-Creo que así estoy bien! -dije viéndome al espejo por ultima vez terminando de hacerme la crineja, en el espejo había una muchacha de 16 años, cabello muy lacio rojo amarrado en una crineja, un leve brillo en los labios. Llevaba un pantalón a la cintura azul oscuro que cambiaba a morado y luego a azul claro, y una franelita algo ajustada al cuerpo blanca.

Me puse mi túnica nueva (azul celeste) y me aproxime rápidamente a la puerta de mi recamara, al abrirla Ron estaba detrás de ella apunto de tocarla.

-Disculpa Ginny -dijo rascándose la cabeza mientras las orejas se le ponían rojas -has visto a Harry?

-No me digas que se te volvió a perder! -dije poniendo ambos brazos como jarra tratando de ponerme seria pero no aguante la risa.

-Vamos Ginny, tu sabes que desde que Parvatti se mudo a la casa de atrás a Harry ni se le ve -dijo Ron cruzándose de brazos.

Eso paro mi risa en seco, era verdad, Harry y la idiota aquella salían desde hace un mes, tres horas, y cincuenta minutos, que fue cuando Harry vino a la madriguera. Es cierto que ellos el ultimo año hablaban mucho, y andaban muy unidos, pero nunca pensé que a el le gustara ella.

-Bueno, a de estar donde siempre -dije despectivamente viéndome la mano izquierda haciendo como si no me importara, aunque sabia que mi hermano no me creía ninguna palabra o acto que dijera o hiciera -atrás en el árbol de la colina -concluí.

-Mmmm, hermanita linda -

-Que quieres Ron -sabia que Ron no me llamaría así, si no quisiera que le hiciera algo.

-Hazme un favor-

-Ya sabía yo-

-Vamos Ginny, no seas mala -dijo juntando las manos y arrodillándose.

-Bueno esta bien -dije riéndome de su cara y obligando a que se levantara.

-Yo se que no te gusta verlos juntos, pero le puedes i.

-Ni lo sueñes Ron -dije haciendo un amago de entrar a mi habitación pero Ron me detuvo.

-Mira Ginny, es muy urgente, si no fuera así no te lo pediría, pero me tengo que reunir con Hermione en cinco minutos, y voy retrasadísimo -dijo mirando el reloj en su mano nerviosamente.

-Debiste pensarlo antes -le dije tratando de no ir a ver a Harry, sabia que me hacia daño verlo con Parvatti pero al ver la cara de Ron no me quedo mas que aceptar, después de todo era Hermione.

-Esta bien-

-Gracias Ginny-

-Si, si, pero habla antes de que me arrepienta -dije mirando hacia mi cuarto y volviendo a ver a Ron.

-Aja -dijo emocionado -dile, que me fui a el callejón de Diagon, que lo espere, pero que nada que regresaba, que Hermione y yo lo esperamos en la taberna hasta las 6, si no llega, vamos a la fiesta sin el.

-OK, fácil -le dije saliendo por fin de mi cuarto empezando a bajar las escaleras -vete rápido si quieres llegar a tiempo.

-Si, gracias Ginny-

No se porque lo hago, después de todo, tendría que ser bobo, ciego o sordo, para no darse cuenta de lo que yo siento por el, y como no es nada de eso, se que no tengo ningún chance con Harry.

Camine rápidamente por la cocina e ignore lo que me dijo mi mama, con un paso ligero subí la colina, y ahí estaban los dos muy acarameladitos hablando.

-Hola -dije evitando la mirada de Parvatti -interrumpo algo?

-Si-

-No-

-Ah, bueno disculpen, me voy -dije dándome la vuelta y empezando a bajar.

-No Gin espera -dijo Harry levantándose del suelo amarrándome del brazo suavemente -que necesitabas? -pregunto con una sonrisa.

Esos dientes tan blancos y a su vez tan perfectos, hicieron que me derritiera una vez mas, me quede callada embelezada a su vez por su mirada y me senté junto a Parvatti seguida de Harry, no sabia que era lo que exactamente hacia ahí, sentada al lado de la persona a la que mas envidiaba.

Trate de hablar, pero solo un sonido extraño salía de mi boca, tenia un nudo en la garganta, y lo peor del asunto fue que el se dio cuenta y se sonrío mirando al suelo, un extraño calor subió desde mi estomago hasta llegar a mi rostro, sentía que la cara me ardía, ¡estaba ahí haciendo el ridículo!

-Que querías decirnos? -pregunto Parvatti riéndose de mi lo que no me gusto para nada y me puse seria.

-A ti nada -dije ásperamente, pero al ver la mirada de Harry cambie el tono, después de todo no quería parecer grosera -es a Harry.

Sus ojos me miran, ese brillo que ninguna otra mirada posee, esos dos grandes ojos verde esmeralda, que miran con picardía unida a su vez con cariño, se que no ha cambiado en nada, se que sigue siendo el mismo niño tímido que vino la primera vez a la madriguera, aunque algo mas abierto a otras cosas, y un poco menos retraído, que aunque trate de ocultarlo con risas, chistes, y besos, se le nota.

No puedo creer que este tan enamorada, y sola que es lo peor, todavía no puedo entender lo masoquista que puedo llegar a ser, ver a el amor de mi vida besarse en mi cara con una idiota, falsa e engreída como es Parvatti.

Bueno, es cierto, lo que me ha dicho Hermione una y otra vez, como puedo saber que es falsa si tan siquiera soy capaz de tratarla con hipocresía. Esta claro que Hermione lo dice para que no le hable mal de la novia de uno de sus mejores amigos, pero yo se que muy en el fondo ella no la soporta.

¿Pero que es lo que le ven todos? Me pregunto mientras ella le voltea la cara para que deje de mirarme, no es muy inteligente, yo creo que hasta Pig piensa mas las cosas que hace.

Me cruce de brazos y mire el suelo por unos cuantos segundos, para luego volver a verlo. ¿Qué es lo que tanto me mira? Me pregunte esta vez con más dulzura.

Ella le dice algo al oído y el se ríe sin apartar la mirada de mi persona, Parvatti me mira con algo de rencor y lo besa, que a mi parecer el se lo da por compromiso.

-Bueno, creo que es mejor que ya me valla -al fin dije levantándome del suelo sacudiéndome el pantalón suavemente -no quiero interrumpirles sus momentos -bromeé aunque lo que quería era pegarle una patada a Parvatti que se rió y afirmo sin que Harry se diera cuenta.

-Pero, me tenias que decir algo, no es así? -me pregunto Harry rechazando a Parvatti para poder verme mejor ya que el seguía sentado.

-Si, es verdad, pero no era nada importante, te lo digo mas tarde Harry -dije simulando la mejor sonrisa que me salio, pero me tranquilice al ver que el también me sonrió.

-Bueno, si es lo que tu quieres -dijo encogiéndose de hombros -iré mas tarde a buscarte, donde vas a estar?

-En mi cuarto -respondí alejándome rápidamente cuidando no caerme, escuche como Parvatti le reclamaba algo a Harry, en realidad no le preste mucha atención, no quería seguir sufriendo como lo hacia.

Entre a la cocina, y ahí estaba mi mama que volteo y me miro con rabia -Se puede saber porque no me hiciste caso ahorita pelirroja? -me regaño acercándose a mi.

-Discúlpame mama -dije dándole la razón para que no peleara -necesitaba decirle algo urgente a Harry.

-Ah bueno si es así-

Sabia que ese era el punto débil de mi mama, Harry, el era el invitado después de todo, aunque ya era como de la familia.

-Que me querías decir -pregunte con ingenuidad.

-Que, no es bueno que vallas a la fiesta mas tarde -dijo Volviendo a sus tareas.

-Pero por que no? -dije furiosa, ahora si estaba molesta, no espere ni que me respondiera y subí a mi cuarto corriendo encerrándome rápidamente.

No lo podía creer, después de todo hasta el destino se empeña para que Harry y yo no estemos juntos, Harry me había dicho en el desayuno que a Parvatti no la habían dejado ir, así que no había mejor oportunidad para que nosotros estuvieramos juntos.

Me lance a mi cama y las lagrimas brotaron de mis ojos, luego de un buen llanto cerré los ojos.

Noc, Noc, Noc, sonó la puerta tan fuerte que me despertó, me había quedado dormida.

-Adelante -dije abriendo los ojos con dificultad, era por tanto llorar, pensé de nuevo en que no podría ir a la fiesta de las mascaras en el callejón de Diagon que es cada siglo.

Mis pensamientos se borraron al ver pasar a un chico flaco, alto, con un suéter gris manga larga debajo de una franela negra algo holgada, aunque se le pegaba a su amplia espalda, con un dibujo al que mi padre decía que los muggles lo llamaban (extraterrestre) de color blanco, y un Jean largo y ancho, el cabello tan despeinado como de costumbre y no llevaba las gafas.

-Hola Gin -

-Hola -fue lo único que alcance a decir ya que se me quebró la voz mientras los ojos se me hacían agua de nuevo y me salían dos lágrimas más.

-Ginny, no llores -dijo Harry corriendo hacia mi limpiándomelas delicadamente con la mano -por que esa tristeza que casi nunca te acompaña?

-Diariamente -pensé en voz alta y sonreí al ver que lo había dicho en voz alta para que Harry pensara que lo dije consiente -mi mama no me va a dejar ir a la fiesta de las mascaras.

-Pero, si a mi me acaba de decir lo contrario -dijo Harry confundido.

-Que quieres decir -pregunte extrañada.

-Bueno que entre, preguntando por Ron, y ella me dijo que el se había ido, así que me imagine que eso era lo que me querías decir -yo afirme -pensé que no me lo habías querido decir con Parv ahí porque se pondría celosa.

No entendí muy bien a Harry, pero no lo interrumpí, después de todo yo sentía que se aproximaba algo que me iba a gustar después de todo.

-Así que le pregunte a tu mama que si tu venias conmigo, y me dijo que si.

No evite sonreírle a Harry que me devolvió la sonrisa.

-Bueno Gin, vas a ir así? -afirme sin pensarlo -bueno voy a buscar mi túnica y tu me esperas abajo, vale?

-Vale! -Harry salio por la puerta cerrándola yo me levante rápidamente y me vi en el espejo -OH por dios!!!

Estaba hecha un desastre, el cabello enmarañado, la túnica arrugada junto con la franela y el pantalón, y los ojos todos hinchados ¡QUE PENA, Y HARRY ME VIO ASI!

Me desvestí rápidamente, tomando una falda ¾ de Jean, y una franelilla morada oscuro con una túnica de Jean (que parecía mas un sobretodo), me peine como pude dejándome en cabello suelto (aunque debido a lo baba de mi cabello me como si no hubiera habido antes una crineja) con una cinta pequeña del mismo color de la franela.

Baje rápidamente echándome en las escaleras el brillito en los labios, al llegar a la chimenea me encontré a Harry hablando entretenidamente con mi mama.

-Ginny, te ves hermosa -me dijo mi mama viéndome evaluadoramente al igual que Harry que no me dijo nada.

-Gracias mama, nos vamos Harry?

-Vale-

-Si es mejor que se vallan, van tarde -dijo la señora Weasley mirando el reloj de la sala.

Harry y yo nos aproximamos a la chimenea, Harry me tomo la mano y me sonrió con cariño.

-Es mejor que vallamos agarrados, no estoy muy acostumbrado a viajar con polvos Flu-

A mi no me molestaba para nada que me tuviera la mano agarrada, le devolví la sonrisa y le eche los polvos a la chimenea.

Harry y yo pronto estábamos en la Taberna, no había ni un alma, por no decir nadie.

-Tenia razón la Sra. Weasley -dijo Harry soltándome la mano mirando todo el lugar -llegamos un pelo tarde.

-Fue por mi culpa -dije caminado un poco a la salida hacia el callejón -no me debí haber cambiado.

Harry me Alcanzo y me dijo sin tan siquiera verme -pero si es que así estas muy linda -y siguió caminando.

¿Había escuchado bien? ¿Me acababa de decir que estaba linda? Si, si había escuchado bien, lo alcance rápidamente ya que me había quedado atrás pero de ahí en adelante había una sonrisa que no se borraba de mi rostro.