Kyaaa!!

Dedicado a Eleos Argentum.

Onee-sama:

Aún no te había leído cuando me hice fan del kakasaku. Pero definitivamente, apenas leí un trabajo tuyo, decidí ponerme a escribir.

Gracias.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, lastimosamente. De lo contrario habría mucho KakaSaku!! Nyaaan!

Ryuuzaki Roth.

Inspirado en una de las pocas cosas que me hizo llorar de verdad: "Kakashi Gaiden". Este fic se me ocurrió después de haberlo visto en una página de Internet… transmitiendo!... Sip! Entre los episodios 117 y 121 de N. Shippuden!!...

Y si lloraste conmigo las mil veces que lo leíste… saludos!

Al comienzo de la historia…

Kakashi: 19 años.

Gai: 24 años.

Sakura: 6 años.

Ríjanse por estas edades para adivinar la de los demás.

Advertencia: Recuerden, este es un fanfiction. Y no me basé en ningún hecho firme para hacerlo. Sólo dejé volar mi imaginación, hasta que toqué un tema que nos intriga a todos.. por qué Kakashi dejó ANBU?... y como aún no tengo respuesta… me puse a divagar..

Ah, por cierto, contenido lolicon (no sabría explicarles que tanto). Así que si no les gusta o les ofende por favor cierren esta ventana.

Disfruten!...

Aiko

La Niña del Amor

Cap. 1: Pimavera

- lo detesto-

El hombre de las grandes cejas miró al joven Copy Ninja.

- detestas… a tu superior? Bueno.. a mi me dijeron que Jinya-san es algo pesado, pero tanto así?-

- No, no es sólo Jinya… lo es todo… odio lo que hago-

- bueno- el pelinegro se rascó la cabeza- sabía que pertenecer a ANBU era un parto, por eso no me metí-

- debiste haberme aconsejado-

- lo hice… sólo que tú nunca escuchas-

- debiste gritarme-

- lo hice-

- enserio?-

- si-

- y trataste de abofetearme?-

- no..-

- pues debiste!... era un chiquillo cuando ingresé!… lo necesitaba!-

- no te golpeé porque no me avisaste que fuiste a las pruebas de reclutamiento… ni que te aceptaron- se excusó – pero sí te di una paliza cuando me enteré… y por boca de Kurenai!... pues por lo visto no pensabas decirme nada!-

- pues si lo hubieras hecho antes…-

- es tu culpa, no mía! - ya exasperado- pero si quieres lo vuelvo a hacer ahora!-

- ya no sirve.. llevo años dentro…-

-pero por qué no renuncias?!-

- una vez que se es ANBU.. se es para toda la vida-

- entonces no te arrepientas… fue tu decisión!-

- qué parte de "era un chiquillo" no entendiste?-

Gai bufó, frustrado. Le gustaba entablar conversaciones con su rival… así eran amigos y su competencia era sana… Pero detestaba tener que lidiar con ese carácter suyo tan… Hatake Kakashi.

- estás seguro que no puedes renunciar?-

- bueno… podría dejar ANBU, sí algo realmente grave me pasara.. y un doctor dijese que ya no soy apto para seguir trabajando-

- deberías quedar inválido? -

- o volverme loco, nadie quiere a un cúcu en ANBU-

- bueno, ya estás algo loco..-

-no cuenta… a ellos les gusta mi locura-

- entonces…?-

- sería más fácil morir para salir de allí- suspiró el joven.

- bueh, yo no puedo quejarme, al menos algún día me jubilaré..-sonrió Maito- tú ni a los treinta llegarás-

- cambiemos de tema.. si?-

Al mayor no le quedó otra que aceptar. El Hatake nunca le contaría nada importante sobre su trabajo… casi siempre hablaba de cosas que ya se sabía de los ANBU, cosas superficiales... si es que tocaban el tema. Por ejemplo, Jinya era un conocido en Konoha, porque antes de ser la nueva cabeza de ANBU, fue un afamado Ninja con mucha influencia política. Quizás gracias a esa influencia tomó el mando, quien sabe… después de todo… cómo se explica que el mando de una sociedad tan secreta esté en manos de alguien cuya presencia es un ícono social?!..

Y Kakashi no lo soportaba, pero si hablaban de él, sólo criticaba su forma de ser, no su forma de trabajo…. Jamás se habla de su verdadero trabajo… sólo trivialidades… y eso era todo.

- Entonces tú también deja de quejarte… serás un ANBU hasta morir-

- y tu serás un jonin del comunacho hasta morir…-

- pero al menos yo tengo vida social, y disfruto lo que hago-

- vida social… si, claro-

- si la tengo, salgo a bailar, tomo con amigos, entreno niños, voy a misiones … ah.. y de vez en cuando tengo días libres… sabes lo que es un día libre?-

- ahora estoy en mi día libre!-

- tu primer día libre… después de cuantos años?!-

El peliplata dio un respingo. Sólo murmuró por lo bajo algo parecido como un terco "también tengo vida social" y apuró el paso.

- Leer pornografia antes de dormir no es vida social-

Una mirada asesina por parte del ojo descubierto del más joven dio fin a la discusión. Era mejor cambiar de tema.

- Dentro de poco me darán a entrenar otro grupo de gennins- dijo con una sonrisa el pelinegro.

- Felicidades- con sequedad.

- Sé más entusiasta Kakashi!... Y trata felicitarme con sentimiento la próxima vez-

El Copy Ninja miró al cejón.

- No soy mentiroso-

- Tampoco muy sincero-

- cierto- y sacó un libro…

Icha-Icha.

Maito dio un pequeño gruñido. Kakashi pensaba ignorarlo. Y para colmo con ese estúpido libro erótico, que no es para nada sano, sobre todo para un joven de diecinueve años de edad. Pero si ya empezó a los doce…

- sabes, me emociona mucho esto de enseñar, sabes?...- empezó, tratando de recuperar la atención de su rival- además, tengo madera para los niños, y soy un gran ejemplo a seguir..!-

Hizo una pose guay, típica suya, alzándole el pulgar a Kakashi.

- Si los niños salen todos como tú- empezó el más joven, sin despegarse de su libro- me suicidaré. No pienso vivir en un mundo al estilo Maito Gai –

- Tú! Mi impuntual, pervertido y despreocupado rival!- gritó el de mallas verdes- Tú si que serías un ejemplo horrible para los retoños de nuestra aldea -

- Gai, deja de gritar, estamos en plena calle- le calmó- no debemos llamar la atención más de lo que la mariconada que llevas puesto ya hizo-

- Qué?.. Mis mallas de ejercicio?!... Pero si es lo más de lo más!!-

- Un profesor no viste así- sentenció el peliplata- los travestis, por otro lado…-

- puedo vestirme así y nadie diría nada, pues es un traje deportivo!-

- Los niños quedarán traumatizados si te ven en eso, ni qué decir los padres - siguió el más joven- y peor sería si los obligas a vestir así…-

- Traumati..?! – la cara se le enrojeció- al menos mi vida esta llena de amor infantil-

- pedófilo-

- Kakashi!-

- ok.. ok… te queda bien- con una gotita estilo anime en la frente- no hay duda de que eres un gran ejemplo a seguir-

- gracias-

- yo por otro lado…-

- pervertido-

- exacto! No sería un buen profesor… te imaginas a un niñito llamarme: "Kakashi-sensei"?!-

Ambos rieron con ganas. Kakashi se le acercó a su amigo, confidente.

- ves? Tengo sentido del humor!-

- sigues dolido por lo de tu vida social? Créeme, tener sentido del humor no tiene nada que ver..-

- yo tengo vida social!-

- llevas una máscara y el hitai-ate cubriéndote todo el rostro!-

- Y?-

- intimida! nadie se te acercaría así!-

- bueno… y qué?-

Maito Gai apuntó a Kakashi con un dedo, listo para hacer escándalo. Menos mal no había nadie cerca.

- te reto!-

- ahora?... – se reflejaba el desgano en el peliplata.

- tienes que pasar el resto de la tarde con el rostro descubierto!-

- ni loco-

- si lo haces, iré a mi próxima misión en ropa interior-

- no-

- en la ropa interior de mi madre?-

- hecho-

Dicho esto, se escondió en un callejón, mientras el hombre de las grandes cejas lo vigilaba que nadie se acercase. Se deshizo de la máscara y el hitai-ate, más cerrando su ojo izquierdo para cuidar el sharingan.

Para despistar a la mayoría, solía vestirse como un jounnin común y corriente, cuando no estaba de misión en ANBU, pues allí usaban armaduras y prendas ajustadas al cuerpo, con unos guantes largos desde el codo, que terminaban conn garras en las manos. Y una máscara de cerámica. La de Kakashi representaba un lobo blanco.

Pero hoy no quería que lo vinculasen con Ninja alguno. Si iba vestido como iba, con el chaleco de uniforme, y el peinado sin peine que lo caracterizaba, sumándose su notable cicatriz en el ojo del sharingan, lo reconocerían. Y lo verían sin nada cubriéndole la cara.

Ya se imaginaba: " Oh, por dios! Hatake Kakashi sin máscara?! Miren!"

NI MUERTO.

Así que, se quitó el chaleco y se lo pasó a su amigo, se arrancó las mangas de su enterizo de tela negro, y se deshizo de sus armas, tirándoselas al desprevenido Gai (aprovechó para infringir algo de daño). Luego, con un poco de saliva, se alisó el cabello y lo ató en cola de caballo, con un pedazo de la tela de sus mangas rotas. Aún así, algunos mechones rebeldes se zafaban y se posaban tercos sobre su rostro, pero les restó importancia. Utilizando la parte de metal de su hitai-ate como espejo, revisó como lucía. Dio un respingo de disgusto, al fijarse en su cicatriz y volvió a cerrar el ojo al que atravesaba. De todas maneras sería un poco difícil esconderse, esa vieja herida y el sharingan lo delataba en cierta forma.

Pero fuera de eso…

Irreconocible.

Salió del callejón, y saludó a Maito, que estaba haciendo muecas de dolor mientras se quitaba un kunai atravesado en su brazo. Le devolvió el saludo al instante, olvidando por completo su herida, y algo sonrojado…

Kakashi sonrió. No lo reconocía.

- disculpeme, joven- preguntó la Bestia Verde- mi amigo estaba en ese callejón.. lo ha visto?-

- Gai-

- ah?-

- soy yo..-

- waaaaag!-

El joven se desternilló de risa, cosa no muy común en él, mientras que su pobre amigo se recuperaba de un paro cardíaco.

- Ahora, deberás llamarme Shouta, ok?-

- O… ok- respondió Gai, aún sonrojado- tú..-

- qué?-

- por qué diablos escondes ese rostro?!- le gritó- eres HERMOSO!-

- Gai…- le fusiló con el ojo derecho- eres un pervertido de mierda…-

- sólo digo la verdad!-

- pues trata de ser no tan sincero.... asustas-

- quieres que sea mentiroso y antisocial como tú?-

- que no soy mentiroso!... y si tengo vid…-

- si lo que sea..- Gai comenzó a recuperarse. No importa cuán hermoso luzca, Kakashi siempre sería Kakashi- ahora vamos al Parque Central de Konoha -

El peliplata se le quedó mirando.

- pero.. para llegar al parque… debo cruzar la ciudad entera- dijo con un hilo de voz.

- Exacto- sonrió el otro- cuanta gente te verá hasta entonces? Con ese rostro sí que llamas la atención!... y créeme, se pondrá mejor cuando lleguemos al parque, a estas horas de la tarde está más que lleno de niños… con sus mamás-

Kakashi se alzó de hombros, con el rostro impasible, como diciendo "Total ni van a saber quien soy". Pero Gai sabía que estaba molesto.

- más te vale llevar la mejor y más sexy lencería de tu mami a tu siguiente misión, idiota- escuchó.

- hai!-

Por esto, valía la pena. Trataría con su madre después.

--

Las risas, los niños, los juegos, los gritos, los cuchicheos…

Típico de un parque.

-mira cuantos niños!- gritó el pelinegro- y algunos de ellos algún día serán mis alumnos!-

Para el peliplata era un tormento.

Mujeres mirándolo, boquiabiertas.

-Quién es ese joven?-

- Debe ser extranjero-

-Como lo sabes?-

-Crees que se me olvidaría un rostro así si lo hubiese visto antes en Konoha?-

-Quizás tienes razón-

-Me parece que es un famoso modelo de ropa interior-

- Runo-san!-

Los pudorosos gritos de las señoras lo aturdían.

La cabeza de Gai se hinchaba mientras decía un discurso sobre la juventud, la sabiduría y la pureza de los niños.

" Sólo recemos por que explote.." pensó el copy ninja mirando al cabeza de coco.

Porque así de grande como estaba, le iba ser difícil metérsela en el…

Algo interrumpió sus pensamientos…

Un llanto cercano. Ambos giraron sobre sus talones, para encontrarse a metros de una niñita de pelo rosa y ojos esmeraldas, de unos aproximados cinco añitos, en el suelo, con un gran raspón en la rodilla derecha, y llorando a lágrima viva.

Una morena de ojos grises, quizás algo mayor, se le acercó a la pequeña y le dio un abrazo.

- lo lamento, Sakura-chan! No quise empujarte!- casi a punto de llorar.

La pelirosa secó sus lágrimas al instante, y sonrió a la ojigris con ternura.

- No te preocupes, Yuzuyu-chan… fue un accidente-

Gai no pudo evitar conmoverse ante el gesto. Cerró los ojos para evitar sus lágrimas salir.

- Los niños son santos- le dijo a su amigo- se nota, por su voz quebrada, la niñita aún quiere llorar, pero se aguanta para no hacer sentir culpable a su amiga… no es eso lo más puro de la juventud, Kakashi?-

Se volvió hacia donde se supondría estaría su amigo. Gruñó al notar que éste había desaparecido, perdiéndose su discurso dramático.

- déjame ver esa herida- escuchó.

Kakashi se había arrodillado frente a la niña, y estaba examinando el raspón. Comenzó a limpiarla, escuchando un siseo por parte de la pequeña, indicándole que sentía dolor. Sacó un pañuelo limpio de su bolsillo y lo utilizó como venda, atando sobre la herida, lo cuál exigía un poquito de presión sobre ésta, haciendo que los grandes ojos verdes de ella se humedecieran nuevamente.

- Una señorita tan hermosa no debe llorar…- le murmuró el peliplata- o acabaré llorando yo…-

De nuevo la pequeña cesó su llanto, para dedicarle a Kakashi la más brillante de las sonrisas.

La más brillante y hermosa de las sonrisas.

Lo más bello que había visto el joven hasta ahora.

Tanto, que él no pudo evitar sonrojarse… al punto de parecer un tomate.

A las dos niñas esa reacción les pareció graciosa, y empezaron a reír estruendosamente.

- Es usted muy lindo!- gritaron ambas.

Definitivamente con eso no ayudaría a que su cara volviese a su color natural.

La rosa no le sacaba los ojos de encima. Esos grandes, dulces, cálidos ojos verdes.

De repente, una lluvia de pétalos rosas empezó a caer de los árboles de cerezo que abundaban en el parque. Y sintió el corazón increiblemente cálido.

- cómo se llama, Onii-chan?- le preguntó la ojijade.

- Sho…. Ogassawara Shouta-

La niña lo miró con cierta incredulidad.

- Yo me llamo Aiko-

- Qué?- la morena se dirigió a su amiga- pero, Sakura-chan, tú no…-

- shhii! Yuzuyu-chan!-

El Hatake sonrió.

- no es cierto-

- si lo es-

- oí a tu amiga llamarte Sakura-chan- le dijo, tranquilamente- no debes mentir-

- no soy mentirosa!-

- tampoco muy sincera-

- cierto…- la pequeña se alzó de hombros- pero usted tampoco-

Kakashi se sorprendió por la respuesta de la pelirosa. Su sonrojo se profundizó notablemente.

- A qué te refieres?-

- como no me sé tu nombre, te llamaré Onii-chan- siguió la pequeña, como si nada - pero usted no me llamará por mi verdadero nombre hasta que me diga el suyo, así que llámeme Aiko-

- pero te dije que me llamo Shouta!-

- ése no es tu nombre- le sonrió la pequeña.-eres muy lindo para ser tan mentiroso-

- igual tú, princesa- correspondió la sonrisa.

La niña tenía carácter. Que criatura tan inteligente y adorable!...

Se quedó mirándola.

Preciosa, perceptiva, brillante, dulce pero firme.

PERFECTA.

Cuando tuviese una hija, le gustaría que fuese idéntica a ella.

- Es usted doctor, Onii-chan?- la chica lo volvió a la realidad.- porque mi bubu ya no duele!-

- no..- respondió, casi sin aire, el peliplata.- sólo hice lo que cualquiera haría-

- que pena… yo quería casarme con un doctor…-

El rostro de Kakashi había pasado de rojo a lila, por la falta de aire.

- Pero ahora me casaré con usted!-

El pobre no sabía si desmayarse o salir corriendo.

-Tsugoi!- la morena empezó a aplaudir- tu esposo es muy guapo!-

- Es el más guapo de todos los esposos!-

Para entonces, Kakashi tenía la cara hecha un arcoiris.

- Pero tiene una cicatriz muy fea que le atraviesa un ojo!- gritó la morena.

- como te hiciste eso, Onii-chan?- preguntó la pelirosa, fijándose.

- en una pelea- dijo, tapándose el ojo con una mano, avergonzado.

La ojijade tomó esa mano y descubrió nuevamente la cicatriz.

- Por qué peleó, nii-chan?-

-por..-su voz tembló- para defender.. a un amigo..-

- y por qué le da pena?- dicho esto se volteó a su amiga y le mostró la lengua- mi esposo es un héroe! Esa marca en el ojo es una prueba! Y a mi me gusta!-

Un héroe… eso era lo último que él se consideraba. Ella era muy chica para entender la profundidad del asunto. Muy pequeña para entender el peso de la culpa que lo acosaba cada vez que se miraba a un espejo, y veía el sharingan, amenazante.

Pero toda esa agonía se desvaneció en un instante al ver nuevamente la sonrisa de la pequeña.

Esa sonrisa que lo tenía como cachorro.

Cómo alguien tan pequeña podía hacerlo sentir tan grande? Tan lleno? Tan feliz?... Tan.. Querido?

Gai tenía razón. Los niños son sabios y puros.

- Sakura-chan! Yuzuyu-chan! Hora de ir a casa!- escuchó de lejos. Una joven muy parecida a Yuzuyu agitaba la mano hacia ellos, y al ver a Kakashi, no pudo evitar sonrojarse.

- Ahora? Pero.. nee-chan!- la ojigris dio unos saltitos y juntó las manos, rogándole a su hermana por más tiempo para jugar.

- no te quedes mirando así a mi esposo, Mio-chan!- la pelirosa le gritó a la joven, con evidentes celos.

Kakashi sintió algo húmedo y suave haciendo presión en su barbilla, por un segundo, un mágico segundo. Su vista se nubló, apenas alcanzando a ver a la niña diciéndole adiós, sonrojadísima, para luego tomar la mano de su amiga y salir corriendo.

- La verdad, tienes madera con los niños- escuchó, esta vez, a sus espaldas.- serías un buen ejemplo, si tan sólo dejases de leer pornografía-

El peliplata seguía con los ojos fijos en la niña del cabello rosa que se alejaba, ya familiarizado con ese agradable ardor en las mejillas. Recibió una golpiza en la cabeza por parte del pelinegro, haciéndole recobrar la compostura.

- Y no vuelvas a permitir que una niñita te diga "esposo" o te bese tan cerca de la boca! Y en un parque!.. Te van a pensar pedófilo! Encima que ya eres pervertido!-

- mmm.. creo que tienes razón… la gente piensa muchas cosas..- respondió, abriendo su libro para continuar con su interrumpida lectura- y que grites ayuda mucho..-

El de traje deportivo se puso más rojo de lo que se había puesto Kakashi anteriormente. Pero por razones diferentes.

- HATAKE KAKASHI!!-

El aludido escuchó impasible todas y cada una de las palabras… adjetivos calificativos muy vulgares, para ser más sinceros, que uno jamás pensaría escuchar de la boca del buen Maito Gai.

- Un profesor no hablaría así- sonrió Kakashi- y menos en un parque lleno de posibles alumnos-

Adoraba provocar a su amigo… pero era muy flojo para atenerse a las consecuencias de drenar toda la paciencia del santo de las mallas verdes.

La siguiente tanda de insultos se la ignoró. Quizás para provocarlo más. Quizás porque le aburría…

O quizás porque en realidad tenía algo más importante en que pensar.

Y eso importante tenía la sonrisa más hermosa del mundo.

Cuando la volvería a ver?

--

Gai caminaba solo por las calles, admirando la belleza de su aldea al atardecer.

Llegó a una casa. Tocó el timbre.

Mientras esperaba, siguió pensando.

Si ver a Hatake Kakashi sin máscara lo dejó boquiabierto, casi se le calló la quijada cuando el peliplata demostró aquel lado sensible y paciente con las niñas.

Además, nunca había visto a Kakashi sonrojarse con tanta facilidad.

Quizás porque su cara simpre está cubierta, y no está acostumbrada al sol de la primavera que se puso de tantos colores.

"Qué curioso" se dijo.

-Quién carajos?!!- una voz seca y raspada se escuchó del otro lado de la puerta

-Yo, mamá- respondió Gai- vengo a pedirte algo prestado…-

Perdió la apuesta. Valió la pena.

Suspiró el delicioso aroma de flor de cerezo que impregnaba el aire de toda Konoha.

Pero qué hermoso primer día de primavera!

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Hasta aquí… nos vemos en Bacchikoi, Kakashi-chan…!

Y en el próx cap… of course!