Lo más probable es que esta historia tenga 2 o 3 capítulos, no más. En realidad no es tanto, porque los capítulos son muy cortitos, pero prefiero que sean así. Espero que os guste. Espero vuestros rw's.
…:…:…:…:…:…:…:…:…:…:…:
"Me voy. ¡Hasta el lunes chicos!" dijo mientras se dirigía decidido hacia el ascensor.
Beckett siguió con sus papeles. Castle llevaba unos días muy raro. Ya no se quedaba hasta tarde en la comisaría. Hacía mucho que no iban a cenar o tomar algo juntos. Y Beckett no tenía ni idea de porqué era pero quería averiguarlo. Ya que así no podía concentrarse en el papeleo, decidió lanzarse.
"Hey, Castle…espera" – Le dijo, antes de que pudiera llegar al ascensor. Castle se dio la vuelta, para ver qué quería.
" Esto…yo pensaba que..bueno, igual es una tontería, pero si no tienes nada que hacer…te puedes venir a cenar a mi apartamento. Me apetece cocinar y si cocino para alguien me sentiré útil."
Se mordió el labio mientras esperaba su respuesta, mirándole. Estaba nerviosa…no había pensado en invitarle. Pero ya estaba hecho. Y Castle nunca le había dicho que no a una invitación suya…así que suponía que..
"No puedo. Lo siento Beckett. Ya tenía planes"- dijo, y parecía sentirlo de verdad. Beckett se quedó asombrada por esta respuesta que no esperaba en absoluto. Pero disimuló muy bien.
"Ah…bueno no importa. Entonces supongo que…otro dia."
Castle sonrió. "Si la invitación sigue en pie para mañana, aceptaré encantado"
No era mucho, pero Beckett se conformó. "Está bien. Mañana entonces. Ven cuando quieras. Hasta mañana"
"Hasta mañana" dijo mientras las puestas del ascensor se cerraban.
¿Qué sería eso tan importante que Castle tenía que hacer? Sabía que no debería meterse en su vida, que no tenía ningún derecho pero… tenía que hacerlo. No pudo evitar bajar las escaleras apresuradamente para llegar al parking al mismo tiempo que él. Tenía una intuición: esperaba a alguien. Alguien que no era de su familia. Alguien a quien tenía muchas ganas de ver. Sino jamás hubiera rechazado su invitación.
Y su intuición de detective no se equivocaba. Llegó a tiempo para ver a Castle con una mujer. La cogía por los hombros y se reían ruidosamente. Kate se quedó petrificada, detrás de una columna, observándoles hasta que se metieron en el coche y se alejaron.
Una lágrima resbaló por su mejilla. La apartó rápidamente.
Caminó hasta el ascensor para regresar a la comisaría. Cogió su bolso y su abrigo y se dirigió hacia su casa. Y allí estuvo llorando, abrazada a su almohada, durante toda la noche.
