Autora: AlexaVeela

Genero: Femslash

Pareja: Hermione J. Granger/Fleur I. Delacour

Fandom: Harry Potter

Cancion: Never Surrender – Skillet

Ninguno de los personajes me pertenece, sino a J.K Rowling. Esta historia es completamente AU. No poseo ningún derecho sobre la canción.

Debo aclarar algo mas, es muy importante para el lector tomar esto en cuenta. La historia es muy diferente a las demás, en este caso quise hacerlo de esta forma y quizas algunos se molesten, en esta historia no hay magia, hay hechizos y he decidido jugar con los personajes un poco acoplándolos al rumbo que tomara la historia. Lamento mucho si de alguna u otra forma les he ofendido pero es una idea que no podía sacar de mi cabeza y lo siento mucho, she will be loved continuara y estoy trabajando en ella pero es un poco difícil ya que tomara un rumbo muy distinto e importante que le dara el sabor a la historia, pido tiempo y disculpas por mi tardanza.

NEVER SURRENDER

"Sabes lo que es cuandotienes miedo de verte a ti mismo?"

Hay errores que se cometen, consecuencias que se pagan, sonrisas que se borran y lágrimas que se derraman. Fleur Delacour lo sabia mejor que nadie, el sentimiento de culpa que remordía en su conciencia y le robaba cualquier momento de tranquilidad la perseguía a todas las horas del día. Ella no era una mujer perfecta como muchos pensaban, era una madre excepcional que haría cualquier cosa por sus pequeños, pero no fue una esposa amorosa y sensible como cualquier otra lo hubiera sido en su lugar.

Sus parpados se cerraron con fuerza y su mente le trajo de nuevos esos pensamientos que le causaban dolor, su fino rostro se vio arruinado por una mueca de melancolía.

Habían pasado 3 años desde que ella se había divorciado, por muchos intentos que hiciera para ignorar el hecho no podía. Fleur no se había visto en vuelta en asuntos amorosos después de su separación, el amor de su vida había llegado a ella pero no lo supo valorar. Sus ojos azules se abrieron y observo las gotas de lluvia que resbalaban lentamente por el cristal del auto.

La sensación de estar siendo observada hizo que se moviera incómodamente en su asiento, su mirada fue dirigida hacia el frente donde las filas de autos estaban en espera para moverse. Ella noto que el chofer le miraba por espejo retrovisor, maldiciendo al hombre en su mente la mujer decidió ignorarle. La rubia sabía que tenía todo lo que cualquier otra persona envidiaría, a sus 25 años era una mujer rica, famosa y alguien que fácilmente podría atraer la atención. Para muchos sonaba la vida perfecta, pero las experiencias que había tenido en su vida la hacían sentir vacía.

El pensamiento le llevo hasta la culpable de su tristeza, Hermione J. Granger, esa mujer que había amado con todo su corazón pero por estúpida la había perdido. Desde pequeñas se habían conocido y la mujer se había ganado su amor cuando eran adolecentes. Se habían casado cuando tenían 16 años y su matrimonio solo había durado 6 años, el culpable no fue un entrometido en su matrimonio ni tampoco la falta de amor. Fleur evito reír con amargura en voz alta ante su último pensamiento.

Ambas se habían amado infinitamente pero cuando la rubia había cumplido por fin su sueño de ser una famosa modelo los problemas comenzaron. Fleur se había retirado a sus 20 años cuando los gemelos habían nacido, ella ya contaba con la suficiente experiencia y había abierto su propia casa de moda. La mujer era famosa, sin olvidar lo millonaria que se había hecho pero en el camino para alcanzar finalmente su meta el matrimonio con Hermione había fracasado completamente.

La mujer sabía que Hermione estuvo con ella hasta el último momento que su paciencia le dio, había sido demasiado comprensiva pero todo tenía un límite y su peor pesadilla se había cumplido.

Hermione había cambiado y Fleur comprendía, la castaña estaba cansada de esperarle. La mujer lograba mendigar algunos cuantas horas de su presencia antes de que nuevamente se marchara, Fleur recuerda perfectamente el día en que Hermione le pidió el divorcio y un dolor agudo apareció en su corazón.

-X-

La puerta se cerró con brusquedad detrás de ella, su maleta fue dejada en el recibidor mientras caminaba en la oscuridad. El silencio inundaba sus oídos, los niños dormían profundamente y Fleur se pregunto por cuánto tiempo su esposa había estado lidiando con ellos antes de que se durmieran.

Tras depositar un beso tierno en la frente de los gemelos se dirigió a su habitación donde la luz tenue de una lamparilla iluminaba. Hermione dormía profundamente con un libro entre sus manos, la rubia camino hacia ella y con cuidado de no despertarla quito el libro de sus manos. Un mechón de cabello castaño cayo al rostro de la mujer dándole un toque de inocencia que acelero el corazón de ella.

Fleur quito su ropa rápidamente y se metió a la cama, el vuelo de L. A a Londres había sido agotador y algo estresante pero la rubia se relajo una vez que el calor invadió su cuerpo.

El sonido de un llanto le despertó bruscamente, Hermione ya no estaba a su lado y sus ojos se entrecerraron nuevamente ante la picazón que causaba la claridad. Tras darse un baño relajante la rubia bajo las escaleras en busca de la otra mujer.

Las risas y balbuceos llegaron a sus oídos y apresuro el paso hacia a la cocina donde Hermione alimentaba a los niños, Louis y Dominik inmediatamente le llamaron para que les abrazara. Sin embargo su esposa ni siquiera le había mirado.

Pensando en la última discusión que habían tenido Fleur abrazo a sus hijos haciendo caso omiso de Hermione, continuando con la tarea que la castaña estaba haciendo antes la rubia empezó a hablar con los pequeños explicándoles sobre lo que había hecho. Los niños terminaron de comer y se fueron a la sala donde el televisor gigante de plasma estaba encendido.

La rubia se volvió a Hermione tratando de calmarse ante la actitud infantil que la chica había tomado, Fleur había cambiado desde que gano fama y dinero, su actitud era arrogante, vanidosa pero sobre todo fría con la morena.

-No puedo creer que aun estés molesta conmigo –espeto con cansancio y molestia

Los ojos marrones le miraron fijamente con enojo y frustración, Fleur pudo notar como la castaña apretó la mandíbula. La tensión apareció rápidamente entre las dos, sin duda alguna esa no fue la bienvenida que Fleur esperaba y por más que trato de calmarse no dio resultados.

-Cuál es tu problema? –Pregunto con enojo en voz alta, Hermione continuo arreglando una cosas en el gabinete ignorándola claramente – Estas actuando como una inmadura Hermione…

Una lata cayó al suelo y sonriendo arrogantemente la rubia vio la mirada fría de su esposa.

-Actuando como una inmadura, Fleur? –pregunto con enojo, pero la rubia no pudo responder- Como se supone que debería actuar?...abriéndote los brazos o teniendo sexo contigo

-Hermione por favor…-respondió con frustración la mujer rubia cruzando sus brazos sobre su pecho- Podemos simplemente olvidarnos de esto

Una risa irónica salió de los labios de la castaña, Fleur se sorprendió al ver la pose fría y dura de su esposa. Donde había quedado esa chica comprensiva y paciente que Fleur conoció, la que estaba ante sus ojos no era su esposa.

-Eres una cobarde… porque no enfrentas la realidad y hablamos de esto

-Lo hemos hecho miles de veces y lo único que logramos es enojarnos y discutir sin sentido por algo que no tiene importancia –dijo con cansancio

-Que no tiene importancia? –Repitió la castaña sus ultima palabras, la rubia se maldijo mentalmente ya que otra discusión iba a comenzar- Se trata de tu familia, de nuestros hijos, de mi.. Fleur!

-Hermione a donde quieres llegar?

-solo quiero que te des cuenta de que… por un día seas capaz de estar con nosotros, que por un día seamos una familia

-somos una familia! Tenemos hijos y soy tu esposa…-repuso Fleur con arrogancia y desesperación

-No Fleur, no lo somos! –Contradijo con frialdad- una familia es la que se apoya y una esposa es la que está siempre ahí para ti… la que te escucha y te aconseja…y tu no eres nada de eso…

Un sentimiento extraño invadió el corazón de la rubia antes las palabras de Hermione, sabía que tenía razón pero el orgullo es el peor consejero y enemigo en esas situaciones. Fleur coloco un mechón rubio detrás de su oreja y miro con indignación a la morena.

-Y vas a juzgarme por eso, no soy lo que esperabas? –Pregunto con ironía- Quieres que me quede en casa todo el día mientras todo lo que me ha costado se desmorona poco a poco…tengo una fama y un trabajo que mantener…

-eso es lo único que a ti te importa!... tus modelos, tus diseños, tus pasarelas…toda esa gente hipócrita es más importante que todos nosotros

-No se puede hablar tranquilamente contigo! Los niños y tu son importantes…

-pero no somos tu primera prioridad –completo con obstinación

Fleur toco el puente de su nariz y suspiro pesadamente, era imposible poder razonar con Hermione. La rubia estaba harta de la misma rutina cuando estaba en casa, sonaba sencillo el pedir perdón y prometer pasar unos momentos con la mujer castaña pero Fleur no estaba segura de cumplirlo. Hace tiempo que unas palabras dulces dirigidas a Hermione no se pronunciaban, hace tiempo que la intimidad entre ambas había desaparecido.

-Hermione, por favor –dijo lentamente la rubia- no digas eso… por supuesto son lo más importante que yo tengo, pero no puedo dejar a un lado todo lo que he logrado…

La morena miro hacia la ventana donde el sol iluminaba en todo su esplendor, donde habían quedado esos días en los que Fleur y ella solían olvidarse de todo, donde estaba la mujer con la que se había casado, donde estaba esa aquella chica rubia con la que lograba pasar horas hablando. Era difícil cada vez mas el poder hablar entre si, era cada mas difícil el mantener la boca cerrada y guardarse sus reclamos. Hermione estaba harta, cansada de ser la segunda opción de Fleur.

-Está bien, Fleur… tienes razón, no puedes dejar a un lado tu trabajo pero creo que seré yo quien se hará a un lado

Los ojos azules recorrieron a la morena de arriba abajo con sorpresa y confusión, la sensación de un nudo en su garganta rápidamente se formo y Fleur rogaba en silencio que su intuición estuviera equivocada.

La rubia abrió su boca para protestar pero Hermione se lo impido, la chica se acerco aun mas a ella mirándole a los ojos fijamente. Un destello de dolor atravesó por la mirada de la castaña sin embargo la pose dura y fría volvió en segundos.

-Sera lo mejor para ambas, para ti… para los niños –la mujer se detuvo e inhalo un poco de aire antes de continuar- …para mi

-Que estas tratando de decir Hermione? -pregunto Fleur con voz ronca

-… quiero separarme de ti, Fleur

Las palabras se repitieron en su mente como un disco rayado, sus oídos se bloquearon y sus ojos se centraron en la mujer frente a ella. Hermione le miraba fijamente con su rostro inexpresivo, sus ojos estaban fríos e indiferentes. El corazón de la rubia estaba acelerado y su respiración comenzaba a entrecortarse.

Fleur nunca había sido el tipo de chica que se daba por vencida fácilmente, sabía que su matrimonio era ya un fracaso y Hermione era una mujer perfecta que quizás merecía a alguien más. El pensamiento causo enojo y celos, quien podría ser mejor que Fleur Delacour para ese puesto.

Los pensamientos egoístas se formaron en su mente, en todo caso debería ser ella la que dijera esas palabras pero sus labios no podían pronunciarlas. Muchas otras personas harían cualquier cosa por tener el lugar que Hermione ocupaba.

-Disculpa? –pronuncio por fin la rubia sintiendo el ardor del nudo en su garganta

Hermione cerró los ojos momentáneamente antes de suspirar, la chica estaba tensa y cansada.

-Quiero el divorcio –repitió con voz fría la morena

La risa irónica escapo de los labios delgados de Fleur, sus ojos se habían vuelto fríos e inexpresivos. Su voz era ronca para evitar que algún rastro de tristeza pudiera ser detectado, su peor pesadilla se había cumplido…había perdido a Hermione.

-Estas siendo demasiado imbécil Hermione –espeto la rubia con arrogancia falsa y dura- tu no puedes ser tan estúpida para dejarme, muchas personas matarían por estar a mi lado…

-Yo no soy de esas personas, Fleur –respondió la morena con frialdad-prefiero mil veces ser imbécil por dejarte ir, a ser una estúpida como tú y no valorar la familia que tenias

Tras decir esas palabras la morena salió del lugar dejándole completamente sorprendida y dolida por sus palabras. "una estúpida como yo" pensó mientras se dejaba caer en una silla del comedor, los ruidos a su alrededor desaparecieron y por primera vez desde hace dos años una lagrima rodo por su mejilla.

-x-

Así como el tiempo transcurrió en la vida de Fleur ese momento se repite en su memoria una y otra vez, no importa que lugares conozca o cuanta gente este a su lado, el vacio que Hermione había dejado era incapaz de llenar. El lugar que Hermione había dejado era incapaz de ser reemplazado.

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