¿Cambiamos de cuerpo?

Narra Hinata

Estábamos en la casa de Kageyama para practicar para un partido contra Aoba Johsai, todos asistimos excepto Narita-san y Kinoshita-san, debido a que estaban enfermos. Últimamente practicábamos más de lo normal, todas las semanas nos poníamos de acuerdo para practicar en algún lugar, en este caso la casa de Bakeyama.

- ¡una ronda más y vamos adentro! Se está haciendo tarde… – decía Daichi-san, que estaba en el equipo contrario al nuestro: Bakeyama, Yamaguchi, el poste de luz andante, Tanaka-senpai, y yo, vs Daichi-san, Suga-san, Nishinoya-senpai, Ennoshita-san y Asahi-san.

Al final no terminamos el partido porque Suga-san y Daichi-san insistieron en que nos íbamos a enfermar si seguíamos afuera, como Narita y Kinoshita-san lo hicieron. Los padres de Kageyama no estaban porque se habían ido a un viaje de negocios y no volvían en unas semanas, por las dudas todos trajimos lo necesario para quedarnos a dormir por si se hacía demasiado tarde, y así fue.

- ¡Bakeyama! ¿tienes algo para comer? ¡muero de hambre! – le grité escandalosamente.

- ¡idiota! ¡no grites en mi casa! ¡y no te desesperes! Ya voy a fijarme – medio enojado se fue a la cocina para ver si había comida.

- tengo comida, pero no alcanza para todos – dijo apenado - ¿y ahora que hacemos?

- chicos, no sé si fui el único, pero cuando venía para acá pude ver una tienda al lado, y parece que estaba abierta – comentó Ennoshita-san.

- es verdad, yo también la vi abierta, ¿Qué les parece si los de primero van a ver si sigue abierta y compran un poco de comida? – sugirió Daichi-san. Kageyama los miró confundido.

- ¿tienda? ¿al lado de mi casa? Yo nunca la he visto.

- pues tienes que prestar más atención de quienes son tus vecinos, rey-idiota – dijo el poste, digo, Tsukishima.

- ya ya ¿no podrían estar más de cinco minutos sin pelear? Ahora vayan a ver si la tienda está abierta – dijo Daichi-san, empujándonos a los de primer año fuera de la casa de Bakeyama.

Luego de que Daichi-san cerrará la puerta, nos fijamos si era verdad que había una tienda, y efectivamente era verdad, solo que tenía una pinta un poco extraña. Entramos un poco sigilosos, pudimos ver, además de comida, varios colgantes y objetos raros.

- emm… ¿hola? ¿hay alguien? – preguntó Kageyama.

- ¡HOLA! ¿EN QUÉ PUEDO AYUDARLOS? - detrás del mostrador había una cortina verde, de ella salió una señora mayor de edad dándonos el susto de nuestras vidas, llevaba un vestido verde y un delantal negro manchado quien sabe con qué, su cabello era totalmente gris y estaba atado con un rodete un tanto desprolijo, le daba pinta de vieja loca.

- ¡Aaaah! – gritamos todos menos bakashima.

- ¡ooooh! ¡mil disculpas! ¿los asusté demasiado? – preguntó la anciana.

- n-no para n-nada no se preocupe señora – respondió un tanto nervioso Yamaguchi. La anciana sonrió.

- ¿entonces? ¿en qué puedo ayudarlos jóvenes?

- necesitamos… – Kageyama le dijo que necesitábamos, y la señora enseguida nos dio las cosas, compramos comida como: ramen instantáneo, latas de atún, etc. Cuando terminamos y estábamos en el mostrador a punto de pagar las cosas, Kageyama dice:

- se me olvidaba… ¿tiene bebidas? Gaseosas, agua…

- lo siento querido, pero en este lugar no vendemos lo que necesitas, pero tengo esto… - abrió la cortina verde, y se puso a buscar algo, en unos segundos volvió con tres botellas en la mano y las apoyó en el mostrador.

- ¿Qué tienen estas botellas? – pregunté curioso, tenían un líquido un poco extraño de color verde.

- contienen una bebida bastante especial, no se vende en cualquier parte, deberían aprovechar aparte son las únicas que tengo – nos las quedamos mirando un rato hasta que Kageyama habló:

- está bien, nos las llevamos – afirmó Bakeyama, la anciana sonríe satisfecha, nos cobra y nos vamos. No estaba muy seguro de que haber comprado las botellas haya sido una buena idea – aparte a Kageyama le salieron carísimas, incluso con descuento – pero si algo sucede es su culpa.

Al llegar de nuevo a la casa de Kageyama, Asahi-san se puso a cocinar la comida que habíamos comprado – ya que era el único con talento para la cocina – y como Kageyama era pobre y no tenía suficientes vasos tuvimos que compartir.

- ¡No soy pobre! ¿y a quién carajos le narras? – ups, parece que lo dije en voz alta.

- Shhh, no me dejas narrar la historia, Bakeyama – luego de que me miraran raro nos pusimos a comer.

- chicos, ¿Qué son estas bebidas? – preguntó Suga-san extrañado.

- ¡la anciana de la tienda nos dijo que eran especiales y que las compráramos! – respondí, Suga-san no estaba muy seguro, pero al final se convenció de que eran seguras.

Al otro día…

Narra Kageyama

Desperté un poco desorientado, también me sentía extraño, no me sentía el mismo de siempre. Me acuerdo de que ayer habíamos acordado dormir cinco en mi habitación y otros cinco en la habitación de invitados. Me levanté y noté que mi cabeza estaba más cerca de mis pies.

Mucho más cerca.

Camino hacia el espejo de la habitación y me veo a mí mismo.

- ¡Aaaahhh!

Mi cabello negro había pasado a ser naranja y desordenado, mi voz era más chillona, mis ojos azules pasaron a ser color avellana, y lo peor de todo, pase de medir 1,80 cm a 1,62. En resumen:

Pase de ser Kageyama Tobio a Hinata Shoyo.

Hola lectores! Espero que les haya gustado el primer capítulo, seguramente estén leyendo esto algunos días después de que lo haya escrito, últimamente no pude subir capítulos de ninguna de mis historias porque se me rompió el adaptador de red de mi computadora y sin internet no puedo subir nada, pero ya volví xD

Nos leemos pronto :D