Capítulo 1: Take a Breath
Me encontraba en un pasillo estrecho. De color verde. Nunca me había gustado. ¿Por qué le habían puesto ese color? Ya de ser un lugar que a nadie le gusta frecuentar podrían haber elegido otro color. Porque vale, el verde es bonito, pero NO este verde...era un verde...pálido. No sé, en realidad no sé por qué estoy hablando de cómo son las paredes en mi instituto. En fin, me llamo Selena. Y ahora mismo me encuentro en el último lugar donde me gustaría estar, el instituto. Me acerqué a las taquillas, con el propósito de que Michael y sus amigos no se acercaran y me dijesen cualquier cosa. Porque sí, si hay algo que también odio del instituto es que te venga el típico chulito guaperas y te diga 'qué nena ¿sales hoy a dar una vuelta?' se creerá guay y todo...
Normalmente...iba y venía con mis amigos, pero aunque no era del grupito de los populares, tenía a varios chicos que intentaban tener algo conmigo. Desde luego que yo no era fácil, y no por ir de dura ni nada de eso, increíblemente no me interesaba ninguno. Me gustaba más pasarme las tardes divirtiéndome con mis amigos, reírme y nada más. No veía necesario tener novio a toda costa, como sí querían mis amigas. Además que solo quedaban dos años de instituto y no quería desaprovecharlos pensando en historias que me descentrasen.
-Hola Selena. -el imbécil de turno tuvo que evadirme de mis pensamientos-
-Hola Michael...-le contesté casi soporíferamente.
-Podrías ser más agradable...hoy no te voy a preguntar si sales ni nada por el estilo.
-¿Ah no? Qué bien, vamos progresando -le aparté el musculoso brazo de capitán del equipo de baseball de la taquilla, ya que no podía meter los libros- ¿qué querías?
-Solo hablar contigo...
-Pues ya estamos hablando...
-Venga, podrías colaborar tú también.
-¿Colaborar en qué? Yo no tengo necesidad de hablar contigo, así que si me permites...quiero llegar a clase.
Vale, era un poco borde, pero también había que aguantarle todos estos años de atrás hablándote de cosas sin sentido cuando no era diciéndote que eres muy guapa.
En fin, espero que se canse por fin de mí y que se busque a alguna animadora.
Mientras iba de camino a clase me encontré con Brenda.
-Ey hola, por fin te encuentro. ¿Vendrás a mi fiesta este sábado?
Brenda era así, sin saludarte ni nada te soltaba la noticia. Brenda es mi mejor amiga, llevamos juntas desde que empezamos el instituto y por así decirlo, nos soportamos mutuamente.
-¿Qué fiesta?
-Pues...la fiesta, en realidad no es mi fiesta, es de mi hermano, pero la organizo yo, ya sabes.
-Con mucha gente y mucho ruido ¿no?
-Pues sí, lo que suelen ser las fiestas...eres una aburrida.
-Yo también te quiero.
-Pero a ver...lo pasaremos bien, te presentaré a mis amigas de Texas, amigos de mi hermano...-con esta última frase levantó las cejas, e hizo que pusiera los ojos en blanco-
-Uy sí...muy tentador.
-Tienes que conocer ya a un chico...¿qué más dan los estudios? Quiero decir...se pueden hacer las dos cosas...
Entramos en clase y mi hermano se apuntó a la conversación.
-No quiere ir ¿verdad? -añadió mirando a Brenda.
-No...como siempre, convéncela tú.
-Mira, Sel, yo voy a ir...y...lo pasaremos bien.
-Anda que...tenéis un don para convencer, sí...
-Vamos Sel, date un capricho... ¿qué más cosas tienes que hacer?
-Por lo pronto un examen el martes...
-A ver Sel...-con esto, mi hermano me puso la mano en el hombro- eres guapa, buena estudiante, puedes tener a cualquier chico...solo sal y diviértete...
-Peter, sabes que si no tuviera examen iría...aunque fuera a estar solo con vosotros.
El profesor llegó y tuvimos que ir a nuestros sitios en silencio.
Quería ir a esa fiesta, pero no quería desmadrarme. Al día siguiente estaría cansada, y no podría estudiar. Siempre me decían ''no vas a estudiar por la noche'' pero en las fiestas siempre pasa algo, por muy pequeño que sea, que te hace pensar al día siguiente.
Después de clases, Brenda vino a mi casa y estuvo convenciéndome otra vez con el tema de la fiesta.
-Está bien...iré...pero solo porque es el cumpleaños de Jake. Y no le voy a hacer el feo.
-¡Genial! ¡Esta es mi Sel! -me abrazó y sonreí, porque Brenda siempre lo conseguía, hacerme reír, y todo lo que se proponía.
-Pero el domingo te vienes y estudiamos juntas.
-Que síii...
Sonreí complacida y seguimos con los deberes.
¿Qué me esperaría en la fiesta? No me atraía nada la idea de que Brenda fuera la anfitriona, habría invitado a muchísima gente, sería un caos, pero en fin, voy a cumplir 17 años en unos meses, tengo que vivir la vida. Carpe Diem.
