La historia aún más desarrollada está en: paranoiadelirante . com

Ya sabéis que para cualquier comentario o duda podéis escribirme aquí, a mi email: lulustduo gmail .com o a mi twitter lulust_duo

lulU*

[DAME UNA OPORTUNIDAD]

Temporada III

*CAP.1: "JUSTO A TIEMPO"*

PEPA

Decidí no pensar más en la carta de Silvia y lo que todo ello conllevaba, así que me levanté de la silla en la que estaba sentada... pero este intento por dejar a Silvia a un lado, se vio frustrado demasiado pronto...

BIP,BIP!

SMS SILVIA : " Hla…spero k no stes enfadada y k te haya gustado lo k habia dentro dl sobre... tiens algo q hacer sta tarde? Podriams vrns 1 rato y hablar...SOLO hablar, lo prometo...xfa, xfa! Di q si =) "

Miré la pantalla del móvil con una sonrisa... no lo podía evitar, cuando quería, Silvia era excesivamente tierna... y aunque yo quisiera ir de dura, eso la hacía irresistible... pero sólo a veces, eh?. Tecleé la respuesta.

SMS PEPA: " Ok...xo solo hablar, k nos conocems y al final las manos van al pan... ns vms 1 rato x la noxe, t aviso ants d salir y te paso a buscar."

SILVIA

Era una actitud muy vergonzosa, pero no pude evitarlo. Cuando leí su mensaje diciéndome que nos veríamos esa noche, di unos cuantos botes en la cama agarrada a la almohada, como una de esas fans histéricas... pero no podía evitarlo, me hacía demasiada ilusión verla, estar con ella... aunque sólo fuera como amigas... o eso decía ella.

Para matar el tiempo y los nervios, después de comer, abrí mi portátil y le conté a Paula lo que acababa de pasar por el messenger.

Paula- Estarás contenta entonces, no? :P

Silvia-Pues sí, mucho! ^^

Paula-Anda que... vaya tela, cualquiera que te vea...

Silvia-Por? Q pasa?

Paula-Nada... sólo q estás en esa fase de enamoramiento en la cual produces vergüenza ajena a la gente que te rodea xDDD

Silvia-Uy... no será q tienes envidia?

Paula-Para nada...

Silvia-Ya, lo que pasa es que tu necesitas un buen novio...

Paula-O novia...

Silvia-Todavía estás con esas?! Q Pepa es mía! ¬¬

Paula-Buenooo! Tranquila, no me mates q era broma! Pero... si ves que lo vuestro no va pa adelante, luego me toca a mí intentarlo, eh ?

Silvia-Tranquila, q no va a hacer falta ¬¬

Paula-Oye, sabes que soy tu amiga... y me alegro que estés feliz y eso... pero Silvia, ve con cuidado con las ilusiones, q solo te ha dicho que sí a quedar, no ha sido un sí quiero...

Silvia-Bueno, tú dame tiempo. Algún día me dirá si quiero, y tendremos una casa muy bonita, con jardín, y me recibirá todos los días en sus fuertes brazos, y tendremos 3 nenes o nenas, morenazos como ella, y un perro, y una piscina, y...

Paula-Valeee! Ya me ha quedado clara, anda que... estás fatal! Pero me alegro de verte así, no te había visto tan contenta desde... bueno, desde nunca.

Silvia-Gracias =) Aunque... me da miedo q nunca vaya a conseguir...ya sabes, lo q quiero de Pepa...

Paula-Tú tranquila, que para eso estamos nosotras!

Silvia-Nosotras?

Salió entonces un pequeño mensaje en la ventana:

" Se agregó a sara_lucas4ever ".

Sara-Nosotras pequeña! Jajaja

Paula-Jajajaja

Silvia-Anda q... jajaja

Sara-Tú no te preocupes Silvia, que con nuestra infalible ayuda, acabaremos metiendo a Pepa en el bote...o bueno, en tu bote..joe, q mal suena eso no?

Todas- Jajajaja

Así eché gran parte de la tarde, hasta que apagué el ordenador y me puse a dar vueltas por la habitación... eran las nueve y media de la noche y aún no sabía nada de Pepa...

Silvia- ( A ver... no te agobies ni te ralles Silvia... te dijo que sí, que ella te avisaría, que os veríais por la noche... y aún es pronto, seguro que te llama...)

Pero las horas siguieron pasando...las 00:45... y nada de Pepa. Acabé tumbada en la cama, mirando al techo, con las lágrimas resbalando por mi cara... me había dado plantón, y eso me hizo sentir fatal... no sólo porque un plantón en sí era una falta de respeto total, sino, porque me había dado un plantón Pepa...

De pronto mi padre entró en la habitación.

D. Lorenzo- Silvia, hija, yo me acuesto ya, vale?

Silvia-Vale papá... ( Desganada)

D. Lorenzo- Oye, has tirado la basura?

Silvia-Uf... no... la tiro mañana, vale? Que ahora no me apetece.

D. Lorenzo- Como mañana? Silvia hija, ve a tirarla que tampoco tienes que ir hasta las Antípodas cojones! Que el cubo está a dos pasos de la puerta de casa!

Silvia-Y no puedo ir mañana?

D. Lorenzo- Claro, ve mañana...

Silvia-Grac...

D. Lorenzo- O ya déjalo para el mes que viene, y vamos acumulando toneladas mierda en casa hasta que tengamos que salir por la ventana! O hasta que nos saquen en los sucesos, lo que ocurra primero! Hija, cojones! ( Gesticulando con los brazos exageradamente)

Me levanté de mala gana, aunque con media sonrisa por las ocurrencias de mi padre, pasé por su lado camino de las escaleras hacia la cocina.

Silvia- Exagerado, que eres un exagerado! ( Le besé en la mejilla )

D. Lorenzo- Ten cuidado anda, me voy a la cama ( Sonriendo )

Bajé hasta la cocina, ya en pijama y saqué la basura del cubo... no dejaba de pensar en las calabazas que me había dado Pepa..y cada vez me sentía peor. Caminé hacia la puerta principal, basura en mano y salí a la calle... menos mal que era tarde, así nadie me vería con el pijama... fui hasta el cubo, con una camiseta de tirantes y un pantalón corto... esa noche en concreto hacía bastante calor. Abrí la tapa del cubo y tiré la basura,... suspiré, y miré hacia ambos lados de la calle.

Silvia- ( No lo pienses más... no va a venir, ha pasado de ti... qué esperabas? )

Empecé a caminar hacia casa... cuando oí una voz muy lejana hablando en gritos aunque, gracias a Dios, no lo suficiente para despertar a medio vecindario.

Hombre- Alto! Policía!

Detrás de esos gritos, unos pasos que corrían hacia la dirección en la que yo estaba.

Tres horas antes…

PEPA

Salí de la ducha y, después de vestirme, bajé las escaleras para ir a la cita con Silvia.

Pepa- ( Cita? Has pensado cita? No, no es una cita, las citas son para los enamorados y las parejitas, y no es el caso, así que borra esa palabra de tu mente pero ya! Es… es...una quedada, eso es... Nada de citas, tu no tienes citas y menos con Silvia)

Agarré el pomo de la puerta para salir a la calle, cuando esa odiosa voz sonó detrás de mi espalda.

Alberto- Se puede saber a dónde vas?

Pepa-A dar una vuelta... nunca te había interesado a donde voy o dejo de ir ( Me giré )

Alberto- ( Rio irónicamente ) Y sigue sin importarme, no te confundas, a mi me da igual con quien te juntes o qué coño vayas a hacer.

Pepa-Genial entonces. ( Me giré para irme )

Abrí la puerta, pero su brazo apareció bruscamente al lado de mi cabeza cerrándola

Alberto- Donde crees que vas?

Me cogió del brazo y me giró bruscamente, golpeándome contra la puerta. Suspiré.

Pepa-Ya te lo he dicho, a dar una vuelta con una amiga.

Alberto-Una amiga? ( Rio ) Ya, bueno, sabes? A mí me da igual si te vas por ahí a sobarte con alguna de esas putas de las que te rodeas, pero...

Mi mente no quiso escuchar más, me daba igual lo que dijera ese cabrón, pero que le llamara eso a Silvia... eso no. Bufé de la rabia y me encaré con él... gran error, levantó una ceja y me agarró del cuello, empotrándome contra la pared.

Alberto-QUÉ? TE VAS A PONER CHULITA CONMIGO, EH?!

Pepa-N...no ( Respirando con dificultad )

Alberto-ASÍ ME GUSTA, NO OLVIDES QUIEN MANDA AQUÍ, ESTÚPIDA!

Tras decir esto me golpeó con fuerza contra la puerta. Gruñí de dolor, pero no hice nada más... no podía, y no por falta de ganas o de agallas, sino porque sabía quien se llevaría después las consecuencias de mis actos después... y precisamente, Berta apareció detrás de Alberto, alarmada.

Berta- Alberto, por dios, déjala... ( Poniendo un brazo en la espalda de él )

Alberto-Tú cállate ! ( La golpeó, soltándome )

Aquello acabó de enfermarme y me tiré contra él.

Pepa-Déjala! Dame a mí pero a ella déjala en paz! ( Forcejeando )

Volvió a cogerme como antes, contra la pared.

Alberto-Vaya, si ya te has envalentonado otra vez... así me gusta, las chicas con carácter. ( Sonrió con una mueca de asco )

Pepa-Qué quieres?! ( Furiosa )

Alberto-Eso es, directa al grano... Verás, como te decía antes me da igual con quien te vayas a juntar, pero... justo hoy, no vas a poder, tienes que hacer algo por mí.

Pepa-Dilo de una puta vez ( Furiosa)

Sujeté su mano, que estaba en mi cuello, y me impedía respirar con normalidad.

Alberto-Lo de siempre, ya sabes, tienes que llevarle esto al Rubio. ( Me tendió un paquete )

Droga... como siempre. La gente sabía que yo trapicheaba con droga, lo que no sabían era que la droga salía de ese malnacido, que a ojos de los demás era un santo y un vecino ejemplar...

Pepa-Droga...? Otra vez?

Alberto-No, piruletas si te parece! ( Me golpeó ) Tu no tienes nada que objetar, lo haces y punto, o ya te has olvidado de las normas de esta casa, eh?

Pepa-No...

Alberto-No, qué?! ( Golpeándome )

Pepa-No, señor! ( Furiosa )

Alberto-Pues eso, ya sabes, donde siempre... te vas para allá y se lo das.

Pepa-Y si me pillan, qué? Nos la estamos jugando demasiao.

Alberto-Nos? ( Rio ) De eso nada, TE la estás jugando demasiado... si te pillan, no quiero saber nada, o ya sabes lo que pasará ( Mirando a Berta, que lloraba ) Pero con lo lista que tú eres, seguro que eso no pasa... no querrás acabar en uno de esos centros de menores, llenos de gentuza, y ratas... ya sabes, no?

Bajé la cabeza. A veces pensaba que sería mejor si estuviera en un lugar así... en realidad, no se diferenciaba tanto de ese. Me soltó, abrió la puerta y me empujó hacia la calle.

Alberto-Pues eso! Y rapidito, cuando termines me llamas, más te vale hacerlo bien.

Pepa-Como siempre, no?

Alberto-Exacto ( Sonrió ) Para una cosa para la que sirves... Tira ya!

Cerró la puerta de un portazo y caminé hacia mi moto, furiosa... sintiendo una gran punzada en el pecho, la rabia concentrada. Algún día ese cabrón me las pagaría todas juntas... pero por el momento... por el momento no podía ser.

Estaba tan furiosa que me olvidé totalmente de avisar a Silvia. Mis manos temblaban de la rabia... así que pensé que lo mejor sería ir andando, la vieja fábrica en la que siempre nos reuníamos el Rubio y yo, no estaba tan lejos, y en las condiciones en las que estaba... no podía conducir sin tener grandes posibilidades de estamparme en la carretera. Así que eché a andar.

10 minutos más tarde…

Ya estaba a las puertas de la fábrica. La rabia que sentía había disminuido un poco durante el paseo... me sentía tan impotente por no poder poner a ese malnacido en su sitio, y de paso liberar a Berta de su infierno particular...

De pronto sentí como mi cara goteaba, me toqué y... sangre. Mierda. Otra marca más de la casa... ese cabrón me había cortado una ceja cuando me golpeó contra la puerta... genial, a ver como explicaba eso a los demás. Lucas y Aitor estaban deseando ponerle las manos encima a Alberto, por no hablar de Sara, claro... en el Instituto ya no iban a colar más excusas tipo, " Me he caído de la moto" ... y Silvia se preocuparía...

Pepa- ( Mierda! Silvia! Se me ha olvidad avisarla... bueno, no pasa nada, acabo pronto esto y voy para su casa, no me va a llevar mucho )

Entré en la fábrica... y esperé apoyada en una de las vigas apiladas en el suelo. Una hora y media después mi cabreo era de dimensiones titánicas, no sólo tenía que hacer esa mierda otra vez, sino que el Rubio no aparecía, o iba a llegar cuando le apeteciera.

Cansada de estar sentada, estuve paseando de un lado para otro como un animal enjaulado... otra media hora más... hasta que le vi aparecer por la puerta, su figura era inequívoca, un mastodonte como un armario, siempre vestido de negro, y obviamente, rubio... de ahí el nombre. Miré sus brazos fijamente... cada vez estaba más hinchado.

Rubio-Hola Pepa ( Chocándome la mano)

Pepa-Hola Rubio, qué pasa? ( Intenté disimular mi enfado )

Rubio-Siento la espera... pero no sé que pasa hoy, que está la policía rondando por el barrio constantemente.

Pepa-Eh? ( Levantándome de golpe ) La policía? Qué dices?

Rubio-Tranquila, no te preocupes, no me han seguido... tienes eso?

Pepa-Sí... aquí está ( Sacando el paquete de debajo de mi camiseta, intranquila)

Rubio-Pepa... las normas...

Pepa-Joder, no puedes pasarlo por alto? Creo que ya tenemos confianza, no? Alguna vez te he fallado?

Rubio-Sabes que son las normas, si fuera por mí no tendrías que hacerlo, pero sabes que el jefe lo exige así...

Pepa-TU jefe! No es nada mío!

Rubio-Es el que te paga por tus trabajos, incluidos los que no son de Alberto, no?

Pepa-Sí, pero...!

Rubio-Pepa...( Ofreciéndome el pequeño tubo por el cual esa mierda iba a entrar en mi cuerpo )

Pepa-Joder... está bien.

Tuve que hacerlo, esnifé después de él.

Pepa-Contento? ( Limpiándome la nariz )

Rubio-No te pongas así, toma anda. ( Dándome el dinero )

Pepa-Bueno, pues hasta la próxima entonces. ( Echando a andar hacia la puerta )

Agarrándome fuertemente del brazo y tirándome detrás de una pila de vigas, se puso a mi lado.

Pepa-Qué coño haces?

Rubio- ( Susurrando ) Calla...!

Voces lejanas- Tienen que estar, el aviso era de aquí, busca bien.

Me asomé disimuladamente hacia donde venían las voces... y mi cara palideció, poniéndose del mismo color que la del Rubio.

Pepa-Mierda, la policía...! Estamos jodidos!

Mi cara estaba totalmente desencajada... era como uno de esos malos presagios que siempre has tenido presente, y que al final acaban por cumplirse. Si me pillaban... estaba todo perdido. Adiós a mis amigos, adiós al pueblo, adiós a todas mis cosas, adiós a la ayuda a Berta y... adiós a Silvia.

No podía perder todo eso. Ya había perdido suficientes cosas en mi vida, tenía que hacer algo, y rápido. El destino me había puesto otra trampa en el camino, pero en esa no iba a caer... no, en esa no.

Me volví a asomar para ver cuantos policías eran... genial, éramos 2 contra 2, por lo menos no estábamos en inferioridad numérica. Empecé a pensar un plan rápido, cuando entonces, noté como me empezaba a marear un poco... se me estaba empezando a ir la cabeza por la mierda que había esnifado... sentí también un molesto hormigueo en las palmas de las manos... tenía que actuar antes de que se me fuera la olla del todo, y necesitaba ayuda.

Nos mantuvimos cinco minutos en silencio, quietos.

Rubio- Joder, si nos pillan estamos jodidos, estamos jodidos...

Menuda ayuda...

Rubio- De esta acabo en la cárcel y...

Me empecé a reír... y no sabía ni de qué... Dije que tenía que actuar antes de que se me fuera la olla verdad? Tarde.

Rubio- De qué te ríes? No te das cuenta de que de ésta nos vamos al hoyo?

Uno de los efectos de la cocaína era la euforia... otra la apatía, ya podéis imaginaros a quien le tocó el qué…

Pepa- Tú tranquilo, que a ésta invito yo. ( Sonriendo )

Rubio- Qué dices? Estás loca?

Pepa- ( Empecé a hablar atropelladamente, casi sin sentido ) Cuándo tu veas que tal... te vas corriendo como aaaaaalma que lleva el demonio ( Reí )

Rubio- Pepa, qué dices? No hagas ninguna tontería ( Agarrándome del brazo )

Pepa- Suelta coño! ( Me zafé de su brazo ) Como tú eres una nenaza tendré que sacarnos yo de éste apuro... anda que parece mentira, tan grande y tan cagao...cuando me sigan, te vas... Atento a la jugada!

Antes de levantarme, me subí la cremallera de la chaqueta hasta arriba, y me puse la capucha en la cabeza... parece ser que en parte el destino estaba de mi lado, había escogido para ese día una chaqueta que puesta de aquella forma me tapaba la cara... algo era algo... menos mal que dentro del globo que llevaba, se me ocurrió taparme la cara.

No supe en que estúpido momento se me ocurrió esa idea... pero gracias a la coca, me sentía eufórica, y con más agallas que nunca… como si la situación en la que estuviera fuera un juego... pero a mí en ese momento se me ocurrió la peor de todas.

Salí de detrás de las vigas, ya con la cara tapada, pese a que el Rubio intentó impedírmelo. Caminé sigilosamente hasta cerca de la puerta de la fábrica... los dos policías estaban de espaldas a mí, y les faltaba poco para llegar hasta el Rubio. Gracias a mi falsa euforia, me sentí la heroína del momento ( Y nunca mejor dicho...).

Pepa- ( Tranquilo, pequeño, yo te salvaré!)

La fábrica ya estaba un poco oscura debido a que ya había anochecido, los policías usaban linternas para encontrarnos... supuse que aunque fuera a llamar su atención, en un primer momento les costaría ubicarme, aquella fábrica era inmensa... así que tomé la decisión de desgañitarme gritando. Me pegué a la puerta,... y entonces lo hice, a grito pelado, con una gran e inconsciente sonrisa en mi boca, forzando la voz, canté:

Pepa- MADEEERO YO ME FOLLO A TU MUJEEEEEER, MADEEERO YO ME FOLLO A TU MUJEEEER, ALÉ, ALÉ, ALÉ! ALÉ, ALÉ , ALÉ! MADERO YO ME FOLLO A TU MUJEEEEEEER! ( Cantando )

Policía 1 - Qué coño...?!

Policía 2- Ahí está!

Las dos linternas me enfocaron, pero no les dio tiempo a cegarme, ya que para entonces yo estaba saliendo por la puerta como una bala, sintiéndome invencible. Sentía el corazón latiéndome a mil por hora, la adrenalina al tope... y aún no había casi empezado a correr. Pensándolo bien, la táctica no había sido tan mala, era la única opción de que los dos saliésemos ilesos de allí... que uno se arriesgara, aunque si me hubiera ahorrado la canción... no! La verdad es que era necesaria e infalible!

Empecé a correr calle abajo, sin ni siquiera mirar por donde iba, con esos dos policías detrás. Entre que yo era bastante rápida ya de por sí, y que digamos... estaba dopada para la carrera, les sacaba un buen tramo de diferencia. Así corrí, calles y calles... y esos cabrones no se cansaban. Casi los había perdido de vista, cuando por mirar para atrás, me tropecé con algo, y caí de bruces al suelo. El golpe en la cara fue tremendo... lo supe porque de la herida de la ceja que antes parecía haberse cerrado, empezó a brotar borbotones de sangre... pero debido a los efectos de la droga, no noté el dolor. Me levanté lo más rápido que pude, ya que les tenía pegados al culo otra vez, gritando que me parara.

Hice un gran esfuerzo, corrí todo lo que pude... cuando pasé al lado de un cubo de basura lo tiré detrás de mí... gracias a la oscuridad conseguí que esos dos se tropezaran y ralentizaran su persecución. Sonreí y apreté la marcha... empezaba a estar cansada, notaba mi corazón a mil por hora, las sienes también me palpitaban, el cuerpo bañando en sudor... no sabía que me estaba afectando más, la raya o la carrera. Las tenía todas conmigo, cuando entonces esa advertencia me congeló la sangre:

Policía 1- Alto o disparo!

Pepa- ( Disparar? este tío está colgado? Cómo me va a disparar por esto? Dios, corre, corre! )

Policía 2: Alto, Policía!

Pepa- ( Dios, dos advertencias! Me van a disparar, los policías antes de disparar a alguien tienen que advertir, y los dos lo han hecho, estoy muerta, estoy muerta...)

Apreté los ojos y los labios con fuerza mientras doblaba lo que pensaba que sería mi última esquina, y entonces, un impacto me derribó al suelo .

Caí dentro de una gran masa de arbustos... Anda que vaya mente del mal, cómo no se me había ocurrido? Parece ser que a otra persona se le había ocurrido antes por mí.

Pepa- Silv...? ( Me tapó la boca )

Silvia- Shh...

SILVIA

Cuando escuché aquellas pisadas que venían hacia mí, y a aquellos policías... me temí lo peor... y acerté. Vi como Pepa doblaba la esquina que llevaba hacia mi calle, con los ojos cerrados. Y no pude evitarlo, mi cabreo desapareció,... sabía que mi deber civil, el cual mi padre se había empeñado en inculcarme desde pequeña, no era ayudar a Pepa... pero el amor que sentía por aquella joven delincuente no entendía de reglas, así que me metí entre uno de los setos que rodeaban mi jardín, y cuando pasó por mi lado tiré de su brazo con fuerza, haciéndola caer sobre mí... y por primera vez no fue remordimiento lo que sentí al hacer algo malo, sino el más grande de los orgullos.

Silvia- ( Te tengo!)

Pepa- Silv...?

Tapé su boca con una de mis manos.

Silvia-Shh..!

Miré para un lado, y entre las ramas pude observar como los policías se paraban en medio de la calle desconcertados, prácticamente a nuestro lado. Tapé la boca de Pepa con fuerza e hice auténticos esfuerzos para que mi respiración no se oyera. Miré hacia los policías.

Policía 1- Dónde se ha metido? Juraría que dobló por esta esquina!

Policía 2- Joder... lo hemos perdido, le has visto la cara?

Silvia- ( Le? Menos mal...no la han visto, ni siquiera saben que es una chica )

Policía 1- No...y tú?

Policía 2- No... mierda! Llevamos meses persiguiendo a esta gentuza, y para una vez que tenemos la oportunidad... el comisario nos va a matar,..

Silvia- ( Esa voz... me resulta familiar...)

Policía 2- Era nuestra oportunidad para coronarnos y...

Silvia- ( Coronarnos? Voz familiar?...Paco?!)

Policía 1- Bueno, no te preocupes...

Paco- Coño! Sí me preocupo, podríamos haber evitado que sigan pasando esa mierda por las calles

Silvia- ( No...no, dime que no están hablando de...)

Policía 1- Algún día les cogeremos, y se acabara la droga en este pueblo.

Paco- Vámonos, igual con suerte se ha ido por otro lado... Dios, el comisario me cuelga, me cuelga...

Miré a Pepa con una gran decepción... siempre había tenido la esperanza de que los rumores que la situaban pasando droga fueran mentira, aunque ella misma me lo hubiese dado a entender en su momento. Ella apartó la vista de mí. Segundos después escuchamos como se alejaban,... cuando estuve segura de que estábamos a salvo, aparté mi mano de la boca de Pepa, y también a ella de encima mía. La miré con reproche.

Pepa- Justo a tiempo, princesa ( Sonriendo )

Silvia- Te hace gracia, verdad?

Pepa- Silvia, te lo puedo explicar, yo...

Silvia- No, Pepa. No sólo me das plantón, sino que encima lo haces para trapichear con esa mierda, y además, no se si te has dado cuenta de quien es el policía que te seguía, Paco! El marido de mi hermana, ese que te tiene en un alto pedestal, y al que acabas de joder esta noche, que pensaría si se enterase, eh? Encima voy yo y te ayudo!

Pepa- Silvia, por favor, escucha...

Silvia- No, déjame, me voy a mi casa.

Pepa- Vale, vete, pero antes me vas a escuchar.

Se abalanzó sobre mí, y me agarró de las muñecas para que no pudiera moverme.

Silvia- Pepa, suéltame.

Pepa- Te soltaré cuando me escuches. Todo esto tiene una explicación

Silvia- Pues no quiero saberla, vale? Ya me has metido bastante en esto haciéndome ayudarte

Pepa- Oye, que yo no te he obligao a que me ayudaras.

Bufé mirando para otro lado.

PEPA

La euforia poco a poco había ido disminuyendo... pero otra sensación había aparecido en mí, con más fuerza que la anterior. Ahí, encima de Silvia, cuando las dos respirábamos agitadamente... surgió otro de los efectos secundarios de la cocaína... un deseo sexual irrefrenable,... y sentir su cuerpo debajo del mío, no ayudaba nada.

Tampoco lo hacía su ropa... dejé de mirarle a la cara, para bajar mi vista hacia su camiseta de tirantes, que no dejaba mucho a la imaginación... cerré los ojos para intentar contenerme, pero ya era tarde. Respiré más deprisa aún.

Pepa- Silvia...( Suspiré) Sabes que estás muy buena? ( Con una mirada lasciva )

Silvia- Qu...qué? A qué viene eso?

Pepa- Viene... a esto.

No pude aguantar más, me abalancé sobre su boca comiéndomela a besos, ella intentó apartarme, pero no lo conseguía. Sujeté sus manos con más fuerza y empecé a lamer sus labios entre suspiro y suspiro. Se apartó bruscamente de mí.

SILVIA

Cada día flipaba más con Pepa y sus salidas. Esa en concreto, me había dejado de piedra.

Silvia- Se puede saber qué haces?!

Ella se apartó de mi boca, y empezó a mordisquear y besar mi cuello con fuerza... y pese a que no quería, algunos suspiros se escaparon de mi garganta.

Silvia- Pepa... para ( Ay dios, no me hagas esto, no me hagas esto...) ... para, por favor... aquí no...

Pepa- ( Parando momentáneamente ) Es que me pones mucho, Silvia. ( Fuera de sí )

Clavé mis uñas en sus dedos, que sujetaban mis muñecas... esto no hizo más que alentarla a seguir. Su boca, pegada a mi cuello, dejó escapar un profundo jadeo... y eso me hizo perder la poca razón que me quedaba. Pegué mi frente a la suya, empujando su cabeza, haciéndola entender que quería que subiera. Lo hizo,... y entonces fui yo la que la besé con furia. Entreabrimos nuestros labios y las lenguas empezaron a enroscarse. Abrí mis piernas y rodeé con ellas la cintura de Pepa,... ésta paseó aún más rápido su lengua dentro de mi boca, y empezó a moverse, restregándose contra mí, lo que me hizo empezar a suspirar sonoramente.

Silvia- ( A la mierda! )

Me soltó las manos, y desabroché rápidamente la cremallera de su chaqueta, quitándosela después. Acaricié sus hombros, que estaban desnudos con aquella camiseta de tirantes, mientras seguíamos besándonos desenfrenadamente. Metí mis manos por debajo de su camiseta, ascendiendo, acariciando con las palmas de mis manos aquel duro estómago que me volvía loca, mientras notaba como la piel de Pepa respondía, seguí subiendo mis manos hasta sus pechos, ella jadeó dentro de mi boca, y apretó mi culo con sus manos pegándome más a ella.

No pude resistirlo más, y metí mis manos dentro del sujetador, notando la dureza de sus pezones entre mis dedos... y notando que el corazón se le iba a salir, literalmente, del pecho. Aquello me dio muy mala espina, no era normal. Me separé bruscamente de ella y la miré a los ojos.

Pepa- Qué pa...Ah! ( Tiré de su parpado derecho hacia arriba para ver su dilatadísima pupila... y me convencí)

Silvia- Estás drogada?!

Pepa- Qué? Eh...no, es que, yo... ( Empezó a hablar atropelladamente )

Silvia- Dios... estás drogada. ( Volví a tocar su pecho, preocupándome aún más ) No te das cuenta que puede darte un fallo cardíaco? Joder, Pepa!

No le dio tiempo a contestarme. Una gota calló sobre mi cara. Miré al cielo... no estaba lloviendo. Toqué mi cara recogiendo así la gota, y estiré el brazo para poder observar algo con la luz de una de las farolas cercanas, con la oscuridad, apenas veía la cara de Pepa.

Silvia- Sangre…?

Me levanté, tirando de ella, y la hice acercarse hasta una farola, arrastrándola conmigo. Volví a asustarme.

Silvia- Joder Pepa! Estás sangrando, tienes un buen corte en la ceja ( Tocando su cara ) ... eres un jodido desastre... ( Enfado )

Y una vez más me sorprendió. Bajó su cara como una niña pequeña, a punto de llorar.

Pepa- No me riñas...( Apesadumbrada )

Genial, a saber que se había metido,... hace dos minutos parecía una fiera sobre mí, y ahora había vuelto a su infancia. Decidí que lo mejor era curar esa herida, hacer que se relajara... y ya le diría cuatro cosas al día siguiente. La cogí de una mano y de la cara cariñosamente.

Silvia- No te riño, vale? Pero tienes que venir conmigo, y no hablar, ni hacer ningún ruido hasta que yo te lo diga, está bien?

Pepa- Sí ( Sonriente )

Eso lo contaba y no me iba a creer nadie... suspiré, y fui tirando de Pepa hacia la puerta de mi casa, procurando no hacer ruido... si mi padre se levantaba y nos veía... prefería no pensarlo, sería una maravillosa guinda a esta fantástica noche.