Holaaaa! Nuevo SasoDei ^^ Drabblecillo de estos que escribes en cinco minutos, pero que te encantan ^^
Pairing: SasoDei
Advertencias: Algo de lime, palabras malsonantes, esas cosas.
Words: 354.
Dedicatoria: Por supuestísimo a la que me dio la idea de este fic, Pal (Katsumi of Doom) & a su novio, Oscar ^^
-Pídemelo.
-No, un.
-Suplícamelo.
-Que no.
-Hazlo.
-No, un.
Sasori y Deidara estaban en el sillón, Sasori encima del rubio y con los labios a pocos centímetros del cuello del rubio.
-Si no me lo pides no lo voy a hacer –le dijo Sasori, dando una pequeña lamida al cuello de Deidara. El rubio se revolvió debajo de su maestro y evitó mirarle a los ojos, que le miraban profundos, casi sin pestañear. Llevaban mucho rato solo besándose, sin pasar a nada más, aunque Deidara de vez en cuando se permitía bajar las manos hasta las nalgas de Sasori para apretarlas, y cuando él hacia eso, Sasori metía sus manos debajo de la capa de su uke y le acariciaba el ombligo; cada uno tocaba el punto débil del otro. Pero a ambos les gustaba estar así, solo besándose, aunque Deidara siempre decía que él prefería los orgasmos porque eran efímeros nunca admitiría que le encantaban aquellos besos eternos con Sasori.
-Deidara… -dijo Sasori-. Sólo pídemelo, sé que quieres, siempre quieres.
Deidara chasqueó la lengua.
-Puede que quiera, un, pero no me pienso rebajar a pedírtelo, que luego empieza Hidan con sus gilipolleces.
Sasori se acercó a los labios del rubio y empezó a bajar una mano por el duro estómago de Deidara.
-Acaso… -empezó, dando besos esporádicos a los labios de Deidara, quien muy gustoso, los correspondía-…te importa lo que diga ese –volvió a besarle-. ¿Eh, Deidara?
-No, no me importa, un –dijo-. Sólo que no pienso decirlo.
-Lo dirás, sí, lo dirás –dijo Sasori, metiendo una mano por los pantalones de Deidara. Pero se paró.
-Sigue con la mano.
-Pídeme eso y seguiré.
Deidara le miró furibundo. Sasori acarició la zona por encima de los boxer. Deidara gimió.
-Está bien, está bien, un –dijo, hastiado-. Quiero… que me hagas un chupetón.
Sasori sonrió.
-Tampoco costaba tanto, muñeco –y bajó sus labios hasta su cuello donde empezó a succionar con fuerza, pero, no siguió moviendo la mano dentro de los pantalones de Deidara.
-B-bastardo –dijo Deidara, gimiendo-. Sigue con la mano.
-Pídemelo.
Aww (: Amo que Sasori le llame muñeco a Deidara y que el punto débil de Sasori sea su culito.
¡Vamos! Yo sé que quieres apretar ese botón.
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