía tranquilizarse.
–Está un poco mejor, le suministramos oxigeno… pero no deja de llorar…- La coneja ve a la zorra extender sus manos y le entrego al niño –Ya, ya paso… estamos bien, lo ves… todo esta bien pequeño- el niño dejo de llorar y se acomodo entre los brazos de Sophie, estaba exhausto. Ella también, pero no podría dormir hasta encontrar a sus padres.
-Es muy buena con los niños- dice Rev con tono casual, Beth se levanta y se sienta en la camilla –Debo acompañarla, se meterá en problemas si no voy con ella-
Duck mira incredulo a la correcaminos –Y ahora te vas a levantar como si nada- Beth ignora al pato y sonríe confiada –Mi amiga me necesita… - y como si estuviera con un simple golpe en el estomago se levanta de la camilla –Sophie, sus padres deben estar cerca de la barrera de los bomberos… Vamos antes de que me desmaye- La correcaminos se coloca al lado de su amiga y camina como si nada.
-¿De que estarán echas?- dice Ace, Slam quedo un poco confundido y Tech se comenzó a poner histérico –¿Qué no ven que estuvieron a punto de morir?- Rev nota que las dos se habían alejado bastante y decide acompañarlas junto con Lexi –¿Es posible levantarse de esa manera Lex?-
La coneja ve a Sophie sonreír confiada y caminar sin siquiera molestarse por la sangre que manchaba ligeramente el piso –Tal vez algo más importante las aliente-
-¡Mi bebé!- una mujer histérica penetra la barrera de la policía y bomberos, y se acerca a Sophie -¡Mi bebé! ¡Gracias! ¡Gracias!- Sophie le entrego a Charlie, que comenzó a llorar junto con su histérica madre, el calor del lugar les daba un brillo especial a su piel morena, haciendo que el cuadro sea exótico para el que lo apreciara. Exótico y reconfortante.
-Ves, ya te puedes desmayar tranquila Sophie-cam- Después de los abrazos de los demás, la chica zorro se apoya en su amiga -¿No tenias unas costillas rotas?-
Beth sonríe al oír esto –Si, pero ya sabes que eres un imán para los problemas, no te iba a dejar sola- Sophie suspira -Gracias- otra vez escucho esa voz estirada de cerebrito sufrido.
–Ya te dije que permanecieras en la camilla, estas demasiado débil- Sophie dirige una mirada cansada y le sonríe a un coyote molesto –Disculpa… es que odio los trabajos pendientes- El coyote se pone colorado, y la toma al ver que la delgada correcaminos no soportaba ni su propio peso –Tranquila jovencita, ya termino su trabajo- Beth era asistida por Rev que la alzo en sus brazos con facilidad, era demasiado ligera. Pero ella estaba inconciente para ver su rostro colorado por la vergüenza de tenerla entre sus brazos.
-Ya se termino… pero ese meteorito… golpeo- Sophie se quedo en blanco, su vista comenzó a nublarse -¿Quién eres?- el coyote escucha esto y responde rápidamente –Tech… soy Tech E. Coyote- Sophie se sonrió y cerro sus ojos –Soy Sophie… - al fin podía dormir y descansar de verdad.
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Tech se quedo muy impresionado al llegar al hospital de la base. Debía atender a los sobrevivientes, pero Beth, Sophie y el pequeño Charlie que ahora estaba con su familia eran los únicos. Más de 10 familias murieron en ese lugar y los damnificados de los alrededores eran destinados a los hospitales de la zona. Pero nadie vino por Sophie y su amiga Beth. Las dos estaban solas.
El coyote hizo un leve quejido al ver moverse a Sophie en la cama ¿Esa chiquilla de 16 años no podía quedarse tranquila? Tenía calmantes en todo su cuerpo, no la iba a paralizar para que no se moviera, pero era un poco preocupante que lo hiciera de esa forma ¿a caso no podía dejar de retorcerse?
-Esta teniendo pesadillas… - dice su compañera de cuarto, en tono casual.
–Pero no es normal que se retuerza así con tantos analgésicos y calmantes- dice Tech molesto.
–Yo te daría la razón, pero jamás he compartido la cama con ella, lo único que sé, es que tiene pesadillas- Beth levanta sus hombros ignorando como Tech se puso colorado ante ese comentario.
–Hey, porque la cara Tech-cam ¿Tenías miedo de que ella fuera lesbiana? Pues, no lo es- La correcaminos le da una sonrisa extraña, el coyote se limita a gruñirle con molestia.
–Te veo animada ¿Ya te sientes mejor?-
Beth se encogió los hombros –No lo sé, yo siempre soy así- En eso ve que Sophie logra despertar.
-¿Dónde estoy?- Tech la ve y sin poder evitarlo se sonroja, estaba tan preocupado en el incidente por su salud que no noto esos enormes ojos color plata.
–En una camilla siendo atendida por un coyote pervertido- dice Beth con una sonrisa socarrona
–Yo no soy…- Sophie interrumpe a Tech con una ligera risa –Solo es una broma, señor Coyote- ella lo mira con dulzura.
–¿Cómo se siente señorita?- Tech dice esto casi en un susurro para que ella no se sintiera aturdida.
–Mejor, pero un poco mareada… debió ser ese golpe en la cabeza… usted ¿Cómo está?-
El coyote traga saliva –Este… estoy mejor ahora que veo que las dos están evolucionando favorablemente, según mis cálculos dentro de un par de días estarán como nuevas-
Beth hace un resoplido –Si tu lo dices-
Sophie abre del todo sus ojos y ve el techo –Es un techo desconocido…- susurra Sophie y Beth lo observa con detenimiento –Si, es verdad, nunca había visto uno así-
Tech se pone un poco consternado y escucha a Rev venir por la sala –Solo es el techo de la enfermería de la torre, no se preocupen- Beth lo mira intrigada, los ojos negros de la correcaminos destellaron solo por unos pocos segundos y luego volvió a cerrarlos
–Me parece que algo raro me esta pasando…- sonriendo guardo la imagen que vio de Rev Runner. Su vista atravesó su ropa literalmente y pudo verlo como dios lo trajo al mundo. Sus ojos parecían haber cambiado por unos poco desvergonzados. Sophie al escuchar esa frase se limito a sonreír. Lo peor había pasado.
N/A: Bueno... ¿Que opinan?
