Despertó asustada en medio de la tormenta que empezó por la noche, otra vez habían vuelto a su cabeza las pesadillas de ese día, donde él prefirió irse con Kikyo…
-"Inuyasha… ¿realmente no me viste, realmente no te diste cuenta que yo estaba ahí?, ¿Te hubieses quedado por mí?"- Pensaba Kagome sollozando.
-¿Por qué me duele tanto que la hayas preferido a ella? No quiero sentirme así… ¡LO ODIO!- Y después de ese pequeño grito lloró hasta ya no tener más lágrimas, se levantó directo al baño con el fin de lavarse la cara, había pasado tres años desde que Inuyasha no regresó por ella, su cara estaba demacrada por el poco alimento que se proporcionaba, además que había días en los que sólo pasaba llorando, había adelgazado y su uniforme ya no le quedaba apretado, tuvo que comprar otro y por último, su cabello, cuando estaba con él, lo tenía largo y sedoso, pero no fue más de unos dos meses en las que Kagome decidió cortárselo hasta el hombro, pensó que eso la ayudaría a intentar olvidar y seguir con su vida, pero fue lo mismo que nada.
-Kagome, hija, ¿Estás bien?- Se escuchó la dulce voz de su madre a otro lado de la puerta.
-Eh? Te desperté, lo siento, no era mi intención-Respondió desde el baño, secando su cara con una toalla -¿El abuelo y mi hermano siguen dormidos?- Evadió la pregunta de su madre cuando salió de ahí, no quería volver a llorar.
-¡Tranquila, ellos tienen el sueño pesado, y ni un temblor los levantaría!-Bromeó y se tapó una pequeña risa con su mano.
-¡No exageres mamá! – Y también se río, ese pequeño chiste le hizo sentirse mejor. Su madre sabía que cuando Kagome estaba mal, ya no debía seguir diciendo comentarios como "No te preocupes hay mejores hombres" o "Es la culpa de él, que no te supo valorar"… Decirle eso la afectaba un poco más, así que encontró un método con el cual hacía burlas a cualquier persona u objeto, así la veía sonreír un poco.
-En la mañana compré algunos dulces, si quieres, abajo hay algunos chocolates también- Dijo su madre.
-Gracias mamá, ¡creo que me comeré una barra… o dos también!- Respondió con una sonrisa.
-Por cierto, no quería decirte nada delante de tu abuelo, por lo escandaloso que suele ser, pero ayer por la tarde me dejaron una carta con tu respuesta sobre la universidad, está junto al televisor, en la carpeta verde- dijo en susurro, y mirando a todos los lados como si alguien más estuviera ahí.
-¿Y me lo dices ahora?- Se enojó y miro con reproche a su madre -Voy ahorita mismo a ver que dice, además que tampoco pensaba en volver a dormir- Comento pensativa mientras se dirigía a las gradas.
-"Mi pequeña, ya está mejorando"- Pensó la mamá con una sonrisa de ternura mientras veía a su hija irse.
-Carpeta verde… carpeta verde… carpeta… ¿Eh? El piso está mojado, ¡alguien entró a la casa!- Dijo apresurada cuando llego a la sala, busco con su mano algo para defenderse del ladrón, y encontró la escoba, se la puso como arma cargándola en su hombro y sujetándola con los dos brazos…
-Eres tan patética- Dicho eso empezó a reír la persona.
-¿Quién eres?... ¿Por qué te ríes?- Pregunto asustada, estaba oscuro así que no sabía a donde mirar.
-Estas usando una escoba como arma, de que más me puedo reír, bueno aunque de ti…- Bromeó de nuevo para sí solo y se río nuevamente.
-No te burles de mí, ¿sabes? Si te encuentro puedo romperte la escoba en la cabeza, así que con cuidado, ¿eh?- Dijo segura de sí y con las mejillas algo coloradas de la ira aunque la inexistencia de luz no dejaba que se distinga bien.
-Repito, patética- Dijo con sorna.
-¡Ya está! O te vas de la casa o llamo a la policía- Amenazó Kagome con la voz algo fuerte.
-No grites, luego se despiertan arriba y se arma un escándalo peor- Respondió algo indiferente.
-¿Y por qué te importaría que ellos se despierten?- Estaba confundida, ¿Qué persona entra en tu casa, se burla de ti y luego dice que no quiere despertar a tu familia?... ¿Tal vez un ladrón que se le olvidó como robar? O ¿Era una broma?
-Ya dije, no quiero más escándalo, contigo es más que suficiente- Contestó de la misma manera.
-¿Quién eres?- Bajo la escoba del hombro, ya que ese tono de voz se le volvió familiar.
-¿Por qué te cortaste el cabello?- Evadió la pregunta, él sabía que era cuestión de tiempo para que lo recordara.
-¿Inuyasha?- Las lágrimas salieron de sus ojos, cuando dio una vuelta y lo vio sentado en el mesón que separa la cocina de la sala, él estaba ahí de nuevo, como si nunca hubiese pasado nada, como si todo solo fue un mal sueño y su corazón nunca se rompió…
-Quería disculparme, en todo este tiempo que me fui, yo… no estaba saliendo con Kikyo, mi cabeza estaba centrada en una sola cosa y no quise aceptar lo que sentía por ti, pero aunque no lo creas, te busque en tu casa pero te habías mudado y empecé a hacerlo por todos los lugares en los que creí que podrías estar, y sé que me demoré, pero también, tenía miedo de encontrarte, solo dime… -Se calló un momento para tomar aire y seguir- ¿Cómo le pedirías perdón a la persona que más amas con tu vida? ¿Con que cara puedes verla si fuiste un patán con ella? ¿Cómo me podría acercar a ti, si solo te hice mucho daño?- Y las lágrimas empezaron a salir de sus mejillas, él no era para llorar, no le gustaba porque eso era de débiles, pero no podía evitarlo, estaba siendo sincero con ella.
-Todo este tiempo que no estabas, en el que no regresaste por mi…-Sintió como su garganta le empezó a doler -Yo… yo, me sentía sola, aunque tenía a mi familia, no estaba completa, pero tú la elegiste a ella, tampoco no sé si creerte, me duele demasiado todo lo que me hiciste, todo lo que yo hice por ti… Quise ayudarte en todo, estar a tu lado sin importar nada, pero solo creaste dolor en mí, y todo eso fue porque, por…- No estaba segura de decirlo o de como pronunciar esa palabra... ¿todavía lo amaba o ya no?
-Kagome, déjame ahora ser la persona que quiera ayudarte, estaré a tu lado, yo no amaba a Kikyo y cuando me fui con ella, yo no pude perdóname el que no te deje que me ayudaras, tu solo querías verme bien, y te aleje, sé que hice mal... Me fui con ella porque pensé que si la ayudaba al menos así podría aliviar el dolor que yo mismo me provoque cuando te ignoré, Kagome yo… -No sabe en qué momento, pero él estaba delante de ella y con una mano la había agarrado la cintura, solo vio como los ojos de su amada estaban llenos de lágrimas, y ahí notó bien lo corto que estaba su cabello, antes solo se fijó que ya no le llegaba a la espalda baja, pero pudo notar como las puntas rozaban sus finos hombros.
-No lo digas ahora…-No entendió Inuyasha, pero ella continuó -No tengo una respuesta para darte ahora, tengo miedo de decir algo que no sea lo que yo siento, pero tampoco quiero volver a perderte, es confuso… yo… no sé… no quiero perdonarte, pero tú...- Y sus labios no siguieron moviéndose para hablar, ya que él los había atrapado en un beso suave y delicado, algo que realmente necesitaban los dos desde hace mucho tiempo.
-Un último intento, te lo pido de todo corazón, no quiero continuar sin ti… ¡Por favor!-Habló con los ojos cerrados y con miedo de la respuesta
-Sabes bien que no te lo mereces...- Bajo la cabeza y la pego al pecho de él
-¡PERDÓNAME! ¡POR FAVOR!-Gritó desesperado -Al menos dime que no me guardas rencor…
Las lágrimas habían parado, ella sintió la desesperación de él, y aunque no sabía bien que hacer, beso su mejilla dejando confuso a Inuyasha con la respuesta que dio, la miró a los ojos y ella habló…
-Mi corazón te perdonó hace años, porque no puedo guardarle rencor a una persona que a la final me hizo feliz- Sonrió de nuevo, estaba feliz, y en su expresión estaba clara- ¿Sabes? Lloraba del dolor que se quedó en mí, el dolor de saber que ya no te vería más...
-...¿Kagome?- Y la abrazó, con toda la fuerza necesaria para no hacerle daño, beso su frente y le sonrió también… Él la amaba y ella siempre lo hizo.
Espero les haya gustado, ya saben que pueden dejarme sus reviews con su opinión, además tengo otras historias por si quieren pasar por mi muro a leerlas...! (para fans de Naruto, Yu-gi-oh y DBZ!)
Disfruten su Día del Amor y la Amistad!
Que tengan una linda noche, mañana o tarde!
Anzu Marie
