Labyrith II o Por un cochino examen

Pido perdón antes de nada a David Bowie porque mi profesor es un monstruo y más que parecerse a Jareth, parece un goblin. A Jennifer Connelly... Bueno, yo también tengo grandes ojos verdes y morritos, además de unos cuantos años menos. Y mi novio dice, según él objetivamente, que soy infinitamente más mona.

-Yo lo que quiero es quitármelo ya de encima -dijo la adorable jovencita- aunque fuese para suspenderlo, quiero que se quite de mi vista, pues me hace estudiar como una esclava… una que estudie mucho, y estoy harta. No es justo. Ojala el de prehistoria se lo llevará.

De golpe se escucho un estruendo y la pantalla de su ordenador se iluminó.
-Tienes un 4,9 -dijo el rey de los monos, los monos fosilizados, apareciéndose mágicamente por una página web universitaria- pero seré generoso. Si quieres subir nota puedes ir a la revisión del examen, en el departamento de los monos fosilizados en mi despacho. Para ello tendrás que atravesar el laberinto que es Granada por las obras y tienes... media hora.

Y nada de relojes voladores puso.
Así, nuestra adorable jovencita pudo atravesar el laberinto a toda prisa, pero mortales trampas le acosaron para hacerla llegar tarde. Una lluvia inoportuna la hizo resbalar y torcerse un tobillo, pero a pesar del dolor la chica siguió corriendo. Otra trampa fue la del niño que le tiró una piedra, pero ella siguió corriendo, aunque se acordó sinceramente de todos los muertos del niño. Semáforos en rojo. Pero ella no se rendía, porque "su voluntad era tan fuerte como la suya, y su reino igual de grande". Curiosamente, en su mp3 comenzó a sonar Within you. Bueno, se dijo, lo prefiero antes de que me lo cante el rey de los monis.
Subió las eternas escaleras de la facultad y la puerta se abrió sola. Por si venía un robot gigante, pasó de largo. Tan aprisa pasó de largo que se estampó contra las puertas del ascensor antes de que estas se abrieran.
Ya en el departamento de los monis, la recibió... un becario. Valeeee, no era peligroso, pero era feo. Quisquillosos. Y no hubo batalla, pero tuvo que salar y esquivar todas las cajas llenas de materiales arqueológicos, que también pueden ser llamadas tierra.
-Has llegado un poco tarde, pero seré generoso -espetó el rey de los monis.
"Ponme un 5. Por increíbles peligros e innumerables fatigas (bueno, innumerables no, pero cansada estoy bastante), me he abierto camino hasta el despacho más allá del departamento de los monis, para sacar el aprobado que no me has puesto porque no te ha dado la gana. Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya y me llevo divinamente con el Defensor del Alumno y el Coordinador de la licenciatura. Vamos, que puedo protestar y no tendrías poder sobre mi" pensé en decirle.
-Supongo que quieres un 5, pues vale -tecleó convirtiendo mi suspenso en aprobado.
-Gracias -dijo la chiquilla al borde del colapso.
Y la chiquilla se tuvo que volver andando, nada de tele transportarse otra vez al piso. Así, saco la conclusión de que la vida en las pelis mola más

Notas de la autora:

Lo escribí y tenía que ponerlo, aunque sé que no tiene gracia. Quejas a mi profesor, que fue el que me hizo vivir esta "maravillosa" aventura.