Aparecí en la sala del té de aquella maldita bruja, la sala estaba vacía, en esta sala se habían enfrentado Beatrice y Battler y más recientemente la forma mágica de Eva oba-san, Eva-Beatrice.

Debía andarme con mucho cuidado no debía dar a conocer mi verdadera identidad, sobre todo para facilitarle las cosas a Onii-chan y que esa rubia de bote no se aproveche, además la bruja con cola de gato y mirada vacía me había advertido que si Onii-chan se enteraba de que su hermanita que había dejado en casa con solo seis años se le presentaba de un futuro donde todos sus familiares y sirvientes, excepto Eva oba-san, estaban muertos no podría quedarme con él, es decir, moriré.

Un cúmulo de mariposas doradas aparecieron en una de las sillas, más concretamente en la de la Bruja Dorada, la malvada bruja a la que Battler se había enfrentado en un macabro juego donde asesinaban a mi familia una y otra vez. Era repulsivo, pero para ellas, las brujas, era divertido para ellas no era más que un rato de ocio y diversión donde tomar el té.

-¿Qué pasa contigo?- la bruja se dirigió a mí. La ignoré.- ¿Estas sorda? Me da igual que seas la pieza de esa bruja recata, has impedido que logre llegar a la Tierra Dorada, pienso aplastarte a ti y a ese pelirrojo incompetente.

-Haré que Battler y los demás vuelvan con vida, ayudaré a mi hermano a derrotarte, pagaras por esto bruja.

-Que bonito- la bruja rió sonoramente- pero él nunca sabrá que le ayudas ¿verdad? No podrá saber tu nombre, eres una extraña aquí y una extraña para él.- la bruja volvió a reír- escúchame, aquí no hay un final feliz en el que tú los salvas y volvéis a ser una familia feliz como si nada hubiera pasado, solo hay un final y ese es donde yo gano.

Salí de esa sala, no quiero ver a esa bruja.

El tiempo pasaba y el cuarto juego comenzó. En la sala de té mi hermano y Beatrice discutían, me sentía feliz de verle vivo me hace recordar a cuando tenía seis años, ¿Por qué él no puede saber mi nombre? Si sabe la consecuencia de que pierda contra la bruja, se esforzaría más ¿no? Pero ahora no soy Ange soy Gretel y quiero salvar a mi Hansel de una bruja que lo engorda con ricos dulces y lo quiere devorar.