Prólogo

Año 2034, Mobius ahora era un planeta totalmente en paz, con Monarquía de un lado con Mobianos siendo la mayor población, y por otro la República, gobernada por el presidente de United Federation, donde se concentraba la mayor población de humanos. La parte Monarca de Mobius estaba dividida en dos, en la parte Este, se encontraba el país de Mercia, gobernada por el rey Rob'O the Hedge, y la parte Sur, donde se encontraba South Island, gobernada por la reina Maria Hedgehog y su esposo, el rey Maurice Speeder, quien preferiría ser llamado Sonic. Aunque había otras familias reales en Mobius que gobernaban ciudades específicas como Soleanna, y alcaldes que se encargaban del liderazgo en islas independientes, como Future Island, donde se encontraba la futurista ciudad de Metal City, sede de las EX World Grand Prix que se habían realizado varios años atrás, aunque hayan sido un truco.

Pero había otra gran autoridad en el planeta desde hacia 4 años, en el 2030. Si bien no tenía tanto poder como el Presidente de United Federation o los reyes, pero era lo suficientemente poderosa como para que su líder sea el que tome las decisiones que tengan que ver con la economía y para crear nuevas leyes si así quisiera. Esta organización era la C.I.A., Centro de Inteligencia Anónima, consiste en 6 miembros, 5 de los cuales eran oficiales, el sexto miembro estaba en reemplazo de uno de los 5 oficiales. Los 5 miembros oficiales tenían rango de "puestos", según cuan alto, el primero, el líder, considere su CI. Estos se escogían por medio de una lotería en secreto, la cual se efectuaba para encontrar un nuevo miembro cada vez que el reemplazo se hacia oficial.

Esta organización tenía una enemiga, la D.H.O., Dark Hunter Organization, una organización que hacía todo lo posible para sacar a los miembros de la C.I.A. de su escondite, quienes deben guardar su posición en secreto. En los años que su popularidad fue aumentando, desde el 2012, sus miembros usaban magia, aprovechando que el núcleo mágico de Mobius fue liberado de un sello en esos años. Pero ahora que el núcleo se ha dormido, ha quedado con un perfil tan bajo como el de la C.I.A., pero aún seguía siendo una amenaza. En los últimos años fue la causante de varios ataques terroristas, y desde entonces la Comandante de G.U.N. Rouge the Bat y su ex-esposo, el jefe del departamento de policía, Knuckles the Echidna, han hecho todo lo posible para capturar a sus miembros, muy a su pesar, fueron obligados por la C.I.A. y el rey a trabajar juntos.

Los puestos 4°, 5°, 6° estaban celosos de los 2° y 3°, no solo porque sus puestos significaban la mayor inteligencia de la agencia además del líder, sino porque a su parecer, eran los consentidos de éste, eran llamados a hablar en privado con él, una cosa algo extraña, pues raramente él hablaba con los miembros, solo para entregar las misiones a cada uno, y para conferencias sobre las decisiones que afecten la economía y política de Mobius. El líder siempre cubría su rostro con una máscara de payaso, ningun miembro sabe su verdadera identidad, pero se nota que es un humano adulto, se rumorea que el 2° y el 3° puesto sí saben quien es en realidad...

Estaba terminando de comer su almuerzo, en ese momento escuchó que decían su nombre y el de su compañero por el altavoz del edificio. Sabiendo que no podía darse el lujo de llegar tarde, fue en busca de su camarada, no podían llamarse amigos, pero tampoco eran rivales, aunque él tenía que admitir que estaba algo celoso, sólo era el 3º puesto, y su compañero el 2º, a quien encontró en el mismo lugar de siempre: sentado frente a una ventana donde se podía observar toda la ciudad, al lado de una bella fuente. Casi tuvo que llevarlo a rastras como lo hacía una amiga suya años atrás, pero logró llevarlo al elevador, y de ahí a la sala a donde fueron llamados; el 1º puesto quería hablar con ellos. Ninguno de los dos entendía porqué eran los únicos con los que hablaba directamente, pero tampoco le dieron mucha vuelta al asunto.

Era una de las pocas ocasiones en que entraban a su oficina, en el último piso, normalmente sus reuniones privadas eran en una sala a prueba de sonido, pero el líder quería que "fuera una sorpresa". Cuando entraron, la silla en donde el líder estaba sentado les daba la espalda detrás del gran escritorio, se dio la vuelta y los recién llegados se encontraron con esa siempre sonriente cara de payaso. Ni siquiera con ellos se la quitaba, todos en la agencia se preguntaban porque nunca se quitaba la careta, tenían derecho de saber de quien estaban recibiendo órdenes, pero cuando se lo hacían saber, él solo respondía: "Eso arruinaría la sorpresa, ¿no es verdad?".

- 3º, me alegra que esta vez hayas traído al 2º más rápido esta vez, ya se me acabaron las ideas sobre qué hacer mientras espero a que se presenten a nuestras reuniones privadas- dijo en un tono divertido y extraño, causando que 3º bajara la cabeza y 2º se sonrojara, ambos avergonzados.

- *tsk* No fue necesario señalarlo de esa manera. ¿Por qué no nos dice de una vez por qué nos llamó hasta aquí?- dijo el 2º molesto, con su voz aguda y aún algo sonrojado por el comentario anterior del líder e intentando ocultarlo.

- Me encanta eso de tí, 2º, siempre tan directo, te ves lindo así, hace poco que llegaste a tu forma Zero de nuevo, te tomará un rato volver a tu tamaño por métodos normales, ¿no?- habló ignorando lo que el agente dijo.

- ¿"Métodos normales"? ¿Qué quiere...? - empezó a decir 2º, intrigado por lo que dijo el líder, jefe o no, pocas veces le hacía caso cuando no hablaba de las misiones o comentaba ciertas cosas.

- Empezemos...- dijo 1º en un tono serio, sacando una caja de su escritorio.

- ¿Señor?- preguntó algo extrañado 3º por el cambio de actitud repentina en su jefe.

- Acérquense- dijo simplemente. Los agentes intercambiaron miradas y obedecieron y el jefe abrió la caja, revelando dos colgantes de plata, uno era de un muy elegante reloj de bolsillo, y el otro era de una cruz, ellos los vieron algo intrigados, y como si 1º pudiera leerles la mente, cosa que en serio deseaban que no fuera verdad, él comenzó a hablar otra vez con ese tono serio - Estos colgantes son para ustedes, mandé a hacerlos especialmente para que coincidan con la personalidad y habilidades de cada uno. El reloj es para 3º y por supuesto la cruz es para tí, 2º- dijo entregándoselos.

El líder dejó de hablar unos minutos para que los agentes pudieran apreciar mejor los colgantes, cada uno era de plata pura, inoxidable, el reloj tenía grabados de relámpagos y la cruz tenía los bordes con apariencia de serpientes, cada colgante tenía grabado el nombre completo de su dueño y su nombre clave en la agencia. Los grabados les desconcertaron, pues los relámpagos no le agradaban mucho al 3º, de hecho, hasta sus 15 años sufría de astrafobia. A 2º simplemente no le pareció gracioso, él odiaba a los reptiles, especialmente a las serpientes. Pero aún así, ninguno expresó su disgusto.

- Son... hermosos, señor, ¿pero por qué nos da esto?- preguntó curioso 3º

- Pueden considerarlo un simple regalo, yo los aprecio mucho a ustedes dos como no tienen idea. Pero también necesitarán estos en su próxima misión, la cual les voy a asignar ahora-

- * hmph* Ya sabía que había algo escondido en todo esto, además de su rostro. ¿Qué es lo que hacen estas cosas?- preguntó 2º poniéndose algo impaciente, una característica que no admitiría que tiene en común con el rey.

- Eso lo tendrán que averiguar ustedes mismos. Ahora les diré que se pongan los colgantes en el cuello y que jamás se los quiten, ni siquiera en la ducha. Y es una orden directa de mí, ¿entienden? Saben que lo sabré si me desobedecen y también saben lo que les espera si eso pasa- dijo en un tono tenebroso, poniendo nerviosos a los agentes.

-¡ S-Sí, señor!- respondieron al unísono, poniéndose inmediatamente los colgantes.

- Así me gusta- dijo recuperando su tono alegre. - Ahora, sobre su misión; últimamente ha habido leve fluctuaciones de energía cuántica, y temo que con el tiempo sino se arregla pronto, puedan causar... graves problemas, ¿me entienden?- hizo una pausa para la respuesta de sus subordinados, los cuales sólo asintieron. - Su misión es: Volver al pasado, al 23 de Junio del 2012, para ser exactos y eliminar lo que sea que cause esas fluctuaciones. Deben tener cuidado de que nadie relacionado con ustedes los vea.-

-23 de Junio del 2012...- murmuró el 3º

- Así es, irán al 21º cumpleaños del rey Maurice.- confirmó 1º

- ¿Cómo vamos a viajar en el tiempo? En esta forma yo no...- comenzó a hablar 2º, pero fue interrumpido nuevamente por su jefe.

- Sus nuevos regalos harán el trabajo del viaje, parte de su misión es saber como usarlos.-

- Es broma, ¿verdad?- cuestionó 2º, como siempre.

- 2º, que mi careta no te engañe, estoy hablando muy en serio- contestó 1º.

- «Lo mataré cuando tenga la oportunidad, y nadie sabrá que le pasó. No es que me importara, pero todos me molestarían»- pensó el 2º con una sonrisa torcida en su rostro, como si se le dificultara sonreír alegremente en ese momento.

3º no podía leer mentes, a diferencia de la hija menor de su compañero, pero conocía bastante a éste para saber lo que pensaba por medio de esa sonrisa. Dio un suspiro, él no podía hacer mucho cuando 2º estaba en su tamaño normal, pero cuando llega a transformarse en su forma Zero, podía fácilmente levantarlo del suelo cuando sabe que está a punto de hacer algo indebido, cosa que irritaba bastante al 2º. Volvió su mirada al líder- ¿Cuándo comenzamos la misión?- preguntó poniéndose serio, haciéndole ver mayor, pero eso en realidad era mejor para él, a pesar de tener ya 36 años, tiene la apariencia de un joven de 15-18, por causa de ello a pesar de su rango muchos en la agencia no lo tomaban en serio, dudando de sus capacidades.

- 2º puesto, Ghost: Shadow Dark- dijo serio 1º

-¡Señor!- respondió el erizo negro, serio.

- 3º puesto, Lightning: Miles Prower- se dirigió al zorro esta vez.

-¡Señor!- respondió Miles de la misma manera que su compañero.

- Su misión comienza... ¡En 15 segundos!- terminó el jefe, volviendo a voltear su silla y dándole la espalda a los agentes.

Hubo un silencio por unos segundos, hasta que Shadow y Miles intercambiaron miradas, eso significaba que llegó una de las pocas veces en que sus pensamientos eran los mismos- ¿¡QUÉ!?- gritaron impactados al unísono.