Esta es una especie de fic tipo guerra interna, muy al estilo de SCRITORE PASSIONE y Eyedragon; que en parte es un tributo a ellos, que son los autores que más respeto del site. Espero les guste,

Capítulo 1:
Ir y Enseñar a todos

La Princesa Celestia era alguien bastante sociable, desde siempre se tomaba el tiempo por lo menos una vez a la semana de leer las cartas que le llegaran: desde sus admiradores, hasta una que otra queja por parte del pueblo. No le molestaba, de hecho había sacado muy buenas ideas desde los ojos de los pequeños ponis que le escribían. Otros más bien le parecían peticiones de lo más ridículas pero las dejaba pasar con una sonrisa, y en caso alguien le escribía una carta llena de insultos se limitaba a celebrarlo con una carcajada y dejarlo pasar; lo más divertido era que aquellos que le escribían ese tipo de cartas llegaban al extremo de hacerlo con un alias. Le importaba un rábano y punto, ¿por qué molestarse? Pero de todos modos seguía leyendo, era una forma de relajar su mente de sus obligaciones.

Y finalmente entre todo el correo encontró un sobre ligeramente extraño, le había llamado la atención desde el inicio pero quedó enterrado bajo las cartas de la semana; era un sobre negro con una cara sonriente color azul brillante que la saludó al no más tomar el objeto. Entre divertida e intrigada, la Princesa abrió el sobre, y tuvo que darle crédito al amor al detalle del escritor que hasta había puesto un papel membretado; con un escudo de armas que representaba la misma cara sonriente azul sobre un escudo negro. ¿Qué diablos?

Estimada Princesa Celestia, me gustaría compartir mis ideas con usted:

No estoy segura si se tomará la molestia de leer las cartas que le mandamos sus súbditos, pero me aferro a esa esperanza y también a la que se tome la molestia de responder a esta humilde misiva. Sé que sonará extraño y fantasioso, pero pertenezco a cierta antigua orden de caballeros. No tenemos poder ni muchos miembros, sólo mucho saber y tradiciones que impartimos a nuestros reclutas; y por reglas de la misma orden no puedo dar mi nombre, así pues tendré que conformarme con mi título: Gran Maestra. Soy la última líder de esta orden y en la actualidad busco atraer a más miembros para cumplir con mis deberes de la misma. Nosotros los Caballeros del Silencio nos guiamos por un simple credo: "Ir y enseñar a todos" y eso es lo que he venido a cuestionarle.

He vivido en Canterlot el tiempo suficiente para notar que es una ciudad estudiantil, donde miles de jóvenes acuden a las diferentes academias en busca de la formación profesional que tanto anhelan. No es ningún secreto que las mejores universidades están en Canterlot y por eso es la ciudad de los sueños, sin embargo, estos sueños están siendo denegados por la equivocada idea de la exclusividad de la educación. No sólo las mejores escuelas están en Canterlot, sino también las más selectivas. ¿Con qué derecho los académicos vienen y seleccionan a quiénes impartirles el saber? Muchos sólo quieren enriquecerse con su supuesto conocimiento pues da la casualidad que sólo enseñan a quienes tiene los bolsillos más hondos. Si no transmites el conocimiento se pierde, de esa pequeña verdad nace nuestro credo de ir y enseñar a todos.

Así pues independientemente si cree o no quién soy, lo que me interesa es que obligue a las escuelas a aceptar a cuanto poni intenta entrar en ellas; con su palabra ellos cederán. Es verdad que los profesores necesitan salarios y las instalaciones mantenimiento, no me quejo que se cobre la educación; es muy razonable, pero el negarla a quienes "no tienen el talento" no es de justos. El conocimiento entra si estás dispuesto a aprender, punto. Es por eso que le pido que analice mi pequeña petición y tome cartas en el asunto, de maestra a maestra puede entender mi punto de vista. Sinceramente suya,

Gran Maestra.

Celestia tuvo que leer la carta varias veces para asegurarse que no era una broma, ¿en serio qué demonios? Lo peor era que tenía un punto a su favor: sin importar si Celestia creía o no en su puesto como líder de una orden de caballería (muy bien oculta o ficticia) la severa crítica al sistema educativo y la petición iban en serio. La Princesa, a falta de saber cómo reaccionar ante semejante carta, soltó una risita nerviosa.

—¿Hermana? — Preguntó Luna.

—No es nada Luna, es sólo que esta carta… no sé… si querían llamar mi atención, originalidad no les faltó. De todos modos no sé cómo reaccionar a ella. Fuera de la forma infantil de presentarse, tiene una petición seria. No es fácil sorprenderme pero esta vez lo lograron de veras. ¿Quieres ver?

Luna tomó la carta y no pudo evitar reírse ante la "orden de caballeros" pero al llegar al meollo de la cuestión tuvo que admitir que era algo muy serio.

—¿Y qué vas a hacer?

—¿Sabes? Estoy de buen humor. Respondamos a esa tal Gran Maestra.

Estimada Gran Maestra,

He leído tu carta con gran interés y perdona si te ofende lo que voy a decirte pero no sé si reírme o tomarte en serio. Aunque la crítica es válida, temo que tu visión es la de un niño; no entiendes todo lo que está implicado. Admito que el sistema de exclusividad en las escuelas es causa de molestia y decepción general de los estudiantes, y por qué no admitirlo, fuente de corrupción de quienes están en el poder. Sin embargo hay conocimientos muy poderosos que no pueden dejarse al alcance de todos así como así. Hablando específicamente de la magia, hay hechizos de enorme poder que pueden destrozar por completo el gran orden de las cosas. En mi propia Academia, trabajamos con hechizos sumamente misteriosos y de gran complicación; que tienen la capacidad de crear enormes desastres con el más mínimo error. A eso viene la exclusividad de las escuelas, no necesariamente magia, pero no todos están listos para todo. El saber es importante y es bueno compartirlo; pero debido a su propia importancia debemos elegir con cuidado a quiénes compartimos lo que sabemos. Sé que te decepciona mi negativa, Gran Maestra, lo más que puedo prometerte es investigar los casos de corrupción en las escuelas pero no mucho más.

Princesa Celestia, gobernante de Equestria.

Envió la carta a la dirección que estaba en el sobre y se olvidó del asunto, con la idea que si bien iba a decepcionar a la tal Gran Maestra, no sería algo que le quitara el sueño. Sólo mandó a rastrear a dónde se dirigía la respuesta… y claro, al buzón de una vieja casa en venta desde hacía tiempo. No le prestó más atención a eso, los escritores anónimos eran así y salvo por la originalidad de la presentación, esta muchacha no presentaba nada nuevo. Ni siquiera mandó a revisar quién recogía la respuesta, le daba igual.

Así pues la carta permaneció en ese buzón de esa casa sin que nadie le prestara atención a quien la tomó. Era una joven poni terrestre, no más de diecinueve años, que al igual que tantos jóvenes parecía que había viajado a Canterlot para la universidad. Pero no, a East Wind la fortuna la había tratado bien y no necesitaba trabajar ni ir a la universidad; en todo caso asistía a uno que otro curso libre como un hobby, pero su vida estaba asegurada. Era la dueña de una famosa residencia para estudiantes la cual siempre estaba abarrotada y había varios ponis en la lista de espera. Como se encontraba en una posición céntrica estaba cerca de casi todas las universidades de Canterlot y además era muy cómoda: cuartos bastante grandes, baños privados, una modernísima cocina comunal y una renta algo alta pero que incluía un abundante desayuno todos los días; así pues valía la pena. Los estudiantes no sólo disfrutaban su estadía, sino que también la gran mayoría eran muy amigos de la joven East Wind. Sobre todo porque era más o menos de su misma edad y a menudo salía con ellos, bromeaba y demás.

Incluso estaba incluida en los grupos de amigos de casi todos sus inquilinos, aunque no era ningún secreto que sus dos mejores amigos eran un muchacho muy estudioso llamado Emerald Horn y otra joven pegaso llamada Cream Cone. Ambos de su misma edad, cuando no estaban en la universidad se la pasaban bromeando y perdiendo el tiempo con su amiga East Wind. Hasta tenían su propio club de lectura, pero no por eso East les perdonaba la renta.

—¡Ey chicos! — Saludó East Wind al entrar a su residencia. — ¿Reunión esta noche?

—Ya la llevo esperando toda la semana — le guiñó un ojo Cream Cone, que estaba metida en un libro de recetas; pues iba a la Academia de cocineros superdotados de la Princesa Celestia.

—¿A las ocho en tu cuarto, amiga? — Preguntó alegremente Emerald.

—¡Es una cita! — Sonrió East Wind subiendo a su cuarto a hacer los preparativos.

Cuando el reloj dio las ocho, los dos ponis subieron charlando alegremente a la habitación de East y entraron. Una vez dentro la joven terrestre arrojó lejos la carta de Celestia y con su magia creó una larga túnica negra, con una gran capa azul y una máscara negra con una sonrisa pintada en azul.

Los otros dos ponis, pegaso y unicornio, crearon los mismos uniformes cada quien con su magia y se inclinaron ante ella.

—Gran Maestra — dijeron a la vez.

East dio una seca cabezada.

—Compañeros míos, mis Caballeros del Silencio… hoy hemos recibido respuesta a la carta que hace poco mandé a la Princesa. Una respuesta que como podrán ver… no me complace.

—¿Nos rechazó? — Preguntó con ira Emerald Horn. — ¡Maldita sea! ¿Entonces no hay nada que hacer? ¿Van a seguir rechazando a nueve de cada diez que quieren entrar a la escuela? Que se pudran esos malditos viejos. ¡Ella misma es la directora, que haga algo!

—Emerald, cálmate por favor — suplicó Cream Cone, pues Emerald guardaba un enorme rencor contra el decano de la Academia de Unicornios Superdotados de la Princesa; que lo rechazó a la primera y todo porque se puso nervioso al momento de su examen.

—Emerald tiene razón de molestarse — dijo la Gran Maestra East Wind. — Ese decano tiene que ser removido de su cargo. Pero no nos molestemos por la respuesta de la Princesa, ya lo hemos hablado Emerald Horn. Ella tendrá cuántos, ¿mil años? ¿diez mil? Las ideas cambian con el paso del tiempo, y lo que ella defendió en su tiempo no es válido ahora pero los ancianos se aferran a lo conocido porque temen a lo nuevo. Tenemos que enseñar con el ejemplo.

Los dos ponis miraron sorprendidos a su Gran Maestra que se rodeó de un aura mágica de gran poder.

—Mostraremos al mundo que no hay nada de malo en que el saber sea para todos: tomaremos esos documentos que sólo se encuentran en la Academia de Celestia, la más grande, y los repartiremos a todos por igual. Tendré que usar mucho poder pero ustedes ya han aprendido suficiente de la Magia del Silencio como para cubrirme si las cosas salen mal. Necesito que me compren tiempo, tiempo de entrar y copiar todos los documentos para luego repartirlos. ¿Pueden hacerlo?

—Cuente con nosotros, Gran Maestra — dijeron los dos inclinándose.

Fue así como al siguiente día los dos jóvenes Caballeros del Silencio se encaminaron hacia la famosa Academia de Unicornios Superdotados de la Princesa Celestia, envueltos en sus largas túnicas y capas. Fuera de la Academia, como se veía siempre en esa época del año, había una gran fila de jóvenes unicornios esperando mostrar sus talentos; y la gran mayoría salía del edificio cabizbajos y murmurando no sé qué contra el decano Deep Knowledge. Cream Cone, extendió sus alas (la única parte visible de ella bajo la túnica de Caballero del Silencio) y voló sobre los aspirantes gritando:

—¿POR QUÉ SE ENCUENTRAN USTEDES AQUÍ, JÓVENES TALENTOS? ¿VIENEN A SER HUMILLADOS POR ESTOS QUE SE CREEN CON EL DERECHO DE MONOPOLIZAR EL SABER? QUITÉMOSLES SU PODER, LARGUÉMONOS TODOS, QUE SEAN ELLOS LOS QUE BUSQUEN A LOS ESTUDIANTES NO AL REVÉS.

—LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO, NADIE PUEDE NEGARTE LO QUE TE PERTENECE POR NATURALEZA — Se unió Emerald a la gritería. — ¡ROMPAN FILAS! DEMUÉSTRENLE A LOS MAESTROS QUE NO SON NADA SIN NOSOTROS… ¿ME HAS ESCUCHADO KNOWLEDGE? APESTAS, SIN NOSOTROS NO ERES NADA, NADA TE DA DERECHO A ELEGIR SOBRE NOSOTROS.

Un par de guardias privados, acostumbrados a las protestas de estudiantes rechazados, se acercaron a los dos Caballeros.

—Señores, por favor retírense de las instalaciones inmediatamente o nos forzarán a…

Cream Cone los envolvió con su magia y los arrojó de golpe por las ventanas de la Academia.

Dentro de ésta, un joven unicornio muy nervioso mostraba sus habilidades ante un jurado conformado por los futuros profesores; y presidido por el temible decano Deep Knowledge que lo intimidaba con su mirada penetrante.

—¿Y? se necesita talento señor Book Worm. Talento que usted no tiene, retírese por donde vino y…

Los dos guardias interrumpieron su rechazo ante el sorprendido jurado; para luego volver a ser levantados por un aura mágica de gran poder cada uno. Entonces los dos enmascarados entraron como si nada; retando a Deep Knowledge con la mirada.

—Hola decano, ¿disfrutando como siempre humillar a quienes buscamos el saber? — Dijo Emerald con odio en su voz. — Niño, no te preocupes por lo que te diga el pesado este, dentro de poco nada de lo que diga va a tener importancia. Así pasa con los viejos ridículos.

Deep Knowledge lo miró.

—¿Y usted quién es? ¿Es el del escándalo de afuera? No me diga que vino porque lo rechacé. Es mi deber como pedagogo el elegir a los mejores estudiante, y si no es usted de los mejores no tiene nada que venir a reclamarme señor… ¿es tan cobarde que viene enmascarado? Bueno, rechazo a tantos alumnos diarios que apenas si veo sus rostros. Lárguese pero dando la cara como un verdadero poni.

Y usando su magia intentó arrebatarle su máscara a ambos, pero la magia de ellos era mucho más fuerte que la del anciano decano. El unicornio levantó una ceja, y más cuando descubrió que uno de sus jóvenes rivales era una pegaso. ¿Una pegaso haciendo magia? ¿Qué demonios pasaba ahí?

Fue cuando los guardias privados llegaron, esta vez en un gran número, rodeando a los perpetradores.

—Cream, encárgate de esto. Yo pido al viejo ridículo — dijo Emerald Horn.

Cream Cone soltó al guardia que había inmovilizado y con su magia hizo algo que nadie en la sala había visto antes: las sombras de cada uno se separaron y tomaron forma, avanzando contra sus dueños amenazadoramente. Cream Cone se encogió de hombros.

—Cada sombra tiene la fuerza de su dueño original. Esto… digamos que va a estar bueno.

Entonces las sombras atacaron, armados con lanzas y armaduras de las sombras, aunque no eran necesarias pues los guardias estaban demasiado aterrados por este hechizo de naturaleza desconocida.

Los profesores retrocedieron con temor mientras que con aire de suficiencia, el joven Emerald Horn avanzaba hacia Deep Knowledge, que por primera vez dudaba de lo que debía hacer.

Un fuerte temblor se sintió en toda la Academia.

—¡Los Archivos! ¡Alguien ha violado los hechizos de alta seguridad! — Gritó una vieja maestra.

Emerald hizo un ligero gesto, haciendo que su propia sombra la derribara y le hiciera una llave de lucha, siempre sin dejar de ver a Deep Knowledge con sus penetrantes ojos. Los otros maestros quisieron ir corriendo también pero sus sombras se tornaron en su contra. Todos menos la de Deep Knowledge que seguía siendo observado por Emerald. Hasta que de pronto el unicornio encapuchado soltó una carcajada.

—¿Qué pasa? ¿Qué te es tan divertido? — Preguntó Cream Cone.

—Amiga, estaba leyendo el alma de este pobre diablo para hallar su debilidad y… ¡uf! Mejor te lo muestro, de hecho… ¿por qué no lo vemos todos?

La fila de aspirantes escuchaba el escándalo dentro del auditorio donde se hacían los exámenes; cuando de pronto una turbación en el aire llamó su atención. Poco a poco en el cielo se formó la imagen de cierto potrillo unicornio que fue rechazado duramente por el decano de esa época:

¿Dijiste que te llamas Shiny Talent? Más bien Talentless. No puedes ni hacer bien un hechizo de levitación, no tienes talento para nada. Lárgate de mi vista… o mejor acércate, así puedo recordar bien la cara del PEOR aspirante que jamás ha osado pisar mi escuela.

La cara del pequeño se llenó de lágrimas, y salió llorando. ¡No era justo! ¡No era justo! El peor estudiante, el peor estudiante… y entonces tomó una resolución estúpida: se maquilló su Cutie Mark y la cara para presentarse con el nombre de Deep Knowledge y retomar el examen. ¿En qué pensaba?

—¿Sí, en qué pensabas Talenlentless? — Se burló Emerald. — ¿Por eso te haces el duro? ¿Para que no se note que en verdad eres el PEOR estudiante de la historia? ¡Uf! Y pensar que fui descalificado por alguien así de, ¡PATÉTICO!

Y se rio de forma bastante desagradable. El decano estaba temblando en un rincón, llorando de la humillación, ¿cómo pudo ese sujeto aprender ese horrible secreto? ¿Qué clase de magia manejaban esos dos? Pero lo peor fue cuando estallaron las carcajadas tanto de los aspirantes como de los rechazados, pasado el susto inicial comenzaron a gritar cosas como: TALENTLESS, y CAZATALENTOS SIN TALENTO y muchas cosas más.

Cream Cone miró con desaprobación a su compañeros pero no dijo nada, estaba más concentrada en la misión. Fue cuando una nueva explosión de magia llamó la atención de todos, que miraron hacia el techo de la Academia, en donde usando su magia… una poni que era obviamente una terrestre levitaba sobre todos extendiendo sus cascos:

—¡Hermanos ponis! ¡Escuchen el mensaje de los Caballeros del Silencio! ¡El saber es para todos! ¡Si no transmites el conocimiento, se pierde! Por eso yo les digo: ¡ID Y ENSEÑAD A TODOS!

Desde su Palacio, la Princesa Celestia había escuchado el inicio del escándalo pero no dijo nada esperando a ver en qué terminaba todo aquello. Se había preparado para intervenir si las fuerzas de la Academia se ponían muy duras contra los manifestantes (porque todos los ponis tenían derecho a manifestar) pero no se esperaba ese despliegue de magia contra ellos. ¿Sólo tres ponis lograron derrotar a los guardias? Y lo peor era la magia que usaron… Magia de las Sombras, literalmente la más oscura de las magias. Fue cuando corrió a intervenir y se topó con esa revelación del pasado de Deep Knowledge y los gritos de los aspirantes contra el decano.

—Bueno, tengo que admitir que no se ha comportado de forma correcta pero…

Un nuevo despliegue de magia de Sombras, y entonces Celestia se camufló como otra unicornio aspirante observando a la perpetradora. ¿Qué ocurría ahora? Entonces la vio, a la poni terrestre enmascarada y ese nombre: Caballeros del Silencio.

—¿Pero qué?

La Gran Maestra sintió esa presencia, su sensibilidad mágica estaba al nivel de los unicornios más poderosos. Entonces se inclinó:

—Doy mis más cordiales saludos a nuestra todopoderosa monarca, ¡La Princesa Celestia!

Hubo murmullos pero Celestia permaneció oculta; aunque eso sí: cargando sus poderes en caso fuera atacada, esta tipa tenía tanto poder como Twilight Sparkle o Candace… ¿y era una terrestre? ¿Qué demonios ocurría ahí?

—Es como decía mi carta Princesa Celestia, la selectividad académica permite la existencia de idiotas como Deep Knowledge que quieren quedarse el saber para ellos solos. Y a eso he venido: a demostrar que el saber es para todos sin importar qué. ESTUDIANTES DE CANTERLOT: LES REGALO, ¡TODOS LOS ARCHIVOS DE LA BIBLIOTECA DE ESTA PRESTIGIOSA ACADEMIA!

Extendió su casco y miles de pergaminos salieron disparados contra los estudiantes, que en un frenesí comenzaron a tomar los que pudieran y a organizar una huida masiva. Ahora la Academia no tenía nada de especial para nadie, el conocimiento estaba al alcance de todos.

—Así funcionan las cosas — se rio alegremente Cream Cone: por cada copia que destruyan, la gente hará diez más. Ir y enseñar a todos.

—Ir y enseñar a todos — confirmó Emerald. — Y para todos aquellos que lo deseen, nuestra magia está al alcance de quien desee aprender.

—No importa si eres unicornio, terrestre o pegaso — dijo la Gran Maestra. — Si deseas aprender magia, ¡entonces yo soy tu maestra!

Y dicho esto, Cream y Emerald tomaron en cascos a su Gran Maestra y desaparecieron entre las sombras ante la confundida Princesa que por el shock de lo que vio no reaccionó para nada. ¿Robar todo el saber exclusivo de la Academia para luego regalarlo?

—Es el colmo, pero tengo que consultarlo con los otros. Esto es demasiado turbio para mí.


—Si tan sólo hubiera una forma de saber si esta gente del incidente de la Academia es de fiar — dijo Luna. — Porque… si bien no apruebo lo que hicieron, ¿se dan cuenta que lo único malo que hicieron fue robarnos? No vendieron el conocimiento a nadie, simplemente lo repartieron sin costo… y de tal modo que es imposible para nosotros rastrear a quienes tienen este saber que hasta hace poco era exclusivo para unos cuantos.

—Sí, es como lo dijo uno de ellos, repartieron tantos que por cada copia que recuperemos hacen como diez más — dijo Celestia molesta. — Lo que han hecho ya no tiene remedio… pero comprendo lo que dices, hermana. Lo que hicieron no fue con mala intención, simplemente siguen un ideal que aunque equivocado no es maligno en lo absoluto. Pero…

—Sí, puede ser peligroso; si sólo vienes y comienzas a regalar el conocimiento de los hechizos más poderosos así como así, sin fijarte a quién le enseñas, no sabes en cascos de quién caerá este saber — dijo Candace mordiéndose el labio pensativamente. — De que lo que hicieron fue peligroso no lo discutimos. Ahora lo que me muero por saber… es conocer por seguro la magnitud de este daño que han hecho, es como dice tía Luna. Quiero saber más, qué tan en peligro estamos realmente por este grupo de fanáticos.

Twilight permaneció un buen rato callada, hundida en sus pensamientos.

—¿Hay algo que quieras decir, Twily? — Preguntó Shining con una sonrisa, su hermana siempre tenía buenas ideas y si alguien podía dar a la solución esa era ella.

Twilight asintió, aunque dudosa. Sabía que lo que iba a decir no les iba a gustar nada de nada a su mentora y a Shining; y mucho menos a Luna y a Candace que no estaban enteradas de lo que había pasado. Pero de todos modos esa era la solución más rápida que se le venía a la mente. ¿No era mejor que quedarse sin hacer nada?

Así pues, tomando aire, Twilight comenzó:

—De hecho… hay una forma de conocer a ciencia cierta si estos tales Caballeros del Silencio serán una futura amenaza o no. Hay alguien a quien le podemos preguntar, por algo son viajeros del tiempo… pero es sólo una idea… no se enojen.

Celestia y Shining Armor se levantaron de golpe, horrorizados ante tal sugerencia.

—¡Twily! ¡Ni se te ocurra volver a mencionar algo así! — Exigió Shining Armor.

—Juramos no volver a mencionar ese desagradable incidente — declaró Celestia muy agitada. — NO VUELVAS A MENCIONAR ALGO ASÍ, ¿ENTENDIDO?

—Tarde o temprano tendremos que enfrentar la realidad — dijo Twilight. — Siempre que haya una amenaza para el Reino, ellas se alzarán, ¿o no lo recuerdan? A mí me dan más escalofríos que a ustedes, por razones obvias, pero de todos modos… tengo la horrible sensación que tenemos que actuar rápido y ellas son la vía más directa.

Celestia frunció el entrecejo preocupada, pero por lo menos Twilight tenía un punto: si había alguien quien debía de estar más preocupada por ese otro asunto, esa era ella.

—Creo que nos estamos perdiendo de información importante — dijo Luna de pronto.

Twilight asintió.

—Sí, lo lamentamos Princesa Luna y Candace. Es una historia un poco… digamos que turbia y sigo sin tragármela del todo a pesar que la viví en carne propia. Digamos que… ¿han escuchado hablar de una antigua enemiga nuestra llamada Starlight Glimmer?

Celestia y Shining torcieron el gesto y se estremecieron ante el recuerdo. Luna y Candace por su parte asintieron, sin entender la reacción de Celestia y Shining.

—Pues sí… lo mencionaron un par de veces en una de nuestras reuniones de puesta al día, era la loca que quitaba Cutie Marks ¿por? ¿Pasó algo con ella?

—Fue brutalmente asesinada — dijo Celestia torciendo el gesto. — Y yo fui testigo.

—¿Un asesinato frente a ti, tía? — Se escandalizó Candace. — ¿Pero qué demonios ocurrió?

Twilight miró a los otros dos, que le hicieron un gesto que claramente significaba que si ella sacó el tema a relucir, ella tendría que contarlo detalle a detalle. Tomando aire, Twilight comenzó a describir esa extraña experiencia:

—Starlight Glimmer regresó, buscando venganza. Nos arrebató otra vez nuestras Cutie Marks y las destruyó para que no las recuperáramos y no la detuviéramos como la última vez. Eso hizo que nos ocultáramos por diez años, desesperadas buscando una solución a lo que ella nos había hecho… pero nada. Después de diez años nosotras decidimos usar la carta final: la magia oscura. Con ella…

—¿De qué estás hablando? — Dijo Luna. — Todavía veo tu Cutie Mark, ¿qué te pasa? Y si usaste magia oscura para recuperarla… no hay nada que pueda lograr eso, la conozco bien. ¿De qué estás hablando Twilight Sparkle?

Twilight no supo que decir y Celestia miró a su hermana como advirtiéndole, entonces Twilight continuó con su relato:

—Con la magia oscura no pudimos recuperar nuestras Cutie Marks, pero sí nuestras habilidades… al renunciar a nuestras vidas y también a nuestra muerte. Nos transformamos en algo más, horribles criaturas que sólo viven para matar y torturar. No-muertas. Con el nuevo nombre de Caballeras Undead masacramos a Starlight Glimmer… pero fue sólo el principio.

Luna y Candace se estremecieron ante la mención de los no-muertos. Habían visto sólo uno en sus vidas y era suficiente para no olvidarlos nunca… esos ojos rojos, los colmillos, el deseo incontrolable de matar, matar y seguir matando; eran prácticamente criaturas sin capacidad de razonar, y lo peor de todo era que no podían detenerse por nada del mundo. En ambas ocasiones que vieron a esas criaturas tuvieron que encerrarlos con hechizos de gran poder que recargaban cada cierto tiempo porque no querían volver a ver a esas criaturas, ¿entonces Twilight era una de ellos? Pero era diferente… ¿cómo era capaz de razonar? Entonces Twilight continuó:

—Eso fue sólo el inicio, gracias a nuestra afinidad por los Elementos de la Armonía logramos conservar suficiente cordura para matar sólo a aquellos que amenazaban a Equestria; convirtiéndonos en el terror de todo aquel que se atreviera a tal cosa. Matábamos con horribles torturas y todo, y así pasaron miles de años… hasta que conseguimos regresar en el tiempo. Justo al momento que lo inició todo, justo antes que Starlight Glimmer nos quitara nuestras Cutie Marks para evitar que nuestros yos pasados cometiéramos sus mismos errores.

Luna sintió un escalofrío.

—¿Entonces todo eso que contaste, ocurrió en otra línea de tiempo?

Twilight asintió:

—Y nuestras versiones malvadas ahora coexisten con nosotras… y es a ellas a quienes podemos preguntarles si los Caballeros del Silencio son en verdad una amenaza.

Shining y la Princesa Celestia intercambiaron una mirada incómoda, ¿preguntarles a las Undead? Sería prácticamente invitarlas a masacrar. No, no lo permitirían… pero por otro lado, sabían que intervendrían de todos modos.


—No… por favor, haré lo que sea — suplicaba el hechicero minotauro, mientras era sostenido firmemente por la magia de una alicornio y una unicornio.

A simple vista eran ponis comunes y corrientes, una de color lavanda y crines violetas fuerte; otra de color blanco y cabellos morados, pero una vez se veían de cerca era obvio que estos monstruos eran mucho más, a juzgar por los brillantes colmillos y los ojos rojos con la mirada llena de crueldad y sadismo.

—¿Qué no planeabas tomar Equestria para ti, Príncipe Steel-Fists? Lo lamentamos, pero no podemos permitirlo — dijo suavemente la alicornio líder. — Bien, es su turno chicas. Que sea doloroso por favor.

Con una sierra doble para cortar madera, dos terrestres se acercaron amenazadoramente; tomando uno de los extremos cada una en sus bocas. Comenzaron entonces a serrarle las piernas a su víctima, mientras que sus gritos se escuchaban por todo el bosque Everfree. Y para colmo dos pegasos, las que alguna vez fueron Fluttershy y Rainbow Dash tomaron un hacha cada una y comenzaron a arrancarle los brazos sin delicadeza alguna.

—No… por favor no… — suplicaba el Minotauro, pero sus súplicas se perdían entre las risas de las Caballeras Undead.

—Night Terror, o Spike, como estés de humor que te llamen. Es tu turno, amor — llamó la alicornio líder, antes conocida como Twilight Sparkle ahora Midnight; pues su nueva forma corrupta por las tinieblas no era digna de su nombre anterior.

El enorme dragón de ojos rojos y alas negras tomó entonces las extremidades cercenadas y para horror del Príncipe, las devoró lentamente. Steel-Fists intentaba desesperadamente de desviar la mirada del horrible espectáculo pero entre las que fueron Fluttershy y Applejack en vida sostuvieron su cabeza y la que antiguamente era conocida como Pinkie Pie lo obligó a mantener los ojos abiertos.

Al final la que quedaba era la única unicornio del grupo, que en vida fuer Rarity. Con su anormal sentido de la crueldad combinado con su amor por embellecer cosas, ella era una artista de la muerte; y ese infeliz sería otra obra más. Tomó dos joyas y las clavo en los ojos de Steel Fists y luego se preparó maquillando y perfumando la cabeza para que una vez lista ésta fuera cortada y el resto del equipo hiciera lo que quisiera con el cadáver. Era un trabajo horrible pero todas lo disfrutaban. Y el colmo era que de este modo protegían Equestria, sólo hacían sus horribles actos en nombre del Reino.

—¿Sienten eso? — Preguntó la alicornio líder. — Hay algo en el aire…

—Eso es… — sonrió la unicornio artista. — ¿Una posible amenaza? Siento como si tendremos que entrar a la acción de un momento a otro chicas…

—Pues me alegro, este sujeto me dejó con ganas de más diversión, ¡Muchísima más diversión! DIVERTIDO, MATAR ES DIVERTIDO, MUY DIVERTIDO — Se rio macabramente una de las terrestres.

—Conocemos tu entusiasmo compañera — dijo la otra terrestre, mientras se arreglaba su sombrero de vaquero. — Pero en su momento, ¿de acuerdo? Sabes que nuestros otros yos no dejarán que actuemos así como así…

—Como si eso pudiera detenernos, ¿desde cuándo la Corona ha requerido de nuestros servicios? — Se rio una de las pegasos. — Iremos, pelearemos, ganaremos y punto. Sin preguntarle a nadie.

—Nada amable pero de lo contrario nos obligarían a esperar — dijo la otra pegaso. — ¿Entonces está bien con todos esperar?

—Esperemos — dijo la alicornio líder. — Estos son los diez años en los que estuvimos vagando sin Cutie Mark así que no tenemos idea de qué sucedió en este lapso. Y en serio si no estuviera ya muerta me moriría por averiguarlo.

Sólo su amante de toda la no-vida, Night Terror (¿o Spike?) se rio con su pésimo chiste; y entonces se retiraron a su guarida, en el antiguo Palacio de las Princesas. Esperar siempre tenía su recompensa después de todo…


Y sale este fic, que lo hice con el permiso de mi amiga Cyandel25 que tiene su propia versión del fic (al que he tenido la desgracia de corregirle la ortografía) de acción más lenta y es en primera persona. Esta vez he mezclado otro de mis fics para ponerle un toque de más acción y todo. Espero les haya gustado y eso.

Chao; nos leemos!