Descubriendo el corazón
Instituto Toho, TokyoEn uno de los patios del colegio, durante el descanso, un grupo de muchachos se hallaba observando a un par de ellos que hacía una particular competencia.
-38 centímetros –anunció un chico de piel morena y cabello castaño oscuro
Luego, uno de los "concursantes" movió un poco la boca, y luego de inflar bien los cachetes dio un escupitajo que su compañero midió en distancia.
-41 centímetros, ¿quieres la revancha, Shimano? –preguntó el supuesto juez
-¡Claro que sí! –exclamó decidido el aludido, preparando su siguiente salivazo
-Paola, hora de irnos –anunció el más pequeño de ellos, poniéndose de pie
-Oh...pero quería ver –se desilusionó una chica de ojos verdes y cabello oscuro que estaba en medio de ese grupo de muchachos
-Ni modo, luego te avisamos quién ganó –trató de consolarla su mejor amigo con una pequeña sonrisa
-Por cierto Koike, límpiate, te chorrea la baba –comentó Takeshi con cara de asco, mientras su amigo se limpiaba rápidamente la comisura de la boca
-¡Los veo luego! –se despidió Paola con un gesto de la mano, mientras empujaba a su amigo de vuelta a su salón de clases
Una vez allí notaron que una pequeña reunión de los alumnos había iniciado.
-...como decía –dijo con molestia la muchacha que presidía aquella reunión, después de aclarar la voz y fulminar con la mirada a los recién llegados- Ya va una semana desde el inicio del segundo semestre y los maestros me recordaron anunciarles que...que... -se vio interrumpida por los cuchicheos de Paola a Takeshi, que se sentaba junto a ella, los que la obligaron a aclarar la voz para poder hablar nuevamente- Anunciarles que no deben descuidar sus...¡bueno Wakabayashi, te vas a callar o no!
-¿Me hablas a mi? –preguntó Paola cínicamente, luego de voltear a ver a ambos lados con tranquilidad
-Eres la única Wakabayashi del salón, es más, del Instituto –recordó la delegada ceñuda
-¡Ah, cierto! Pero no tienes que enojarte, continúa, continúa... –pidió la germano japonesa con un gesto de la mano
-Será mejor dejarlo para después –susurró Takeshi casi imperceptiblemente mientras la delegada intentaba reiniciar la charla
-Sawada, ¿tú también? –preguntó con severidad, mirándolo fijamente
-Este...je, no, lo siento Rebecca –se disculpó él avergonzado
-Como decía...deben esforzarse en los estudios. Recuerden que nuestro salón aun está por detrás del 1-B en...
-¡Protesto! –exclamó Paola golpeando su mesa con la mano y poniéndose de pie- ¡Eso no es cierto!
-¿Cómo que no es cierto?
-Y claro...si tomas en cuenta la disposición espacial en el Instituto... el salón B queda como a dos ambientes por detrás de nosotros –alegó la interrumpidora con burla, mientras su amigo evitaba la risa
-Mira Wakabayashi... –amenazó la delegada, mientras todos los demás evitaban la risa, lo que la enojaba más
-Paola por favor, sólo Paola... –pidió ella diplomáticamente
-Entiendo que tus impulsos rebeldes te hagan pretender ser la graciosita de la clase, pero al menos respeta la autoridad que tengo y deja ya de interrumpirme, así como de burlarte de mi –advirtió la otra chica apretando los dientes
-¡Vaya! Se ve tranquilita pero luego, luego se altera –comentó Paola a Takeshi
-Si no quisiste ser la delegada de clase, atente a las consecuencias
-Mira...Rebecca –comenzó a defenderse Paola poniéndose seria- El que seas la delegada de clase no te hace superior a mi, y si no acepté fue porque claramente sabía que el elegirme sería por voto castigo. Además no me estoy burlando de ti, sólo trato de amenizar un poco esta reunión tan fome
-No te permito... -comenzó a enojarse Rebecca
-Paola quiere decir que está de acuerdo en todo contigo y que ya se va a callar –intervino Takeshi, jalando a su amiga para que se siente
-Pero...
-Pero como estamos tan de acuerdo, ya no diremos nada ¿verdad? –insistió el chico, apretando los dientes
-Bah, como sea –gruñó Paola rodando los ojos
-Por favor continúa...Becky –dijo Takeshi con una pequeña sonrisa, mientras su amiga le hacía muecas de burla
-Gracias Sawada –devolvió ella sonrojada- Eh...¿qué les estaba yo diciendo?
-Que estábamos por detrás del 1-B –recordó una de sus compañeras que ocupaba uno de los primeros asientos
-Ah sí...y que debemos esforzarnos más –continuó Becky solemnemente- Sobre todo ustedes chicas, porque después de todo la primera del salón es una mujer y...
-Oye, ¿nos estás diciendo tarados? –se quejó uno de los chicos
-No, pero reconozcan que los mejores alumnos de nuestro salón son mujeres
-Feminista –gruñó el mismo muchacho mirándola con enojo
-No es que lo sea –se defendió la delegada sin perder los estribos- Simplemente digo la verdad
-Pues aprende a decir la verdad con más delicadeza, no a lo bestia –aconsejó Paola desde su sitio, bostezando aburrida
-Y tú aprende a pensar antes de hablar –gruñó Becky, sobresaltando a Paola
-Uhhhhh –fue el sonido general de sorpresa
-¿¡Qué dijiste!? –preguntó la Wakabayashi apretando los dientes y poniéndose de pie de un brinco
-Que no tienes por qué insultarme –se defendió la otra chica, algo dubitativa al ver la cara de furia de la germano japonesa
-Ni tú por qué tratar a los muchachos de retrasados ni a mi de idiota –escupió Paola dirigiéndose hacia delante, con Takeshi que temeroso la seguía por detrás
Rebecca retrocedió unos pasos al verla acercarse, pero justo antes de pisar la tarima, Paola esbozó una mueca de sonrisa maliciosa y salió del salón, seguida por un preocupado Takeshi.
-Wakabayashi no puedes irte, aun no he terminado –se atrevió a decir Becky
-Detenme –la desafió ella, cerrando luego la puerta bruscamente
Y no sólo fueron Paola y Takeshi. Segundos después uno a uno los chicos de ese salón los imitaron y se fueron, dejando a la delegada con unas cuantas compañeras.
-¿Quieres que vaya por ellos? –preguntó una amiga suya, mirándola con tristeza
-No Ayumi, déjalo –pidió Becky cabizbaja, sintiéndose fatal
-Pero Becky, es que no es justo...
-Continuaremos solas –decidió la muchacha diplomáticamente- Si ellos quieren saber en qué quedamos, que lo averigüen
Entre tanto Paola y Takeshi salieron hacia uno de los jardines, mientras el resto de sus compañeros se desbandaba hacia otros lugares del Instituto.
-¿No te parece que fuiste algo grosera? –se atrevió a comentar Takeshi mientras Paola buscaba un sitio donde sentarse
-¿Qué? –preguntó Paola indignada, deteniéndose bruscamente poniendo las manos en la cadera- ¿Después que ella los insulta y me insulta, ahora resulta que soy la culpable?
-No dije que fueras culpable –trató de enmendar su amigo rascándose la nuca, mientras evitaba mirarla, ya que en ocasiones sostenerle la mirada a la Wakabayashi lo incomodaba
-¿Entonces? –insistió ella buscando los ojos del muchacho
-Admito que Becky se pasó un poco con el co...
-¿Becky? –interrumpió Paola frunciendo el ceño
-Rebecca –aclaró Takeshi comenzando a aburrirse de aquél contrainterrogatorio
-Onkawa siempre ha sido así –puntualizó la chica, continuando con su camino hasta la banca más cercana- Aparenta ser tranquila y callada, pero nadie sabe el monstruo que se oculta tras esos ojitos de borrego "yo no hago nada"
-Jaja, tampoco exageres –le dijo su amigo una vez que ella se sentó en una banca de madera- ¿Monstruo?
-Mira, yo siempre he dicho que de los callados es de quienes debes cuidarte más –dijo Paola seriamente
-Pues yo creo que es de ti de quien debemos cuidarnos más –comentó Takeshi con una media sonrisa, dejando pasmada y sin palabras a la muchacha
-Je, tal vez tengas razón –musitó ella sonriendo divertida ante la salida del japonés
-Rebecca es una buena persona, nada más que todas las responsabilidades de ser delegada la tienen algo susceptible –comentó Takeshi luego de unos segundos en el silencio de aquél jardín, roto sólo por el sonido del agua que caía de una fuente de piedra ubicada a unos metros
-Yo también fui delegada en colegio –aclaró Paola apoyando las manos sobre la banca
-Ahá, lo recuerdo, fue el año que tomaron de rehén a uno de los maestros y armaron un piquete de huelga para conseguir que el Director nos deje ir de viaje –recordó él divertido
-¿Tomaron? –repitió la germano japonesa mirándolo desconfiada
-Tomamos –corrigió Takeshi rodando los ojos
-Ah, porque déjame recordarte que tú también estabas y disfrutaste del viaje
-Sí, lo sé –murmuró él pensativo mirándose los pies- Pero fuiste tú quien organizó todo aquello –añadió mirándola con cariño, ya que las locuras de la chica en lugar de preocuparlo lo divertían
-Kazuki y Tadashi me guiaron, no todo el mérito fue mío –contó Paola inclinando un poco la cabeza hacia atrás, mientras cerraba los ojos para disfrutar de la calidez de los rayos del sol sobre su rostro
Pasaron segundos, quizás minutos, Paola seguía en esa posición mientras Takeshi la miraba sin pensar en nada.
-Bueno, será mejor irnos –dijo de repente ella, sobresaltando a su amigo- Es hora de almorzar y si sigo aquí voy a terminar con la cara roja como sandía sin pepitas –agregó poniéndose de pie y echándose a caminar
-La sandía es verde –recordó Takeshi divertido, siguiéndola
-No si la partes en dos –excusó ella guiñándole el ojo, para luego echarse a correr hacia el comedor
Los personajes de CT son propiedad de Yoichi Takahashi y Shueisha.
Paola Wakabayashi es un personaje de mi propiedad.
Rebecca Onkawa y Ayumi Saruwatari son personajes de Becky, a quien agradezco mucho por habérmelas cedido para este fic nn
Saludos:
Tsuki
