LOS QUE CARGAN A SABLE Y LANZA
Cuando las yeguas ya no den más potros,
Ni en Paracho se construyan más lanzas.
Cuando ningún talón sepa de espuelas
Ni acicates, ni pialeras ni rodajas.
Cuando no levante más el polvo
La Caballería en una de sus cargas;
Cuando ya nadie más comprenda
Nada de regatones, cujas y moharras.
Cuando ya se hayan ido para siempre,
Los centauros jinetes de mi raza.
Los que por profesión hacían la guerra,
Los que por vocación hacían la Patria,
Los que a la luz del sol daban la vida
Y la la luz de la luna serenatas;
Los de historias de amores y amoríos.
Los que cargan a sable y lanza.
Cuando ya se hayan ido para siempre,
Con la gloria anidad en sus laureles.
Y el último jinete se haya muerto
Delirando con trompetas y cargas.
Solo yo sé donde podré encontrarlos,
Con sus potros, sus sables y sus lanzas;
Solo yo sé donde estarán entonces
Los que cargan a sable y lanza.
Los hallaré en el cielo de la gloria,
En el mundo infinito de las almas,
Por que este mundo les quedó muy chico
Para la más cortita de sus cargas.
Y allá estarán¡Dragones en el viento!
Llevando los relámpagos por lanzas,
Cruzando nubarrones en sus pencos,
Usando las estrellas por rodajas.
Haciendo trepitar al mismo cielo,
Cargando eternamente hacia la nada,
Allá estarán, cerca de Dios, muy cerca,
Los que cargan a sable y lanza.
