Hola hermanita – me saludó, alegre como siempre mi hermano mayor, a palmaditas en la espalda.

- Hola – saludé con una sonrisa – que sucede que despertaste temprano un día sábado? – él acostumbraba a despertar tipo dos de la tarde, mas bien para alcanzar el almuerzo. Eso si no se iba de parranda.

- Es que voy a salir con Sasuke – contestó mientras se hacía una tostada con mantequilla, sonó el timbre, y me puse de pie para ver quien era.

Era Sasuke uchiha, el mejor amigo de mi hermano mayor, Naruto, ambos estaban en el penúltimo año de colegio, por lo tanto en un año más se irían a estudiar a la universidad, ellos se conocían hace bastante tiempo, siempre habían sido compañeros en el colegio, y por lo tanto siempre fueron amigos, su amistad era un tantito extraña, o más bien incomprensible, pasaban el día riéndose y luego a los dos segundos se peleaban, a veces se llamaban de tonto o idiota en vez de ocupar sus nombres, y bueno esto es aún más extraño por la diferencia abismante entre la personalidad de cada uno. Mi hermano era idiota y torpe, no se le daban muy bien los estudios, era amistoso e impulsivo, Sasuke por su lado era callado, sociabilizaba solo si era estrictamente necesario, era un as en todo lo que hacía, desde los deportes hasta el colegio o la música, y hacía las cosas pausadamente, todo organizado y previamente programado.

- Hola, está tu hermano? – me habló, él me hablaba solo para cosas estrictamente profesionales se podría decir. Y si me hablaba solo me molestaba, muy cruelmente, acostumbrado a escuchar a mi hermano mayor.

- Pasa – me quité del lado de la puerta, lo dejé entrar y cerré la puerta tras de sí.

- Si duda esta será una gran aventura – dijo naruto sobándose las manos, en señal de que algo bueno se avecinaba.

- Por supuesto indiana Jones - lo molestó y tomó su jugo. – estás listo?

- Déjame reposar, sino voy a vomitar – hizo gestos de vómito y yo le pegué en la cabeza, aún estaba comiendo.

- Naruto, estoy comiendo! – me quejé. – a donde vas a ir?

- Al cerro, a escalar .

- Puedo ir? – pregunté ansiosa – por favor? – junté mis manos para que me aceptaran en su salida.

- Pregúntale a Sasuke – mi hermano evadió su responsabilidad y le dejó el cacho, o sea yo, a su amigo. Lo miré en busca de la respuesta.

- Podrías rasmillarte las piernas – me advirtió serio.

- Crees que me importa?.

- La verdad – me miró inquisidoramente – no te importa. – sonrió, con burla.

Él siempre me miraba con burla, decía que yo era un hermano de Naruto, que parecía hombre. Y bueno, no se equivocaba, yo me vestía con ropa suelta al cuerpo, nadie aparte de mi, sabía si tenía formados los pechos o la cola abultada. jamás me había maquillado, no me arreglaba el cabello, simplemente lo ataba en un moño, lo tenía muy largo, así que me quedaba un tomate gordo, gigante y nada estético, no tenía malos modales, pero no era lo más femenina.

Sasuke me miraba raro, seguramente porque para él las mujeres tenían que ser muñecas, verdaderas muñecas, bastaba con ver a su "novia" mi compañera de curso Ino yamanaka, una chica como sacada de la televisión, rubia, de ojos azules, cintura estrecha, lindas curvas y simpaticona, o por lo menos lo fingía, interesada y calculadora, aún ellos eran un pareja, realmente pareja. Tal para cual.

Yo conocía a Sasuke hace un par de años, anteriormente no había venido con mi hermano a la casa y en el colegio ni en mis sueños me hablaría. Cuando lo conocí, me fleché de él, ese aire prepotente, su liderazgo, seguridad, seriedad, mirada acechante y su apariencia lo hacía ser un chico sexy, pero inalcanzable para mí, me gustaba, pero ni siquiera podía imaginar o llegar a pensar en que él se fijara en mí, lo único que veía en mí, era el "hermano" de su mejor amigo.

- Vamos estoy lista – salí de mi trance, me puse de pie arreglé rápidamente una mochila y me dispuse a la aventura.

Subimos al auto de Sasuke, y el condujo camino a la periferia de la ciudad para poder escalar en el cerro, era una actividad que antes no había hecho, pero que seguramente se me daría bien.

- tomen pónganse el arnés – Sasuke nos aventó unos arnés, y me lo puse, y ayudé a Naruto a ponerse el suyo. Mientras él ataba las sogas para escalar.

- Listos? – nos preguntó luego de terminar de equiparse. Asentimos con un gesto.

- Sakurita, si te sientes mal me dices para ayudarte… - lo interrumpí.

- Naruto puedo sola! – aclaré. Mi hermano acostumbraba a tratarme como una niña.

- Deja a tu hermano! – seguramente Sasuke lo único que quería era silencio para escalar tranquilo. – sakuro tiene más agallas que tú – agregó nuevamente con esa sonrisa burlona.

- Jajajajaja seguro! – se me desencajó la mandíbula al escucharlo llamarme sakuro, eso era mucho.

- Escalen y cállense – nos dijo naruto, haciéndose el serio. Y hicimos caso escalamos, y al llegar arriba, comenzamos a bajar, se suponía que subir era más complejo, pero a mí me daba miedo bajar. Desde abajo los chicos me miraban cmo ni siquiera estaba en la mitad del cerro y ellos ya habían terminado. Miraba a mi lado y veía la tierra, mis uñas llenas de tierra y finalmente no veía nada porque la tierra se me metió a los ojos.

- Aaaa! – grité, y naruto se preocupó de inmediato.

- Que pasó? – me preguntó

- Tengo tierra en los ojos y no veo, no puedo bajar – me quejé, no quería llorar, porque yo era una chica ruda por fuera, pero por dentro, era débil.

- Que molestia, voy a subir y la voy a bajar – dijo Sasuke, harto, ir con Sakuro había resultado una molestia, un estorbo. Se puso el arnés y subió cuando llegó a mi lado me tomó bruscamente del brazo y comenzamos a bajar, ni siquiera me dijo algo, solo me tironeó de vuelta a tierra firme.

- Me duele! – me quejé y lo empujé. Lo que hizo que se pegara en una roca aledaña.

- Idiota! – me regañó sobándose bajo el pecho por el lado derecho. Se había pegado fuerte, o lo había empujado muuy fuerte, estaba sangrando. Se qutó la polera y tenía una herida, un corte de unos 4 cm, y sangraba moderadamente – por idiota tendrás que hacer de enfermera. – me apuntó a su mochila – ahí hay un botiquín

- Puta! – protesté, mi hermano me miró feo, lo pasé por alto y saqué del botiquín algodón y suero fisiológico. – si te duele, dime para reírme – unte el algodón y le limpié la herida. Quería no mirarle el cuerpo, pero era atractivo, jodidamente atractivo, tenía los brazos y el abdomen trabajado, y el oblicuo delineado sutilmente, ni mucho, ni poco, era la primera vez que estaba tan cerca de su cuerpo al descubierto, y me sonrojé, bajé la cabeza, simulando concentración en lo que hacía. Pasé desapercibida. Terminé poniendo gasa y tira adhesiva.

- Muy bien!, quizás podrías ser enfermera – se burló – si fueras niña! – se rió de medio lado, finjí una sonrisa y me volteé, quería irme, ahora!

- Ya nos vamos? – preguntó naruto – recuerda que debemos estar puntuales en la fiesta. – Sasuke asintió y comenzamos a cargar las cosas para ir de vuelta a mi casa.

En el camino, no hablé nada, porque ellos estaban concentrados en la conversación que mantenían, sobre chicas, sobre las que estaban tras ellos, Sasuke había contado 5 y naruto 3, se reían de ellas, Sasuke decía que eran un montón de niñas tontas, y que ni loco las tomaba en serio, y mi hermano decía que era tierno que lo pretendieran, pero a él ya le gustaba alguien.

- y quién es la desafortunada? – preguntó el conductor.

- Es secreto, no debe saber nadie, para que resulte – mi hermano se hacía el interesante.

- Entonces no le dirás a nadie que se trata de Hinata? – preguntó Sasuke con esa risita burlona, hermosamente atractiva.

- Cómo lo sabes? – el rubio se veía indignado.

- Se te nota.

Hinata era una compañera de curso de ellos, era muy linda, muy tierna y nuestras familias eran amigas, por lo tanto manteníamos mucho contacto. A ella también le gustaba mi hermano, ojala fuera mi cuñada y pronto.

- debes cuidar a hinata – le dijo Sasuke, eso mas bien parecía una advertencia.

- No pienso en hinata como una chica de cama – aclaró naruto - tus eres así, yo soy respetuoso. – abnegado.

- Si todas se te ofrecieran – alzó los hombros, como si no fuese su culpa tener tantas oportunidades.

- Ya te vas a enamorar, y me reiré cuando hagas idioteces por la chica – advirtió naruto, pero sabía que eso difícilmente pasaría.

- Nunca – respondió tajante. Llegamos y subí a mi cuarto.

Luego de bañarme, ponerme una ropa mas cómoda. Llevaba un buzo azul y un polerón plomo tres tallas mas grande y mi clásico y feo tomate. Bajé esta vez a comer algo, eso era otra característica mía, era delgada pero comía como si el mundo se fuera a acabar.

- te ha gustado escalar? – me prguntó naruto cuando entraba a la cocina. Yo me comía un sándwich.

- Sin tierra en los ojos, si – contesté, con la boca llena, ambos hicieron una mueca de desagrado. – que?! – pregunté. Mi hermano bruscamente me cerró la boca.

- No hablas con la boca llena, es asqueroso ver la comida molida – reclamó

- Naruto tu también lo haces! – me defendí.

- Pero cuando estamos solos, además eres mujer! – negaba con la cabeza mientras hablaba y Sasuke miraba con el ceño fruncido.

- Si sigues así, nunca vas a tener novio – me advirtió Sasuke comiéndose la mitad de mi sándwich.

- Era una conversación familiar… - no pude terminar de hablar por la interrupción de la chica de tv.

- Hola – era Ino, con un vestido negro ajustado, que parecía que se lo había metido con vaselina o que no respiraba, tacones y su pelo rubio liso suelto sobre sus hombros, se veía estupenda, pero Sasuke nunca la veía impresionado, seguramente acostumbrado a su belleza. Nos saludó a mi hermano y a mi con un beso en la mejilla, a Sasuke con un beso, gigantesco, como que no lo veía hace años, o que se iban a un motel en segundos. – están listos?

- Claro! – dijeron los chicos. El moreno se puso de pie, tomó la cintura de su novia y se fueron sin despedir. Mi hermano me besó en la mejilla y se retiró tras ellos.

Los vi por la ventana como se marchaban, Ino se veía como la chica mas afortunada, una buena familia, un excelente novio, era estupenda y tenía a un montón de chicas como amigas, era indudablemente popular. Ellos eran populares, cada vez que algo pasaba con ellos el colegio entero lo comentaba, era envidiable. Pero yo no tenía las condiciones para entrar en ese círculo cerrado de los populares del colegio. El timbre me sacó de estúpidos. Abrí y me puse nerviosa al ver a un chico muy guapo frente a mí.

- hola – me besó en la mejilla – está naruto?. Era un pelirrojo, alto delagado y bien parecido con voz rasposa, ojos verdes y pestañas prominentes, tanto, que parecía que tuviera los ojos pintados.

- Salió – dije tímidamente, el rió por mi reacción. – vuelve tarde – me sonrojé.

- Gracias – estiró su mano – me llamo gaara.

- Sakura – estrechamos la mano – soy hermana de naruto.

- Ajajaja no te pareces – me dijo riendo.

- Emmm no – me tranqulicé un poco. – quieres pasar?

- No, voy a alcanzar a los chicos – me dijo – quieres acompañarme? – imité a un semáforo.

- No, tengo que hacer – olvídalo, como yo, con él, y los demás amigos de mi hermano, son peras con manzanas. – gracias – le cerré la puerta en la cara y me retiré de vuelta mi sándwich. De nuevo el timbre, que insistente, pensé. Abrí la puerta esta vez con mala cara. Cambié a una sonrisa, al ver a hinata.

- hola – pasó al living – como estas? – ella también se veía preciosa, al igual que Ino, tenía el cabello largo pero negro era esbelta, mas bien voluptuosa, pero recatada.

- Bien – contesté sin ánimos.

- Naruto…..

- Se fue con Sasuke e Ino. – rodé los ojos.

- Por eso estás así – concluyó – no te pongas triste! – me tocó el hombro en señal de apoyo.

- A que te refieres? – pregunté sin entender nada.

- Si te gusta Sasuke deberías conquistarlo – me dijo simplemente, como si él me fuera atomar en cuenta.

- Que dices?! – reaccioné mal

- Ves te gusta! – me empujó despacito.

- No me gusta!

- Lo dices porque no te has mirado al espejo mientras hablas con él, o porque no ves el cambio en tu cara cuando lo ves con Ino, te conozco de hace mucho, no me engañas. – me sentenció.

- Solo lo encuentro guapo, porque lo es – dije indiferente – es una opinión objetiva.

- Eres guapa pero no te sacas partido – me dijo – y lo sabes, si te lo propones, lo tienes, lo sabes.

Quizá….. si cambio y me vuelvo una muñeca, Sasuke me tome en cuenta, deje de llamarme sakuro y me vea como una chica. Pero tendría que actuar como Ino, eso no me gustaba…. Aaahh! Que hago!