~ Rin y Len ~ El campamento Nightingale, donde lo inusual se lleva a flor de piel...

Viernes 6:00am

El ruido agudo tan incesante y molesto del despertador, como todas las mañanas, agraciaba dar la cara tan puntual como siempre lo fue desde que se adquirió en aquella tienda tan colorida por su hermano como regalo de cumpleaños. Era ya la hora de despertar, más la joven muchacha aún se arremolinaba entre las sábanas a pesar del ruido tan impaciente. Ella extendió su blanquecina mano tanteando la mesita para atinar a apagar el pequeño reloj rosa en forma de conejito; pero él se adelantó.

La rubia descubrió su cabeza para mirar a su hermano gemelo; allí, de pie junto a la cama, sonriéndole cariñosamente con el curioso reloj en manos. Rin se sonrojó, tras sorprenderse admirando cada milímetro de la tersa piel del desnudo pecho de su hermano embobada; más aún cuando él se hubo acercado a ella para darle un beso en la cabeza de forma cariñosa.

- Buenos días Rin -musitó el muchacho- apresúrate, o llegaremos tarde -le dijo antes de alejarse con rumbo a su habitación, donde se despojaría de lo que le resta de ropa y tras quedar completamente ausente de ella, se introduciría en la ducha dejando que el agua caliente recorriera cada rincón de su piel.

Aquel pensamiento enrojeció a la pobre chica hasta la médula, por lo que saltó de su cama haciendo a un lado el cobertor calientito y el dosel semitraslúcido que cubría la cabecera de la cama, para introducirse en el baño, comenzando así, a alistarse para partir hacia su destino en compañía de Len, su hermano gemelo.

7:55am

- ¡Rin-chan, Len-kun! -una chica de largos cabellos verdes agitaba su mano para llamar la atención de los rubios gemelos. Se encontraba sentada en una mesita de las que se podían apreciar exageradamente repletas a las afueras del inmenso centro comercial que se alzaba enfrente de ellos; todos aguardaban impacientes a la llegada del autobús que les llevaría hacia el campamento de verano- ¡Qué sorpresa! No pensé que vendrían -comentó cuando ellos se hubieron sentado junto a la chica.

- Buenos días Miku onee-san -saludó cordial Len mientras Rin por su parte le dedicaba una sonrisa leve; ella no le agradaba del todo, porque a Len si le agradaba.

- Nee ¿Cómo piensan que pueda ser el lugar? Me dijeron que era bastante amplio y cercano a un lago -comenzaba a comentar la chica a Len. Hablaba demasiado animada, lo cual Rin reprochaba mucho, pues Miku solía coquetearle a su hermano- Nee Rin-chan ¿No crees? -inquirió la muchacha sacando a la rubia de su pensar. Rin solo asintió con vaga sonrisa, llamando así la completa atención de él.

Poco fue lo que tardó en llegar el autobús que los llevaría a un viaje sin igual. Rin y Len se sentaron juntos, mientras que Miku fue apartada junto a unos muchachos de su clase, que quería hablar con ella. La rubia miraba como toda niña pequeña por la ventana admirando cada detalle que ella encontrara "mono"; Len por su parte no le prestaba muchas atenciones a su hermana, ya que se le había pasado aquel semblante tan triste de su hermana, que había acabado por perturbarle.

- ¡Len! ¡Ya lo veo! -exclamó la rubia con alegría al tiempo que una ola de voces comenzaba a admirar con impaciencia para corroborar lo que Rin; la pequeña instó a su gemelo que se acercara a ver junto a ella por la ventanilla.

En efecto, a lo lejos se erguía un amplio complejo entre las nubes verdosas de los árboles; constaba de dos grandes edificaciones, una de las cuales se veía dividida, lo cual prometía ser las habitaciones de damas y caballeros. La otra edificación era más cerrada y llamaba la atención curiosa de todos; también se podía vislumbrar la playa a pocos metros del campamento, con varios botes aparcados en un muelle y palmeras por doquier. Rin sonreía grácilmente, con la viva alegría reflejada en sus bellas facciones; él sonrió con ternura tras verla así.

- Nee... Len -musitó ella sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Nani?

- Mira que bonita playa -comentó señalándola para luego mirar a su hermano- ¿Jugaremos con la pelota? -inquirió sonriente y él colocó una mano en su cabeza acariciándola un poco; provocando en ella un tenue sonrojo.

- Claro Rin -dijo él sonriendo.

9:05am

Todos los nuevos inquilinos, así como los que no llegaban allí por vez primera, miraban el campamento plenamente emocionados; en especial los más niños. Los gemelos cargaron sus cosas como todos los demás para comenzar su camino dirigiéndose a lo que podría definirse como el comedor a aire libre, que se localizaba en una amplia área entre los dormitorios y el edificio central de dos pisos.

Allí todos los chicos se localizaban y acomodaban frente a un grupo de jóvenes; tres para ser precisos. Dos chicas y dos chicos; las muchachas eran altas y esbeltas, una de ellas era de cabellos cortos de color rojo y la otra de cabellos largos de un rosa algo pálido. Los jóvenes eran quizá muy parecidos a sus contrapartes femeninas; el primero al igual que el otro era alto, más sus cabellos eran cortos de un azul bastante llamativo, mientras que el otro lo llevaba bastante largo, amarrado en una coleta alta de un color lila casi del mismo tono de la pelirrosa.

- ¡Buenos días a todos, y bienvenidos al campamento Nightingale! -los saludó con una alegría bastante marcada la pelirrosa.- ¿Cómo se encuentran todos? ¿Están listos para pasarlo genial? -un escándalo se formó tras aquella bienvenida.

- ¡Bien! Se les nota muchas energías, pues verán, se ha acordado dividirles en dos grupos que estarán obligados a ganar puntos para su equipo y, al final del mes, el grupo ganador recibirá un enorme premio ¿Qué dicen? -otro alboroto se formó y los cuatro sonrieron.

- Perfecto, ahora -habló el chico de cabellos azules- los equipos se harán de lo siguiente, unos serán los ruiseñores del alba, los otros ruiseñores de medianoche ¿De acuerdo? Los primeros estarán a cargo de la señorita Luka y el joven Kamui -dijo mientras presentaba a la pelirrosa y el pelimorado- los medianoche estarán conmigo, Kaito, y con la señorita Meiko. Por ahora pueden explorar todo lo que quieran hasta la hora del almuerzo, que será cuando se dividan los grupos, siéntanse libres de hacer lo que quieran.

- Sus habitaciones están marcadas con sus nombres, serán dos personas por habitación, disfruten su estadía niños -comentó el que hacía falta, en un tono bastante extraño mientras contoneaba de forma "graciosa" su parte posterior.

Rin corrió sonriente hacia los dormitorios halando a Len de la mano, emocionada por poder llegar pronto a su habitación e ir a disfrutar del sol en la playa.

- ¡Esto me hacía mucha falta! -exclamó la rubia mientras miraba la habitación que asemejaba a se un cuarto de hotel por los pequeños lujos que tenía. Rin se acercó y tiró en la cómoda cama que ocupaba gran parte de la estancia, mientras Len la miraba con una sonrisa calma. Desde la entrada; ella notarlo se sonrojó e incorporó sonriendo levemente- ¿Qué quieres hacer Len? -él se acercó a ella sonriéndole y posó una mano en su cabecita.

- Solo tomare una ducha y esperaré a que se haga la hora para la comida Rin -comentó este mientras ella nuevamente se imaginaba al apuesto muchacho bajo el agua caliente; recorriéndole. Rin suspiró completamente rojita, mientras él le sonreía y se alejaba para entrar en el baño, ella no lograba sacarse a su hermano gemelo de la cabeza; la verdad era que estaba loca por él.

12:30m

El claro que se hallaba entre los dormitorios y el edificio principal, se hallaba atestado de chicos y chicas de todas edades, sentados en las mesitas cómodas bajo aquel clima tan grato, comiendo lo que sería el almuerzo antes de la división de los grupos. Los gemelos Kagamine aún estaban en su habitación; Rin miraba la tele recostada boca abajo con los pies al aire, balanceándolos juguetonamente mientras aguardaba a Len.

- ¡Nee, Len! Apúrate, tengo hambre -musitó ella con cierto fastidio en el tono de voz.

- Gomene Rin-chan -musitó él con una sonrisa galante en el rostro mientras sostenía con una mano la toalla que solo cubría la parte inferior de su bien atribuido cuerpo- el agua estaba deliciosa -la pequeña rubia estaba roja de oreja a oreja por aquella vista; tanto así, que inconcientemente había separado levemente sus labios- ¿Rin, sucede algo? -indagó extrañado mirando la chistosa carita de su hermana.

- ¡Haz el favor de colocarte algo de ropa! -chilló tratando de cubrir su sonrojo al tiempo que le lanzaba las almohadas a Len, dejándolo tirado en el suelo en estado de knock out.

En ese instante unos golpes en la puerta hicieron que ambos se mirasen extrañados, Rin se colocó en pie mientras Len acomodaba las almohadas con un suspiro y la conocida gotita de agua rodando por su nuca. Rin abrió la puerta solo para encontrarse cara a cara con Miku, quien le sonrió en saludo mientras le extendía unos anillos a la rubia.

- Hola Rin-chan -saludó ella antes que la rubia extendiera las manos para tomar curiosa los anillos- nee se perdieron la selección, ustedes tocaron en el grupo de los ruiseñores dawn -dijo con algo de tristeza mientras sus labios formaban un 3 al hablar- yo por desgracia quedé en los de midnight -musitó y luego sonrió a Rin con despecho- ¿Y Len?

- Se viste -musitó la chica mientras por dentro una pequeña Rin comenzaba a saltar como loca, gritando por todos rincones de su ser "MIKU no está con nosotros!!! *w*". Enfocó mejor a la verdosa muchacha quien intentaba en esos instantes mirar dentro de la habitación- ¡Nee! ¿Pero qué demonios te pasa? -indagó Rin con un rubor en sus mejillas por el atrevimiento de esta.

- ¡Déjame ver Rin! -rogó en un susurro mientras agitaba sus bracitos de arriba abajo con los ojos cerrados- Len es un bombón ¡No lo guardes para ti sola! -le dijo con ojitos brillosos y sus manitos entrelazadas a la altura de su pecho- ¡Quiero verlooo! -insistió sin dejar de agitar los bracitos.

- ¡No! Sh-Shoto... matte!!! ¡Miku-san! -exclamó Rin intentando graciosamente de impedir que el globito que ahora parecía Miku, entrase a la habitación. El globito entró a la habitación y Rin trató de detenerla halándola por la falda con desesperación- ¡¡Miku!! ¡Sal! ¡Nee, no seas atrevida! -entonces se detuvo con los ojitos de puntito y una gotita rodando por su nuca al ver a su galante hermano con unos pesqueros y una playera algo ceñida sin mangas; a Rin casi se le cae la baba, su hermano se veía demasiado atractivo.

- Miku-san, Hola -saludó el chico rubio a la aludida quien tenía corazones en vez de ojitos y una babita le caía por los labios. Rin rojita solo miraba a su hermano pegadita a la pared- ¿cómo nos ha ido a Rin y a mi en las elecciones? -la aludida se acercó a él y tomando su mano le colocó uno se los dos anillos que traía en manos.

- Nos ha tocado Dawn -musitó con alegría observando la piedrita rojiza del anillo para luego mirar a Len, quien le regalaba una de esas arrebatadoras sonrisas mientras le colocaba una mano sobre su cabecita.

- Me alegra mucho -mientras él decía aquello, Rin le miraba ensoñada, como si de una novela de amor se tratara; lo cual la hizo sonrojar un tanto. Miku por su parte volvía a agitar los bracitos mientras dos ríos corrían por sus ojos "Kyaaaa!!! ¡Que suertuda es Rin! Cuanto no diera yo por que me colocase una manito encima *w*"- Miku-san ¿Tu los trajiste? Arigato gozaimasu -la peliverde volvió a su estado de embobamiento anterior mientras agradecía que él le dedicara la misma sonrisa que a su hermana- Ven Rin, vamos a la playa, hoy es día libre...

- Si -musitó ella sonrosada al tiempo que Miku se desmayaba entre suspiros y corazones; Rin y Len salían juntos con rumbo a la playa.