Título: Reencarnación
Título del capítulo: Confución
Personajes: Por ahora los "heroes" de la historia, y los personajes que mande de prepo.
Géneros: Acción/Aventura
Calificación: T
Advertencias: No hay muchas, mas que nada violencia y sangre. ¡Ojo! Personaje(s) Propio(s)¡Están advertidos!
Desclaimer: Shaman King no me pertenece, eso es sabido.
Resumen: Años después de que el Torneo de Shamanes terminara de tal manera, es natural suponer que comenzará uno nuevo en poco tiempo... Lástima que las desventuras siguen al por mayor... Y la traición... Y el dolor.
Notas de la Autora
¡Hola, hola gente como va!
Aca les vengo a dejar un fic que escribí como hace muchos años atrás, ya van a ser cuatro. Sepan disculpar la infantilidad que estan a punto de leer, pero hice mi mejor esfuerzo por editarlo, darle sentido, pero siempre sin matar el aire que le dí en esos dias. Es una buena historia... Mi primera historia.
¡La melancolía!
Dejenme un comentario¿si?
Al fic.
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Reencarnación
Es tan extraño todo esto que siento, que hago, todo le que sucede, que yo provoco...
Tal vez si dejara de existir... ¡Ja!... Que estupideces digo.
Pero¿por qué tengo que seguir con esto?
¿Torturándome con la sola existencia de mi ser?
¿Por qué tengo que seguir tras él?
Tal vez la razon la sé y tal vez lo único que me impide verla con toda claridad es mi propia terquedad. Sé que tengo toda su confianza, tengo su corazón. No debo desistir, se lo pormetí... Pelear hasta el final, por un buen final.
Sin embargo, sentí tanta dicha al ver su sangre escurrirse entre mis dedos, verlo sufrir. Después de todo es inferior, inservible. Si tan solo me hubieran dejado matarlo, si no me hubieran detenido podria haber visto la luz abandonar los palidos y frios ojos que ocultan la ternura y calidez que se que opacan las pupilas en una perfecta mascara de desinterez total.
-¡¡Callate!!- Escucho la atronadora voz que interrumpe mis cavilaciones.
-¿Qué?- Mi voz tremula pregunta, sorprendida mas que nada de que hubiera alguien mas en este mundo que crei nada mas que mio.
-¡Que te calles¡No sigas mas!- Demanda esa voz aterrorizate, mas con una devil gota de preocupación.
-¿Por qué?- Se alza mi voz con renovada energia al saber que la otra esconde una devilidad. -¿Quién crees que sos, que pensas que te voy a hacer caso?- Exigí saber.
-Por que siempre terminas haciendome caso- Contesto la molesta voz, con un toque de burla en las vibrabtes palabras.
-Son puras tonterias- Protegí mi pocición. -Yo no le hago caso nadie- Remarqué. –A mi, NADIE me manda-
-¿Ah...Es así?- Noté una sonrisa en los ausentes lavios. -¿Qué hay de Hao?- ¡Ouch! La persona detrás de esa voz sabía bien donde golpear. Mi voz se atroró en mi garganta, quise responder de inmediato, pero no pude, por mas que lo intente, me quise excusar, encontrar las ideas claras en mi cabeza.
-Este.. Bueno, es que...- Entonces me di cuenta de la idiotez que estaba comentiendo. -¡No tengo por que darte explicaciones ni a vos ni a nadie!- Escupí con renobado coraje. –Te pregunté algo¿Quién carajo sos?
-Yo soy...- Ahí las notas de tan extraña canción tembraron y yo también temblé en anticipación a la verdad que sabia que iba a venir. –Yo soy... Vos- Bueno, eso de verdad no sé que tendrá, pero lo que si sé que no tiene es sentido. Dos personas no pueden ser una... No esencialmente.
-¿Qué queres decir?- Pregunté todavia confundida, viendo como el paisaje sin forma que se alzaba ante mis ojos comenzaba a deformarse, como si el agua girara en un invisible remolino, lavando la pintura con la que habia dibujado este universo que inventé, para mantenerme sana, para mantenerme cuerda. –¡Contestáme!- Me desesperé al ver que el vórtice no tenia intenciones de detenerse, tragando todo lo que yo queria creer.
-Yo soy tu ser... Mi esencia descansa en tus venas y tus venas se llenan de antigua sangre, mi sangre... Mi ser te pertenece ahora y volverá a mi... Tenelo por seguro... Vos sos yo, y yo...soy vos...-
-¡¡¡¡BASTA¡Dejame en paz¿Por qué me haces esto?!- Perdí el control, viendo como en medio del caos que llenaba mi cabeza los oscuros ojos en medio de mi universo destrozado se abrian en reveladora, atemorizante y refrescante verdad.
-Por que si te dejo sola, si no te despierto... Perteneceras totalmente a Él-
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Con el corazón latiendo a mil por hora y sin atreverse a abrir los ojos, la chica despertó de tan extraño sueño. Lentamente se sentó y sintió la incomodidad de tener el largo pelo medio enrredado... Estaba rodeada de la misma gente con que habitaba desde el día en que huyó, desde el día en que habia decidido escapar.
Un pálpito dentro de su corazón le dió a entender que el momento se acercaba.
Tenia que hacer algo, tenia que actuar.
-Este...Yo voy a dar una vuelta. Enseguida vuelvo- Dijo ya dando la vuelta antes de detenerse al sentir los pensamientos reporbadores del shaman que estaba acargo de ella. -Es decir, si puedo- Se rectificó, obteniendo una sonrisa de satisfacción como mucha señal de haber sido escuchada. Despues de ver tal demostracion de arrogancia no pudo sostener la mirada, ni siquiera sobre el largo pelo castaño que ocultaba el rostro de sus ojos.
-Esta bien- Contestó al final la tan importante persona ante tan inocente muestra de infantilidad. Sintió como los apurados pasos de las pesadas botas de la chica se alejaban con aparente tranquilidad. -Vigílala- Ordeno a nadie en particular, siendo aun asi una sola la precencia que se mevio de su lado para segiur los pasos de la perturvada chica.
Hao sonrio. ¿Tan fuerte era la mocosa, que tanto le costaba apoderarse de su voluntad?
-----------Cambio de escena------------
-Qué se supone que vas a hacer?- Pregunto la rubia con la preocupacion bien oculta.
-No es necesario que preguntes, sabes perfectamente que es lo que voy a hacer- Dijo el castaño hombre en un susurro apagado. Sus ojos eran profundamante y inusualmente sombrios y hacia las cosas sin ganas, ya casi ni hablaba, ni entrenaba. Hacia dias que estaba asi y no habia manera de animarlo. Incluso Ana, quien tambien estaba muy cambiada, se preocupo por su esposo.
-Yoh...-Dijo con un fingido tono neutro. -No se si será la mejor forma, pero ganando esta batalla, venciendo...Es asi como obtendras el titulo de Shaman King-
-Ana...- Yoh habia dejado su quehacer y habia bajado la cabeza. -¿Cómo puede ser...Que piences en esas incoherencias, tales tonterias cuando lo que debo hacer es...- Su voz se quebró por un momento. -Ana...Yo, yo tengo que..- Algo andaba mal, se podia ver en la manera en la que contraia sus parpados, como queriendo que se fundieran para siempre y asi no tener que volver a ver jamas una atrocidad en su vida... La manera en la que esto mostraba el dolor interior... El dolor de su alma. -Tengo que...- ¿Tanto costaba decir lo que fuera que rehusaba a escapar de sus lavios? -¡¡¡MALDITA SEA, TENGO QUE MATARLA!!!- Terminó gritando en dirección a su mujer.
Ana se estremecio, retrocedio aterrada y se llevo un mano a la cara, tratando de ocultar su repentino cambio de actitud, cosa que no logró. Él jamás le habia gritado en toda su vida, y ahora, en ese preciso momento era atemorizante ver sus ojos llenos de rencor, de un rencor tan extraño en él. Ana sabia muy bien el porque de tanta amargura y dolor, ella aún lo recordaba muy bien. Ese negro día, lo tenia bien grabado en la mente y sabia que Yoh lo tenia aun mas encarnado en la memoria... Ambos, como una astilla en el corazón.
Flash Back
Un dia normal como todos los demas en la casa de los heroes de esta historia, habiendo pasado tantos años, con una enorme familia formada. Yoh desayunaba con sus dos hijos varones, Aioshi, el mayor y Tokio el del medio, esperando a que su hija Yayoi, la mas pequeña, bajara por fin a unirseles. Era un dia de entrenameinto, y pensaba enseñarle a la pequeña unos cuantos trucos shamanicos, unicamente para entretenerse.
-¡Buenos dias, pequeña Yayoi!- Saludo alegremente Amidamaru como todos las mañanas a la pequeña hija de su amo, sin embargo no obtubo la tan esperada y natural respuenta de la chiquita, ni esa mañana, ni la siguente, ni jamas. Desconcertado, Amidamaru trato de conseguir la atencion e la pequeña, pero esa mañana habia algo diferente en ella, sos ojos si bien achiquilinados como los de cualquier infante y llenos de expectativas por el dia que comenzaba, se veian... ciegos. Los ojos de la niña miraban sin ver.
Con el tiempo la la familia presencio como la niña se olvidaba de a poco de la vision que alguna vez tubo del mundo, esa tan diferente y especial. Para la pequeña la rutina de su familia se volvio tediosa y aburrida: entrenar, entrenar mas duro, y seguir entrenando.
Aun y a pesar de que no le gustaba hacer esa sarta de ejercicios que su mama la obligaba a hacer diariamente, si le gustaba hacer sufrir a sus dos hermanos mayores, que eran por demas flojos. Haci que se esforzo mas que los demas para poder ser la "entrenadora" (lease torturadora) de sus hermanos. De su padre habia heredado el gusto por la musica, pero a deferencia de él a ella le gustaba hacer la musica. Es mas, en secreto, ella formaba parte de una banda en el colegio, y habia logrado que sus hermanos "se enlistaran" en la banda como sus lacayos de por vida... Es decir! Como sus asistentes, puramente voluntarios, sin ninguna amenaza acerca de ninguna revista de particular preferencia para su madre (las revistas de Ana son sa-gra-das, pero eso ustedes ya lo saben).
-Papi¿por qué siempre llevas esos viejos auriculares si no los usas para nada?- Preguntó un día esa chiquita tan preciosa que en el pasado robaba miradas y regalaba sonrisas. En ese momento Yoh le regalo los legendarios auriculares tan nuevos como en los viejos tiempos.
Una noche, varios años despues, estando Aioshi estudiando en Izumo, se encontraba toda la antigua legion de shamanes reunidos en la pención de los Azakura con todo e hijos.
El hijo mayor de Len Tao; Cheng (poseedor de las cualidades de su padre, los ojos y el buen corazon de su madre) no podia apartar los ojos de esa chica tan...calmada, tranquila. Algo extraño en una chica de su edad, casi como si fuera mas madura que todos... No, no podia ser, solo tenia algo asi como 15 años, ademas, si era medio inquieta, (cric...cric...) bueno, era bastante inquieta.
En ese momento ella tenia los ojos cerrados, estaba sentada en el patio de jardin, ella decia que era una tonteria eso de mirar las estrellas, que no le vei el lado productivo, que no ganabas nada mas que un resfrio, o en caso de que sea verano, una buena picadura de parte de alguna que otra alimania, y que era mucho mas divertido componer, tocar la guitarra, cantar, o todo junto (cosa que molestaba a Len Tao. Segun él, esa musica era escandalosa).
Todos estaban concientes de que Yayoi no poseia ninguna habilidad shamanica, de boca del mismo Yoh conocian la historia de pies a cabeza. Como hubieran deseado que las cosas fueran diferentes, ya que ninguno de los otros niños habian mostrado un comportameinto similar. Todos y cada uno eran shamanes.
Ese pequeño detalle no le impedia a Cheng obserbar ensimismadamente a la castaña, estaba cautivado, claro que no era lo mejor que habia... Pero tenia algo "diferente". Y no despego su azulada vista cuando ella, en medio de la noche se levanto del cesped, arrastrando consigo la pesada y gruesa trenza en la recojia su larga y abundante castaña melena (y que ademas hacia mucho daño cuando era efectivamente usada, segun la experiecia de Cheng, que habia peleado a forma de entrenamiento con ella en la tarde, y descubrio por que sus hermanos la llamaban "azotadora"). La vio sacudirse la ropa (al mejor estilo Yoh), erguir completamente su delgado cuerpo (al mejor estilo Yoh (otra vez)), y hablar, aparentemente, a la noche.
Anna, quien salia al patio para llamar a los que estaban a fuera a cenar y un poco para escapar del bullicio y el berrinche que habia dentro (cortesia de Horo-Horo y Chocolove), escuchó la palabras de su hija mientras sentia el poderoso brazo de su esposo pasar por encima de sus hombros.
-¿Qué estas haciendo acá?- Preguntó Yayoi mientras volteaba y descubrir la expreción de su rostro, habitualmente sereno, despreocupado. Sus ojos estaban endurecidos y su ceño crispado, su boca, casi siempre con una suave e inperceptible sonrisa mostraba ahora una mueca de...¿desprecio?, que de a poco se fue convirtiendo en una sonrrisa llena de sarcasmo, la que le deformaba el amigable y sereno rostro, asustando a todos. -¿Una pequeña visita nocturna¿Te invite a cenar y me olvide¿O venis a sacar numero para la paliza de tu vida?-
-No...- Se escuchó la profunda y casi olvidada voz desde lo profundo de las mas negras sombras en el jardin de la pención. -Vine por ti-
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Hasta acá el rpimer capítulo¿confuso? Si, pero mejora mucho mucho en los proximos... A ver como me vá con este fic.
¡Gracias por leer!
Krazy Naoko
